Monday, June 30, 2014

¿El Papa Francisco es comunista? Él mismo responde

¿El Papa Francisco es comunista? Él mismo responde

Foto Daniel Ibáñez / ACI Prensa
Foto Daniel Ibáñez / ACI Prensa
 En la Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, celebrada ayer 29 de junio, el diario italiano Il Messagero publicó una entrevista que le hizo al Papa Francisco en la que le dijeron al Santo Padre que él “pasa por ser un Papa comunista”. En esta nota lea la respuesta del Pontífice.
En la entrevista, el periodista le dice a Francisco que “Usted pasa por ser un Papa comunista, populista. The Economist que le dedicó una portada afirma que habla como Lenin. ¿Se identifica con esto?”. A la pregunta el Santo Padre contesta que “yo digo solo que los comunistas nos han robado la bandera. La bandera de los pobres es cristiana. La pobreza está en el centro del Evangelio. Los pobres están en el centro del Evangelio”.
El Papa recuerda luego un pasaje del Evangelio que cita con frecuencia y quepropuso a los jóvenes argentinos en su encuentro con ellos en julio del año pasado en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, el de las obras de misericordia: “Si miramos Mateo 25, el protocolo sobre el cual seremos juzgados: tuve hambre, tuve sed, estuve en la cárcel, estuve enfermo, desnudo. O miremos las Bienaventuranzas, otra bandera. Los comunistas dicen que todo esto es comunista. Sí, como no, veinte siglos después. Entonces cuando hablamos, podríamos decirles: pero ustedes son cristianos (risas)”.
El Santo Padre explica también en la entrevista que “la pobreza está en el centro del Evangelio. No se puede entender el Evangelio sin entender la pobreza real, teniendo en cuenta que existe también una pobreza bellísima del espíritu: ser pobre ante Dios porque Dios te llena”.
“El Evangelio –precisó el Papa– se  dirige indistintamente a los pobres y a los ricos. Y habla tanto de pobreza como de riqueza. No condena para nada a los ricos, pero sí las riquezas cuando se hacen objetos de idolatría. El dios dinero, el becerro de oro”.
Al ser preguntado sobre la pobreza material y la espiritual, el Pontífice dijo que “a mí me asustan las dos. Un hambriento, por ejemplo, puedo ayudarlo para que no tenga más hambre, pero si ha perdido el trabajo y no encuentra otra ocupación, tiene que ver con otra pobreza. Ya no tiene dignidad. Quizá pueda ir a Cáritas y llevarse a casa un poco de víveres, pero experimenta una pobreza gravísima que le arruina el corazón”.
“Un Obispo auxiliar de Roma me contó que muchas personas van a comedores en secreto, llenos de vergüenza, y se llevan a casa la comida. Su dignidad se ha empobrecido y viven en un estado de postración”.

El Papa: hoy en día hay más mártires cristianos que en los primeros siglos

 



El Papa: hoy en día hay más mártires cristianos que en los primeros siglos



 Hay más cristianos perseguidos hoy que en los primeros siglos: es lo que dijo Papa Francisco en Santa Marta, quien presidió la misa en el día en que recordamos a los santos Protomártires de la Iglesia Romana, cruelmente asesinados a los pies de la colina del Vaticano por orden de Nerón después del incendio de Roma en el año 64:

La oración al inicio de la Misa recuerda que el Señor ha “fecundado con la sangre de los mártires los primeros brotes de la Iglesia de Roma”. “Se habla del crecimiento de una planta”, afirmó el Papa en la homilía, y esto hace pensar en lo que decía Jesús: “El reino de los cielos es como un hombre que ha arrojado la semilla a la tierra, luego va a su casa y – duerma o esté despierto - la semilla crece, brota, sin que él sepa cómo lo ha hecho”. Esta semilla es la Palabra de Dios que crece y se convierte en el Reino de Dios, se convierte en Iglesia gracias a “la fuerza del Espíritu Santo” y al “testimonio cristiano”.

“Sabemos que no hay crecimiento sin el Espíritu: es Él quien hace la Iglesia, es él el que hace crecer a la Iglesia, es él el que convoca la comunidad de la Iglesia. Pero también requiere el testimonio de los cristianos. Y cuando el testimonio llega al final, cuando las circunstancias históricas nos piden un testimonio fuerte, allí están los mártires, los más grandes testigos. Y aquella Iglesia es regada por la sangre de los mártires. Y esta es la belleza de martirio. Comienza con el testimonio, día tras día, y puede terminar como Jesús, el primer mártir, el primer testigo, el testigo fiel: con la sangre”.

Pero hay una condición para que el testimonio sea verdadero, agregó el Papa – “debe ser sin condiciones”


“Hemos escuchado el Evangelio, el que dice al Señor que lo sigue pero con una condición: ir a despedirse o a enterrar a su padre... el Señor lo detiene: “¡No!”. El testimonio es sin condiciones. Debe ser permanente, debe ser decidido, debe ser con aquel lenguaje que Jesús nos dice, que es tan fuerte: “Que tu sí sea sí, que tu no, no”. Este es el lenguaje del testimonio”. 


“Hoy - dijo el Papa - miramos esta Iglesia de Roma que crece, regada por la sangre de los mártires. Pero también es justo - continuó - que pensemos en tantos mártires de hoy, tantos mártires que dan su vida por la fe”. Es cierto que han sido muchos los cristianos perseguidos en la época de Nerón, pero “hoy - señaló - no son menos”:

“Hoy en día hay tantos mártires en la Iglesia, muchos cristianos son perseguidos. Pensemos en el Medio Oriente, los cristianos que deben huir de las persecuciones, los cristianos asesinados por sus perseguidores. También los cristianos expulsados de manera elegante, con guantes blancos: esta también es una persecución. Hoy en día hay más testigos más mártires en la Iglesia que en los primeros siglos. Y en esta misa, recordando a nuestros gloriosos antepasados​​, aquí en Roma, también pensamos en nuestros hermanos y hermanas que viven perseguidos, que sufren y que con su sangre hacen crecer la semilla de tantas pequeñas iglesias que nacen. Oramos por ellos y también por nosotros”.

El Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, inseparablemente Unidos


                                                        28 de Junio: Fiesta del Inmaculado Corazón de María.


“Y para que la devoción al Corazón augustísimo de Jesús produzca más copiosos frutos de bien en la familia cristiana y aun en toda la humanidad, procuren los fieles unir a ella estrechamente la devoción al Inmaculado Corazón de la Madre de Dios. Ha sido voluntad de Dios que, en la obra de la Redención humana, la Santísima Virgen María estuviese inseparablemente unida con Jesucristo; tanto, que nuestra salvación es fruto de la caridad de Jesucristo y de sus padecimientos, a los cuales estaban íntimamente unidos el amor y los dolores de su Madre. Por eso, el pueblo cristiano que por medio de María ha recibido de Jesucristo la vida divina, después de haber dado al Sagrado Corazón de Jesús el debido culto, rinda también al amantísimo Corazón de su Madre celestial parecidos obsequios de piedad, de amor, de agradecimiento y de reparación”

-Encíclica Haurietis Aquas. 36.  del Papa Pío XII-

               
Después de su entrada a los cielos, el Corazón de María sigue intercediendo amorosamente en nuestro favor. El amor de su corazón se dirige primero a Dios y a su Hijo Jesús, pero se extiende también con solicitud maternal a todo la humanidad que Jesús le confió en la cruz; y así la veneramos por la santidad de su Inmaculado Corazón y le solicitamos la protección incondicional que en su vocación de Madre Universal nos puede brindar.

