Reporte del 2do. congreso mundial de la divina misericordia

Concluyo el II Congreso Mundial de la Divina Misericordia con el envío de los Apóstoles de la Divina Misericordia a todo el mundo
El arzobispo de Cracovia, entregó a los representantes de los cinco continentes, la Llama de la Misericordia que Juan Pablo II encendió en 2003 en el Vaticano, y más tarde donó al santuario de Łagiewniki.
Durante la ceremonia se volvió a consagrar el mundo a la Divina Misericordia. El Cardenal Schönborn, arzobispo de Viena, repitió las palabras con las que Juan Pablo II consagro el mundo a la Divina Misericordia en este Santuario de Łagiewniki en 2002. Los representantes de los cinco continentes presentes en el II Congreso recibieron la llama de la Misericordia con el compromiso de entregar el mundo a la Divina Misericordia
El Cardenal Schönborn, agradeció a todos por venir, y anunció que el próximo congreso en 2014, probablemente se llevará a cabo en Bogotá.
El cardenal también destacó que se envió al Papa Benedicto XVI una petición, firmada por los cardenales asistentes y los participantes, para declarar Santa Faustina Doctor de la Iglesia.

Durante la ceremonia de hoy, el cardenal Dziwisz entrego una reliquia, (una gota de sangre) del Beato Juan Pablo II a Carl Anderson, Caballero Supremo de la Orden de Cristóbal Colón. Esta reliquia del Papa será colocada en el santuario del beato Juan Pablo II en Washington
El card. Dziwisz, en su discurso final del congreso hizo hincapié en que la misericordia de Dios es la clave para la comprensión del hombre y su misión en este mundo. Es la esperanza que se abre a un futuro incierto y añade valor para enfrentar los desafíos de la modernidad.
"Le pedimos al Espíritu Santo que nos guíe en los caminos de la Divina Misericordia para el hombre moderno y el mundo. Queremos ser testigos de la misericordia en el mundo actual a través de la oración, las palabras y las obras de misericordia "- dijo el arzobispo de Cracovia.
"Como representantes de todos los continentes expresamos este grito aquí, en Cracovia- Łagiewniki, en este lugar donde Santa Faustina recibió este regalo del mensaje de la misericordia, de parte de Dios "- destacó.
"Desde todos los rincones del mundo en el que el reinado de la guerra y la violencia, el odio y la persecución del hombre, los cataclismos en la naturaleza, que llevan el sufrimiento y la muerte de personas inocentes, se levanta una voz suplicante.
La misericordia es necesaria donde hay injusticia social y prejuicios raciales, donde no existe la verdad y libertad. Necesitamos la gracia de la misericordia, que trae la paz y al corazón humano y es el principio del perdón y la reconciliación "- habló con corazón emocionado, el cardenal Dziwisz.
"Consciente de todas estas dificultades para el mundo, nos gustaría renovar el acto de entregar el mundo a la Divina Misericordia que por primera vez, hizo Juan Pablo II, el 17 de agosto de 2002 en la consagración de esta Basílica "- recordó el cardenal.
"Queremos que la 'chispa de la gracia de Dios' se encienda en los corazones de las personas que dudan y buscan, cansados de las desgracias y desastres. Queremos hoy tomar "el fuego de la misericordia" de este lugar, donde se encendió de una manera tan inusual en el corazón de Santa Faustina y del Beato Juan Pablo II, para llevarlo a los extremos del mundo "- dijo el cardenal Dziwisz.
"Queremos ser fieles al reto del Beato Juan Pablo II, quien parafraseando las palabras de Santa Faustina dijo: "Hay que dar al mundo el fuego de la Misericordia. Solo en la misericordia de Dios el mundo encontrará la paz y la felicidad del hombre!"
El cardenal hizo un llamamiento: “Os encomiendo esta tarea a vosotros, queridos hermanos y hermanas, la Iglesia de Cracovia y Polonia, y todos los devotos de la Divina Misericordia, que están aquí y todo el mundo: Ser testigos de la misericordia"- y concluyo: "Que la tarea de ser testigos de la misericordia sea nuestra la decisión del Congreso, al volver a nuestras casas".