Thursday, January 31, 2008

Pensamientos del Papa Benedicto para este año

1. La Cuaresma nos estimula a descubrir de nuevo la misericordia de Dios para que también nosotros lleguemos a ser más misericordiosos con nuestros hermanos.
2. Según las enseñanzas evangélicas, no somos propietarios de los bienes que poseemos, sino administradores: por tanto, no debemos considerarlos una propiedad exclusiva, sino medios a través de los cuales el Señor nos llama, a cada uno de nosotros, a ser un medio de su providencia hacia el prójimo.
3. «Si alguno que posee bienes del mundo, ve a su hermano que está necesitado y le cierra sus entrañas, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios?» (1Jn 3,17).
4. Socorrer a los necesitados es un deber de justicia aun antes que un acto de caridad.
5. Si al cumplir una buena acción no tenemos como finalidad la gloria de Dios y el verdadero bien de nuestros hermanos, sino que más bien aspiramos a satisfacer un interés personal o simplemente a obtener la aprobación de los demás, nos situamos fuera de la óptica del Evangelio. 6. El Padre celestial recompensa nuestras limosnas con su alegría.
7. San Pedro cita entre los frutos espirituales de la limosna el perdón de los pecados. «La caridad -escribe- cubre multitud de pecados» (1 Pedro 4,8).
8. La limosna, acercándonos a los demás, nos acerca a Dios.
9. El don más grande que podemos ofrecer a los demás [es] el anuncio y el testimonio de Cristo, en cuyo nombre está la vida verdadera.
10. María, Madre y Sierva fiel del Señor, ayude a los creyentes a llevar adelante la «batalla espiritual» de la Cuaresma armados con la oración, el ayuno y la práctica de la limosna, para llegar a las celebraciones de las fiestas de Pascua renovados en el espíritu. Con este deseo, os imparto a todos una especial Bendición Apostólica.

ALGUNOS CONSEJOS

Para triunfar es preciso que seas dueño de tí mismo y pongas toda tu energía al servicio de tu realización personal.

Si conservas la mente lúcida y mantienes el control de tus emociones, podrás superar cualquier situación, como capitán que debes ser, de tu propia vida.

Lleva las riendas de tu conducta y mantén bajo control todas tus acciones. Tu conciencia puesta al servicio de tu crecimiento y superación, es la que debe comandar tu voluntad.

El estrés dificulta tu paz interior, afecta tu salud, tu felicidad y tu vida. Para evitarlo, renuncia a querer lograr objetivos de manera acelerada y forzosa. Aprende a utilizar el tiempo en forma adecuada. Evita tensionarte por querer hacer varias cosas a la vez.

No empujes el río, déjalo correr a su ritmo. No te amargues imaginando futuros llenos de dificultades. Mira tus problemas con objetividad y hasta con buen humor y saca provecho de tus errores.

Reconoce el valor y el poder dinámico de la palabra. Que lo que digas sea verdad y que tus palabras sean las adecuadas, que reconozcan la dignidad humana y realcen los valores humanos.
Utiliza tus palabras sólo para agradecer, para bendecir, para servir, orientar, aconsejar y promover acciones positivas de superación, crecimiento y armonía entre todas las personas.
Descontamina tu palabra de mentiras, pues son una forma de violencia. Nunca utilices tu palabra con rudeza ni en forma grosera. Usa el poder de tu palabra sólo para dignificarte.

Al final, no nos acordaremos tanto de las palabras de nuestros enemigos, sino de los silencios de nuestros amigos.

(Martin Luther King, Jr.)

Alegrías y tristezas

En la vida hay algunas tristezas. Y también alegrías. Las tristezas te muestran quién eres y cuáles son las cosas realmente importantes. Las alegrías te muestran cuán increíblemente maravilloso puede llegar a ser todo eso.

Las tristezas te ayudan a comprender cuán buenas han sido las cosas. Las alegrías te ofrecen una visión maravillosa de un solo golpe de vista y te estimulan, mostrándote cuánto mejor podría llegar a ser.

Si no existiese la posibilidad de sentir tristeza no habría manera de vivenciar alegrías. Así, tanto tristezas como alegrías contribuyen a esa riqueza integral que ofrece la vida.

A través de la tristeza te fortaleces y en la alegría aprovechas esa fortaleza positivamente. En medio de la tristeza aprendes lecciones profundamente dolorosas, y en las alegrías construyes cosas buenas a partir de lo que has aprendido.

¿POR QUÉ DIOS PERMITE EL MAL Y QUE TRIUNFEN LOS MALOS?

A pesar de las interrogantes, es importante destacar que hay conciencia de decir “El permite demasiadas cosas”. Desde ese punto de vista, inconcientemente estamos diciendo que Dios no causa, no es responsable. En efecto, es así, siendo Dios infinitamente bueno, siendo El toda Bondad, todo Misericordia, y la perfección misma, no puede ser causante del mal, El es Bueno.

Dios lo ha hecho todo bien y causa todo los bueno que tenemos. Pero nuestra pregunta se repite siempre, ¿Entonces si Dios no quiere el mal, porque permite que exista?

Dios nos hizo seres libres, y nosotros podemos elegir libremente vivir en el bien o vivir en el mal. Por otra parte debemos darnos cuenta que El quiere que lleguemos a conocerlo en libertad.

Sin embargo aún sigue la pregunta, ¿pero porque Dios no le pone atajo al mal, porque permite que exista?

