Friday, May 29, 2009

Mensaje del Papa a los comunicadores.

Tema: "Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad."Queridos hermanos y hermanas:
Ante la proximidad de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, me es grato dirigirme a vosotros para exponeros algunas de mis reflexiones sobre el tema elegido este año: Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo y amistad. En efecto, las nuevas tecnologías digitales están provocando hondas transformaciones en los os de comunicación y en las relaciones humanas. Estos cambios resaltan más aún entre los jóvenes que han crecido en estrecho contacto con estas nuevas técnicas de comunicación y que, por tanto, se sienten a gusto en el mundo digital, que resulta sin embargo menos familiar a muchos de nosotros, os, que hemos debido empezar a entenderlo y apreciar las oportunidades que ofrece para la comunicación. En el mensaje de este año, pienso particularmente en quienes forman parte de la llamada generación digital. Quisiera compartir con ellos algunas ideas sobre el extraordinario potencial de las nuevas tecnologías, cuando se usan para favorecer la comprensión y la solidaridad humana. Estas tecnologías son un verdadero don para la humanidad y por ello debemos hacer que sus ventajas se pongan al servicio de todos los seres humanos y de todas las comunidades, sobre todo de los más necesitados y vulnerables.El fácil acceso a teléfonos móviles y computadoras, unido a la dimensión global y a la presencia capilar de Internet, han multiplicado los medios para enviar instantáneamente palabras e imágenes a grandes distancias y hasta los lugares más remotos del mundo. Esta posibilidad era impensable para las precedentes generaciones. Los jóvenes especialmente se han dado cuenta del enorme potencial de los nuevos medios para facilitar la conexión, la comunicación y la comprensión entre las personas y las comunidades, y los utilizan para estar en contacto con sus amigos, para encontrar nuevas amistades, para crear comunidades y redes, para buscar información y noticias, para compartir sus ideas y opiniones. De esta nueva cultura de comunicación se derivan muchos beneficios: las familias pueden permanecer en contacto aunque sus miembros estén muy lejos unos de otros; los estudiantes e investigadores tienen acceso más fácil e inmediato a documentos, fuentes y descubrimientos científicos, y pueden así trabajar en equipo desde diversos lugares; además, la naturaleza interactiva de los nuevos medios facilita formas más dinámicas de aprendizaje y de comunicación que contribuyen al progreso social.Aunque nos asombra la velocidad con que han evolucionado las nuevas tecnologías en cuanto a su fiabilidad y eficiencia, no debería de sorprendernos su popularidad entre los usuarios, pues ésta responde al deseo fundamental de las personas de entrar en relación unas con otras. Este anhelo de comunicación y amistad tiene su raíz en nuestra propia naturaleza humana y no puede comprenderse adecuadamente sólo como una respuesta a las innovaciones tecnológicas. A la luz del mensaje bíblico, ha de entenderse como reflejo de nuestra participación en el amor comunicativo y unificador de Dios, que quiere hacer de toda la humanidad una sola familia. Cuando sentimos la necesidad de acercarnos a otras personas, cuando deseamos conocerlas mejor y darnos a conocer, estamos respondiendo a la llamada divina, una llamada que está grabada en nuestra naturaleza de seres creados a imagen y semejanza de Dios, el Dios de la comunicación y de la comunión.El deseo de estar en contacto y el instinto de comunicación, que parecen darse por descontados en la cultura contemporánea, son en el fondo manifestaciones modernas de la tendencia fundamental y constante del ser humano a ir más allá de sí mismo para entrar en relación con los demás. En realidad, cuando nos abrimos a los demás, realizamos una de nuestras más profundas aspiraciones y nos hacemos más plenamente humanos. En efecto, amar es aquello para lo que hemos sido concebidos por el Creador. Naturalmente, no hablo de relaciones pasajeras y superficiales; hablo del verdadero amor, que es el centro de la enseñanza moral de Jesús: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas", y "amarás a tu prójimo como a ti mismo" (cf. Mc 12, 30-31). Con esta luz, al reflexionar sobre el significado de las nuevas tecnologías, es importante considerar no sólo su indudable capacidad de favorecer el contacto entre las personas, sino también la calidad de los contenidos que se deben poner en circulación. Deseo animar a todas las personas de buena voluntad, y que trabajan en el mundo emergente de la comunicación digital, para que se comprometan a promover una cultura de respeto, diálogo y amistad.Por lo tanto, quienes se ocupan del sector de la producción y difusión de contenidos de los nuevos medios, han de comprometerse a respetar la dignidad y el valor de la persona humana. Si las nuevas tecnologías deben servir para el bien de los individuos y de la sociedad, quienes las usan deben evitar compartir palabras e imágenes degradantes para el ser humano, y excluir por tanto lo que alimenta el odio y la intolerancia, envilece la belleza y la intimidad de la ualidad humana, o lo que explota a los débiles e indefensos.Las nuevas tecnologías han abierto también caminos para el diálogo entre personas de diversos países, culturas y religiones. El nuevo espacio digital, llamado ciberespacio, permite encontrarse y conocer los valores y tradiciones de otros. Sin embargo, para que esos encuentros den fruto, se requieren formas honestas y correctas de expresión, además de una escucha atenta y respetuosa. El diálogo debe estar basado en una búsqueda sincera y recíproca de la verdad, para potenciar el desarrollo en la comprensión y la tolerancia. La vida no es una simple sucesión de hechos y experiencias; es más bien la búsqueda de la verdad, del bien, de la belleza. A dichos fines se encaminan nuestras decisiones y el ejercicio de nuestra libertad, y en ellos —la verdad, el bien y la belleza— encontramos felicidad y alegría. No hay que dejarse engañar por quienes tan sólo van en busca de consumidores en un mercado de posibilidades indiferenciadas, donde la elección misma se presenta como el bien, la novedad se confunde con la belleza y la experiencia subjetiva suplanta a la verdad.El concepto de amistad ha tenido un nuevo auge en el vocabulario de las redes sociales digitales que han surgido en los últimos años. Este concepto es una de las más nobles conquistas de la cultura humana. En nuestras amistades, y a través de ellas, crecemos y nos desarrollamos como seres humanos. Precisamente por eso, siempre se ha considerado la verdadera amistad como una de las riquezas más grandes que puede tener el ser humano. Por tanto, se ha de tener cuidado de no banalizar el concepto y la experiencia de la amistad. Sería una pena que nuestro deseo de establecer y desarrollar las amistades on line fuera en deterioro de nuestra disponibilidad para la familia, los vecinos y quienes encontramos en nuestra realidad cotidiana, en el lugar de trabajo, en la escuela o en el tiempo libre. En efecto, cuando el deseo de conexión virtual se convierte en obsesivo, la consecuencia es que la persona se aísla, interrumpiendo su interacción social real. Esto termina por alterar también los ritmos de reposo, de silencio y de reflexión necesarios para un sano desarrollo humano.La amistad es un gran bien para las personas, pero se vaciaría de sentido si fuese considerado como un fin en sí mismo. Los amigos deben sostenerse y animarse mutuamente para desarrollar sus capacidades y talentos, y para poner éstos al servicio de la comunidad humana. En este contexto es alentador ver surgir nuevas redes digitales que tratan de promover la solidaridad humana, la paz y la justicia, los derechos humanos, el respeto por la vida y el bien de la creación. Estas redes pueden facilitar formas de cooperación entre pueblos de diversos contextos geográficos y culturales, permitiéndoles profundizar en la humanidad común y en el sentido de corresponsabilidad para el bien de todos. Pero se ha de procurar que el mundo digital en el que se crean esas redes sea realmente accesible a todos. Sería un grave daño para el futuro de la humanidad si los nuevos instrumentos de comunicación, que permiten compartir saber e información de modo más veloz y eficaz, no fueran accesibles a quienes ya están social y económicamente marginados, o si contribuyeran tan sólo a acrecentar la distancia que separa a los pobres de las nuevas redes que se desarrollan al servicio de la información y la socialización humana.Quisiera concluir este mensaje dirigiéndome de manera especial a los jóvenes católicos, para exhortarlos a llevar al mundo digital el testimonio de su fe. Amigos, sentíos comprometidos a sembrar en la cultura de este nuevo ambiente comunicativo e informativo los valores sobre los que se apoya vuestra vida. En los primeros tiempos de la Iglesia, los Apóstoles y sus discípulos llevaron la Buena Noticia de Jesús al mundo grecorromano. Así como entonces la evangelización, para dar fruto, tuvo necesidad de una atenta comprensión de la cultura y de las costumbres de aquellos pueblos paganos, con el fin de tocar su mente y su corazón, así también ahora el anuncio de Cristo en el mundo de las nuevas tecnologías requiere conocer éstas en profundidad para usarlas después de manera adecuada. A vosotros, jóvenes, que casi espontáneamente os sentís en sintonía con estos nuevos medios de comunicación, os corresponde de manera particular la tarea de evangelizar este "continente digital". Haceos cargo con entusiasmo del anuncio del Evangelio a vuestros coetáneos. Vosotros conocéis sus temores y sus esperanzas, sus entusiasmos y sus desilusiones. El don más valioso que les podéis ofrecer es compartir con ellos la "buena noticia" de un Dios que se hizo hombre, padeció, murió y resucitó para salvar a la humanidad. El corazón humano anhela un mundo en el que reine el amor, donde los bienes sean compartidos, donde se edifique la unidad, donde la libertad encuentre su propio sentido en la verdad y donde la identidad de cada uno se logre en una comunión respetuosa. La fe puede dar respuesta a estas aspiraciones: ¡sed sus mensajeros! El Papa está junto a vosotros con su oración y con su bendición.
