Friday, November 17, 2006

Una Historia Interesante


de P. Roberto Mena, S.T.

Un organista de la iglesia estaba practicando una pieza de Felix Mendelssohn y no estaba tocando muy bien. Frustrado, recogió su música y se dispuso a irse. No había notado a un extraño que se había sentado en un banco de atrás.

Cuando el organista se dio la vuelta para irse, el extraño se le acercó y le preguntó si él podía tocar la pieza. El organista respondió bruscamente: "Nunca dejo que nadie toque este órgano." Finalmente, después de dos peticiones amables más, el músico gruñón le dio permiso con renuencia. El extraño se sentó y llenó el santuario de una hermosa e impecable música.
Cuando terminó, el organista preguntó: "¿Quién es usted?" El hombre contestó: "Yo soy Félix Mendelssohn." El organista sorprendido le pidió disculpas llenó de vergüenza al gran artista. Por poco el organista impide al creador tocara su propia música.

Hemos de dejar que el verdadero artista haga una hermosa melodía con nuestras vidas. Y para ello hemos de dejar que entre el Señor en nuestras vidas. El encuentro con Cristo cambia la vida, también hoy, aseguró el Papa Benedicto XVIen su reciente audiencia general del 8 de noviembre ante más de 15,000 asistentes, en que recordó la figura del apóstol Pablo.

Para pensar

Somos "creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano" (Efesios 2:10). Pero nuestras vidas no producirán una música hermosa a menos que le dejemos obrar en nosotros. Dios tiene una sinfonía escrita para nuestras vidas. Dejémosle que haga su voluntad en nosotros.

El Papa ha señalado "la centralidad de Jesucristo" como el aspecto más destacado de la vida cristiana del "decimotercer apóstol", Saulo de Tarso. Recordando el encuentro de Pablo con Cristo, constató cómo aquel momento"revolucionó literalmente su vida". "Cristo se convirtió en su razón de ser y en el motivo profundo de todo su trabajo apostólico". Fue ese encuentro con Jesús que decidió el apóstol a partir de entonces ser un buen instrumento enlas manos de Dios.
En la medida en que dejemos obrar al Señor en nosotros, seremos mejores personas. Pensemos qué tan buenos instrumentos hemos sido hasta ahora y si nuestras obras son según el querer de Jesús.

Para vivir

El Papa señaló que la historia de San Pablo, nacido en la actual Turquía permite comprender "cómo Jesucristo puede influir en la vida de una persona y, por tanto, también en nuestra misma vida". "En realidad -recalcó-, Jesucristoes el ápice de la historia de la salvación y por tanto el verdadero punto discriminante en el diálogo con las demás religiones". "¿Cómo tiene lugar el encuentro de un ser humano con Cristo? La "identidad cristiana", dijo el Papa,se compone de dos elementos: no buscarse a sí mismo, sino revestirse de Cristo y entregarse con Cristo.

"Por otra parte -añadió-, nuestra radical pertenencia a Cristo y el hecho de que "estamos en Él" tiene que infundirnos una actitud de total confianza y de inmensa alegría".

En definitiva, propuso, "tenemos que exclamar con san Pablo: "Si Dios está por nosotros ¿quién contra nosotros?"

Saturday, November 11, 2006

Los Cristos de la Tierra

LOS CRISTOS DE LA TIERRA ..... >>Hoy hablemos de "un sacerdote". Un sacerdote cualquiera, el que pueden >encontrar por la calle y de quien se ignora todo: el nombre, la familia,la >patria.>>Es sencillamente " un sacerdote ".En algún tiempo fue simplemente un >muchacho que tuvo el valor de responder " si " a una llamada interior. Con >todo, ha sido un niño, un adolescente, un hombre joven. Ha soñado y quizá >en su corazón el fuego de los sueños no se ha apagado todavía.>>Un día se ha despedido de sus padres y de sus hermanos para entrar al >seminario. Dejó su familia, sus costumbres tan queridas, quizás su misma >patria. Ha renunciado a la dulce intimidad de su casa, a la mano amiga de >una compañera que estreche la suya para el largo y difícil viaje de la >vida. No verá la sonrisa de sus hijos, no se mirará en sus ojos, no >perpetuará el color de sus cabellos en los de sus descendientes.>>Es un sacerdote. Está todos los días bajo las miradas curiosas de todos. >Debe ser perfecto. Las acciones que en otro serían claras, en él se miran >como causa de escándalo. Sólo estamos dispuestos a concederle el derecho a >la fatiga de servir de modelo. Debe ser un modelo, casi como si su ser >fuera una masa distinta a la nuestra.>>Sin embargo, aquel sacerdote hubo un tiempo en que fue simplemente un >muchacho que tuvo el valor de responder "si" a una llamada interior.>>Por aquel "si" por el valor de aquel violento desgarrarse de la vida de >cada día, el Maestro de Nazaret perdonó a sus discípulos las innumerables >debilidades, la incompresión, la pereza, la negación...al fin y al cabo >habían tenido el valor de abandonarlo todo para seguirle.>>Un sacerdote, no se apasiona por lo que apasiona a todos; en cambio, se >preocupa por ejemplo, porque se vistan las mujeres con honestidad, como si >no hubiera guerras, ni crisis, ni una reunión de ministros... Se pone a >discutir fogosa y acaloradamente la solución de un caso de moral, y >desconoce los acontecimientos del día.>>Parece un ser caído de otro planeta, con una lógica diferente, con diversa >naturaleza y pasiones distintas.>Es extraño, extranjero, ilógico, anacrónico; diverso en suma, >astronómicamente diverso de los demás.>No siempre es así, pero es así con frecuencia, especialmente>cuando se trata de párrocos y de los que tienen cura de almas, que están en >contacto con ellas y viven en medio del pueblo.>>¡ Pobre sacerdote !, él debería ser la suma de las perfecciones, el pozo de >la ciencia, el triunfo de todas las virtudes: perfecto como un ideal >platónico; y con todo, es un hombre como nosotros, pero un hombre que ha >sabido responder con aquel "si" y que cada mañana renueva en sus manos el >prodigio de la Santísima Eucaristía.>