Dios nos hizo hombres libres y así deja que el hombre se regule por sus leyes y formas de vida. Así mismo, el hombre tiene además la libertad para que exista el mal, esto es, la existencia del mal desde siempre es responsabilidad el hombre, que no ha querido usar bien el más valioso regalo de Dios, la libertad.

“Desde los días de vuestros padres venís apartándoos de mis preceptos y no los observáis. Volveos a mí y yo me volveré a vosotros, dice Yahvé Sebaot. - Decís: ¿En qué hemos de volver? - ¿Puede un hombre defraudar a Dios? ¡Pues vosotros me defraudáis a mí! - Y aún decís: ¿En qué te hemos defraudado? (Malaquías (Sagrada Biblia de Jerusalén) 3, 7:8)

Y así es como el mal en el mundo no es fruto de la Voluntad de Dios, sino del mal uso que hemos dispuesto de la libertad que Dios nos regalo.

Dios no manda a matar, ni a robar, ni a explotar a nadie, al contrario nos pide vivir en paz con todos. Pero el hombre a querido dejarse dominar por la soberbia, dejarse llevar por el orgullo, el hombre libremente es egoísta y no quiere compartir con otros los que cree suyo y no reconoce lo que Dios le da, la mentira ha pasado a ser un modo de vida, la ambición se ha enquistado en muchas almas, de tal modo que la maldad crece en el corazón creando el desamor por sus semejantes, impulsado la violencia y permitiendo la injusticia, males con los cuales ya nos vamos acostumbrando a convivir con ellos.

La Voluntad de Dios es que todos los seres humanos nos salvemos y lleguemos al conocimiento de la Verdad, sin embargo la paradoja, es que sabemos que El no quiere que caminemos por sendas del mal, nos pide con insistencia un cambio de actitud y no nos detenemos para cambiar a un mejor camino. En otras palabras el mal se sucede porque nosotros lo escogemos y por tanto causamos otros males en el mundo.

Con todo, Dios obtiene el bien de cualquier mal y nos enseña como hacerlo, el inconveniente es que a veces nos cegamos y vemos sólo la maldad y sus consecuencias sin hacer nada por revertirla, todo ello por estar alejados de Dios.

¿Y los malos, porque no reciben su merecido? Esto no podemos asegurarlo, porque si el muere así, no pasara a la eternidad y su vida se limitara a tiempo terrenal. Y Dios, es justicia plena y El sabe cuando hará su juicio para que todo quede en orden. Es decir, al final de los tiempos, nos dará a conocer su Sabiduría y su Justicia.

Dios nos asegura que si somos hombres buenos y que si caminamos por el mundo haciendo y causando el bien, conoceremos la felicidad por siempre. Y es esa nuestra esperanza y nuestra motivación, pues llegará el día en la cual toda la humanidad conocerá cómo Dios dispuso la historia de la salvación de los hombres, es decir la historia de cada uno de nosotros para nuestro mayor bien, que tendrá como recompensa la felicidad definitiva, preciosa y eterna en la presencia de Dios en el Cielo.

Solo Dios sabe cuando se conocerá cómo los diferentes males y sufrimientos de las personas y del mundo entero los vuelva para Su gloria y para nuestro bien eterno.

“Yo me acercaré a vosotros para el juicio, y seré un testigo expeditivo contra los hechiceros y contra los adúlteros, contra los que juran con mentira, contra los que oprimen al jornalero, a la viuda y al huérfano, contra los que hacen agravio al forastero sin ningún temor de mí, dice Yahvé Sebaot. (Malaquías 3, 5 (S Biblia de Jerusalén))

Llegará el gran día de Dios y no debemos tener duda, la Justicia del Señor será una realidad, nos dejemos abatir, aunque nos consideren unos seres raros porque no aceptamos vivir alejados de Dios, aunque traten de convencernos de que perdemos el tiempo y somos unos pobres tontos que nos tomamos la vida con obediencia a los mandatos del Señor, “amaos como yo les amo”, “Traten a su prójimo como a ustedes mismos”,”Id por el Mundo y anunciad la Buena Noticia”, “Arrepentíos y reconciliados con Dios”. El “hacer lo que el nos diga”, nos permitirá llegar a ver la luz de la Sabiduría Divina.

LECTURA BIBLICA

Duras me resultan vuestras palabras, dice Yahvé. - Y todavía decís: ¿Qué hemos dicho contra ti? - Habéis dicho: Cosa vana es servir a Dios; ¿qué ganamos con guardar su mandamiento o con andar en duelo ante Yahvé Sebaot? Más bien, llamamos felices a los arrogantes: aun haciendo el mal prosperan, y aun tentando a Dios escapan libres. Entonces los que temen a Yahvé se hablaron unos a otros. Y puso atención Yahvé y oyó; y se escribió ante él un libro memorial en favor de los que temen a Yahvé y piensan en su Nombre. Serán ellos para mí, dice Yahvé Sebaot, en el día que yo preparo, propiedad personal; y yo seré indulgente con ellos como es indulgente un padre con el hijo que le sirve. Entonces vosotros volveréis a distinguir entre el justo y el impío, entre quien sirve a Dios y quien no le sirve. Pues he aquí que viene el Día, abrasador como un horno; todos los arrogantes y los que cometen impiedad serán como paja; y los consumirá el Día que viene, dice Yahvé Sebaot, hasta no dejarles raíz ni rama. Pero para vosotros, los que teméis mi Nombre, brillará el sol de justicia con la salud en sus rayos, y saldréis brincando como becerros bien cebados fuera del establo. (Malaquías (Sagrada Biblia de Jerusalén) 3, 13:20)

Palabra de Dios

SEGUNDA INTERROGANTE

¿POR QUÉ HAY TANTO SUFRIMIENTO?