Vaticano, 24 de enero 2009, Fiesta de San Francisco de Sales.BENEDICTUS PP. XVITema: "Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad."Queridos hermanos y hermanas:
Ante la proximidad de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, me es grato dirigirme a vosotros para exponeros algunas de mis reflexiones sobre el tema elegido este año: Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo y amistad. En efecto, las nuevas tecnologías digitales están provocando hondas transformaciones en los os de comunicación y en las relaciones humanas. Estos cambios resaltan más aún entre los jóvenes que han crecido en estrecho contacto con estas nuevas técnicas de comunicación y que, por tanto, se sienten a gusto en el mundo digital, que resulta sin embargo menos familiar a muchos de nosotros, os, que hemos debido empezar a entenderlo y apreciar las oportunidades que ofrece para la comunicación. En el mensaje de este año, pienso particularmente en quienes forman parte de la llamada generación digital. Quisiera compartir con ellos algunas ideas sobre el extraordinario potencial de las nuevas tecnologías, cuando se usan para favorecer la comprensión y la solidaridad humana. Estas tecnologías son un verdadero don para la humanidad y por ello debemos hacer que sus ventajas se pongan al servicio de todos los seres humanos y de todas las comunidades, sobre todo de los más necesitados y vulnerables.El fácil acceso a teléfonos móviles y computadoras, unido a la dimensión global y a la presencia capilar de Internet, han multiplicado los medios para enviar instantáneamente palabras e imágenes a grandes distancias y hasta los lugares más remotos del mundo. Esta posibilidad era impensable para las precedentes generaciones. Los jóvenes especialmente se han dado cuenta del enorme potencial de los nuevos medios para facilitar la conexión, la comunicación y la comprensión entre las personas y las comunidades, y los utilizan para estar en contacto con sus amigos, para encontrar nuevas amistades, para crear comunidades y redes, para buscar información y noticias, para compartir sus ideas y opiniones. De esta nueva cultura de comunicación se derivan muchos beneficios: las familias pueden permanecer en contacto aunque sus miembros estén muy lejos unos de otros; los estudiantes e investigadores tienen acceso más fácil e inmediato a documentos, fuentes y descubrimientos científicos, y pueden así trabajar en equipo desde diversos lugares; además, la naturaleza interactiva de los nuevos medios facilita formas más dinámicas de aprendizaje y de comunicación que contribuyen al progreso social.Aunque nos asombra la velocidad con que han evolucionado las nuevas tecnologías en cuanto a su fiabilidad y eficiencia, no debería de sorprendernos su popularidad entre los usuarios, pues ésta responde al deseo fundamental de las personas de entrar en relación unas con otras. Este anhelo de comunicación y amistad tiene su raíz en nuestra propia naturaleza humana y no puede comprenderse adecuadamente sólo como una respuesta a las innovaciones tecnológicas. A la luz del mensaje bíblico, ha de entenderse como reflejo de nuestra participación en el amor comunicativo y unificador de Dios, que quiere hacer de toda la humanidad una sola familia. Cuando sentimos la necesidad de acercarnos a otras personas, cuando deseamos conocerlas mejor y darnos a conocer, estamos respondiendo a la llamada divina, una llamada que está grabada en nuestra naturaleza de seres creados a imagen y semejanza de Dios, el Dios de la comunicación y de la comunión.El deseo de estar en contacto y el instinto de comunicación, que parecen darse por descontados en la cultura contemporánea, son en el fondo manifestaciones modernas de la tendencia fundamental y constante del ser humano a ir más allá de sí mismo para entrar en relación con los demás. En realidad, cuando nos abrimos a los demás, realizamos una de nuestras más profundas aspiraciones y nos hacemos más plenamente humanos. En efecto, amar es aquello para lo que hemos sido concebidos por el Creador. Naturalmente, no hablo de relaciones pasajeras y superficiales; hablo del verdadero amor, que es el centro de la enseñanza moral de Jesús: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas", y "amarás a tu prójimo como a ti mismo" (cf. Mc 12, 30-31). Con esta luz, al reflexionar sobre el significado de las nuevas tecnologías, es importante considerar no sólo su indudable capacidad de favorecer el contacto entre las personas, sino también la calidad de los contenidos que se deben poner en circulación. Deseo animar a todas las personas de buena voluntad, y que trabajan en el mundo emergente de la comunicación digital, para que se comprometan a promover una cultura de respeto, diálogo y amistad.Por lo tanto, quienes se ocupan del sector de la producción y difusión de contenidos de los nuevos medios, han de comprometerse a respetar la dignidad y el valor de la persona humana. Si las nuevas tecnologías deben servir para el bien de los individuos y de la sociedad, quienes las usan deben evitar compartir palabras e imágenes degradantes para el ser humano, y excluir por tanto lo que alimenta el odio y la intolerancia, envilece la belleza y la intimidad de la ualidad humana, o lo que explota a los débiles e indefensos.Las nuevas tecnologías han abierto también caminos para el diálogo entre personas de diversos países, culturas y religiones. El nuevo espacio digital, llamado ciberespacio, permite encontrarse y conocer los valores y tradiciones de otros. Sin embargo, para que esos encuentros den fruto, se requieren formas honestas y correctas de expresión, además de una escucha atenta y respetuosa. El diálogo debe estar basado en una búsqueda sincera y recíproca de la verdad, para potenciar el desarrollo en la comprensión y la tolerancia. La vida no es una simple sucesión de hechos y experiencias; es más bien la búsqueda de la verdad, del bien, de la belleza. A dichos fines se encaminan nuestras decisiones y el ejercicio de nuestra libertad, y en ellos —la verdad, el bien y la belleza— encontramos felicidad y alegría. No hay que dejarse engañar por quienes tan sólo van en busca de consumidores en un mercado de posibilidades indiferenciadas, donde la elección misma se presenta como el bien, la novedad se confunde con la belleza y la experiencia subjetiva suplanta a la verdad.El concepto de amistad ha tenido un nuevo auge en el vocabulario de las redes sociales digitales que han surgido en los últimos años. Este concepto es una de las más nobles conquistas de la cultura humana. En nuestras amistades, y a través de ellas, crecemos y nos desarrollamos como seres humanos. Precisamente por eso, siempre se ha considerado la verdadera amistad como una de las riquezas más grandes que puede tener el ser humano. Por tanto, se ha de tener cuidado de no banalizar el concepto y la experiencia de la amistad. Sería una pena que nuestro deseo de establecer y desarrollar las amistades on line fuera en deterioro de nuestra disponibilidad para la familia, los vecinos y quienes encontramos en nuestra realidad cotidiana, en el lugar de trabajo, en la escuela o en el tiempo libre. En efecto, cuando el deseo de conexión virtual se convierte en obsesivo, la consecuencia es que la persona se aísla, interrumpiendo su interacción social real. Esto termina por alterar también los ritmos de reposo, de silencio y de reflexión necesarios para un sano desarrollo humano.La amistad es un gran bien para las personas, pero se vaciaría de sentido si fuese considerado como un fin en sí mismo. Los amigos deben sostenerse y animarse mutuamente para desarrollar sus capacidades y talentos, y para poner éstos al servicio de la comunidad humana. En este contexto es alentador ver surgir nuevas redes digitales que tratan de promover la solidaridad humana, la paz y la justicia, los derechos humanos, el respeto por la vida y el bien de la creación. Estas redes pueden facilitar formas de cooperación entre pueblos de diversos contextos geográficos y culturales, permitiéndoles profundizar en la humanidad común y en el sentido de corresponsabilidad para el bien de todos. Pero se ha de procurar que el mundo digital en el que se crean esas redes sea realmente accesible a todos. Sería un grave daño para el futuro de la humanidad si los nuevos instrumentos de comunicación, que permiten compartir saber e información de modo más veloz y eficaz, no fueran accesibles a quienes ya están social y económicamente marginados, o si contribuyeran tan sólo a acrecentar la distancia que separa a los pobres de las nuevas redes que se desarrollan al servicio de la información y la socialización humana.Quisiera concluir este mensaje dirigiéndome de manera especial a los jóvenes católicos, para exhortarlos a llevar al mundo digital el testimonio de su fe. Amigos, sentíos comprometidos a sembrar en la cultura de este nuevo ambiente comunicativo e informativo los valores sobre los que se apoya vuestra vida. En los primeros tiempos de la Iglesia, los Apóstoles y sus discípulos llevaron la Buena Noticia de Jesús al mundo grecorromano. Así como entonces la evangelización, para dar fruto, tuvo necesidad de una atenta comprensión de la cultura y de las costumbres de aquellos pueblos paganos, con el fin de tocar su mente y su corazón, así también ahora el anuncio de Cristo en el mundo de las nuevas tecnologías requiere conocer éstas en profundidad para usarlas después de manera adecuada. A vosotros, jóvenes, que casi espontáneamente os sentís en sintonía con estos nuevos medios de comunicación, os corresponde de manera particular la tarea de evangelizar este "continente digital". Haceos cargo con entusiasmo del anuncio del Evangelio a vuestros coetáneos. Vosotros conocéis sus temores y sus esperanzas, sus entusiasmos y sus desilusiones. El don más valioso que les podéis ofrecer es compartir con ellos la "buena noticia" de un Dios que se hizo hombre, padeció, murió y resucitó para salvar a la humanidad. El corazón humano anhela un mundo en el que reine el amor, donde los bienes sean compartidos, donde se edifique la unidad, donde la libertad encuentre su propio sentido en la verdad y donde la identidad de cada uno se logre en una comunión respetuosa. La fe puede dar respuesta a estas aspiraciones: ¡sed sus mensajeros! El Papa está junto a vosotros con su oración y con su bendición.
Vaticano, 24 de enero 2009, Fiesta de San Francisco de Sales.BENEDICTUS PP. XVI