En la Santísima Trinidad:Padre Roberto Mena, S.T.

Thursday, November 09, 2006

el perdón: las grandes ligas.

El Perdón: Las Grandes Ligas


La elevada naturaleza del perdón radica en el hecho de que incluye, en sí mismo, varias otras virtudes. Consideremos estas tres en particular: justicia, clemencia y misericordia.

La justicia se basa en una fórmula de equidad: Si pido prestados $10 debo devolver $10. Cuando se viola la justicia, se requiere de un castigo para que haya cierto tipo de restitución. De acá la importancia de reajustar la balanza de la justicia. Toda injusticia requiere de una paga que ponga peso en el lado contrario de la balanza, para que ésta vuelva a estar en equilibrio. La clemencia va más allá de la justicia, hasta llegar, de cierta manera, a obviar la necesidad del balance justo y exacto, y permite una reducción en el pago requerido. Por ejemplo, puede apelarse a la clemencia para reducir una sentencia de 60 días a 15 días. La misericordia va más allá tanto de la justicia como de la clemencia para limpiar la necesidad de castigo. No cierra los ojos ante la ofensa cometida, pero sí perdona a quien la cometió. El perdón sobrepasa esas tres virtudes, aunque sin desvalidarlas. La justicia, clemencia y misericordia componen la base que permiten que el perdón sea posible. El perdón va más allá de la misericordia y trata la ofensa como si ésta nunca hubiera sucedido. En otras palabras, da borrón y cuenta nueva, brindando a la persona una nueva oportunidad para comenzar de cero. Por parte de quien es perdonado, las virtudes de humildad, sinceridad y esperanza se dan por sentadas. De esta manera, el perdón representa una virtud de alto nivel por las virtudes base de que se requiere, tanto por parte de quien perdona como de quien es perdonado. El perdón está en un nivel tan alto que, desde la antigüedad, se le ha descrito como algo sobrenatural. "Errar es humano, pero perdonar es divino". O, para modificar un poco esta máxima, "Errar es humano, pero perdonar es sobrehumano". Por el contrario, los sistemas de justicia son incapaces de perdonar. Un letrero expuesto en una estación de policía de Los Angeles hace notar esto de forma acertada y humorística: "Errar es humanos, pero perdonar va en contra de las políticas policíacas". Los sistemas no solamente son incapaces de otorgar perdón, sino que con frecuencia se oponen vehementemente a practicarlo. Hace algunos años un empresario exitoso – cuyo nombre es bien conocido para los amantes del baseball – murió. Los periódicos que publicaron la noticia no comenzaron de la manera tradicional, haciendo mención de sus logros o listando los nombres de sus parientes cercanos, sino de la siguiente manera: "Fred Snodgrass, cuyo error al bate costó a los New York Giants la Serie Mundial de 1912..." La sociedad recuerda a Fred Snodgrass, así como a otro sinnúmero de personas en situaciones similares, solamente en base a un infortunio aislado e imperdonable, aún a pesar de que muchas veces el mismo fue realmente intrascendente. Para estar en posición de apreciar la racionalidad del perdón – y el consecuente horror de la condenación – uno debe estar parado en una plataforma construida sobre sus virtudes fundamentales. Esto es comparable con un padre que levanta a su hijo para que pueda ver por encima de las personas enfrente suyo y así disfrutar del desfile. El mundo secular tiene sus penitenciarías, así como el football tiene sus áreas de penal y los marcadores de baseball sus columnas de error. La clase de perdón que el mundo ofrece se basa en varias formas de falsedad – como la de perdonarse a sí mismo. Este concepto de autoperdón es, en parte, consecuencia de la psicología secular moderna, que ha llegado a exagerar enormemente la importancia del individuo como individuo. Los libros de autoayuda populares, con títulos como Cómo ser tu Mejor Amigo, Gana Intimidando, Cómo Divorciarse de Mamá y Papá, y otros, dan la impresión de que el individuo es una isla para sí mismo. Pero el perdonarse a uno mismo implica un modo radical de desunión personal. Puede uno dividirse en dos partes: la parte que otorga el perdón y la parte que recibe perdón? Y cómo puede la última recibir el perdón o elevarse por sobre la primera para suponer que le perdonará? Y sobre qué lineamientos (falsos lineamientos) de la personalidad puede ocurrir tal división? La esencia del perdón no concierne a los individuos como tales, sino a las relaciones. El perdón restaura una relación dañada entre el hombre y Dios, así como entre el hombre y su prójimo. Los dos grandes mandamientos – amar a Dios y amar al prójimo – reiterados en el Padre Nuestro, subrayan este significado del perdón. He aquí la paradoja fundamental del perdón: es sobrenatural y presupone muchas virtudes que le sirven como base, a la vez que es elemental y necesario para que las personas puedan vivir en armonía unas con otras. El perdón es a la vez mundano y sobrehumano. Quizá esta paradoja sea más fácil de comprender cuando nos damos cuenta de que Dios, tan divino como es, permanece con nosotros para guiarnos en nuestra relación con El y con nuestro prójimo, a cada paso del camino.