De la Primera Carta de San Pedro: ¿Pues qué gloria hay en soportar los golpes cuando habéis faltado? Pero si obrando el bien soportáis el sufrimiento, esto es cosa bella ante Dios. 21 Pues para esto habéis sido llamados, ya que también Cristo sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus huellas. (1 Pedro (SBJ) 2)

Lo cierto en nosotros, es que no nos gusta sufrir, y nos amarga mucho ver el sufrimiento humano, en especial cuando lo vemos en las personas que queremos y en los seres que nos motivan compasión.

En efecto, cuanto aparecen los primeros indicios del sufrimiento, nos preguntamos ¿Pero porque?, ¿Por qué a mí?, ¿Qué hice yo para merecer esto? Y ante tantas preguntas, no logramos encontrar con facilidad la respuesta y no es fácil que nos convenzan las que tratan de entregarnos con piedad una respuesta caritativa. Esto nos sucede, porque miramos el sufrimiento desde la perspectiva de los hombres y no podemos ver otra porque somos humanos.

El sufrimiento humano es un misterio, una incógnita que se encuadra dentro del misterio de la Redención de Cristo, y en el cual no hay una respuesta como la que nosotros esperamos. En efecto, a este misterio del sufrimiento, Cristo no responde, sin embargo nos invita y nos pide que le sigamos en su sufrimiento y más aún, que le ayudemos desde este misterio en la salvación del mundo y que seamos constantes en trabajar para que al final triunfe el Bien.

El enigma del sufrimiento es un camino por el cual debemos de alguna manera pasar. Y la pregunta sigue: ¿Por qué?, y debiéramos en consideración a los que tuvo que sufrir Cristo, cambiarla pregunta a ¿Por qué no? Luego de esa barrera e interrogantes, nos viene momentos de impotencia y así recurrimos a Dios para conseguir de El la respuesta que esperamos. Y Dios tampoco responde. Y la respuesta divina sigue siendo la misma, y se traduce en una invitación, una llamada de Cristo a seguirlo en su sufrimiento y continua el misterio. Y siempre que preguntemos a Cristo, el nos responderá desde la Cruz y nos invitará a tomar la cruz del sufrimiento. Talvez, sea una agradable instancia de ayudarle a cargar la cruz.

“Toma tu cruz y sígueme” (Lc. 9, 23). ¿Quién se atreve ante esta invitación?, ¿Qué nos sucede si no acogemos este llamado?, podemos seguir resistiéndonos, pero luego al tomarla seguro que la cruz se hará mas pesada o en cambio sin cuestionar porque, podemos tomar la cruz, repitiendo lo que hizo Cristo sufriendo una pesada carga por todos nosotros. Si nos atrevemos y respondemos al llamado de Cristo, será normal que lo hagamos con un cierto temor, como el lógico pensar, con miedo al sufrimiento, opinando que al aceptar la cruz, este se va acrecentar.

A través de nuestra historia de los últimos veinte siglos, los que han sufrido y han entregado su sufrimiento a Cristo, saben por experiencia que al unir su sufrimiento al de Cristo enseguida la cruz del sufrimiento se aliviana, porque Cristo Jesus, siempre esta dispuesto a ayudarnos a llevarla y de ese modo la cruz ya no es tan pesada.

Y muchos santos optaron por cargar la cruz, y como seres humanos, la mayoría en sus comienzos se rebelaron de hacerlo. También sabemos que grandes santos comenzaron su proceso de arrepentimiento y conversión luego de un período de sufrimiento. Esos son los misterios del camino a la santidad, esos son los secretos de la vida, los que no se pueden mirar con ojos de miopes, ni menos con criterios de librepensadores o terrenales. A través de los siglos y generaciones se ha constatado que en el sufrimiento se esconde una particular fuerza que acerca interiormente el hombre a Cristo, una gracia especial. A ella deben su profunda conversión muchos santos, como por ejemplo San Francisco de Asís, San Ignacio de Loyola.

La carta apostólica Salvifici Doloris del sumo pontífice Juan Pablo II, nos explica con delicado detalle el misterio del sufrimiento humano y como este se enmarca dentro de la lucha que hay entre las fuerzas del bien y del mal.

Cristo nos invita a compartir su sufrimiento como a compartir los nuestros con los de El, y así al unir los nuestro al de Cristo, estos se mitigaran notablemente al diluirse en los sufrimientos de Cristo. Es decir, el sufrimiento, entonces, es un misterio, un misterio que se convierte en una invitación de Cristo a seguirle y a colaborar con El en la salvación del mundo, nuestra propia salvación y en el triunfo final de las fuerzas del Bien.

LECTURA BIBLICA

De la carta de Santiago: Tomad, hermanos, como modelo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor. 11 Mirad cómo proclamamos felices a los que sufrieron con paciencia. Habéis oído la paciencia de Job en el sufrimiento y sabéis el final que el Señor le dio; porque el Señor es compasivo y misericordioso. (Santiago (SBJ) 5)

TERCERA INTERROGANTE

¿Y PORQUE NOS OCURREN COSAS MALAS SI DIOS NOS AMA TANTO?