Declaraciones completas del arzobispo Favalora.

El padre Cutié ha abandonado a sus fieles, pero la Iglesia no los abandona
Declaración del monseñor John C. Favalora, arzobispo de Miami
MIAMI, viernes 29 de mayo de 2009 (ZENIT.org).- Si bien el sacerdote Alberto Cutié ha abandonado a sus fieles al anunciar su paso a la Iglesia Episcopal tras romper el celibato, el arzobispo de Miami asegura que la Iglesia católica no los abandona.
Monseñor John C. Favalora emitió este jueves una declaración en la que confiesa su decepción ante este paso anunciado por el antiguo párroco de Saint Francis de Sales y director general de Radio Paz.
Asimismo, el prelado expresa la herida al ecumenismo que ha provocado el obispo episcopaliano de Florida, al haber hecho del repentino cambio de religión del sacerdote un caso mediático, algo que la Iglesia católica en ese estado norteamericano siempre ha evitado en caso de conversión de pastores episcopalianos al catolicismo.
Cutié, quien tras la publicación de unas fotografías comprometedoras reconoció públicamente que tenía una relación con una amante, abandonó la Iglesia católica para ingresar en la Episcopal, según anunció este jueves el obispo de la Iglesia episcopal Leo Frade, cabeza de la diócesis del sureste de Florida.
No obstante, el sacerdote, de 40 años y de origen cubano, que ha manifestado la intención de casarse con su amante, asumirá la condición de laico y no de sacerdote, ya que el proceso para que un sacerdote católico se convierta en episcopal tarda al menos un año en completarse.
Tras mostrar su profunda decepción, monseñor Favalora explica en el comunicado que "de acuerdo a nuestro Derecho Canónico, con esta acción, el padre Cutié se separa a sí mismo de la comunión de la Iglesia Católica Romana (c. 1364, 1) al profesar fe y morales erróneas, y rehusar la sumisión al Santo Padre (canon 751)".
El arzobispo revela que con este gesto "el padre Cutié se destituye a sí mismo de la completa comunión con la Iglesia Católica y, por lo tanto, pierde sus derechos como clérigo. Los católicos romanos no pueden solicitarle los sacramentos al padre Cutié".
"Cualquier intento de su parte para administrar los sacramentos sería ilícito. Cualquier misa que celebre sería válida, pero ilícita, pues no reúne los requisitos para que un católico cumpla con su obligación. El padre Cutié no puede oficiar matrimonios válidos de católicos romanos en la arquidiócesis de Miami, o en cualquier otro lugar".
El arzobispo explica que "las acciones del padre Cutié no pueden ser justificadas a pesar de sus buenas obras como sacerdote".
"El padre Cutié habrá abandonado la Iglesia católica, les habrá abandonado a ustedes, pero yo les reitero que la Iglesia Católica jamás les abandonará. La arquidiócesis de Miami está aquí para ustedes", subraya el prelado.
El prelado concluye su comunicado rindiendo homenaje a los sacerdotes de la arquidiócesis de Miami, "y a todos los sacerdotes que viven y cumplen con fidelidad su promesa del celibato".
"Por su fidelidad a dicha promesa, reflejan con mayor claridad para el mundo a Cristo cuya entrega absoluta de sí mismo al Padre fue el amor puro y casto por sus hermanos y hermanas", concluye.
Publicamos a continuación la declaración completa.
DECLARACIÓNde John C. Favalora, Arzobispo de Miami, sobre la Separación del Padre Alberto Cutié de la Iglesia Católica Romana
Miami • 28 de Mayo de 2009
Me siento sinceramente decepcionado con el anuncio hecho en esta tarde por el Padre Alberto Cutié de que se une a la Iglesia Episcopal.
De acuerdo a nuestro derecho canónico, con esta acción, el Padre Cutié se separa a sí mismo de la comunión de la Iglesia Católica Romana (c. 1364, 1) al profesar fe y morales erróneas, y rehusar la sumisión al Santo Padre (canon 751). También se separa del ejercicio de las órdenes sagradas como sacerdote (cánones 1041 y 1044, 1), deja de tener las facultades de la Arquidiócesis de Miami para celebrar los sacramentos, y tampoco puede predicar o enseñar sobre la fe y la moral católicas (canon 1336, 1). Sus acciones pueden llevarle a ser separado del estado clerical.
Esto significa que el Padre Cutié se destituye a sí mismo de la completa comunión con la Iglesia Católica y, por lo tanto, pierde sus derechos como clérigo. Los católicos romanos no pueden solicitarle los sacramentos al Padre Cutié. Cualquier intento de su parte para administrar los sacramentos sería ilícito. Cualquier misa que celebre sería válida, pero ilícita, pues no reúne los requisitos para que un católico cumpla con su obligación. El Padre Cutié no puede oficiar matrimonios válidos de católicos romanos en la Arquidiócesis de Miami, o en cualquier otro lugar.
El Padre Cutié aún se encuentra obligado por su promesa de vivir una vida célibe, la cual él asumió con absoluta libertad en la ordenación. Sólo el Santo Padre puede dispensarle de dicha obligación.
A los fieles católicos de la parroquia Saint Francis de Sales, Radio Paz, y a toda la Arquidiócesis de Miami, vuelvo a decirles que las acciones del Padre Cutié no pueden ser justificadas a pesar de sus buenas obras como sacerdote (declaración del 5 de mayo de 2009). Esto cobra mayor veracidad a la luz de las declaraciones de hoy. El Padre Cutié habrá abandonado la Iglesia Católica, les habrá abandonado a ustedes, pero yo les reitero que la Iglesia Católica jamás les abandonará. La Arquidiócesis de Miami está aquí para ustedes.
Las acciones del Padre Cutié han causado gran escándalo dentro de la Iglesia Católica, han hecho daño a la Arquidiócesis de Miami-especialmente a nuestros sacerdotes-y han creado una división dentro de la comunidad ecuménica y la comunidad en general. El anuncio del día de hoy sólo intensifica dichas heridas.
Cuando el Padre Cutié se reunió conmigo el 5 de mayo, solicitó, y le concedí, una licencia del ministerio sacerdotal. Debido a esto, él no podía continuar como administrador de la parroquia Saint Francis de Sales o como director general de Radio Paz. Por el bien de la Iglesia, y con el fin de evitar un frenesí en los medios de comunicación, opté por no imponerle públicamente una penalidad eclesiástica, aunque sus acciones la justificaban. Desde aquella reunión, no he vuelto a saber del Padre Cutié, y él tampoco ha solicitado reunirse conmigo. El nunca me dijo que estaba considerando unirse a la Iglesia Episcopal.
También debo expresar mi sincera decepción con la manera en que el obispo Leo Frade, de la Diócesis Episcopal del Sureste de la Florida, ha tratado esta situación. El obispo Frade nunca ha hablado conmigo sobre su posición ante tan delicado asunto, o sobre las acciones que consideraba. Sólo escuché de él a través de los medios de comunicación locales. Esto representa un serio retroceso en las relaciones ecuménicas y la cooperación entre nosotros. La Arquidiócesis de Miami nunca ha hecho alarde público cuando, por razones doctrinales, los sacerdotes episcopales se han unido a la Iglesia Católica y buscan ser ordenados. De hecho, hacerlo violaría los principios de la Iglesia Católica sobre las relaciones ecuménicas. Lamento que el obispo Frade no me concediera, ni a la comunidad católica, la misma cortesía y respeto.
Durante mis casi 50 años de sacerdocio, he predicado con frecuencia sobre la parábola del Hijo Pródigo, que en realidad debería llamarse la parábola del Padre Misericordioso (Lucas 15, 11-32). La historia que hizo el Señor hace tanto tiempo, podría ser aplicada a nuestras discusiones en esta tarde.
Un padre tenía dos hijos. Uno de ellos tomó su herencia por anticipado y dejó el hogar, gastando el dinero como quiso. El padre esperó con paciencia por el regreso de su hijo pródigo quien, tras darse cuenta del error cometido, se arrepintió y regresó al hogar. A su llegada, el padre lo abrazó con amor y lo llamó su hijo. Oro para que el Padre Cutié "recapacite" (Lucas 15,17) y regrese a casa. La Iglesia Católica busca la conversión y la salvación de los pecadores, no su condena. Esa es mi postura ante el Padre Cutié.
Sin embargo, no podemos olvidar que había dos hijos en la historia del Señor. El otro hijo, que nunca abandonó el hogar, sintió enojo ante la bienvenida que el padre le dio a su hermano pecador. A todos los fieles católicos les digo lo que el padre expresó a su segundo hijo: "tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo; pero había que hacer fiesta y alegrarse, puesto que tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida" (Lucas 15, 31-32).
En esta hermosa parábola, Jesús nos enseña que Dios es un padre amoroso y misericordioso. Cada uno ha experimentado ese amor, cada uno necesita ese perdón, pues todos somos pecadores. Si nuestro hermano regresa al hogar, celebremos con el Padre.
Para concluir, elogio y rindo homenaje a los sacerdotes de la Arquidiócesis de Miami, y a todos los sacerdotes que viven y cumplen con fidelidad su promesa del celibato. Por su fidelidad a dicha promesa, reflejan con mayor claridad para el mundo al Cristo cuya entrega absoluta de sí mismo al Padre fue el amor puro y casto por sus hermanos y hermanas. En estos tiempos de tanta preocupación por el sexo, el don del celibato representa aún más un signo del Reino de Dios donde, como dicen las Escrituras, no hay "matrimonio ni dándose en matrimonio" (Mateo 22, 30). Exhorto a todos los católicos a apoyar y a orar por nuestros entregados sacerdotes.
Monseñor John C. FavaloraArzobispo de Miami
El padre Cutié ha abandonado a sus fieles, pero la Iglesia no los abandona
Declaración del monseñor John C. Favalora, arzobispo de Miami
MIAMI, viernes 29 de mayo de 2009 (ZENIT.org).- Si bien el sacerdote Alberto Cutié ha abandonado a sus fieles al anunciar su paso a la Iglesia Episcopal tras romper el celibato, el arzobispo de Miami asegura que la Iglesia católica no los abandona.
Monseñor John C. Favalora emitió este jueves una declaración en la que confiesa su decepción ante este paso anunciado por el antiguo párroco de Saint Francis de Sales y director general de Radio Paz.
Asimismo, el prelado expresa la herida al ecumenismo que ha provocado el obispo episcopaliano de Florida, al haber hecho del repentino cambio de religión del sacerdote un caso mediático, algo que la Iglesia católica en ese estado norteamericano siempre ha evitado en caso de conversión de pastores episcopalianos al catolicismo.
Cutié, quien tras la publicación de unas fotografías comprometedoras reconoció públicamente que tenía una relación con una amante, abandonó la Iglesia católica para ingresar en la Episcopal, según anunció este jueves el obispo de la Iglesia episcopal Leo Frade, cabeza de la diócesis del sureste de Florida.
No obstante, el sacerdote, de 40 años y de origen cubano, que ha manifestado la intención de casarse con su amante, asumirá la condición de laico y no de sacerdote, ya que el proceso para que un sacerdote católico se convierta en episcopal tarda al menos un año en completarse.
Tras mostrar su profunda decepción, monseñor Favalora explica en el comunicado que "de acuerdo a nuestro Derecho Canónico, con esta acción, el padre Cutié se separa a sí mismo de la comunión de la Iglesia Católica Romana (c. 1364, 1) al profesar fe y morales erróneas, y rehusar la sumisión al Santo Padre (canon 751)".
El arzobispo revela que con este gesto "el padre Cutié se destituye a sí mismo de la completa comunión con la Iglesia Católica y, por lo tanto, pierde sus derechos como clérigo. Los católicos romanos no pueden solicitarle los sacramentos al padre Cutié".
"Cualquier intento de su parte para administrar los sacramentos sería ilícito. Cualquier misa que celebre sería válida, pero ilícita, pues no reúne los requisitos para que un católico cumpla con su obligación. El padre Cutié no puede oficiar matrimonios válidos de católicos romanos en la arquidiócesis de Miami, o en cualquier otro lugar".
El arzobispo explica que "las acciones del padre Cutié no pueden ser justificadas a pesar de sus buenas obras como sacerdote".
"El padre Cutié habrá abandonado la Iglesia católica, les habrá abandonado a ustedes, pero yo les reitero que la Iglesia Católica jamás les abandonará. La arquidiócesis de Miami está aquí para ustedes", subraya el prelado.
El prelado concluye su comunicado rindiendo homenaje a los sacerdotes de la arquidiócesis de Miami, "y a todos los sacerdotes que viven y cumplen con fidelidad su promesa del celibato".
"Por su fidelidad a dicha promesa, reflejan con mayor claridad para el mundo a Cristo cuya entrega absoluta de sí mismo al Padre fue el amor puro y casto por sus hermanos y hermanas", concluye.
Publicamos a continuación la declaración completa.
DECLARACIÓNde John C. Favalora, Arzobispo de Miami, sobre la Separación del Padre Alberto Cutié de la Iglesia Católica Romana
Miami • 28 de Mayo de 2009
Me siento sinceramente decepcionado con el anuncio hecho en esta tarde por el Padre Alberto Cutié de que se une a la Iglesia Episcopal.
De acuerdo a nuestro derecho canónico, con esta acción, el Padre Cutié se separa a sí mismo de la comunión de la Iglesia Católica Romana (c. 1364, 1) al profesar fe y morales erróneas, y rehusar la sumisión al Santo Padre (canon 751). También se separa del ejercicio de las órdenes sagradas como sacerdote (cánones 1041 y 1044, 1), deja de tener las facultades de la Arquidiócesis de Miami para celebrar los sacramentos, y tampoco puede predicar o enseñar sobre la fe y la moral católicas (canon 1336, 1). Sus acciones pueden llevarle a ser separado del estado clerical.
Esto significa que el Padre Cutié se destituye a sí mismo de la completa comunión con la Iglesia Católica y, por lo tanto, pierde sus derechos como clérigo. Los católicos romanos no pueden solicitarle los sacramentos al Padre Cutié. Cualquier intento de su parte para administrar los sacramentos sería ilícito. Cualquier misa que celebre sería válida, pero ilícita, pues no reúne los requisitos para que un católico cumpla con su obligación. El Padre Cutié no puede oficiar matrimonios válidos de católicos romanos en la Arquidiócesis de Miami, o en cualquier otro lugar.
El Padre Cutié aún se encuentra obligado por su promesa de vivir una vida célibe, la cual él asumió con absoluta libertad en la ordenación. Sólo el Santo Padre puede dispensarle de dicha obligación.
A los fieles católicos de la parroquia Saint Francis de Sales, Radio Paz, y a toda la Arquidiócesis de Miami, vuelvo a decirles que las acciones del Padre Cutié no pueden ser justificadas a pesar de sus buenas obras como sacerdote (declaración del 5 de mayo de 2009). Esto cobra mayor veracidad a la luz de las declaraciones de hoy. El Padre Cutié habrá abandonado la Iglesia Católica, les habrá abandonado a ustedes, pero yo les reitero que la Iglesia Católica jamás les abandonará. La Arquidiócesis de Miami está aquí para ustedes.
Las acciones del Padre Cutié han causado gran escándalo dentro de la Iglesia Católica, han hecho daño a la Arquidiócesis de Miami-especialmente a nuestros sacerdotes-y han creado una división dentro de la comunidad ecuménica y la comunidad en general. El anuncio del día de hoy sólo intensifica dichas heridas.
Cuando el Padre Cutié se reunió conmigo el 5 de mayo, solicitó, y le concedí, una licencia del ministerio sacerdotal. Debido a esto, él no podía continuar como administrador de la parroquia Saint Francis de Sales o como director general de Radio Paz. Por el bien de la Iglesia, y con el fin de evitar un frenesí en los medios de comunicación, opté por no imponerle públicamente una penalidad eclesiástica, aunque sus acciones la justificaban. Desde aquella reunión, no he vuelto a saber del Padre Cutié, y él tampoco ha solicitado reunirse conmigo. El nunca me dijo que estaba considerando unirse a la Iglesia Episcopal.
También debo expresar mi sincera decepción con la manera en que el obispo Leo Frade, de la Diócesis Episcopal del Sureste de la Florida, ha tratado esta situación. El obispo Frade nunca ha hablado conmigo sobre su posición ante tan delicado asunto, o sobre las acciones que consideraba. Sólo escuché de él a través de los medios de comunicación locales. Esto representa un serio retroceso en las relaciones ecuménicas y la cooperación entre nosotros. La Arquidiócesis de Miami nunca ha hecho alarde público cuando, por razones doctrinales, los sacerdotes episcopales se han unido a la Iglesia Católica y buscan ser ordenados. De hecho, hacerlo violaría los principios de la Iglesia Católica sobre las relaciones ecuménicas. Lamento que el obispo Frade no me concediera, ni a la comunidad católica, la misma cortesía y respeto.
Durante mis casi 50 años de sacerdocio, he predicado con frecuencia sobre la parábola del Hijo Pródigo, que en realidad debería llamarse la parábola del Padre Misericordioso (Lucas 15, 11-32). La historia que hizo el Señor hace tanto tiempo, podría ser aplicada a nuestras discusiones en esta tarde.
Un padre tenía dos hijos. Uno de ellos tomó su herencia por anticipado y dejó el hogar, gastando el dinero como quiso. El padre esperó con paciencia por el regreso de su hijo pródigo quien, tras darse cuenta del error cometido, se arrepintió y regresó al hogar. A su llegada, el padre lo abrazó con amor y lo llamó su hijo. Oro para que el Padre Cutié "recapacite" (Lucas 15,17) y regrese a casa. La Iglesia Católica busca la conversión y la salvación de los pecadores, no su condena. Esa es mi postura ante el Padre Cutié.
Sin embargo, no podemos olvidar que había dos hijos en la historia del Señor. El otro hijo, que nunca abandonó el hogar, sintió enojo ante la bienvenida que el padre le dio a su hermano pecador. A todos los fieles católicos les digo lo que el padre expresó a su segundo hijo: "tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo; pero había que hacer fiesta y alegrarse, puesto que tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida" (Lucas 15, 31-32).
En esta hermosa parábola, Jesús nos enseña que Dios es un padre amoroso y misericordioso. Cada uno ha experimentado ese amor, cada uno necesita ese perdón, pues todos somos pecadores. Si nuestro hermano regresa al hogar, celebremos con el Padre.
Para concluir, elogio y rindo homenaje a los sacerdotes de la Arquidiócesis de Miami, y a todos los sacerdotes que viven y cumplen con fidelidad su promesa del celibato. Por su fidelidad a dicha promesa, reflejan con mayor claridad para el mundo al Cristo cuya entrega absoluta de sí mismo al Padre fue el amor puro y casto por sus hermanos y hermanas. En estos tiempos de tanta preocupación por el sexo, el don del celibato representa aún más un signo del Reino de Dios donde, como dicen las Escrituras, no hay "matrimonio ni dándose en matrimonio" (Mateo 22, 30). Exhorto a todos los católicos a apoyar y a orar por nuestros entregados sacerdotes.
Monseñor John C. FavaloraArzobispo de Miami