Venerar el Inmaculado Corazón de María es venerar a la mujer que está llena del Espíritu Santo, llena de gracia, y siempre pura para Dios. Su corazón puro siempre está lleno de amor por sus hijos. Por eso se representa rodeado de blancas rosas.  El Arcángel Gabriel al anunciarle a María la encarnación del Hijo de Dios no hizo otra cosa que cambiar un paraíso por otro. Venía del cielo y encontró en María un mar de gracia en su alma. Era un mar sin límites, ni profundidad, ni horizonte. Su gracia sólo conocía los límites del infinito. Por eso el Señor encarnó en Ella, Arca de la Nueva Alianza, en donde el cielo y la tierra se comprometieron en unas nupcias eternas, siendo María el diamante que brilló en el anillo de la humanidad. Dios nos prueba una vez más que su Amor se basa en su Misericordia, más que en su propia dignidad.

María continuó su fructífera vida mucho más allá del nacimiento del Hijo. Es precisamente a través de esta primera maternidad que ella la extiende para dar a luz a cada Cristiano, como miembro del cuerpo de Cristo. La maternidad física consumó en ella una ilimitada maternidad espiritual; de tal manera que cuando su Hijo recibe las súplicas de cualquier persona –trátese de fe, conversión o vocación, ella facilita el camino. Ella lo hace de una forma casi imperceptible, pero es la forma más poderosa. Establece un enlace entre los pecadores y su Hijo. No se coloca entre los dos como si fuera una tercera parte que pudiera oscurecer el acceso a la luz de su Hijo, sino que más bien clarifica todo y remueve todos los obstáculos que pudieran obstruir el acceso a la luz de su Hijo. Ella conoce todos los caminos que conducen a su Hijo, conoce todas las ‘curvas’ y desviaciones.

Con frecuencia, es Ella quien trabaja en la noche, en los intervalos, eliminando las dificultades de las tareas más abrumadoras en la vida. Muchas veces, nos encontramos en situaciones en que no es fácil discernir la voluntad de Dios. Recurrimos al consejo de un sacerdote, a un buen libro, a las oraciones y a otros recursos, pero todavía no hallamos la ‘entrada’, el punto clave de realización. En esos momentos, la vida cristiana puede parecer como una alta montaña que escalar, o un gran muro. Las conquistas temporales no bastan, a veces nos ‘dormimos’ en el camino, aún teniendo claro lo que debemos hacer y la transición parece indefinida. Es María quien puede apropiarse de la situación, plantearla, configurarla, para finalmente presentarla. Lo que se veía como un problema en la noche, tiene ya solución en la mañana. La intervención de nuestra Madre en el proceso permanece casi invisible, pero Ella lo logra, con el mismo poder con que formó al Niño Jesús.

 Veneramos el corazón que guarda todas las cosas de Dios en su Corazón y que nos ayuda a sanar y consagrar a Dios nuestro propio corazón. María vivió con sus ojos puestos en Cristo. En Lucas 2, 19, el evangelista nos dice: “María por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón”.  Todas sus memorias estaban impresas en su corazón, de tal manera que reflexionaba en cada aspecto de su vida, junto a Jesús. Juan Pablo II, en su Carta Apostólica “Rosarium Virginis Mariae” (No. 11) escribe que esas memorias eran su propio rosario, que ella misma recitó ininterrumpidamente a lo largo de su vida terrenal. Aún hoy en día, los cantos gozosos de la Jerusalén celestial siguen siendo razones válidas para darle gracias y alabanza. Son fuente de inspiración para su propia intercesión maternal en favor de la Iglesia peregrina. Cuando rezamos el Rosario, entramos en contacto con estas hermosísimas memorias de su corazón y con la contemplativa mirada que brota desde su Inmaculado Corazón.

Es muy conocida la devoción a los 5 primeros sábados de cada mes. No obstante su efectividad, nuestra atención debe orientarse al mismísimo corazón físico, aunque esto no sea suficiente, pero debemos profundizar en lo que sugiere el corazón humano de María, que es un símbolo de expresión que nos recuerda y nos pone en contacto con la vida interior de María, sus alegrías y sus tristezas, sus virtudes y perfección escondida; pero sobre todo, su amor virginal a Dios, su amor maternal a su Divino Hijo y finalmente; su amor maternal y compasivo por sus miserables hijos aquí en el mundo. Nuestra devoción no puede ser efectiva si consideramos la vida interior y las bellezas de su alma, sin pensar en su corazón físico; tampoco podemos fragmentar la devoción considerando al corazón de María sólo como una parte d su cuerpo virginal. Los dos elementos son necesarios para la devoción, tanto como el cuerpo y el alma constituyen al ser humano.

La historia de la Devoción al Inmaculado Corazón de María está conectada en varios puntos a la del Sagrado Corazón de Jesús; sin embargo, tiene su propia historia. La atención de los cristianos fue atraída desde el principio por el amor y las propias virtudes del corazón de María. Los propios evangelios nos invitan con una exquisita discreción y delicadeza. También nos invitan a la compasión hacia Ella, sobre todo cuando se encontraba al pie de la cruz. La profecía de Simeón, Lc 2, 29-32 también contribuyó a promover su devoción con una de sus representaciones más populare: el corazón traspasado por una espada. San Agustín escribió que María no era una presencia pasiva al pie d la cruz; “Ella cooperó a través de la caridad en la obra de nuestra redención”.

El Magnificat, Lc 1, 46-56, nos arroja más luz sobre su corazón, a la vez que nos revela los elementos de la psicología mariana. Algunos Padres de la Iglesia son aportan profundas revelaciones sobre esta psicología:

1.       San Ambrosio. En su comentario sobre el evangelio de San Lucas donde escribe que María es el ideal de la virginidad.

2.       San Efrén. Nos ofrece un cántico poético sobre la llegada de los Magos y la bienvenida que los ofreció la humilde Madre. Poco a poco, en consecuencia de la aplicación del Cántico de la relación amorosa entre Dios y la bendita Virgen, el Corazón de María, llegó a ser para la Iglesia el corazón de la esposa delos Cánticos, así como también el Corazón de la Virgen Madre. También de otros libros sapienciales, se puede deducir que María, con sus encantos,  personifica la Sabiduría, madre del amor, del conocimiento y de la santa esperanza.

3.       La misma Santa Isabel la proclama bendita porque creyó las palabras del ángel. El Magnificat es una expresión de su humildad, al responder como mujer del pueblo.

4.       San León Magno dijo que através de la fe y el amor, Ella concibió a su Hijo espiritualmente, aún antes de recibirlo en su vientre.