En la Trinidad: Padre Roberto Mena, S.T.

Saturday, November 04, 2006

peregrinacion espiritual con nuestro Sto. Padre

«Peregrinación Espiritual» con el Papa durante su viaje a Turquía
Iniciativa de Caballeros de Colón NEW HAVEN.

Acompañar espiritualmente a Benedicto XVI en su viaje a Turquía: es la propuesta que lanzan Caballeros de Colón a todos los católicos del mundo. Organización católica de familia y servicio fraternal, Caballeros de Colón cuenta con 1,7 millones de miembros en el mundo.

En un comunicado, recibido en Zenit, se pide a todos los Caballeros, a sus familias y a todos los católicos que recen diariamente por el Santo Padre durante su viaje, previsto del 28 de noviembre al 1 de diciembre.La Orden propone empezar a rezar específicamente por Benedicto XVI con antelación, el domingo 26 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey. «Sólo unos pocos católicos pueden acompañar físicamente al Santo Padre en su viaje a Turquía», apunta el Caballero Supremo, Carl A. Anderson, «pero millones de nosotros nos podemos unir a él en oración durante su peregrinación por la paz».«Le pediremos a Nuestra Señora de Fátima que interceda por el Papa durante su viaje», prosigue; los fieles del «islam sienten un aprecio especial por María, lo que es evidente bajo la advocación de Nuestra Señora de Fátima, ya que Fátima era el nombre de la hija del profeta Mahoma».

Se ofrece, a Caballeros y a otros fieles que deseen tomar parte en esta «Peregrinación Espiritual», una oración para rezar a diario. En ella se pide que, como resultado de la visita del Papa, se «estrechen los lazos de comprensión, colaboración y paz entre los Católicos Apostólicos Romanos, los Ortodoxos y aquellos que profesan su fe en islam».En la plegaria se ruega además para que, durante su viaje, «el Papa se encuentre en todo momento sano y salvo; mientras reza, mientras demuestra ser testigo del Evangelio y mientras invita a las gentes a participar en un dialogo de fe, razón y amor».

Este es el texto de la oración que ha escrito el Capellán Supremo de la Orden, el obispo William E. Lori:Padre Celestial, de quien cada familia en el cielo y en la tierra recibe su nombre, humildemente te pedimos que animes, inspires y protejas a tu siervo, el Papa Benedicto XVI, durante su peregrinación a Turquía, tierra a la que san Pablo llevó el Evangelio de tu Hijo, tierra donde la Madre tu Hijo, Trono de la Sabiduría, moró, tierra donde claramente se profesó la fe en la verdadera divinidad de tu Hijo. Bendice a nuestro Santo Padre, quien va como mensajero de la verdad y el amor a toda la gente de fe y buena voluntad que habita en esta tierra tan rica en historia.Por obra del Espíritu Santo, haz que la visita del Santo Padre fructifique en lazos más profundos de entendimiento, cooperación y paz entre católicos, ortodoxos y aquellos que profesan el islam.Haz que las oraciones y los sucesos en estos días históricos contribuyan inmensamente a lograr una mayor armonía entre aquellos que te adoran a Ti, Dios vivo y verdadero, y también a lograr la paz en nuestro mundo, que con tanta frecuencia es desgarrado por la guerra y la violencia sectaria.Te pedimos también ¡ Padre Celestial! que guardes y protejas al Papa Benedicto y le confíes al cuidado amoroso de María, bajo la advocación de Nuestra Señora de Fátima, nombre tan querido por católicos y musulmanes. Por su intercesión y amor maternal, te pedimos que preserves de todo peligro al Papa Benedicto durante su oración, su testimonio del Evangelio y su invitación a toda la gente a tener un diálogo de fe, razón y amor. Te lo pedimos por Jesucristo, Nuestro Señor. Amen.