Muchas cosa que pensamos que son malas porque nos gustan, no son tal y protestamos, a modo de ejemplo, un tratamiento quirúrgico muchas veces es doloroso, con medicamentos desagradables, no es bueno a primeras, pero el resultado es para nuestro bien. Un árbol se poda para que sus ramas sean mas fuertes. Nuestro afán de libertad, nos hace protestar por todo aquello que la limite. Y por último, un padre piensa por el bien de sus hijos y no le permite lo que sabe por experiencia lo que le hará daño, ¿Y porque?, porque un padre por naturaleza, ama a sus hijos.

Y Dios también es Padre, es un Padre bondadoso, infinitamente tierno, más amoroso y más sabio que un padre terrenal. En efecto, Dios sabe muy bien lo que más nos conviene. Sin embargo no estamos contentos con las cosas que nos sucede y no nos damos cuenta que cosas que consideramos malas no son tales y resultan que son buenas.

¿Y cual es nuestro equivocación?, sencillamente cometemos un error cuando pretendemos medir las cosas de Dios con visiones terrenas, y no bajo el punto de vista de eternidad. No debemos tener ninguna duda de que Dios sabe mucho mejor que nosotros que es lo que nos hace falta. A modo de ejemplo, si nuestros padres sabían lo que más nos convenía cuando éramos niños, entonces ¿porque no pensar que nuestro Padre Celestial sabe absolutamente los que nos conviene a cada uno?

Y Ciertamente, Dios nos ama. ¿Cuánto? nos ama mucho, muchísimo más de lo que podemos imaginarnos, pues nos ama incomparablemente. Pero sucede que a veces creemos que Dios no nos ama o nos ama poco.

Para Dios, no hay tiempos limitados. En efecto, sus planes son a largo plazo, a muy largo plazo, son para la eternidad y nosotros tenemos la tendencia de fijarle plazos a Dios, queremos ponerle fechas límites, queremos reducir a Dios a esta vida terrena, que es muy breve si la comparamos con la vida en la eternidad.

LECTURA BIBLICA

Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado. Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. (Juan (SBJ) 15, 9-13)

Y entonces: ¿Cómo ha podido Dios permitir tantas guerras, los campos de concentración, el holocausto?

Juan Pablo II, en Cruzando el Umbral de la Esperanza nos responde:

“Dios ha creado al hombre racional y libre y, por eso mismo, se ha sometido a su juicio. La historia de la salvación es también la historia del juicio constante del hombre sobre Dios. No se trata sólo de interrogantes, de dudas, sino de un verdadero juicio. En parte, el veterotestamentario Libro de Job es el paradigma de este juicio. A eso se añade la intervención del espíritu maligno que, con perspicacia aún mayor, está dispuesto a juzgar no sólo al hombre, sino también la acción de Dios en la historia del hombre. Esto queda confirmado en el mismo Libro de Job”

“Ésta es la postura del bíblico Job. Pero Dios, que además de ser Omnipotencia, es Sabiduría y -repitámoslo una vez más- Amor, desea, por así decirlo, justificarse ante la historia del hombre. No es el Absoluto que está fuera del mundo, y al que por tanto le es indiferente el sufrimiento humano. Es el Emmanuel, el Dios-con-nosotros, un Dios que comparte la suerte del hombre y participa de su destino. Aquí se hace patente otra insuficiencia, precisamente la falsedad de aquella imagen de Dios que el iluminismo aceptó sin objeciones. Respecto al Evangelio, eso constituye un evidente paso atrás, no un paso en dirección a un mejor conocimiento de Dios y del mundo, sino un paso hacia su incomprensión.

¡No, absolutamente no! Dios no es solamente alguien que está fuera del mundo, feliz de ser en Sí mismo el más sabio y omnipotente. Su sabiduría y omnipotencia se ponen, por libre elección, al servicio de la criatura. Si en la historia humana está presente el sufrimiento, se entiende entonces por qué Su omnipotencia se manifestó con la omnipotencia de la humillación mediante la Cruz. El escándalo de la Cruz sigue siendo la clave para la interpretación del gran misterio del sufrimiento, que pertenece de modo tan integral a la historia del hombre.

En eso concuerdan incluso los críticos contemporáneos del cristianismo. Incluso ésos ven que Cristo crucificado es una prueba de la solidaridad de Dios con el hombre que sufre. Dios se pone de parte del hombre. Lo hace de manera radical: --Se humilló a sí mismo asumiendo la condición de siervo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz-- (cfr. Filipenses 2,7-8). Todo está contenido en esto: todos los sufrimientos individuales y los sufrimientos colectivos, los causados por la fuerza de la naturaleza y los provocados por la libre voluntad humana, las guerras y los gulag y los holocaustos, el holocausto hebreo, pero también, por ejemplo, el holocausto de los esclavos negros de África.

CUARTA INTERROGANTE

¿SI DIOS ES TAN BUENO, ENTONCES POR QUÉ NO TODOS IRAN A AL CIELO?