El arzobispo de Miami da declaraciones importantes

"Elogio y rindo homenaje a los sacerdotes que viven y cumplen con fidelidad su promesa del celibato"
Monseñor John Clement Favalora, arzobispo católico de Miami, ha escrito una carta a sus fieles en la que muestra su decepción por la decisión del sacerdote Alberto Cutié de abandonar la Iglesia Católica para unirse a la Comunión Anglicana. Monseñor Favalora recuerda a sus fieles que ya no podrán solicitar los sacramentos al padre Cutié, quien ha perdido todos sus derechos como clérigo católico. El arzobispo de Miami advierte de que lo ocurrido afecta al diálogo ecuménico, pues el obispo episcopaliano Leo Frade no se ha puesto en contacto con él en ningún momento. El prelado católico recuerda que la Iglesia Católica nunca ha hecho alarde público cuando los presbíteros episcopalianos han dejado su comunión eclesial para hacerse católicos.
Publicado el 2009-05-29 07:53:00
(InfoCatólica) Por su interés, reproducimos íntegramente la declaración de monseñor John C. Favalora, Arzobispo de Miami, sobre la Separación del Padre Alberto Cutié de la Iglesia Católica Romana:
Me siento sinceramente decepcionado con el anuncio hecho en esta tarde por el Padre Alberto Cutié de que se une a la Iglesia Episcopal.
De acuerdo a nuestro derecho canónico, con esta acción, el Padre Cutié se separa a sí mismo de la comunión de la Iglesia Católica Romana (c. 1364, 1) al profesar fe y morales erróneas, y rehusar la sumisión al Santo Padre (canon 751). También se separa del ejercicio de las órdenes sagradas como sacerdote (cánones 1041 y 1044, 1), deja de tener las facultades de la Arquidiócesis de Miami para celebrar los sacramentos, y tampoco puede predicar o enseñar sobre la fe y la moral católicas (canon 1336, 1). Sus acciones pueden llevarle a ser separado del estado clerical.
Esto significa que el Padre Cutié se destituye a sí mismo de la completa comunión con la Iglesia Católica y, por lo tanto, pierde sus derechos como clérigo. Los católicos romanos no pueden solicitarle los sacramentos al Padre Cutié. Cualquier intento de su parte para administrar los sacramentos sería ilícito. Cualquier misa que celebre sería válida, pero ilícita, pues no reúne los requisitos para que un católico cumpla con su obligación. El Padre Cutié no puede oficiar matrimonios válidos de católicos romanos en la Arquidiócesis de Miami, o en cualquier otro lugar.
El Padre Cutié aún se encuentra obligado por su promesa de vivir una vida célibe, la cual él asumió con absoluta libertad en la ordenación. Sólo el Santo Padre puede dispensarle de dicha obligación.
A los fieles católicos de la parroquia Saint Francis de Sales, Radio Paz, y a toda la Arquidiócesis de Miami, vuelvo a decirles que las acciones del Padre Cutié no pueden ser justificadas a pesar de sus buenas obras como sacerdote (declaración del 5 de mayo de 2009). Esto cobra mayor veracidad a la luz de las declaraciones de hoy. El Padre Cutié habrá abandonado la Iglesia Católica, les habrá abandonado a ustedes, pero yo les reitero que la Iglesia Católica jamás les abandonará. La Arquidiócesis de Miami está aquí para ustedes.
Las acciones del Padre Cutié han causado gran escándalo dentro de la Iglesia Católica, han hecho daño a la Arquidiócesis de Miami—especialmente a nuestros sacerdotes—y han creado una división dentro de la comunidad ecuménica y la comunidad en general. El anuncio del día de hoy sólo intensifica dichas heridas.
Cuando el Padre Cutié se reunió conmigo el 5 de mayo, solicitó, y le concedí, una licencia del ministerio sacerdotal. Debido a esto, él no podía continuar como administrador de la parroquia Saint Francis de Sales o como director general de Radio Paz. Por el bien de la Iglesia, y con el fin de evitar un frenesí en los medios de comunicación, opté por no imponerle públicamente una penalidad eclesiástica, aunque sus acciones la justificaban. Desde aquella reunión, no he vuelto a saber del Padre Cutié, y él tampoco ha solicitado reunirse conmigo. El nunca me dijo que estaba considerando unirse a la Iglesia Episcopal.
También debo expresar mi sincera decepción con la manera en que el obispo Leo Frade, de la Diócesis Episcopal del Sureste de la Florida, ha tratado esta situación. El obispo Frade nunca ha hablado conmigo sobre su posición ante tan delicado asunto, o sobre las acciones que consideraba. Sólo escuché de él a través de los medios de comunicación locales. Esto representa un serio retroceso en las relaciones ecuménicas y la cooperación entre nosotros. La Arquidiócesis de Miami nunca ha hecho alarde público cuando, por razones doctrinales, los sacerdotes episcopales se han unido a la Iglesia Católica y buscan ser ordenados. De hecho, hacerlo violaría los principios de la Iglesia Católica sobre las relaciones ecuménicas. Lamento que el obispo Frade no me concediera, ni a la comunidad católica, la misma cortesía y respeto.
Durante mis casi 50 años de sacerdocio, he predicado con frecuencia sobre la parábola del Hijo Pródigo, que en realidad debería llamarse la parábola del Padre Misericordioso (Lucas 15, 11-32). La historia que hizo el Señor hace tanto tiempo, podría ser aplicada a nuestras discusiones en esta tarde.
Un padre tenía dos hijos. Uno de ellos tomó su herencia por anticipado y dejó el hogar, gastando el dinero como quiso. El padre esperó con paciencia por el regreso de su hijo pródigo quien, tras darse cuenta del error cometido, se arrepintió y regresó al hogar. A su llegada, el padre lo abrazó con amor y lo llamó su hijo. Oro para que el Padre Cutié “recapacite” (Lucas 15,17) y regrese a casa. La Iglesia Católica busca la conversión y la salvación de los pecadores, no su condena. Esa es mi postura ante el Padre Cutié.
Sin embargo, no podemos olvidar que había dos hijos en la historia del Señor. El otro hijo, que nunca abandonó el hogar, sintió enojo ante la bienvenida que el padre le dio a su hermano pecador. A todos los fieles católicos les digo lo que el padre expresó a su segundo hijo: “tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo; pero había que hacer fiesta y alegrarse, puesto que tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida” (Lucas 15, 31-32).
En esta hermosa parábola, Jesús nos enseña que Dios es un padre amoroso y misericordioso. Cada uno ha experimentado ese amor, cada uno necesita ese perdón, pues todos somos pecadores. Si nuestro hermano regresa al hogar, celebremos con el Padre.
Para concluir, elogio y rindo homenaje a los sacerdotes de la Arquidiócesis de Miami, y a todos los sacerdotes que viven y cumplen con fidelidad su promesa del celibato. Por su fidelidad a dicha promesa, reflejan con mayor claridad para el mundo al Cristo cuya entrega absoluta de sí mismo al Padre fue el amor puro y casto por sus hermanos y hermanas. En estos tiempos de tanta preocupación por el sexo, el don del celibato representa aún más un signo del Reino de Dios donde, como dicen las Escrituras, no hay “matrimonio ni dándose en matrimonio” (Mateo 22, 30). Exhorto a todos los católicos a apoyar y a orar por nuestros entregados sacerdotes.