5.       San Agustín. Escribió que María fue más bienaventurada al concebir a Cristo en su corazón, que al haberlo concebido en su vientre.

La devoción a su Inmaculado Corazón fue creciendo a lo largo de la historia. María tocó los corazones de muchos santos que también contribuyeron a extenderla: San Bernardo de Clairvaux en “De duodecim stellis”, del cual la Iglesia usa un extracto en el Oficio de la Compasión y de los Siete Dolores. El año 1080, San Anselmo de Lucca publicó sus meditaciones sobre el Ave María y el Salve Regina. Santo Tomás Becket también tuvo una profunda devoción a los Dolores de María. Santo Domingo, en el siglo XIII, creador del Rosario; “Las Revelaciones de Santa Brígida”, con su modelo místico de María, publicado en 1361; San Bernardino de Siena, absorbido en sus contemplaciones en el corazón virginal, en 1444; San Francisco de Sales habla de las perfecciones de este corazón, modelo del amor de Dios y le dedicó su “Theotimus”; este modelo influyó más tarde, en el siglo XIX, en San Juan Bosco para formular su modelo educativo, estableciendo que la educación es cosa del corazón.
San Juan Eudes

Fue en la segunda mitad del siglo XVI y la primera mitad del XVII, precisamente cuando San Francisco de Sales publicaba extensamente sus obras, que también se extendió esta devoción con más fuerza. San Juan Eudes, en 1681, se dio  la tarea de propagar esta devoción y hacerla pública, además de proponer una fiesta en honor del Corazón de María, primero en Autun, en 1648 y después en varias diócesis francesas. Estableció varias sociedades para promover la devoción, habiendo publicado su obra  “Coeur Admirable” (Corazón admirable) en 1681.

El Sagrado Corazón de Jesús unido con el Inmaculado Corazón de María comparte su Triple Amor: Como símbolo de Amor Divino que comparte con el Padre y el Espíritu Santo; como símbolo de Amor Ardiente dentro de su alma, que enriquece la voluntad de Cristo, iluminando y gobernando sus actos mediante su conocimiento perfecto; en una manera más directa y natural, es el símbolo del Amor Sensible, ya que el cuerpo de Cristo fue formado por el Espíritu Santo en el vientre de la Virgen María, posee poderes absolutos de sentimientos y percepción, de hecho más intensos que los de cualquier cuerpo humano.

San Juan Pablo Magno plantea esta devoción con una radicalidad evangélica en su Carta Apostólica ‘Rosarium Virginis Mariae’: “El Rosario nos transporta místicamente junto a María, dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret. Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma diligencia, hasta que Cristo «sea formado» plenamente en nosotros (cf. Ga 4, 19). Esta acción de María, basada totalmente en la de Cristo y subordinada radicalmente a ella, «favorece, y de ninguna manera impide, la unión inmediata de los creyentes con Cristo».[20] Es el principio iluminador expresado por el Concilio Vaticano II, que tan intensamente he experimentado en mi vida, haciendo de él la base de mi lema episcopal: Totus tuus. Un lema, como es sabido, inspirado en la doctrina de san Luis María Grignion de Montfort, que explicó así el papel de María en el proceso de configuración de cada uno de nosotros con Cristo: «Como quiera que toda nuestra perfección consiste en el ser conformes, unidos y consagrados a Jesucristo, la más perfecta de la devociones es, sin duda alguna, la que nos conforma, nos une y nos consagra lo más perfectamente posible a Jesucristo”.

-Yvette Camou-

Bibliografía:

Biblia de Jerusalén. Desclée de Brouwer. 2008. Bilbao, España.

Bilton, William G. ‘Devotion to the Immaculate Heart of Mary’. Entry at the Catholic Encyclopaedia/New Advent. 
Robert Appleton Co. Updated. 2014.

Papa Juan Pablo II, ‘Rosarium Virginis Mariae’. Carta Apostólica.  16 de Octubre del 2002. Roma.

Papa Pío XII. ‘Haurietis Aquas’.  Encíclica. 15 de Mayo de 1956. Roma.

Peyton, Patrick. ‘Father Peyton’s Rosary Prayer Book’. Ignatius Press. 2003. Page 94.

Schaff, Philip (Editor); Dods, Marcus;  Cleveland, Rose Elizabeth; Shaw, J.F. Rev.  “The Complete Works of Saint Augustine: The Confessions, On Grace and Free Will, The City of God, On Christian Doctrine, Expositions on the Book Of Psalms, . [Kindle Edition]. Amazon Digital Services.  August 3rd, 2011.

Von Speyr, Adrienne. ‘Handmaid of the Lord’. Ignatius Press. 1985. Pages 12, 163, 164.

Saturday, June 28, 2014

SAN PEDRO Y SAN PABLO COLUMNAS DE LA IGLESIA



SAN PEDRO Y SAN PABLO COLUMNAS DE LA IGLESIA
Esta fiesta es muy grande para los cristianos porque celebramos a aquellos dos apóstoles que Cristo eligió como "columnas" para continuar su obra, la Iglesia. Pedro recibió la misión de fundarla y gobernarla, Pablo, la misión de extenderla por el mundo. Recordándolos en un solo día tomamos conciencia de la doble dimensión de la Iglesia, una y católica.
Hermanas y hermanos:
1.  Pedro fue el primero en confesar la fe en Cristo. Ante la pregunta de Jesús a sus discípulos sobre qué piensan los hombres de él, Pedro, inspirado por el Espíritu Santo le responde: "Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo". Los demás discípulos no habían captado todavía lo esencial de la persona de su Maestro, o no tenían todavía la valentía para confesarlo en público. Pedro sí. Era como un alumno que pasa con éxito su primer examen. Por eso Jesús le hace un reconocimiento público: "Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Yo te daré las llaves del reino".
Pedro fue el primer Papa y su tarea fue la de darnos a conocer a Cristo y mantener la unidad de la Iglesia. Es la tarea de todos los Papas hasta el fin del mundo. A nosotros nos corresponde escuchar sus enseñanzas, apoyarlo en sus acciones, defenderlo ante las críticas y rezar por él siempre.
2.  Pablo, con su predicación, nos ayudó a conocer a Cristo. Él no lo conoció en vida sino después de su resurrección. Primero fue un perseguidor de los cristianos, pero después de su conversión camino a Damasco, llevó su mensaje a todos los pueblos paganos y los convirtió a la fe católica. Su lema era: "Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros?" (Rm 8, 31). Estaba convencido de que "nada ni nadie podrá separarnos del amor de Cristo" (Rm 8, 39).
Nosotros, como él, debemos sacar también toda nuestra energía de esa convicción:  "¡Todo lo puedo en Aquel que me conforta!" (Flp 4, 13). Hagamos frente a nuestra existencia, con sus alegrías y dolores, sostenidos por estas ideas-madre de San Pablo.
3.  Los dos apóstoles dieron su vida por Cristo. Por caminos diferentes ambos llegaron a Roma, la capital del imperio. A Pedro lo crucificaron cabeza abajo, a Pablo lo degollaron. Pero su voz no se apagó. Los nuevos cristianos sufrieron muchas persecuciones, se escondieron en las catacumbas, murieron devorados por los leones en el coliseo y en el circo romano, pero esa sangre hizo el milagro de convertir a Roma en pocos años en la capital del cristianismo. Por eso decía Tertuliano que "la sangre de los mártires es semilla de cristianos".
 Pidamos a Dios por intercesión de San Pedro y San Pablo la gracia de la perseverancia final y la valentía para dar la vida por Cristo, si fuera necesario, como la dieron ellos con el testimonio del martirio. Que así sea.