Importante es partir de la premisa de que Dios es Bueno, porque es infinitamente Bueno y Justo. Es decir no encontramos en El nada mensurable según los criterios del hombre.
“En los pensamientos de Dios y en su ciencia y sabiduría se expresa la infinita perfección de su Ser: por su Inteligencia absoluta Dios supera incomparablemente todo lo que existe fuera de El. Ninguna criatura y en particular ningún hombre puede negar esta perfección”. (Catequesis de Juan Pablo II)

La bondad de Dios viene probada por la misma Escritura, pues el mismo Jesús dijo que "Nadie es bueno, sino sólo Dios" (Lc 18, 19), y la bondad es la cualidad de bueno.

El Salmo 110,4 canta "El Señor es compasivo y misericordioso". Mientras vivimos de paso por la vida terrenal, es tiempo de la Misericordia Divina. En efecto, Dios nos perdona todas nuestras faltas, solo necesitamos arrepentirnos y no pecar mas. Por tanto mientras estamos en esta vida, vivimos en tiempo de Misericordia. Esto es muy importante a tener cuenta esta verdad, porque debemos fructificar nuestra paso por esta vida como preparación para la otra Vida, la que nos espera después de la muerte. Y allí habrá Vida de felicidad perfecta en el Cielo para los que han amado a Dios aquí en la tierra, para los que supieron arrepentirse y cambiar modo de vida, para los que comprendieron el amor por los demás y para los que optaron por caminar por sendas de santidad.

Pero también, los hubo, los hay y seguramente habrá otros tantos hombre que rechacen a Dios, no cumplan sus preceptos y mueran en esta condición.

O habrá condenación eterna de castigo en el Infierno para los que han rechazado a Dios y mueren en esa condición. ¿Y que pasará con ellos? Dios no predestina a nadie al Infierno, sabemos que la voluntad de Dios es que todos los seres humanos nos salvemos, pero también sabemos que dependerá de cada uno de nosotros, por cuanto es este el momento para aprovechar o derrochar todos los medios que Dios ha puesto a nuestra disposición para que alcancemos la salvación eterna que el quiere para nosotros.

Y ¿Cuáles son esos medios? Por una parte están los Sacramentos, el principal y que nos inicia es el Bautismo, pero luego de tomar los Sacramentos, está el vivir en comunión con tantas otras gracias ofrecidas por Dios. “Y buenos es tener a Dios por Amigo” (Isabel de la Trinidad), es decir mantener en todo momento una amistad con nuestro Padre, lo que se logra con la oración intima con El. Todo esto nos va a permitir ir escalando peldaño para el Cielo.

QUINTA INTERROGANTE

¿ES CIERTO QUE DIOS CASTIGA?

Dios no le pone a nadie un sacadilla para que se caiga, no empuja a nadie al vacío, ni menos le envía alguna enfermedad a los hombres, todo lo contrario, cuando caemos, el quiere levantarnos, cuando nos enfermamos, el quiere curararnos. Sin embargo, cuando nos sucede algo grave, o se nos viene encima una desgracia, una enfermedad o un accidente, rápidamente le preguntamos a Dios ¿Por qué a mi Señor?, ¿Qué he hecho Yo para merecer esto?, e incluso le reprochamos ¿Pero porque me castigas de esta manera?

¿Pero porque tenemos esa tendencia de culpar a Dios de nuestras desgracias?, ¿Porque se nos ocurre pensar que Dios nos envía castigos?. Tenemos la tendencia a pensar que lo bueno y lo malo viene de Dios y también creemos que la justicia de Dios es como la aplican los hombres. Pero lo cierto es que Dios, que es sabiduría total e infinita, sabe lo que mejor nos conviene a cada uno y nos proporciona lo superior para nuestra salvación eterna.

La libertad que tiene el hombre en todo tipo de decisiones personales, es la causante de sus propios males y desgracias, a modo de ejemplo, fuma en extremo y le viene un cáncer a la laringe, no cuida su salud y enferma, conduce su vehículos con exceso de velocidad o imprudencias y sufre accidentes, es permisivo con la educación sus hijos y luego estos ya no responden, e fin, podemos hacer un larga lista de de actitudes que traen como consecuencia desgracias personales.

LECTURA BIBLICA

Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él. En esto hemos conocido lo que es amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por los hermanos. (1 Juan (SBJ) 3,15-16)

Entonces, lo que nombramos “castigos” de Dios, por una parte no es más que la cosechas de lo que hemos sembrado y por otra son las advertencias de la vida a que debemos vivir cuidando todo cuanto nos rodea. Y Dios permite estos sucesos como llamadas suyas para seguirle en medio de las circunstancias que El tenga dispuestas para cada uno de nosotros.

Dios solo quiere darnos un premio, y es la vida eterna y el único castigo, es que si no caminamos por las sendas del bien, no podremos disfrutar de la Patria Celestial. Entonces, cuando pensamos que Dios nos castiga es porque perdemos de vista lo que es nuestra meta, perdemos de vista hacia dónde vamos mientras vivimos aquí en la tierra. ¿Y donde vamos?, hacia la eternidad, es allí donde Dios nos espera, en la otra vida la que nos espera después de la muerte.

Y la vida eterna es lo mas importante que nos debe preocupar, es allí donde nos espera el gran premio o el castigo, y no es en esta vida donde Dios nos tiene reservado el premio o el castigo.
¿Y cual es el premio?, la alegría de ver a Dios cara a cara. ¿Y cual es el Castigo?, es que si no entramos por la puerta de la vida eterna, perderemos a Dios para siempre. De allí que el único castigo de Dios sea perderlo para siempre. En eso consiste la condenación eterna. Pero, no es Dios quien nos condena: somos nosotros mismos los que decidimos condenarnos, ¿Por qué?, porque nos ponemos en contra de Dios.