Thursday, May 28, 2009

Todos los bautizados están llamados a evangelizar

El Papa apela a la corresponsabilidad de todos los bautizados
En el congreso “Pertenencia eclesial y corresponsabilidad pastoral”
ROMA, miércoles 27 de mayo de 2009 (ZENIT.org).- El Papa apeló a la corresponsabilidad de todos los bautizados en el ser y actuar de la Iglesia.
Lo hizo este martes por la tarde en la basílica de San Juan de Letrán, en Roma, al inaugurar el congreso eclesial de la diócesis de la Ciudad Eterna sobre "Pertenencia eclesial y corresponsabilidad pastoral" que se celebra hasta el 29 de mayo.
"Debe haber una renovada toma de conciencia de nuestro ser Iglesia y de la corresponsabilidad pastoral que, en el nombre de Cristo, todos estamos llamados a ejercitar", indicó.
Y debe promoverse gradualmente esta corresponsabilidad "en el respeto de las vocaciones y de las funciones de los consagrados y de los laicos", añadió.
Ello, advirtió, exige un "cambio de mentalidad, especialmente respecto a los laicos, pasando de considerarlos colaboradores del clero a reconocerlos realmente "corresponsables" del ser y del actuar de la Iglesia, favoreciendo la consolidación de un laicado maduro y comprometido".
Benedicto XVI constató que "todavía hay una tendencia a identificar unilateralmente la Iglesia con la jerarquía, olvidando la responsabilidad común, la misión común" de todos los bautizados.
"¿Hasta qué punto se reconoce y alienta la responsabilidad pastoral de todos, especialmente los laicos?", preguntó
Refiriéndose a los laicos comprometidos, destacó que "no debe disminuir su conciencia de que son "Iglesia" porque Cristo, Palabra eterna del Padre, les convoca y les hace su Pueblo".
Pidió a los sacerdotes que, en su formación, les transmitan "un sentimiento de pertenencia a la comunidad parroquial" y la importancia de la unidad.
También que les convoquen para acercarse a la Sagrada Escritura, a través, por ejemplo, de la lectio divina; les reúnan en cuidadas celebraciones eucarísticas, particularmente los domingos, y promuevan su acción misionera, en primer lugar viviendo la caridad.
El Santo Padre explicó que la preparación al Jubileo del año 2000 en la diócesis de Roma ayudó a "la comunidad eclesial a tomar conciencia de que el mandato de evangelizar no es sólo para algunos, sino para todos los bautizados".
Y así lo han vivido, a lo largo de los siglos, "tantos bautizados" que han anunciado el Evangelio y "han dedicado su vida a educar en la fe a las jóvenes generaciones, a curar a los enfermos y a ayudar a los pobres", afirmó.
"Esta misión se confía a nosotros hoy, en diferentes situaciones, en una ciudad en la que muchos bautizados han perdido el camino de la Iglesia y los que no son cristianos no conocen la belleza de nuestra fe", dijo.
Por otra parte, constató la tendencia a concebir el Pueblo de Dios" desde un punto de vista "puramente sociológico con una visión casi exclusivamente horizontal que excluye la referencia vertical a Dios".
En su discurso, el Papa reconoció que "la Iglesia no es una realidad únicamente espiritual, sino que vive en la historia".
Pero, citando al Concilio Vaticano II, afirmó que la Iglesia es "comunión de personas que, por la acción del Espíritu Santo, forman el Pueblo de Dios, que, al mismo tiempo, es el Cuerpo de Cristo".
El Papa diferenció dos conceptos, "Pueblo de Dios " y "Cuerpo de Cristo", y afirmó que ambos "se complementan y forman juntos el concepto neotestamentario de Iglesia".
"Mientras "Pueblo de Dios" expresa la continuidad de la historia de la Iglesia, "Cuerpo de Cristo" expresa la universalidad inaugurada en la cruz y en la resurrección del Señor", resumió.
"En Cristo nos convertimos realmente en el Pueblo de Dios", dijo, "Pueblo de Dios" que significa "todos": desde el Papa hasta el último niño".
El Santo Padre destacó que, a través de las personas, Dios realmente está de una forma concreta en la historia.
"La Iglesia, por tanto, no es el resultado de una suma de individuos, sino una unidad entre los que se alimentan de la Palabra de Dios y del Pan de Vida", añadió.
Y señaló que la Iglesia "crece y se desarrolla" en el tiempo, permaneciendo, sin embargo, siempre fiel al "pueblo de Dios que peregrina".
Esta visión de la Iglesia es la que sacerdotes, religiosos y laicos deben transmitir en la formación, señaló.
Para el pontífice, "el futuro del cristianismo y la Iglesia de Roma es también el compromiso y el testimonio de cada uno de nosotros".
Por Patricia NavasEl Papa apela a la corresponsabilidad de todos los bautizados
En el congreso “Pertenencia eclesial y corresponsabilidad pastoral”
ROMA, miércoles 27 de mayo de 2009 (ZENIT.org).- El Papa apeló a la corresponsabilidad de todos los bautizados en el ser y actuar de la Iglesia.
Lo hizo este martes por la tarde en la basílica de San Juan de Letrán, en Roma, al inaugurar el congreso eclesial de la diócesis de la Ciudad Eterna sobre "Pertenencia eclesial y corresponsabilidad pastoral" que se celebra hasta el 29 de mayo.
"Debe haber una renovada toma de conciencia de nuestro ser Iglesia y de la corresponsabilidad pastoral que, en el nombre de Cristo, todos estamos llamados a ejercitar", indicó.
Y debe promoverse gradualmente esta corresponsabilidad "en el respeto de las vocaciones y de las funciones de los consagrados y de los laicos", añadió.
Ello, advirtió, exige un "cambio de mentalidad, especialmente respecto a los laicos, pasando de considerarlos colaboradores del clero a reconocerlos realmente "corresponsables" del ser y del actuar de la Iglesia, favoreciendo la consolidación de un laicado maduro y comprometido".
Benedicto XVI constató que "todavía hay una tendencia a identificar unilateralmente la Iglesia con la jerarquía, olvidando la responsabilidad común, la misión común" de todos los bautizados.
"¿Hasta qué punto se reconoce y alienta la responsabilidad pastoral de todos, especialmente los laicos?", preguntó
Refiriéndose a los laicos comprometidos, destacó que "no debe disminuir su conciencia de que son "Iglesia" porque Cristo, Palabra eterna del Padre, les convoca y les hace su Pueblo".
Pidió a los sacerdotes que, en su formación, les transmitan "un sentimiento de pertenencia a la comunidad parroquial" y la importancia de la unidad.
También que les convoquen para acercarse a la Sagrada Escritura, a través, por ejemplo, de la lectio divina; les reúnan en cuidadas celebraciones eucarísticas, particularmente los domingos, y promuevan su acción misionera, en primer lugar viviendo la caridad.
El Santo Padre explicó que la preparación al Jubileo del año 2000 en la diócesis de Roma ayudó a "la comunidad eclesial a tomar conciencia de que el mandato de evangelizar no es sólo para algunos, sino para todos los bautizados".
Y así lo han vivido, a lo largo de los siglos, "tantos bautizados" que han anunciado el Evangelio y "han dedicado su vida a educar en la fe a las jóvenes generaciones, a curar a los enfermos y a ayudar a los pobres", afirmó.
"Esta misión se confía a nosotros hoy, en diferentes situaciones, en una ciudad en la que muchos bautizados han perdido el camino de la Iglesia y los que no son cristianos no conocen la belleza de nuestra fe", dijo.
Por otra parte, constató la tendencia a concebir el Pueblo de Dios" desde un punto de vista "puramente sociológico con una visión casi exclusivamente horizontal que excluye la referencia vertical a Dios".
En su discurso, el Papa reconoció que "la Iglesia no es una realidad únicamente espiritual, sino que vive en la historia".
Pero, citando al Concilio Vaticano II, afirmó que la Iglesia es "comunión de personas que, por la acción del Espíritu Santo, forman el Pueblo de Dios, que, al mismo tiempo, es el Cuerpo de Cristo".
El Papa diferenció dos conceptos, "Pueblo de Dios " y "Cuerpo de Cristo", y afirmó que ambos "se complementan y forman juntos el concepto neotestamentario de Iglesia".
"Mientras "Pueblo de Dios" expresa la continuidad de la historia de la Iglesia, "Cuerpo de Cristo" expresa la universalidad inaugurada en la cruz y en la resurrección del Señor", resumió.
"En Cristo nos convertimos realmente en el Pueblo de Dios", dijo, "Pueblo de Dios" que significa "todos": desde el Papa hasta el último niño".
El Santo Padre destacó que, a través de las personas, Dios realmente está de una forma concreta en la historia.
"La Iglesia, por tanto, no es el resultado de una suma de individuos, sino una unidad entre los que se alimentan de la Palabra de Dios y del Pan de Vida", añadió.
Y señaló que la Iglesia "crece y se desarrolla" en el tiempo, permaneciendo, sin embargo, siempre fiel al "pueblo de Dios que peregrina".
Esta visión de la Iglesia es la que sacerdotes, religiosos y laicos deben transmitir en la formación, señaló.
Para el pontífice, "el futuro del cristianismo y la Iglesia de Roma es también el compromiso y el testimonio de cada uno de nosotros".
Por Patricia Navas

el Papa visitará tumba del Padre Pio.

El Papa prepara su peregrinación a la tumba del padre Pío
Visitará San Giovanni Rotondo el 21 de junio
ROMA, martes 26 de mayo de 2009 (ZENIT.org).- El programa de la visita que Benedicto XVI realizará a San Giovanni Rotondo el 21 de junio para recorrer los lugares en los que vivió el padre Pío de Pietrelcina ya está definido.
El anuncio se realizó después de la visita de una delegación de la prefectura de la Casa Pontificia y de una delegación de la Gendarmería vaticana.
La primera delegación estaba compuesta por el prefecto y el regente, el arzobispo James M. Harvey y el obispo Paolo De Nicolò respectivamente, y por el padre Leonardo Sapienza, y la segunda estaba guiada por el doctor Domenico Giani.
Según informaron los Frailes Menores Capuchinos de la Provincia Religiosa "San Ángel y Padre Pío", el Santo Padre saldrá en helicóptero desde el helipuerto vaticano a las 8.00 y aterrizará a las 9:15 en el campo deportivo "Antonio Massa" de San Giovanni Rotondo.
Después llegará en papamóvil al Santuario Santa María de la Gracia a las 9:35, recorriendo las principales calles de San Giovanni Rotondo, acompañado por monseñor Domenico Umberto De Ambrosio, arzobispo Metropolitano de Lecce.
En la plaza del Santuario, recibirá el saludo del alcalde de San Giovanni Rotondo, Gennaro Giuliani.
En el interior será acogido por fray Mauro Jöhri, ministro general de la orden de los Frailes Menores Capuchinos, por los frailes Aldo Broccato, Carlo Laborde y Francesco Dileo y por la fraternidad de los Frailes Menores Capuchinos de San Giovanni Rotondo.
Tras detenerse en adoración ante el Santísimo Sacramento, el Santo Padre visitará la celda número 1 del convento, donde murió el Padre Pío.
Después descenderá en ascensor a la cripta para rezar ante el cuerpo del santo. En la cripta, sólo la fraternidad de los Frailes Menores Capuchinos compartirá ese momento con el Papa.
Benedicto XVI encenderá dos lámparas ante la urna como símbolo de las visitas apostólicas de los dos últimos pontífices.
Ya en la sacristía, el Papa se revestirá con los ornamentos litúrgicos y se dirigirá en papamóvil a la plaza de la iglesia de San Pío de Pietrelcina, atravesando la plaza de Santa María de la Gracia.
A las 10:15, presidirá la solemne concelebración eucarística, al inicio de la cual será saludado por monseñor De Ambrosio.
Al finalizar la Misa, el Santo Padre rezará la oración mariana del Ángelus en el mismo lugar.
Por la tarde, a las 16:45, el pontífice mantendrá un encuentro con los dirigentes, empleados y pacientes del hospital "Casa Alivio del Sufrimiento".
Antes de su discurso, recibirá el saludo del arzobispo De Ambrosio, presidente de la Casa Alivio del Sufrimiento, del director general y de un enfermo.
Poco después, también en papamóvil, se dirigirá a la iglesia de San Pío de Pietrelcina, donde, a las 17:30, mantendrá un encuentro con sacerdotes, religiosos, religiosas y jóvenes.
Tras el encuentro, el Santo Padre volverá en papamóvil, siguiendo el mismo recorrido que a la ida, al estadio municipal "Antonio Massa", donde partirá en helicópero a las 18:15 para aterrizar en el Vaticano a las 19:30.
Para garantizar un acceso ordenado al lugar de la celebración eucarística y de los encuentros del Santo Padre, se ha organizado un sistema de reservas con la emisión de invitaciones gratuitas.
Para ello, se ha activado una centralita telefónica con el número telefónico 0882 417300, donde se atenderán llamadas de 9:00 a 12:00 y de 16:00 a 19:00.
También pueden solicitarse invitaciones por fax, en el número 0882 417377 y por correo electrónico, en la dirección visitapapa@santuariopadrepio.it.
A quienes anuncien su presencia, se les dará un pase (que deberán mostrar en el parabrisas de su coche), que les permitirá acceder en coche o autocar a un área reservada de la localidad Pozzo cavo.
Desde este aparcamiento, saldrá un servicio de lanzadera que transportará a los peregrinos a la zona del Anfiteatro (al principio del vial Padre Pío), desde donde se puede llegar andando al Santuario.
Las personas que quieran llegar al área de la celebración y de los encuentros, podrán seguir un camino bien señalizado.
Quienes quieran participar en la celebración eucarística, podrán acceder al recinto de la iglesia de 6:30 a 8:30 horas.
La iglesia "Santa Maria de la Gracia", incluida la cripta, y la iglesia "San Pío de Pietrelcina" permanecerán cerradas desde la tarde del 20 de junio.
El Santuario y la cripta se reabrirán a la visita de los fieles inmediatamente después de la salida del Papa (sobre las 18:30 horas).
Para acceder a la cripta se habilitarán dos entradas: la puerta norte, junto al vial Padre Pío, y la entrada que hay junto a la puerta de la iglesia antigua. Para ese día no será necesaria la reserva.
Los organizadores destacaron que nadie está autorizado para pedir dinero (excepto por los gastos eventuales de envío a cargo del destinatario) ni por las invitaciones ni por el acceso en coche o autocar, que serán gratuitos.

Tuesday, May 26, 2009

novena por la santidad de los sacerdotes.


