Thursday, December 27, 2007

Nuestro Salvador ha nacido hoy


«Nuestro Salvador ha nacido hoy; alegrémonos.
No puede haber, en efecto, lugar para la tristeza,
cuando nace aquella vida que viene a destruir el temor de la muerte
y a darnos la esperanza de una eternidad dichosa.

Que nadie se considere excluido de esta alegría,
pues el motivo de este gozo es común para todos;
nuestro Señor, en efecto, vencedor del pecado y de la muerte,
así como no encontró a nadie libre de culpa, así ha venido para salvarnos a todos.

Alégrese, pues, el justo, porque se acerca a la recompensa;
regocíjese el pecador, porque se le brinda el perdón;
anímese el pagano, porque es llamado a la vida».

(SAN LEÓN MAGNO, Sermón 1 sobre la Natividad, 1-3).

Thursday, December 13, 2007

Oído y lengua

de P. Roberto Mena, ST


Una fábula antigua narra que Júpiter puso dos alforjas sobre los hombros de los seres humanos. En la alforja de adelante van los defectos de los demás; por eso continuamente los estamos criticando. En la alforja de la espalda llevamos los defectos propios; por eso casi no los vemos.

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Cuentan que Alejandro Magno solía taparse un oído con la mano cuando le traían quejas contra otra persona, pues el otro lo dejaba para escuchar al acusado.

Santa Teresa de Jesús jamás hablaba mal de los demás, las otras personas tenían las espaldas bien guardadas con ella.

“La lengua es un miembro pequeño y puede gloriarse de grandes cosas” (St .3,6). Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los seres humanos, hechos a imagen de Dios; de una misma boca proceden la bendición y la maldición” (St , 6, 9-11). Nos sirve para elogiar, decir la verdad, anunciar buenas noticias, y gracias a ella podemos entendernos; sin embargo, con la lengua también mentimos ofendemos e injuriamos .

En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T.

¿Qué es el tiempo de Adviento?

por P. Roberto Mena, S.T.

¿Qué significa para los católicos el tiempo de Adviento? ¿Para qué existe?

Es la época del ciclo litúrgico en que nos preparamos para la venida de Jesucristo.

La venida de Cristo a la tierra es un acontecimiento tan inmenso que Dios quiso prepararlo durante siglos, con un Adviento que duró cuatro mil años, henchido con el anhelo de todas las almas santas del Antiguo Testamento que no cesaban de pedir por la venida del Mesías el Salvador.

Esta venida es triple:

- CRISTO VINO EN LA CARNE Y EN LA DEBILIDAD

-VIENE EN EL ESPÍRITU Y EN EL AMOR

- Y VENDRÁ EN LA GLORIA Y EN EL PODER.

UNA PRIMERA VENIDA SE REALIZÓ CUANDO EL VERBO DIVINO SE HIZO HOMBRE EN EL SENO PURÍSIMO DE MARÍA y nació -niño débil y pobre- en el pesebre de Belén, la noche de Navidad hace veinte siglos.

LA SEGUNDA VENIDA ES CONSTANTE, hecho de perenne actualidad en la historia de la Iglesia y en la vida íntima de las almas. Por la acción misteriosa del Espíritu de Amor, Jesús está naciendo constantemente en las almas, su nacimiento místico es un hecho presente o mejor dicho es de ayer, y de hoy, y de todos los siglos.

LA TERCERA VENIDA DE CRISTO -QUE SERÁ EN LA GLORIA, EL PODER Y EN EL TRIUNFO- es la que clausurará los tiempos e inaugurará la eternidad. Jesús vendrá, no a redimir, como en la primera venida, ni a santificar, como en la segunda; sino a juzgar, para hacer reinar la verdad y la justicia, para que prevalezca la santidad, para que se establezca la paz, para que reine el amor.

El año eclesiástico se abre con el Adviento.

La Iglesia nos alerta con cuatro semanas de anticipación para que nos preparemos a celebrar la Navidad, el nacimiento de Jesús y, a la vez, para que, con el recuerdo de la primera venida de Dios hecho hombre al mundo estemos muy atentos a estas otras venidas del Señor.

El Adviento es tiempo de preparación y esperanza. "

Ven Señor y no tardes ".

Este es un tiempo para hacer con ESPECIAL FINURA EL EXAMEN DE NUESTRA CONCIENCIA Y DE MEJORAR NUESTRA PUREZA INTERIOR PARA RECIBIR A DIOS.

Es el momento para ver cuales son las cosas que nos separan del Señor y quitarnos todos aquello que nos aleja de El. Es por eso importante ir a las raíces mismas de nuestros actos, a los motivos que inspiran nuestras acciones y después acercarnos al SACRAMENTO DE LA PENITENCIA O RECONCILIACIÓN, para que se nos perdonen nuestros pecados.

Así cuando llegue el día de Navidad, nuestra alma estará dispuesta para recibir a Jesús. Es necesario mantenernos en estado de vigilia para luchar contra el enemigo que siempre estará acechándonos para alejarnos del bien.

CUIDEMOS CON ESMERO NUESTRA ORACIÓN PERSONAL, evitemos la tibieza y mantengamos vivo el deseo de santidad.

ESTEMOS VIGILANTES CON MORTIFICACIONES PEQUEÑAS, que nos mantengan despiertos para todo lo que es de Dios, y atentos a evitar todo lo que nos desvíe del camino hacia El.

PIDAMOS PERDÓN AL SEÑOR SI LE OFENDEMOS Y PROFUNDICEMOS EN EL SENTIDO DEL ADVIENTO. Ten presente "QUIEN ES EL QUE VIENE, DE DONDE VIENE Y PORQUE VIENE". Con el corazón limpio salgamos a recibir a Nuestro Rey, que está por venir. María será nuestra ayuda y nos enseñará el camino para llegar a Jesús.

En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T.