Friday, June 27, 2014

Católicos por niveles.

Católicos por niveles.
Vamos a clasificar a los católicos en 3 niveles:
1 nivel, los católicos que son bautizados, pero no practicantes. Son ese grupo de personas que "les toco" ser católicos, que asisten a misa como un acto social, y aún cuando no viven su fe, igual comulgan sí asisten a un matrimonio. Católicos que muy campantes, apoyan el aborto, la eutanasia, la vasectomía, el matrimonio gay, católicos que viven diciendo que los sacerdotes deberían casarse, que la iglesia tiene que modernizarse e incluso, discuten las verdades de la fe, con whisky en la mano, y todo aquel que sea practicante de su fe, les parece un fanático y un exagerado.
El nivel 2, es el grupo de Católicos que asisten a la misa dominical sin falta, porque tradicionalmente así ha sido, sus abuelos y sus padres lo hacían, luego ellos lo hacen, por guardar las sanas costumbres.
Son los católicos que "van"a misa porque hay que salir de eso temprano. Este grupo de católicos, lleva consigo las tradiciones y hasta se considera amigo del cura! Creen que la iglesia tiene un papel importante en la sociedad, pero evitan involucrarse en algo que los lleve a ser "más católicos".
Les gusta el papa, se confiesan de vez en cuando, pero de todos modos dicen: "el cura en su púlpito, y yo en mi casa". Más que eso, es exageración.
El nivel 3, es aquel que ha tenido un encuentro personal con el Señor, rezan el Rosario a diario y asisten a la Santa Misa todos los días. Es el católico que lee las encíclicas, sigue al Papa, sabe que quiere decir "fiesta de la misericordia", lee vidas de santos, lleva la medalla de la Virgen al cuello, tiene imágenes religiosas en la casa, lucha activamente contra el aborto etc.
No sólo tiene amigos sacerdotes sino también aspira a que sus hijos lo sean. Comulga de rodillas, entiende que quiere decir ayuno, y por obvias razones es considerado por el nivel 1 y 2 un fanático religioso, un exagerado y un loco.
Les tengo el nivel 3,5 de añadidura:  Son aquellos que creen conocer al pie de la letra todas las revelaciones. Aún cuando el hijo del hombre no sepa el día ni la hora de la segunda venida, este grupo sí se lo sabe!
Para ellos el libro del Apocalipsis es cosa de niños, el Papa se les queda cortico, incluso lo critican en sus alocuciones. Sólo aceptan la tradición, detestan las nuevas formas, la liturgia les parece pésima y les parece que el Concilio Vaticano II fue un error gravísimo. Ven en todo acto del Papa una posible traición a las sanas costumbres, se escandalizan porque el Papa rompe el protocolo y viven esperando un tsunami destruyendo a esta humanidad maligna y corrupta.
Para ellos, nada tiene arreglo y todo tiene un amplio componente satánico.
En fin! Para que esta clasificación? En primer lugar, para que quienes hacen parte del nivel 1, dejen la flojera y se comporten como verdaderos católicos! Se sacudan esa mentira de creer que porque son "personas de bien", hacen gran cosa.
Este primer nivel, esta muy lejos de comprender el valor de su fe y tienen que salir de su posición fría frente a su Dios.
El segundo nivel, debe dejar de lado la tibieza, la biblia no es un adorno para la sala ni el catolicismo una práctica de 45 minutos un Domingo, la fe es una dinámica diaria y un encuentro constante con el Señor. Este nivel de catolicismo exige un empujón que nos lleve a querer tener una amistad más estrecha e íntima con el cielo, una amistad más fiel y un encuentro personal con El.
El tercer nivel, debe perseverar! Así encuentre tropiezos y críticas constantes, debe crecer! Y sí en verdad se cree estar en este grupo, carguen consigo a los del nivel 1 y 2 con sus ayunos y sacrificios, pues a punta de críticas y juicios nadie se convierte!
El nivel 3, tiene una gran responsabilidad y es la de seguir creciendo y madurando en la fe. Los de este tercer grupo, que consideran que han descubierto la trascendencia de la vida en la fe, luche a favor de la verdad y salga de sí mismos, pues muchas veces olvidamos el carácter misionero de la iglesia y nos acomodamos diciendo que el ejemplo arrastra más que las palabras y con esta premisa, dejamos de llevar almas al Señor por estar jugando a ser buenas personas.
Es necesario predicar a tiempo y a destiempo, con palabras y obras!
Es necesario salir de la comodidad e ir en pos del prójimo que aún no conoce al Señor, hay que dar más!
Todos tenemos un poco de los tres niveles, una parte de mundanos, otra de cómodos y otra de practicantes. Todos cargamos con una buena cantidad de incoherencias, de tibieza y hasta de fanatismos.
Somos esto: la iglesia militante!
católicos caminando de diferentes maneras y a distinto paso.
Muchos como los del nivel 1, necesitados de ser evangelizados, más acompañados y tenidos en cuenta, pues a veces son esos samaritanos caídos en el camino a quienes no tendemos la mano, pero sí criticamos y juzgamos por su ignorancia.
Les pregunto: cuantos ayunan para que el mal se aparte de los del 1 nivel? Cuantos les predican y procuran llevarles la fe?
Condenando y emitiendo juicios contra ellos, no se convierten! Recordemos que Jesus nos advirtió, que algunos demonios sólo se ahuyentan con oración y ayuno y parece que nosotros quisiéramos la conversión mágica de los nuestros sin mucho esfuerzo.
Bueno, para terminar un par de cosas: y en que nivel estoy yo? Cómo saber por donde voy? No se, creo que esta clasificación puede ser medio santa o medio estúpida, pero hay que buscar la santificación de TODA la iglesia sin excepción.
Dejar de vivir criticando y dañando a los demás. Orar por la unidad de todos los movimientos de la Iglesia, las nuevas comunidades, los santos sacerdotes, pero también por los pecadores más empedernidos, pues sí hay alguna bondad en nosotros es inmerecida. Ya lo había dicho san Francisco: "todo es gracia".
Es tiempo de convertirnos en verdaderos misioneros. Hay que anunciar a todos, que el Reino de Dios esta en medio de nosotros.
P.D: se me olvidaban los del nivel 3,5: por favor, dejen de molestar y pónganse a trabajar por las almas sin tanto fanatismo, pues quien quiera salvar su vida la perderá, pero quien pierda su vida por Jesús, la salvara!
Un abrazo a todos!!!