Novena
A LOS CORAZONES UNIDOS POR LA SANTIDAD DE LOS SACERDOTESSan Juan-María Vianney dice: “Alabado sea Jesús.”“Hijita mía, niña de Dios, me han enviado a dictarte esta novena para todos los sacerdotes. Me la dieron por orden del Eterno Ahora para que se rece por medio de la intercesión de los Corazones Unidos para el fortalecimiento de la Iglesia desde su interior. Esta novena hará que muchos sacerdotes que están poniendo en peligro su vocación regresen al sendero de la rectitud, el sendero del Amor Santo.”“La siguiente oración se debe rezar todos los días de la novena:Oración DiariaBenditos Corazones Unidos de la Santísima Trinidad junto con el Inmaculado Corazón de María, les suplico que me ayuden en cada una de mis debilidades e imperfecciones. Recuérdenme siempre que mi vocación es un don suyo. Ayúdenme a ser una imagen del Amor Divino para todos aquellos a los que yo sirvo. Concédanme el don de conmover incluso a las almas más endurecidas. Amén.”Día 1“Por la intercesión del Inmaculado Corazón de María y por el infinito poder y gracia de los Corazones Unidos, pido la gracia de desear ser santo. Fortalezcan este deseo en cada momento presente para que yo pueda inspirar una profunda santidad personal en aquellos a quienes yo sirvo. Aumenten mi amor por ustedes, queridos Corazones Unidos. Amén.”Día 2“Santísimos Corazones Unidos, por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, ayúdenme a infundir este deseo por la santidad personal a quienes son confiados a mi cuidado. Denme la Santa Valentía para llenar los corazones de mi rebaño con este deseo. Ayúdenme a inspirarlos con mi propio ejemplo. Amén.”Día 3“Dignísimos Corazones Unidos, por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, nunca permitan que me olvide de que, como sacerdote que soy, es mi deber proporcionar los sacramentos a mi rebaño, pues los sacramentos (especialmente la Eucaristía y la Confesión) es lo que protege y fomenta la santidad personal, y es lo que fortalece a parroquias enteras. Sabiendo esto, debo fomentar la confesión frecuente, así como la Adoración Eucarística. Nunca debo limitar su disponibilidad por ocupar egoístamente mi tiempo. Ayúdenme, queridos Corazones Unidos, a poner el bienestar espiritual de los demás antes que mi propia comodidad. Amén.”Día 4“Santísimos Corazones Unidos, por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, como sacerdote que soy, asístanme para ayudar a mi rebaño a crecer en la virtud, pues las virtudes son los cimientos de la santidad personal. Ayúdenme, queridos Corazones Unidos, a educar a mi rebaño sobre la importancia del Amor Santo en el momento presente, pues toda virtud está basada en el Amor Santo. Amén.”(El 20 de Mayo del 2009, San Juan-María Vianney dio el siguiente mensaje y oración para el quinto día de la novena:)San Juan-María Vianney dice: “Alabado sea Jesús. Por la intercesión del Inmaculado Corazón de María y los Corazones Unidos de la Santísima Trinidad, los sacerdotes deben orar para agradar a Dios y vivir en armonía con la Voluntad de Dios. Este es el mandato del Amor Santo, de la Santa Humildad. Estas dos virtudes son compañeras; una no puede existir en el alma sin la otra. La profundidad de una depende de la profundidad de la otra. Los sacerdotes son probados en estas dos virtudes todos los días.”“Que esta sea la oración del sacerdote:”Día 5“Por la intercesión del Inmaculado Corazón de María,* Santísimos Corazones Unidos, no me dejen fallar en ninguna prueba de Amor Santo o Santa Humildad. Debo darme cuenta de que la prueba es la oportunidad que Dios me da para practicar cada virtud. Les pido que yo acepte las gracias que me dan para vencer en cada prueba. Les pido que pueda yo enseñar a los demás a hacer lo mismo. Amén.” Día 6“Santísimos Corazones Unidos, por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, el día de hoy les pido que se aparte de mi corazón cualquier deseo desordenado de ser popular con la gente. No pondré el amor al dinero por encima del pastoreo de mi rebaño. Confiaré en la Divina Provisión de Dios. Les pido valor y Santa Valentía para denunciar todo pecado, incluso los pecados que Satanás ha llevado al ámbito político, tales como el aborto, los matrimonios entre el mismo sexo, la eutanasia y la investigación con células madre embrionarias. Señor, dame una lengua recta. Amén.”Día 7“Dignísimos Corazones Unidos, por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, como sacerdote que soy, ayúdenme siempre a darme cuenta del valor de la modestia y la pobreza de espíritu. Ayúdenme a nunca ponerme en primer lugar, ni mis propias necesidades ni mis propios sentimientos. Mi santidad personal depende de mis esfuerzos en poner en primer lugar a Dios y a los demás. Ayúdenme, queridos Corazones Unidos, a desprenderme de los falsos dioses de la reputación, de los beneficios materiales y del orgullo intelectual, pues todo esto son puertas que el liberalismo utiliza para destruir vocaciones. Yo les pido, Corazones Unidos, protéjanme de estas trampas. Amén.”Día 8“Santísimos Corazones Unidos, por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, ayúdenme siempre a hablar y enseñar con el Espíritu de la Verdad. En esta era de concesiones, necesito su ayuda para combatir toda herejía contra la Tradición de la Fe. Ayúdenme a permanecer firme en todo lo que enseña el Catecismo, y a nunca cambiar mis creencias por complacer a los demás. Amén.”Día 9“Dignísimos y Amorosísimos Corazones Unidos, por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, yo, su fiel sacerdote, suplico su ayuda para preparar a mi rebaño para el regreso triunfante de Jesús. Comprendo que la Victoria de Jesús será una Victoria del Amor Santo y Divino. Ayúdenme en cada esfuerzo por propagar estos Mensajes del Amor Santo y Divino, pues comprendo que son bíblicamente correctos y basados en la verdad. Debo animar a los demás a que vivan en Amor Santo, pues esta es la Puerta de Entrada de la Nueva Jerusalén y el sendero de la salvación. Protejan mi corazón del desaliento. Llénenme con Santa Valentía. Amén.”* Rezar la oración que Nuestra Señora dio a los sacerdotes el 18 de Agosto del 2007:“Hija Mía, deseo que todos los sacerdotes reciban y recen con el corazón esta oración cada día. Esto fortalecerá vocaciones y levantará espíritus decaídos.”“Querido Jesús, me pongo bajo la Bendición Completa de los Corazones Unidos. Con esta Bendición, deseo un entendimiento profundo de mis faltas. Con tu ayuda, no me defenderé, sino que por Tu asistencia, trabajaré para vencer cada obstáculo y debilidad que me detiene en el sendero de la santidad. Imprime en mi corazón un gran amor por las virtudes, muy especialmente por el Amor Santo y la Santa Humildad, a fin de que cada virtud pueda crecer en mí. Yo deseo ser santo y deseo la santificación viviendo en la Divina Voluntad de Dios. Amén.”“Los sacerdotes que recen fielmente esta oración, recibirán muchas gracias.

Radio Vaticano emitirá publicidad


Se presenta el primer anunciante, la eléctrica italiana ENEL
CIUDAD DEL VATICANO, martes, 26 mayo 2009 (ZENIT.org).- Si bien nunca la había condenado, por primera vez en su historia de ochenta años Radio Vaticano ha decidido transmitir anuncios publicitarios.
Lo anunció este martes el director de la emisora pontificia, el padre Federico Lombardi S.I., en una rueda de prensa celebrada en la sede central.
La apertura de la radio del Papa a la publicidad "no es una novedad, pero es una noticia", dijo el padre Lombardi, explicando que no se darán cambios en los fines de la emisora, dedicada a la difusión de las palabras y las actividades del pontífice y de su magisterio.
Ciertamente la introducción de anuncios cambiará algún formato, pero no implica ningún cambio en los contenidos de los diferentes idiomas, advirtió el sacerdote, que también es director de la Oficina de Información de la Santa Sede.
Buena parte de la publicidad será transmitida en el canal de frecuencia modulada de Roma (Fm 105 MHZ), conocido con el nombre One-O-Five Live (http://www.radiovaticana.org/105/index.asp)
En la rueda de prensa intervino también el presidente de ENEL, la principal empresa italiana de energía eléctrica, Pietro Gnudi, para anunciar que la institución que representa será el primer anunciante en Radio Vaticano.
Del 6 de julio al 27 de septiembre, Radio Vaticano transmitirá 300 veces un anuncio de ENEL, realizado en cinco idiomas (italiano, inglés, español, francés y alemán). Según explicó, esta empresa se encuentra presente en 22 países con 60 millones de clientes.
Gnudi explicó que el primer motivo que ha convencido a ENEL para comprar publicidad en Radio Vaticano es precisamente el carácter internacional de la emisora, única en el mundo.
Al mismo tiempo, reconoció que es un honor difundir el mensaje de ENEL en Radio Vaticano, pues ambas instituciones comparten valores que van mucho más allá de las ganancias de los inversionistas.
El obispo Renato Boccardo, secretario general de la Ciudad del Vaticano, reconoció su esperanza en las posibilidades que esta iniciativa implican para Radio Vaticano, recordando que el Vaticano tiene un acuerdo con ENEL para la restauración de la columnata de Bernini en la Plaza de San Pedro.
Hasta ahora Radio Vaticana no tenía entradas económicas, dependiendo de la Santa Sede para su financiación.
En la rueda de prensa también intervino Egidio Maggioni, presidente de MAB.q, la agencia encargada por Radio Vaticano para la búsqueda de publicidad, quien agradeció la confianza recibida.
A la pregunta de ZENIT sobre la dimensión de este primer acuerdo económico entre ENEL y Radio Vaticano, Maggioni respondió genéricamente: "varias decenas de miles de euros", sin precisar la cantidad.
Varias fuentes han hablado de un acuerdo por un valor que oscila entre los 60 mil y los 80 mil euros para este primer lanzamiento de anuncios de ENEL.
Respondiendo a un periodistas, el padre Lombardi recordó que el balance anual de Radio Vaticano gira en torno a los 20 millones de euros, y que en los primeros seis meses el proyecto espera recoger entre 100 mil y 200 mil euros.
Radio Vaticano transmite sus programas en 45 idiomas. En español, ofrece información y emite programas en http://www.radiovaticana.org/spa/index.asp