Por tanto, los que creemos que son “castigos” de Dios, considerémonos como advertencias que por El son permitidas, a fin de que enmendemos el rumbo cuando vamos por un camino equivocado y para que nos volvamos hacia El, y así tomemos el camino hacia la salvación y no hacia la condenación.

También es importante estar atento a que hay hombres inspirados en alejarnos de Dios y se interesan en deformar en nuestra mente en cada situación de sufrimiento, con el fin de hacernos creer que Dios nos ha enviado un castigo para hacernos daño y así contaminar de recelo hacia Dios en nuestra alma. Pero confiemos en plan de Dios para los hombres buenos y que es atraer a todas las almas al Cielo, al contrario del plan del demonio, que es llevar a todas las almas que pueda al Infierno y por esa razón, hace su trabajo sucio al tratar de transformar la mente para que no comprendamos el plan de Dios para cada uno de nosotros.

Nuestra naturaleza humana nos hace tener una visión parcial con la diferencia de la visión de Dios que es total, todo esto porque El es infinitamente bueno, incomparablemente justo e eternamente sabio.

Confiemos y creamos en el amor y lo bueno de Dios

“En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. (Juan (SBJ) 6). Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo. (Juan (SBJ) 17)

Llenando el cántaro

Cuentan que una vez un hombre envió a su joven hijo a llenar un cántaro al río, y le dijo que volviera lo antes posible. El joven obedeció y fue hacia el río mientras su padre le observaba de lejos.

Entonces éste vio a su hijo poniendo el cántaro debajo de una cascada, y la fuerza del agua fue tal y la cantidad tan grande que el líquido no logró entrar al recipiente pues su cuello era demasiado delgado. Cuando el hijo llegó con el cántaro, le mostró como el cuello del mismo había sido roto por el fuerte y constante golpear del agua. Además, este hecho provocó que el agua llegara turbia y sucia. El padre preguntó entonces:

- "¿Por qué simplemente no sumergiste el cántaro en el río? No veías que el agua de la cascada era demasiada para el cuello del cántaro?". El hijo constestó:

"Sí, pero es que quería llenarlo lo más rápido posible".

Muchas veces en nuestras vidas tratamos de "llenarnos" a nuestro tiempo en un mundo acelerado y convulsionado. Dios conoce nuestra capacidad, y sabe que si hacemos las cosas como nosotros queremos podemos hacernos daño pues no estamos capacitados para hacerlo en ese momento, por eso logramos las cosas a medias y el agua que conseguimos no es pura ni cristalina, sino turbia.

Queremos tener todo "ya" y en el proceso muchas veces nos lastimamos por no dejar que Dios nos sumerja poco a poco en la corriente calmada del río.

Sabes ? Dios conoce tu capacidad, no quieras hacer las cosas en tu momento, pues Dios desea llenar tu cántaro hasta el tope, pero en SU momento y según TU capacidad


En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T.

AUNQUE

Aunque alguna vez hayas fracasado, cada una de tus posibilidades de tener éxito siguen intactas. Aún cuando una puerta se haya cerrado, otra puerta se abrirá. Aún cuando parezca no haber esperanzas, sigue habiendo esperanza. Aunque tus alternativas y tus recursos parezcan haberse agotado, aún hay algo que puedes hacer.¿Por qué? Porque el pasado no es igual al futuro. Porque eres infinitamente adaptable, tienes montones de recursos y estás suficientemente decidido como para encaminarte en la dirección en la cual sabes que debes encaminarte, para hacer lo que sabes que debes hacer. Porque en este momento puedes dejar atrás absolutamente cualquier cosa que pueda haberte retenido en el pasado. Aún cuando la derrota parezca inevitable, la victoria sigue siendo posible. Aún cuando la noche se encuentre en su momento de máxima oscuridad, el amanecer ya está en camino.Nunca te rindas, nunca te des por vencido, aún cuando todo lo que haya ocurrido antes haya sido decepcionante o un completo desastre. Porque todo lo que tienes por delante puede ser exactamente como tú decidas que sea.

Thursday, January 17, 2008

Ordinario no significa

Ordinario no significa de poca importancia, anodino, insulso, incoloro. Sencillamente, con este nombre se le quiere distinguir de los “tiempos fuertes”, que son el ciclo de Pascua y el de Navidad con su preparación y su prolongación. Es el tiempo más antiguo de la organización del año cristiano. Y además, ocupa la mayor parte del año: 33 ó 34 semanas, de las 52 que hay.

El Tiempo Ordinario tiene su gracia particular que hay que pedir a Dios y buscarla con toda la ilusión de nuestra vida: así como en este Tiempo Ordinario vemos a un Cristo ya maduro, responsable ante la misión que le encomendó su Padre, le vemos crecer en edad, sabiduría y gracia delante de Dios su Padre y de los hombres, le vemos ir y venir, desvivirse por cumplir la Voluntad de su Padre, brindarse a los hombres…así también nosotros en el Tiempo Ordinario debemos buscar crecer y madurar nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor, y sobre todo, cumplir con gozo la Voluntad Santísima de Dios. Esta es la gracia que debemos buscar e implorar de Dios durante estas 33 semanas del Tiempo Ordinario. Crecer. Crecer. Crecer. El que no crece, se estanca, se enferma y muere. Debemos crecer en nuestras tareas ordinarias: matrimonio, en la vida espiritual, en la vida profesional, en el trabajo, en el estudio, en las relaciones humanas.