la Humildad, la madre de todas las virtudes

La Humildad
- El católico santo, es un hombre lleno de virtudes, de cosas buenas, pero que además de tenerlas, no hace alarde de todas su cualidades.
El hombre santo es ante todo un hombre HUMILDE.
- En este folleto te platicaremos de esta gran virtud: LA HUMILDAD.
¿ QUE ES LA HUMILDAD ?
- Ser humilde es reconocer los DEFECTOS que tengo, y reconocer también mis CUALIDADES.
- Ser humilde es reconocer la verdad: que no soy más que criatura de Dios, imperfecta, necesitada, que cae una y otra vez en el pecado.
Pero a la vez reconocer que soy criatura amada infinitamente por Dios, redimida por Él y llamada a dar frutos en mi vida.
- Ser humilde es vivir sin buscar el aprecio de los demás, la fama y el poder. Es vivir sin que me importe lo que piensen los otros sobre mí, importándome solo lo que piensa Dios.
¿ COMO SE LOGRA LA HUMILDAD ?
- Para ser humilde es necesario, mirarme a mí mismo, de cara a Dios y no de cara a los hombres.- Aceptar que soy pequeño ante la grandeza de Dios. Reconocer que yo VALGO no por mí mismo, sino porque soy hijo de Dios, porque vengo de Él.
- Pensar que cualquier cualidad que tenga, todas se las debo solamente a Dios. Si realmente abrazo en mi corazón esta idea, no puede caber en mi alma, el orgullo, la soberbia, el amor propio.- Pensar también que los defectos que tengo, son porque la naturaleza humana es imperfecta.
Todos los hombres tienen defectos. Lo que es importante es aceptarlos y no negarlos y después trabajar, y luchar por mejorarlos.
- La SANTIDAD
consiste exactamente en aprovechar esas cualidades que Dios me dio para hacer SU VOLUNTAD, para hacer el bien y en trabajar en mis defectos que son obstáculo para lograr esto.
LA FALSA HUMILDAD
Habemos personas que por fuera aparentamos y fingimos ser humildes, inclinamos la cabeza, buscamos el último lugar, hablamos de nuestros defectos... pero por dentro nos creemos mucho:
no cedemos nunca, queremos hacer siempre nuestra voluntad, no aceptamos la crítica de un amigo, ni una corrección de un superior. Aparentamos ser sencillos, pero en nuestro interior siempre andamos sintiéndonos más que los demás.
Esta humildad es una humildad fingida. - Habemos otras personas que nos sentimos de verdad tan poca cosa, que nos da pena si alguien reconoce las cualidades que tenemos, que nos enfocamos exclusivamente en nuestros defectos.
Incluso a veces nos creemos tan humildes que nos sentimos desilusionados, abatidos, desalentados.
Esto es humildad mal entendida.
- Fíjate bien, ser humilde no es rechazar las cualidades que tienes,
¡Claro que las tienes!
Pero las tienes gracias a Dios y no por mérito propio. En tus manos está el incrementarlas y usarlas para bien.
- Es importante reflexionar que ser humilde tampoco significa conformarse con lo que uno es y decir: " como tengo defectos y los reconozco, así me quedaré".
LA VERDADERA HUMILDAD-
La VERDADERA HUMILDAD es reconocer con realismo todo lo bueno y todo lo malo que tengo, y después tomarlo en mis manos y saber que yo solo no puedo hacer nada con ello, pero CON LA AYUDA DE DIOS, puedo aumentar mis cualidades y corregir mis defectos para poder realizar la VOLUNTAD DE DIOS EN MI VIDA.
MEDIOS PARA LOGRAR LA HUMILDAD
- CONTEMPLAR A CRISTO humilde. Él, siendo nada más y nada menos que "el Hijo de Dios", siempre fue humilde y sencillo, desde su nacimiento hasta su muerte en la cruz, nunca hizo alarde de todas sus cualidades y poder.
Leyendo el Evangelio verás que Jesús siempre fue sencillo y humilde. Él mismo nos dijo: "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón".
- Pedir su ayuda a Dios en la ORACIÓN. Pedirle que me ayude a ser humilde. Recordaré que, solo nada puedo, con Él todo lo puedo.
- Empezar a SERVIR a los demás sin esperar ninguna recompensa o ser alabado por ello.
- Siempre que haga algo bueno, tratar de PASAR DESAPERCIBIDO.
- Aprender a RECIBIR AYUDA de los demás, aunque me cueste trabajo y procurar dar las gracias siempre.
- Decir NO A LA PRESUNCIÓN (tanto de cosas materiales como de mis cualidades, mis hazañas), en una palabra, tratar de no hablar tanto de mí mismo y escuchar más de los otros.
- Hacer un esfuerzo por observar, descubrir y APRECIAR LAS CUALIDADES DE LOS QUE ME RODEAN (padres, hermanos, familiares, compañeros de trabajo, amigos y enemigos).
- Enseñarme a PEDIR PERDÓN cuando haya ofendido a otra persona y a reconocer mis faltas frente a los demás cuando me equivoque. Esto no me hace menos, al contrario, me hace más valioso.
- Recordar la frase de San Agustín:
"SI; quieres ser grande, comienza por ser pequeño"
- Si quiero levantar una fábrica de santidad, colocaré primero el cimiento fuerte de la humildad.
- La humildad es madre de muchas de las virtudes y la soberbia de muchos los pecados.
ORACIÓN POR LA HUMILDAD
(P. Ignacio Larrañaga)
Señor Jesús, manso y humilde.Desde el polvo me sube y me domina esta sed de que todos me estimen, de que todos me quieran. Mi corazón es soberbio. Dame la gracia de la humildad, mi Señor manso y humilde de corazón.No puedo perdonar, el rencor me quema, las críticas me lastiman, los fracasos me hunden, las rivalidades me asustan.No sé de donde me vienen estos locos deseos de imponer mi voluntad, no ceder, sentirme más que los otros.. Hago lo que no quiero. Ten piedad, Señor, y dame la gracia de la humildad.Dame la gracia de perdonar de corazón. La gracia de aceptar la crítica y aceptar cuando me corrijan.
Dame la gracia poder, con tranquilidad, criticarme a mí mismo. La gracia de mantenerme sereno en los desprecios, olvidos e indiferencias de otros.
Dame la gracia de sentirme verdaderamente feliz, cuando no figuro, no resalto ante los demás, con lo que digo, con lo que hago.Ayúdame Señor, a pensar menos en mí y a abrir espacios en mi corazón para que los puedas ocupar Tú y mis hermanos.
En fin, mi Señor Jesucristo, dame la gracia de ir adquiriendo poco a poco un corazón manso, humilde, paciente y bueno.Cristo Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo. Así sea.
Revestíos de humildad hacia los demás, porque Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes - 1 Pedro 5:5.
Dios dice que cuando eres humilde, eres libre de orgullo y arrogancia. Tú sabes que en tu carne eres inadecuado, pero también sabes quién eres en Cristo.Tú eres capaz de ser un pacificador, sin necesidad de luchar por tus derechos. Tu eres capaz de caminar humildemente en el poder del Espíritu Santo de Dios, no tu propio poder personal.La humildad divina es estar a gusto con lo que eres en el Señor y por lo tanto poner a otros primero. El sentido de humildad en la Biblia es uno de amar a otros, no siendo débil.
“No hagan nada por egoísmo o vanidad, sino con humildad consideren a los demás como superiores a sí mismos” – Filipenses 2:3.
Jesús nos dio un buen ejemplo de la humildad en acción. A pesar de que era humilde, también era fuerte. Que soy manso y humilde de corazón – Mateo 11:29.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús: Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa ha que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres. Más aún, hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz – Filipenses 2:5-8.
Puedes desactivar los argumentos cuando eres humilde y no tienes que ganar cada discusión. La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor” – Proverbios 15:1.
Tú puedes manejar el tratamiento injusto pacíficamente cuando eres humilde y puedes responder al tratamiento injusto sin ser vencido por la amargura. La humildad piadosa significa que tú no sientes una necesidad de venganza. Deshágase de toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Sea amable y compasivos unos con otros, perdonándoos unos a otros, al igual que en Cristo Dios los perdonó a ustedes – Efesios 4:31-32.
Cuando eres humilde, puedes responder y aprender de las críticas sin una actitud defensiva, si es merecido o no. Del mismo modo, tú puedes ser consciente de tus fracasos sin ser emocionalmente devastado.Tú puedes pedir perdón cuando eres humilde. Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” – Mateo 5:23-24.
Tu puedes hablar con cortesía y con amor, independientemente de la situación, incluso si tienes que ser firme o tomar acciones fuertes. No permita que ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca,sino lo que es útil para la construcción de otros de acuerdo a sus necesidades, que puede beneficiar a aquellos que escuchan – Efesios 4:29.
Cuando nos humillamos, nos sentimos fuertes en el Señor. No necesitamos estar a la defensiva, porque cuando escuchamos como creyentes al Padre, Él nos dice que debemos examinar nuestros motivos y actitudes. También debemos examinar la forma en que tomamos la acción y cuando lo hacemos, tenemos que mantener un espíritu de humildad: Jesús fue humilde de espíritu, sin embargo, corrió a los cambistas del templo (Mateo 21:12 y Marcos 11:15-16).
Cuando entendemos y ponemos en práctica lo que la Biblia dice sobre Dios y la humildad podemos vivir pacíficamente y humildemente en la vista de Dios y nuestros prójimos.