Monday, May 25, 2009

Roma, mucho mas que angeles y demonios

Roma, mucho más que ángeles y demonios
El sometimiento de la historia a las simples teorías
ROMA, domingo 24 de mayo de 2009 (ZENIT.org).- A pesar de los intentos de crear controversia y polémica con su ultraje moral, la película de Ron Howard, adaptación de la novela de Dan Brown "Ángeles y demonios", ha disfrutado de un pacífico estreno mundial.
La prensa italiana se mostró algo más airada por el retraso de hora y media del comienzo del estreno mundial de la película en Roma, el 4 de mayo, mientras el reparto y el novelista concedían entrevistas en la alfombra roja. La mayoría de los periodistas europeos la calificaron de "americanada".
La película se lanzó a nivel mundial el 13 de mayo y, aunque se trata de una película de acción, con una terrorífica escenografía y una hermosa fotografía de la Ciudad Eterna, requiere más atención y reflexión que un filme normal de distracción: las espectaculares explosiones y persecuciones se entretejen en una red de información falsa.
Afortunadamente, la dirección llena de adrenalina de Howard, no deja mucho tiempo para detenerse en los absurdos diálogos, por lo que acaba siendo algo muy parecido a un tour por Roma para turistas de tercera clase, pasando vertiginosamente de un monumento a otro propulsados por relatos de escándalos con poca o ninguna exactitud histórica.
El protagonista, el profesor de Harvard Robert Langdon, interpretado por Tom Hanks, salpica su papel con información falsa que va, desde la supuesta destrucción de las estatuas del Panteón en el siglo XIX, hasta la idea de que toda obra de arte religiosa de Roma fue un encargo de los Papas.
Howard coopera de buena gana con el gusto de Hollywood por los estereotipos católicos negativos, filmando a cardenales que se pasan paquetes de cigarrillos antes de entrar en la Capilla Sixtina y mostrando los Archivos Secretos Vaticanos como si no fueran otra cosa que la cámara acorazada de un gran banco de inversiones. Junto a los manuscritos antiguos, coloca obras de arte y joyas como si los documentos del Vaticano sólo fueran una forma más de financiación, en lugar de un recuerdo histórico preservado con cariño.
El hilo conductor que al final me pareció captar surge al final de la película, cuando el sabio cardenal declara a Langdon que "este [cristianismo] es una religión imperfecta". Los mártires que en realidad fueron torturados y asesinados en esta ciudad (al contrario de los falsos asesinatos de científicos a las puertas del Vaticano de esta película) no ofrecieron sus vidas por una "religión imperfecta", sino por la revelación perfecta y verdadera del mismo Cristo. Después de todo, ¿qué otra cosa se podía esperar de esta cuadrilla que nos presenta a un Jesús casado?
Pasé casi dos años con el equipo de producción de "Ángeles y Demonios", llegando a conocer bastante bien a Ron Howard y a los jefes del equipo de producción. Estaban fascinados por el Vaticano hasta el punto de que en la película se muestran momentos de respeto por la Iglesia, a pesar de su poca concordancia con el relato. Después de visitar las excavaciones y de haber visto la tumba de San Pedro, Ron Howard abandonó su primera idea de una bomba antimateria, el eje del complot, en medio de los restos de San Pedro, para evitar que las manos de Robert Langdom disturbaran el lugar de reposo del primer Papa.
¿Cómo se puede tratar con demonios en medio de ángeles? Para empezar, evitando alimentar la controversia sobre la película.
Howard narra la historia de la Iglesia desde su punto de vista. Sus personajes no son más que turistas de paso en la Ciudad Eterna; ellos dicen una cosa, y la ciudad dice algo completamente diferente.
El complot del Camino de la Iluminación de Dan Brown, una línea trazada por científicos renegados a través de la ciudad mediante el arte de Bernini, no es más que un empaquetado barato del itinerario de Salvación forjado a través de Roma por 2000 años de Papas, mártires y peregrinos.
Los Illuminati de Dan Brown, los iluminados, no son más que una cerilla vacilante ante rostro de Cristo, la Luz. La película se preocupa por arrojar un rayo de luz sobre un relato de misterio; Roma ilumina el misterio de la Encarnación. Si el hombre no hubiera encontrado a Dios a través de la persona de Jesucristo, no se hubiera el patrimonio artístico que filma Ron Howard.
Ahora, el novelista, los actores y el director se sacuden todas las críticas diciendo que sólo es una obra de ficción, recordando a la gente que no se obliga a nadie a que ve la película. Pero, ¿qué ocurriría si el argumento fuera éste? Un grupo de extremistas judíos falsifica el Holocausto como una estratagema para lograr un estado propio. Durante los últimos 60 años han estado torturando y asesinando a todo el que sabía la verdad. Las conmovedoras imágenes de los Campos de Concentración se ven rebatidas por las declaraciones del guapo protagonista que dicen que en realidad no ocurrieron; todo es un invento.
Ninguna justificación de que es "sólo ficción" puede justificar el daño causado por tal relato. La cuestión es ésta: ¿hasta qué punto un artista es responsable del daño psicológico causado por su trabajo?
Además, cada vez que Dan Brown se refiere a sus "investigaciones", francamente, tengo que hacer un esfuerzo para no reírme. Sus errores son tan de bulto y tan evidentes que uno se pregunta cómo ha logrado escribir en un papel su trabajo para lograr diplomarse como "bachiller en arte" (Bachelor of Arts).
Pero, desgraciadamente, Brown ha confiado en escritores que nos son de ficción para construir sus teorías conspiratorias.
Lo que el libro pseudocientífico "Holy Blood - Holy Grail" de Elaine Pagels hizo por el "Código da Vinci", fue lo que hizo por "Ángeles y Demonios" la nociva novelita histórica del profesor de historia en Wesley, William Manchester, "A World Lit Only by Fire".
Ron Howard me explicó que ese libro había "cambiado su forma de ver la historia" y, en otra ocasión, Tom Hanks afirmó que se había preparado su papel leyendo el mismo libro.
Pero este "libro de historia", no ficción, que va precedido de la excusa de no estar redactado para eruditos, apenas tiene un nota a pie de página en sus 296 páginas de distorsiones y sensacionalismo. El relato salta de un extremo al otro de Europa, como si el continente entero se moviera guardando el paso a través de la historia. Puesto que se dejan de lado las distinciones históricas, las declaraciones estereotípicas dejan claro de dónde sacó el profesor Robert Langdon su gusto por hacer declaraciones pontificando insustancialmente.
En algún momento, los "eruditos" como Elaine Pagels y William Manchester (como muchos otros) cambiaron la disciplina de la historia sin decírnoslo a los demás. En lugar de un esfuerzo sincero para descubrir la verdad, esta clase de eruditos rebusca en el pasado para encontrar pedazos y retazos de información para apoyar no se sabe qué teorías que esperan que progresen.
"Ángeles y demonios" ofrece una interesante oportunidad. Mientras los espectadores pasan por el arte y la majestad impresionantes de la Ciudad Eterna, se da una oportunidad de oro para contar a los católicos la verdadera historia de Roma, que es mucho más fascinante que cualquier ficción.
Por Elizabeth Lev; profesora de arte en el campus italiano de la Universidad de Duquesne, colaboradora como experta en historia del arte en la producción de "Ángeles y demonios".Roma, mucho más que ángeles y demonios
El sometimiento de la historia a las simples teorías
ROMA, domingo 24 de mayo de 2009 (ZENIT.org).- A pesar de los intentos de crear controversia y polémica con su ultraje moral, la película de Ron Howard, adaptación de la novela de Dan Brown "Ángeles y demonios", ha disfrutado de un pacífico estreno mundial.
La prensa italiana se mostró algo más airada por el retraso de hora y media del comienzo del estreno mundial de la película en Roma, el 4 de mayo, mientras el reparto y el novelista concedían entrevistas en la alfombra roja. La mayoría de los periodistas europeos la calificaron de "americanada".
La película se lanzó a nivel mundial el 13 de mayo y, aunque se trata de una película de acción, con una terrorífica escenografía y una hermosa fotografía de la Ciudad Eterna, requiere más atención y reflexión que un filme normal de distracción: las espectaculares explosiones y persecuciones se entretejen en una red de información falsa.
Afortunadamente, la dirección llena de adrenalina de Howard, no deja mucho tiempo para detenerse en los absurdos diálogos, por lo que acaba siendo algo muy parecido a un tour por Roma para turistas de tercera clase, pasando vertiginosamente de un monumento a otro propulsados por relatos de escándalos con poca o ninguna exactitud histórica.
El protagonista, el profesor de Harvard Robert Langdon, interpretado por Tom Hanks, salpica su papel con información falsa que va, desde la supuesta destrucción de las estatuas del Panteón en el siglo XIX, hasta la idea de que toda obra de arte religiosa de Roma fue un encargo de los Papas.
Howard coopera de buena gana con el gusto de Hollywood por los estereotipos católicos negativos, filmando a cardenales que se pasan paquetes de cigarrillos antes de entrar en la Capilla Sixtina y mostrando los Archivos Secretos Vaticanos como si no fueran otra cosa que la cámara acorazada de un gran banco de inversiones. Junto a los manuscritos antiguos, coloca obras de arte y joyas como si los documentos del Vaticano sólo fueran una forma más de financiación, en lugar de un recuerdo histórico preservado con cariño.
El hilo conductor que al final me pareció captar surge al final de la película, cuando el sabio cardenal declara a Langdon que "este [cristianismo] es una religión imperfecta". Los mártires que en realidad fueron torturados y asesinados en esta ciudad (al contrario de los falsos asesinatos de científicos a las puertas del Vaticano de esta película) no ofrecieron sus vidas por una "religión imperfecta", sino por la revelación perfecta y verdadera del mismo Cristo. Después de todo, ¿qué otra cosa se podía esperar de esta cuadrilla que nos presenta a un Jesús casado?
Pasé casi dos años con el equipo de producción de "Ángeles y Demonios", llegando a conocer bastante bien a Ron Howard y a los jefes del equipo de producción. Estaban fascinados por el Vaticano hasta el punto de que en la película se muestran momentos de respeto por la Iglesia, a pesar de su poca concordancia con el relato. Después de visitar las excavaciones y de haber visto la tumba de San Pedro, Ron Howard abandonó su primera idea de una bomba antimateria, el eje del complot, en medio de los restos de San Pedro, para evitar que las manos de Robert Langdom disturbaran el lugar de reposo del primer Papa.
¿Cómo se puede tratar con demonios en medio de ángeles? Para empezar, evitando alimentar la controversia sobre la película.
Howard narra la historia de la Iglesia desde su punto de vista. Sus personajes no son más que turistas de paso en la Ciudad Eterna; ellos dicen una cosa, y la ciudad dice algo completamente diferente.
El complot del Camino de la Iluminación de Dan Brown, una línea trazada por científicos renegados a través de la ciudad mediante el arte de Bernini, no es más que un empaquetado barato del itinerario de Salvación forjado a través de Roma por 2000 años de Papas, mártires y peregrinos.
Los Illuminati de Dan Brown, los iluminados, no son más que una cerilla vacilante ante rostro de Cristo, la Luz. La película se preocupa por arrojar un rayo de luz sobre un relato de misterio; Roma ilumina el misterio de la Encarnación. Si el hombre no hubiera encontrado a Dios a través de la persona de Jesucristo, no se hubiera el patrimonio artístico que filma Ron Howard.
Ahora, el novelista, los actores y el director se sacuden todas las críticas diciendo que sólo es una obra de ficción, recordando a la gente que no se obliga a nadie a que ve la película. Pero, ¿qué ocurriría si el argumento fuera éste? Un grupo de extremistas judíos falsifica el Holocausto como una estratagema para lograr un estado propio. Durante los últimos 60 años han estado torturando y asesinando a todo el que sabía la verdad. Las conmovedoras imágenes de los Campos de Concentración se ven rebatidas por las declaraciones del guapo protagonista que dicen que en realidad no ocurrieron; todo es un invento.
Ninguna justificación de que es "sólo ficción" puede justificar el daño causado por tal relato. La cuestión es ésta: ¿hasta qué punto un artista es responsable del daño psicológico causado por su trabajo?
Además, cada vez que Dan Brown se refiere a sus "investigaciones", francamente, tengo que hacer un esfuerzo para no reírme. Sus errores son tan de bulto y tan evidentes que uno se pregunta cómo ha logrado escribir en un papel su trabajo para lograr diplomarse como "bachiller en arte" (Bachelor of Arts).
Pero, desgraciadamente, Brown ha confiado en escritores que nos son de ficción para construir sus teorías conspiratorias.
Lo que el libro pseudocientífico "Holy Blood - Holy Grail" de Elaine Pagels hizo por el "Código da Vinci", fue lo que hizo por "Ángeles y Demonios" la nociva novelita histórica del profesor de historia en Wesley, William Manchester, "A World Lit Only by Fire".
Ron Howard me explicó que ese libro había "cambiado su forma de ver la historia" y, en otra ocasión, Tom Hanks afirmó que se había preparado su papel leyendo el mismo libro.
Pero este "libro de historia", no ficción, que va precedido de la excusa de no estar redactado para eruditos, apenas tiene un nota a pie de página en sus 296 páginas de distorsiones y sensacionalismo. El relato salta de un extremo al otro de Europa, como si el continente entero se moviera guardando el paso a través de la historia. Puesto que se dejan de lado las distinciones históricas, las declaraciones estereotípicas dejan claro de dónde sacó el profesor Robert Langdon su gusto por hacer declaraciones pontificando insustancialmente.
En algún momento, los "eruditos" como Elaine Pagels y William Manchester (como muchos otros) cambiaron la disciplina de la historia sin decírnoslo a los demás. En lugar de un esfuerzo sincero para descubrir la verdad, esta clase de eruditos rebusca en el pasado para encontrar pedazos y retazos de información para apoyar no se sabe qué teorías que esperan que progresen.
"Ángeles y demonios" ofrece una interesante oportunidad. Mientras los espectadores pasan por el arte y la majestad impresionantes de la Ciudad Eterna, se da una oportunidad de oro para contar a los católicos la verdadera historia de Roma, que es mucho más fascinante que cualquier ficción.
Por Elizabeth Lev; profesora de arte en el campus italiano de la Universidad de Duquesne, colaboradora como experta en historia del arte en la producción de "Ángeles y demonios".