Debemos crecer también en medio de nuestros sufrimientos, éxitos, fracasos. ¡Cuántas virtudes podemos ejercitar en todo esto! El Tiempo Ordinario se convierte así en un gimnasio auténtico para encontrar a Dios en los acontecimientos diarios, ejercitarnos en virtudes, crecer en santidad…y todo se convierte en tiempo de salvación, en tiempo de gracia de Dios.

¡Todo es gracia para quien está atento y tiene fe y amor! El espíritu del Tiempo Ordinario queda bien descrito en el prefacio VI dominical de la misa: “En ti vivimos, nos movemos y existimos; y todavía peregrinos en este mundo, no sólo experimentamos las pruebas cotidianas de tu amor, sino que poseemos ya en prenda la vida futura, pues esperamos gozar de la Pascua eterna, porque tenemos las primicias del Espíritu por el que resucitaste a Jesús de entre los muertos”.

Este Tiempo Ordinario se divide como en dos “tandas”. Una primera, desde después de la Epifanía y el bautismo del Señor hasta el comienzo de la Cuaresma. Y la segunda, desde después de Pentecostés hasta el Adviento. Les invito a aprovechar este Tiempo Ordinario con gran fervor, con esperanza, creciendo en las virtudes teologales. Es tiempo de gracia y salvación.
Encontraremos a Dios en cada rincón de nuestro día. Basta tener ojos de fe para descubrirlo, no vivir miopes y encerrados en nuestro egoísmo y problemas. Dios va a pasar por nuestro camino.

Y durante este tiempo miremos a ese Cristo apóstol, que desde temprano ora a su Padre, y después durante el día se desvive llevando la salvación a todos, terminando el día rendido a los pies de su Padre, que le consuela y le llena de su infinito amor, de ese amor que al día siguiente nos comunicará a raudales. Si no nos entusiasmamos con el Cristo apóstol, lleno de fuerza, de amor y vigor…¿con quién nos entusiasmaremos? Cristo, déjanos acompañarte durante este Tiempo Ordinario, para que aprendamos de ti a cómo comportarnos con tu Padre, con los demás, con los acontecimientos prósperos o adversos de la vida. Vamos contigo, ¿a quién temeremos? Queremos ser santos para santificar y elevar a nuestro mundo.

Cuando otro actúa de esa manera

Cuando otro actúa de esa manera, decimos que tiene mal genio; pero cuando tú lo haces, son los nervios.

Cuando el otro se apega a sus métodos, es obstinado; pero cuando tú lo haces, es firme.

Cuando el otro no le gusta tu amigo, tiene prejuicios; pero cuando a ti no te gusta su amigo, sencillamente muestras ser un buen juez de la naturaleza humana.

Cuando el otro hace las cosas con calma, es una tortuga: pero cuando tú lo haces despacio es porque te gusta pensar las cosas.

Cuando el otro gasta mucho, es un despilfarro; pero cuando tú lo haces, eres generoso.

Cuando el otro encuentra defectos en las cosas, es maniático; pero cuando tú lo haces, es porque sabes discernir.

Cuando el otro tiene modales suaves, es débil; cuando tú lo haces, eres cortés.
Cuando el otro rompe algo, es torpe; cuando tú lo haces, eres enérgico.

¿Por qué te fijas en la astilla que tiene en el ojo tu hermano/a, en tu madre/padre, en tu esposa/o, en tu hijo/a en tu prójimo y no te fijas en la viga que tienes en el tuyo?

Veamos las virtudes de los demás, y dejemos de juzgar, que conforme a nuestro juicio seremos juzgados. Cada uno de nosotros tiene mil cosas que hacer, y poseemos bienes materiales, algunos más que otros.

Sin embargo, cuando llegamos delante de Dios; ¿De qué nos sirven? ¿Podemos acaso impresionar a Dios con nuestros bienes?.

Lo mejor que le podemos ofrecer a Dios es nuestra vida, nuestros pensamientos y corazones. De esa forma, agradaremos a Dios, pues ¿qué le podemos ofrecer a Dios que Él no pueda tener? Solamente aquello que nos dio la libertad de entregarle o no: ¡nuestras vidas!

El día de hoy Dios quiere mostrarnos lo que realmente vale para Él, y que es lo único necesario para agradarle.

¿Quieres agradar a Dios? ¡Date tú mismo en este día y entrégale tu corazón! Para Él es el mayor tesoro.

Como ayudar a los demas?

Deja que tu corazón entienda los problemas de los demás y dales el amor y poder necesarios para superarlos. Al oír a los demás narrando sus problemas, hay mucha solidaridad. Sin embargo, a veces esta solidaridad se manifiesta en la forma de compartir los problemas, no de otorgar una solución.

La verdadera compasión es darles a los otros lo que necesitan para superar obstáculos por los cuales estén pasando. Eso exige del individuo una sensibilidad especial con relación a los otros y una capacidad de mantener una sonrisa; y, con los pensamientos, donar amor y poder a la persona de forma que ella se vuelva fuerte y logre romper las ataduras que hoy la impiden de progresar.