Dios Padre tierno que nos ama y nos tiene de la mano: el Papa Francisco en la homilía en la casa de Santa Marta

 



Dios, padre tierno que nos ama y nos tiene de la mano: el Papa Francisco en la homilía en la casa de Santa Marta





Para comunicar su tierno amor de Padre al hombre, Dios necesita que el hombre se haga pequeño. Es el pensamiento que Papa Francisco desarrolló en la homilía de la Misa matutina presidida en la Casa de Santa Marta, en el día en que la Iglesia celebra al Sagrado Corazón de Jesús.
No espera sino “da”, no habla sino “reacciona”. No hay sombra de pasividad en el modo en que el Creador entiende el amor por sus criaturas. Papa Francisco lo explica al comienzo de una homilía en la cual se centra en el Corazón de Jesús celebrado en la liturgia. Dios, afirmó, “nos da la gracia, la alegría de celebrar en el corazón de su Hijo las grandes obras de su amor. Podemos decir que hoy es la fiesta del amor de Dios en Jesucristo, el amor de Dios por nosotros, el amor de Dios en nosotros”:

“Hay dos aspectos de amor. En primer lugar, el amor está más en el dar que en el recibir. El segundo aspecto: el amor está más en las obras que en las palabras. Cuando decimos que está más en dar que en recibir, es que el amor se ‘comunica’: siempre comunica. Es recibido por la persona amada. Y cuando decimos que está más en los hechos que en las palabras: el amor siempre da vida, hace crecer”. 

Pero para “comprender el amor de Dios”, el hombre tiene necesidad de buscar una dimensión inversamente proporcional a la inmensidad: es la pequeñez, dice el Papa, “la pequeñez del corazón”. Moisés, recuerda, explica al pueblo judío que ha sido elegido por Dios porque era “el más pequeño de todos los pueblos”. Mientras Jesús en el Evangelio alaba al Padre “porque ha escondido las cosas divinas a los sabios y las ha revelado a los pequeños”. Así, observa Papa Francisco, lo que Dios busca en el hombre es una “relación de papá-hijo”, lo “acaricia”, le dice: “yo estoy contigo”:

“Esta es la ternura del Señor, en su amor; esto es aquello que Él nos comunica, y da fuerza a nuestra ternura. Pero si nosotros nos sentimos fuertes, no experimentaremos nunca la caricia del Señor, ‘las’ caricias del Señor, tan bellas ... tan hermosas. ‘No temas, Yo estoy contigo, te llevo de la mano’... Son todas palabras del Señor que nos hacen comprender ese misterioso amor que Él tiene por nosotros. Y cuando Jesús habla de sí mismo, dice: ‘Yo soy manso y humilde de corazón’. También Él, el Hijo de Dios, se abaja para recibir el amor del Padre”. 

Otro signo particular del amor de Dios es que Él nos amó a nosotros “primero”. Él está siempre “primero que nosotros”, “Él está esperando por nosotros”, asegura Papa Francisco, que termina pidiendo a Dios la gracia “de entrar en este mundo tan misterioso, sorprendernos y tener paz con este amor que se comunica, que nos da alegría y nos lleva por el camino de la vida como a un niño, de la mano”:

“Cuando llegamos, Él está. Cuando lo buscamos, Él nos ha buscado antes. Él siempre está adelante nuestro, nos espera para recibirnos en su corazón, en su amor. Y estas dos cosas pueden ayudarnos a comprender este misterio de amor de Dios con nosotros. Para expresarse necesita de nuestra pequeñez, de nuestro abajamiento. Y, también, necesita nuestro asombro cuando lo buscamos y lo encontramos ahí, esperándonos”.

Thursday, June 26, 2014

Como se forman las sectas?