Nuevas tecnologias, nuevas relaciones.

Nuevas tecnologías, nuevas relaciones"
Mensaje de la Comisión Episcopal de México para la Pastoral de la Comunicación
MÉXICO, sábado, 23 de mayo de 2009 (ZENIT.org-El Observador).- Publicamos el mensaje de la Comisión Episcopal de México para la Pastoral de la Comunicación con motivo de Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2009 que se celebra este domingo, 24 de mayo, con el tema "Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad."
* * *
Ante las hondas transformaciones en los modelos de comunicación actuales,la Iglesia tiene el deber de aprender los nuevos protocolos comunicativos y los nuevos lenguajes de la cultura digital para poder continuar su diálogo con la humanidad.
Los jóvenes actuales, como nativos digitales son poseedores del idioma de la tecnología digital, por lo que hablan y se relacionan de una manera muy diferente a como lo hacen las generaciones que crecieron sin estas técnicas, convirtiéndolos en migrantes digitales, cuyo esquema de comunicación es sin lugar a dudas más simple.
Este colosal avance de la cultura mediática, producto de los revolucionarios cambios tecnológicos y los procesos de globalización, son el campo para la evangelización de un mundo en constante cambio cultural.
El Internet, es sin duda una de las herramientas más valiosas y completas que han hecho posible el surgimientos de aldeas, colonias y comunidades digitales, que día con día atraen a millones de nuevos usuarios.
Aparecida reconoce la importancia de esta valiosa invención de la técnica y nos exhorta ha tener confianza en ella, no como un fin en sí mismo, sino como un medio, que pueda ofrecer excelentes oportunidades de evangelización, actuales y eficaces.
Ante la proximidad de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el mensaje del Papa Benedicto XVI "Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo y amistad", exhorta a la Iglesia a encarar el reto de entender y asumir el efecto que las nuevas tecnologías digitales están provocando en las relaciones humanas.
La tarea principal de la Iglesia es la evangelización: "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda criatura" Mt 28,18.
Así lo hizo "Jesús el perfecto comunicador", como lo señala, (Communio et progressio), que hablaba "a modo de la gente", usando el lenguaje y las imágenes que sus contemporáneos pudieran comprender, aludiendo a situaciones de la vida cotidiana agrícola y popular.
Como Iglesia, tenemos una gran tarea pendiente en nuestros días: saber a quién nos dirigimos y acertar con el lenguaje adecuado para cada uno. Muchos jóvenes de hoy no han oído la historia de Jesús, no saben quién es Poncio Pilato, y mucho menos qué es una Diócesis o qué papel tienen los Obispos. Han visto al Papa por televisión, pero ignoran muchas cosas sobre la fe de la Iglesia, no digamos sobre sus estructuras o su historia. Con un agravante: la sociedad actual no es una multitud "neutral": gran parte de ella es post-cristiana, cree que entiende el cristianismo y lo rechaza como resultado de malas experiencias o desinformación.
No podemos hablar a toda la gente "como si" estuvieran informados, "como si" tuvieran fe, como se habla a los que ya han optado por Cristo.
No tenemos que tener miedo ni a los medios ni a los que usan los medios para lanzar polémicas y escándalos. Hay que usar la Radio y la Televisión, Prensa y el Internet.
Esta novedad de método esconde un peligro: el creer que son los instrumentos los que hacen la evangelización. A muchos jóvenes sacerdotes les gusta aprender a manejar cámaras y a tener los medios más sofisticados, computadoras, presentación de Power Point. Evangelizar en los medios no es saber manejar aparatos sino predicar con pasión la Buena Nueva de Cristo. Por más medios sofisticados que se tengan sin esto no hay evangelización.
Las páginas religiosas en Internet son numerosas, pero "¿Nos encontramos ante verdaderos sitios religiosos o ante creaciones consumísticas hechas a la medida del hombre de hoy?" En muchos sitios-webs aparentemente religiosos, sólo encontramos una pseudosacralidad. En Internet "nada es absoluto, ni siquiera la verdad.
Por ello, hoy, más que nunca es una necesidad evangelizar desde los medios de comunicación, pues si verdaderamente la Iglesia tiene conciencia de lo que el Señor quiere que sea, surge de ella una singular plenitud y una necesidad de efusión, con la clara advertencia de una misión que la trasciende y de un anuncio que debe difundir. Es el deber de la Evangelización. Es el mandato misionero.
Aventurémonos, sin miedo, a encarar esta nueva cultura digital y saquemos provecho de todo lo que hay en los medios de comunicación para hacer de nuestra tarea de evangelización un pilar importante de las culturas medíaticas de hoy, mañana y siempre.

+ Teodoro Enrique Pino Miranda
Obispo de Huajuapan de León, Oaxaca
Presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación
Nuevas tecnologías, nuevas relaciones"
Mensaje de la Comisión Episcopal de México para la Pastoral de la Comunicación
MÉXICO, sábado, 23 de mayo de 2009 (ZENIT.org-El Observador).- Publicamos el mensaje de la Comisión Episcopal de México para la Pastoral de la Comunicación con motivo de Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2009 que se celebra este domingo, 24 de mayo, con el tema "Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad."
* * *
Ante las hondas transformaciones en los modelos de comunicación actuales,la Iglesia tiene el deber de aprender los nuevos protocolos comunicativos y los nuevos lenguajes de la cultura digital para poder continuar su diálogo con la humanidad.
Los jóvenes actuales, como nativos digitales son poseedores del idioma de la tecnología digital, por lo que hablan y se relacionan de una manera muy diferente a como lo hacen las generaciones que crecieron sin estas técnicas, convirtiéndolos en migrantes digitales, cuyo esquema de comunicación es sin lugar a dudas más simple.
Este colosal avance de la cultura mediática, producto de los revolucionarios cambios tecnológicos y los procesos de globalización, son el campo para la evangelización de un mundo en constante cambio cultural.
El Internet, es sin duda una de las herramientas más valiosas y completas que han hecho posible el surgimientos de aldeas, colonias y comunidades digitales, que día con día atraen a millones de nuevos usuarios.
Aparecida reconoce la importancia de esta valiosa invención de la técnica y nos exhorta ha tener confianza en ella, no como un fin en sí mismo, sino como un medio, que pueda ofrecer excelentes oportunidades de evangelización, actuales y eficaces.
Ante la proximidad de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el mensaje del Papa Benedicto XVI "Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo y amistad", exhorta a la Iglesia a encarar el reto de entender y asumir el efecto que las nuevas tecnologías digitales están provocando en las relaciones humanas.
La tarea principal de la Iglesia es la evangelización: "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda criatura" Mt 28,18.
Así lo hizo "Jesús el perfecto comunicador", como lo señala, (Communio et progressio), que hablaba "a modo de la gente", usando el lenguaje y las imágenes que sus contemporáneos pudieran comprender, aludiendo a situaciones de la vida cotidiana agrícola y popular.
Como Iglesia, tenemos una gran tarea pendiente en nuestros días: saber a quién nos dirigimos y acertar con el lenguaje adecuado para cada uno. Muchos jóvenes de hoy no han oído la historia de Jesús, no saben quién es Poncio Pilato, y mucho menos qué es una Diócesis o qué papel tienen los Obispos. Han visto al Papa por televisión, pero ignoran muchas cosas sobre la fe de la Iglesia, no digamos sobre sus estructuras o su historia. Con un agravante: la sociedad actual no es una multitud "neutral": gran parte de ella es post-cristiana, cree que entiende el cristianismo y lo rechaza como resultado de malas experiencias o desinformación.
No podemos hablar a toda la gente "como si" estuvieran informados, "como si" tuvieran fe, como se habla a los que ya han optado por Cristo.
No tenemos que tener miedo ni a los medios ni a los que usan los medios para lanzar polémicas y escándalos. Hay que usar la Radio y la Televisión, Prensa y el Internet.
Esta novedad de método esconde un peligro: el creer que son los instrumentos los que hacen la evangelización. A muchos jóvenes sacerdotes les gusta aprender a manejar cámaras y a tener los medios más sofisticados, computadoras, presentación de Power Point. Evangelizar en los medios no es saber manejar aparatos sino predicar con pasión la Buena Nueva de Cristo. Por más medios sofisticados que se tengan sin esto no hay evangelización.
Las páginas religiosas en Internet son numerosas, pero "¿Nos encontramos ante verdaderos sitios religiosos o ante creaciones consumísticas hechas a la medida del hombre de hoy?" En muchos sitios-webs aparentemente religiosos, sólo encontramos una pseudosacralidad. En Internet "nada es absoluto, ni siquiera la verdad.
Por ello, hoy, más que nunca es una necesidad evangelizar desde los medios de comunicación, pues si verdaderamente la Iglesia tiene conciencia de lo que el Señor quiere que sea, surge de ella una singular plenitud y una necesidad de efusión, con la clara advertencia de una misión que la trasciende y de un anuncio que debe difundir. Es el deber de la Evangelización. Es el mandato misionero.
Aventurémonos, sin miedo, a encarar esta nueva cultura digital y saquemos provecho de todo lo que hay en los medios de comunicación para hacer de nuestra tarea de evangelización un pilar importante de las culturas medíaticas de hoy, mañana y siempre.

+ Teodoro Enrique Pino Miranda
Obispo de Huajuapan de León, Oaxaca
Presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación

La Iglesia en los tiempos de facebook

La Iglesia en tiempos de Facebook: comunicar en lo virtual lo sustancial
Reflexión del padre Federico Lombardi
CIUDAD DEL VATICANO, domingo 24 de mayo de 2009 (ZENIT.org).- El actual desafío de la Iglesia en tiempos de Facebook y de Twitter consiste en presentar el profundo mensaje de Jesús sin dejarse atraer por los aspectos superficiales, considera el portavoz de la Santa Sede.
El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, ofrece esta reflexión en el último editorial de "Octava Dies", semanario del Centro Televisivo Vaticano, con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, celebrada este domingo, que tiene por tema, según ha dispuesto el Papa en su mensaje "Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad".
"Benedicto XVI --o mejor dicho BXVI, como se le suele llamar en este mundo particular-- se dirige ante todo a los jóvenes, a la denominada ‘generación digital', animándola en el desafío de vivir su propio crecimiento y su propio compromiso humano y espiritual también en la dimensión comunicativa, caracterizada por las nuevas tecnologías".Dimensión que ocupa tanto espacio en la vida de la "generación digital" (los que han crecido con los nuevos medios de comunicación), recuerda el padre Lombardi, algo que implica la necesidad de acompañar a los jóvenes en la enculturación del Evangelio en el mundo de las nuevas tecnologías.
"También en este campo la fe cristiana debe ser ‘enculturada', presente como anuncio y estilo de vida y de relaciones. Aunque no sea fácil. El riesgo de limitarse al juego, de perder tiempo, de huir de la realidad y de quedarse en lo superficial acecha".
"Por su parte, BXVI, cuando habla a los jóvenes, por ejemplo en las Jornadas Mundiales de la Juventud, insiste en querer comunicar a la juventud contenidos firmes, consistentes y articulados, que requieren empeño para ser asimilados, aun antes de ser traducidos en la vida de cada día".
Por lo tanto, se pregunta el padre Lombardi, "hacer pasar lo sustancial por medio de lo virtual es un gran desafío ¿Lo lograrán nuestros jóvenes? ¿Lograremos acompañarlos en esta aventura? Lo esperamos de verdad".
"Pero no debemos ser víctimas de la fascinación de los extraordinarios éxitos tecnológicos, debemos seguir distinguiendo posibilidades y límites --advierte--. Y seguir buscando, al mismo tiempo, la profundidad del sólido terreno de la relación vital con Dios y con los demás, para edificar verdaderamente una cultura de respeto, de diálogo y de amistad".