Como se forman las sectas
Las formas de surgimiento de las sectas son:
1- POR PRODUCTO DEL RESENTIMIENTO DEL O LOS LIDERES Y FUNDADORES.
Cuestión de origen: conducta inmoral, incorrecta, herejía, etc.Produce: expulsión, alejamiento, escisión u oposición de/a una religión primigenia o establecida, etc.
Características: intolerancias dogmáticas, envidia y afán de poder, fanatismo, fundamentalismo, etc.
2- POR LUCRO ECONÓMICO DEL O LOS LIDERES Y FUNDADORES.
Cuestión de origen: codicia, avaricia, ventajismo y “revanchismo” social, etc. Produce: explotación y sometimiento, comercio fraudulento, dolo, ejercicio ilegal de la medicina, acoso psicológico, etc. Características: persuasión publicitaria, inducción al temor, etc.
3- POR ALTERACIONES PSICOLÓGICAS EN EL O LOS LIDERES Y FUNDADORES.
Cuestión de origen: psicosis funcional: arteriosclerótica y senil, alcohólica, paresia general. Psicosis orgánica: maniaca, depresiva y esquizofrenia (paranoico, catatónico, hebefrénico) Produce: crisis, desbordes, histeria, psicosis en masa, suicidios colectivos, etc. Características: delirio mesiánico y místico, perversiones sexuales, perdida de contacto con la realidad, carisma, egocentrismo, egolatría, personalidad autoritaria, etc.
4- POR INTERRELACIÓN DE LAS ANTERIORES.
La cohesión de un grupo es parte de la vida misma del individuo, es resultado de la adhesión afectiva y cognoscitiva de los miembros del grupo mismo, o de la atracción positiva que el grupo, sus normas, sus valores y sus objetivos, que ejercen sobre sus miembros.La atracción hacia un grupo depende de diversos factores y es lo que diferencia los varios tipos de atracción: por filiación puramente afectiva (grupo familiar y de amistad), por identidad de intereses profesionales o sociales (Sindicato, Colegio Profesional, Partido Político), por analogía de motivaciones (grupo de diversión, religioso, club, bandas,...).*Las formas de ingreso por analogía de motivaciones a un grupo religioso de conducta sectaria son:
1- Por captación proselitista.· El sujeto descubre a la secta por propagandas en los medios de comunicación, publicidad callejera o contacto con desconocidos.
2- Por inducción afectiva. Un amigo, vecino, conocido, o familiar le invita a acercarse al grupo.
3- Por correspondencia hereditaria.· La víctima nace en un entorno familiar en el que participan en un grupo sectario o dentro de la secta misma.
A- Si la secta aparenta nuevos conceptos dogmáticos, seguros y claros.Atrae a quien tiene inseguridad y poca claridad en sus dogmas.El resultado será atractivo pero capcioso ya que la secta se encuentra sumida en dogmas inseguros, confusos e ilógicos. Por consiguiente, creará más confusión dogmática.
B- Si la secta aparenta soluciones económicas.Atrae a quien se encuentra con problemas económicos.El resultado será atractivo pero capcioso ya que la secta sólo requiere del adepto como potencial cliente, quien terminará en peores condiciones económicas.
C- Si la secta aparenta soluciones emocionales.Atrae a quien posee problemas emocionales.El resultado será atractivo pero capcioso ya que los componentes de la secta se encuentra sumidos en distintos problemas emocionales y posiblemente el sujeto culmine con dificultades graves.
Otra característica en los individuos atraídos por las sectas es la seguridad intelectual el “yo no seré captado jamás” y esto produce lo que denomino “compatibilidad atrayente de iguales por ilusión”.
Ejemplo que resulta demostrado principalmente en los grupos de conducta sectaria filosóficos o comerciales. A manera de ejemplo:
D- Si el grupo aparenta crecimiento y desarrollo humano.Atrae a quien ya cree estar desarrollado humanamente, aunque no cree estarlo suficientemente.El resultado será retroceso en el desarrollo humano o económico del sujeto.Como hemos visto en este estudio, en ambas y disímiles teorías los resultados son análogos. Los motivos del surgimiento de la sectas y captación de individuos pueden ser diversos. Las sectas surgen en estados pobres y ricos, sus adeptos son de los más variados niveles sociales, los que creen estar emocionalmente equilibrados y los que saben que no lo están.
¿quién está libre de la captación de las sectas?
Una solución, a parte de este interrogante, es la aplicación del análisis critico, la fe, esperanza, y proponerle razonamiento o decididamente actuar por quien las emociones o las facultades mentales no se lo permitan.
*Diccionario de psicología. Equipo de redacción Pal. Ediciones Orbis. Barcelona 1987.

Papa Francisco : Jesús no era un moralista, un negociante o un guerrillero, Jesús es el Buen Pastor y por eso la gente lo sigue

Jesús no era un moralista, un negociante o un guerrillero, Jesús es el Buen Pastor y por eso la gente lo sigue: homilía del Papa en Santa Marta



 La gente sigue a Jesús porque reconoce que es el Buen Pastor. Lo subrayó el Papa Francisco esta mañana en la homilía de la misa en la Casa de Santa Marta. El Papa advirtió del peligro de los que reducen la fe a moralismo, siguen una liberación política o buscan acuerdos con el poder.

¿Por qué la gente seguía a Jesús? Es la pregunta con la que el Papa Francisco desarrolló su homilía centrada en el pueblo y en la enseñanza del Señor. Jesús, señaló, fue seguido por la multitud porque “estaban admirados por su enseñanza”, “sus palabras maravillaban su corazón y se asombraban de encontrar algo tan bueno y grande”. Los otros en cambio “hablaban, pero no llegaban a la gente”. El Papa, enumeró cuatro grupos de personas que hablaban en la época de Jesús: en primer lugar, los fariseos. Estos, dijo, “hacían del culto de Dios, de la religión, una serie de mandamientos, y de los diez que había hacían más de trescientos”. Cargaban “este peso” sobre los hombros de la gente. Era, añadió el Papa, “una reducción de la fe en el Dios vivo a la ¡casuística!”. Y había también “contradicciones de la casuística más cruel”.

“Pero tienes que cumplir - por ejemplo - el cuarto mandamiento; "¡Sí, sí, sí '; “Hay que dar de comer a tu padre anciano, a tu anciana madre! '; “¡Sí, sí, sí”; "Pero como usted sabe, yo no puedo hacerlo, porque he dado mi dinero al templo!”; '¿Usted no lo hace? ¡Sus padres mueren de hambre! Es así: contradicciones de la casuística más cruel. ¡El pueblo los respetaba, porque la gente es respetuosa. Los respetaba, pero no los escuchaban! Se iban...”

Otro grupo, dijo, era aquel de los Saduceos. “Estos – observó – no tenían fe, ¡habían perdido la fe! Hacían su oficio religioso en el camino de los acuerdos con los poderes: los poderes políticos, los poderes económicos. “Eran hombres de poder”. Un tercer grupo, prosiguió, “era aquel de los revolucionarios”, o bien, los zelotas que “querían hacer la revolución para liberar al pueblo de Israel de la ocupación romana”. Pero el pueblo, notó Francisco, “tiene buen sentido y sabe distinguir cuando la fruta está madura y cuando ¡no hay!. ¡Y no los seguía!”. El cuarto grupo, afirmó pues, era de “gente buena: se llamaban los Esenios”. Eran monjes que consagraban su vida a Dios. Aun así, advirtió, “ellos estaban lejos del pueblo y el pueblo no podía seguirlos”.
Estas, afirmó el Pontífice, “eran las voces que llegaban al pueblo y ninguna de estas voces tenía la fuerza de enardecer el corazón del pueblo”. “¡Pero Jesús sí! Las multitudes -explicó el Papa- estaban asombradas: oían a Jesús y su corazón ardía; el mensaje de Jesús llegaba al corazón!”. Jesús, reiteró Francisco, “se acercaba al pueblo”, “sanaba el corazón del pueblo”, comprendía las dificultades. Jesús, dijo aún el Papa, “no tenía vergüenza de hablar con los pecadores, iba a encontrarlos”, Jesús “sentía gozo, le daba gusto ir con su pueblo”. Y esto porque Jesús es “el Buen Pastor”: las ovejas oyen su voz, y lo siguen.

“Es por esta razón que la gente seguía a Jesús, porque era el Buen Pastor. No era ni un fariseo casuístico moralista, ni un saduceo que hacía negocios sucios con los políticos y los poderosos, ni un guerrillero que buscase la liberación política de su pueblo, ni un contemplativo del monasterio. ¡Él era un pastor! Un pastor que hablaba la lengua de su pueblo, lo entendían, decía la verdad, las cosas de Dios: ¡no negociaba nunca las cosas de Dios! Sino que las decía de tal manera, que la gente amaba las cosas de Dios. Por esto lo seguían".

“Jesús - prosiguió Francisco - nunca se alejó de la gente y nunca se apartó de su Padre”. Jesús, afirmó el Papa, “estaba muy unido con el Padre: ¡Él era uno con el Padre!”, y por esto estaba “muy cercano a la gente”. Él “tenía esta autoridad y por esto el pueblo lo seguía”. El Papa ha invitado a contemplar a Jesús, el Buen Pastor porque Él nos hará pensar a quien nos gusta seguir.

“¿A mí, a quién me gusta seguir? ¿A los que me hablan de cosas abstractas o de casuísticas morales; aquellos que se hacen llamar del pueblo de Dios, pero no tienen fe y lo negocian todo con los poderes políticos y económicos; aquellos que siempre quieren hacer cosas extrañas, cosas destructivas, las llamadas guerras de liberación, pero que al final no son los caminos del Señor; o un contemplativo apartado? ¿A mí, a quién me gusta seguir?”

“Que esta pregunta - concluyó el Papa - nos haga llegar a la oración y pedir a Dios, al Padre, que nos acerque a Jesús para seguir a Jesús, para ser sorprendidos por lo que Jesús nos dice”.  


Que quiere decir el Papa Francisco cuando dice que el celibato no es un dogma?

Cuando el Papa Francisco dice que el celibato sacerdotal no es dogma de fe y que la puerta está abierta para cambiar las normas, no dice que ya se va a hacer, sino que se podría aceptar que se dé el sacerdocio a hombres casados si en un momento determinado se viera necesario. Pero también afirma que el celibato es un don que el Espíritu Santo ha dado a la Iglesia y que él lo aprecia mucho.
 
Lo que dijo el Papa Francisco

En el marco de su viaje a Tierra Santa, el pasado 26 de mayo, el Papa Francisco concedió una rueda de prensa en el avión en el que regresaba a Roma.Un periodista alemán le preguntó, en concreto, si en su diálogo con el patriarca Bartolomé, de los ortodoxos, se había hablado sobre la posibilidad de que se cambiara la norma del celibato sacerdotal en la Iglesia Católica.

El Papa contestó: La Iglesia católica tiene sacerdotes casados, ¿no? Los católicos griegos, los católicos coptos, ¿no? Hay sacerdotes casados en el rito oriental. Porque el celibato no es un dogma de fe: es una regla de vida que yo aprecio tanto y creo que es un don para la Iglesia. No siendo un dogma de fe, está siempre la puerta abierta: en este momento no hemos hablado de esto, como programa, al menos en este tiempo. Tenemos cosas más fuertes que emprender. Con Bartolomé este tema no es tocado, porque, de verdad, es secundario en las relaciones con los ortodoxos, en este sentido.

Estas palabras del Papa han causado, por lo menos, extrañeza entre algunos católicos y es conveniente ilustrarnos un poco sobre el celibato sacerdotal.

Una norma salida de la experiencia de la Iglesia  

El que los sacerdotes no se casen no es un mandato de Cristo, ya que Él ordenó a los apóstoles, y por lo que se sabe, de ellos sólo san Juan era soltero.

Lo mismo sucedió cuando los apóstoles decidieron ordenar diáconos, de ellos se sabe, por ejemplo, que el diácono Felipe tenía dos hijas que eran miembros activos de la comunidad cristiana, y a ellos y a los obispos les pide san Pablo que sean papás ejemplares y esposos de una sola mujer.

Durante los primeros siglos de la Iglesia los tres grados del Orden Sagrado se daban a hombres casados.

Una de las características del cristianismo es el aprecio al celibato inspirado por Jesús, que nos habla de los que renuncian al matrimonio por el Reino de los Cielos (Mt 19, 12) y por san Pablo, célibe él mismo, que nos dice que el hombre casado se preocupa por Dios y por las necesidades de su familia, en cambio, el célibe sirve a Dios con el corazón sin división (1 Cor 7, 32-34).

El celibato no es un mandato, es un consejo y como tal fue practicado muy pronto en la Iglesia primitiva por los monjes y las vírgenes consagradas, que son nuestros actuales religiosos. En un principio había, pues, casados que eran ordenados sacerdotes, y célibes monjes que también eran ordenados sacerdotes. Reconociendo la excelencia del celibato, la Iglesia comenzó a pedirlo a aquellos que aspiraban a ser sacerdotes ya desde el Concilio provincial de Elvira, en España, a principios del siglo IV, antes de que Constantino diera la libertad a los cristianos.

Fue en el Concilio de Trento, iniciado en 1545, cuando la Iglesia Latina manda que sólo se dé el sacerdocio a los célibes. La Iglesia Oriental, también católica, mantuvo la tradición de ordenar a casados o a célibes opcionalmente hasta la fecha.

La definición de este tema se debió al ataque de las iglesias protestantes contra el celibato tanto en los sacerdotes como en los religiosos que fueron suprimidos por la así llamada Reforma, hasta la fecha.

Situación actual

Cuando el Papa Francisco dice que el celibato sacerdotal no es dogma de fe y que la puerta está abierta para cambiar las normas, no dice que ya se va a hacer, sino que se podría aceptar que se dé el sacerdocio a hombres casados si en un momento determinado se viera necesario. Pero también afirma que el celibato es un don que el Espíritu Santo ha dado a la Iglesia y que él lo aprecia mucho.

A mí me llama la atención que en las encuestas realizadas sobre cuáles profesionistas son los más felices, los sacerdotes quedan en uno de los primeros lugares, ¡y son célibes!

Consideramos que nuestro celibato nos es algo que nos oprime, sino que nos motiva a una entrega generosa a Dios y a nuestros hermanos.

En las Iglesias Orientales, Católicas u Ortodoxas, en donde el celibato es opcional, vemos cómo son muchos los que siendo célibes optan por el sacerdocio.

El celibato sacerdotal no es un desprecio al Matrimonio, sacramento excelente, sino una consagración a Dios con todo el corazón y para toda la vida.

El hecho de que algunos sacerdotes abandonen su ministerio por el Matrimonio, o sean obligados a dejarlo, no habla mal del celibato sacerdotal, ya que la inmensa mayoría de los sacerdotes siguen optando por el celibato, y cada año se ordenan nuevos sacerdotes, adultos, que aceptan libremente su celibato por el Reino de los Cielos, en un tiempo en que la cultura reinante exalta la sexualidad y el placer.