La excusitis

La excusitis

¿Oyeron hablar de la "Excusitis"?

Es una enfermedad endémica que se agrava si no es atacada a tiempo.
Si no se erradica, termina causando dos enfermedades aun más graves: la "Desmoralitis" y la "Fracasitis".

Definición de la enfermedad: Se manifiesta con agudos ataques de excusas surtidas.
Las excusas son las mentiras con que queremos convencernos a nosotros mismos para no hacer algo, o para evadir responsabilidades ante la vida.

Frases típicas de esta enfermedad son:

"NO TENGO TIEMPO"
¿Para qué mentir? Muchas veces es lo mismo que decir "no tengo ganas". Es curioso que la gente más ocupada es justamente la que encuentra a veces más tiempo para hacer otras cosas.

"MI SALUD NO ME ACOMPAÑA"
¿Estás seguro? Pensá en los grandes hombres y mujeres de la historia que podrían haber usado esta excusa para no hacer lo que hicieron.

"NO TENGO EDAD PARA ESO"
Si no tuviste la edad a los 20, tampoco la va a tener a los 40. Hay jóvenes de 70 años y viejos de 30. Solamente es demasiado tarde cuando pienses que es demasiado tarde.

"ME FALTA CAPACIDAD"/"NO PUEDO"
¿No será más bien que te falta constancia? Porque la constancia o perseverancia, es el 90% de lo que después llamamos "habilidad".

"TENGO MALA SUERTE"
¿De veras lo intentaste? No busques suerte si no recurriste a la planificación, al optimismo, a la lucha. Las dificultades hay que aprovecharlas para aprender, y los fracasos como lección para empezar de nuevo.

"TENGO MIEDO"
¡La indecisión y el aplazamiento de las decisiones sólo hacen crecer el miedo!. No hay que dilatar inútilmente lo que sabemos que tendremos que enfrentar tarde o temprano. Hablemos con esa persona, vayamos donde tengamos que ir, tomemos esa decisión de una vez. Nos sacaremos un peso de encima y adquiriremos nueva confianza en nosotros mismos.
La próxima vez que seamos víctimas de esta enfermedad y queramos usar una excusa de estas, pensemos primero... "¿A quién quiero engañar?"

El gran maestro

El gran maestro y el guardián dividían la administración de un monasterio Zen. Cierto día, el guardián murió y fue preciso substituirlo. El gran maestro reunió a todos los discípulos para escoger, quien tendría la honra de trabajar directamente a su lado.

"Voy a presentarles un problema y aquel que lo resuelva primero, ser el nuevo guardián del templo." Termino su corto discurso, coloco un banquito en el centro de la sala. Encima estaba un florero de porcelana carísimo, con una rosa roja que lo decoraba. "Este es el problema" dijo el maestro.

Los discípulos contemplaban perplejos, por lo que veían; lo diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y la elegancia de la flor. ¿Qué representaba aquello? ¿Qué hacer? ¿Cuál seria el enigma? Después de algunos minutos, uno de los discípulos se levanto, le miro al maestro y a los alumnos, camino resolutamente hasta el florero y lo tiro al suelo destruyéndolo. "Vd. es el nuevo guardián". Al volver a su lugar el alumno el gran maestro se explico:
"Un problema es un problema"; puede ser un florero de porcelana muy caro, un lindo amor que ya no tiene sentido, un camino que precisa ser abandonado- por más que insistimos en recorrerlo porque nos trae confort.

"Solo existe una manera de lidiar con un problema": atacándolo de frente. En esas horas, no se puede tener piedad, ni ser tentado por el lado fascinante que cualquier conflicto acarrea consigo.

LA ESPERANZA CRISTIANA

Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa". (Santa Josefina Bakhita)

1) LA ESPERANZA CRISTIANA

Nuevamente nos sorprende el Papa Benedicto XVI, con la Carta Encíclica, Spe Salvi sobre “La Esperanza Cristiana”. Este es un tema suplicante del Sumo Pontífice. El libro Imágenes de la Esperanza: Itinerarios para el año litúrgico escrito cuando era Cardenal (año 1998), despertó numerosos comentarios en la prensa a raíz de su inusual naturaleza: el Cardenal Ratzinger realiza una "peregrinación" espiritual por los principales templos y centros católicos de Roma, para reflexionar sobre su sentido espiritual en la perspectiva del Jubileo y el advenimiento de Tercer Milenio.

2) LA VIRTUD TEOLOGAL DE LA ESPERANZA

Entre las virtudes teologales ocupa el segundo lugar la esperanza, virtud infusa que capacita al hombre para tener confianza y plena certeza de conseguir la vida eterna y los medios, tanto sobrenaturales como naturales, necesarios para alcanzarla, apoyado en el auxilio omnipotente de Dios. Aunque el motivo propio de la esperanza es Dios, por voluntad del mismo Dios, también se puede poner en la Humanidad de Cristo, en la Virgen, esperanza nuestra, Corredentora y Mediadora de todas las gracias, que no abandona a los hermanos de su Hijo peregrinos en la tierra, y en los santos, que nos ayudan con su intercesión. Es por tanto la esperanza cristiana una virtud teologal infundida por Dios. Teologal, porque tiene por objeto directo e inmediato al mismo Dios, como la fe y la caridad. La esperanza, como hábito, reside en la voluntad, ya que su acto propio es un movimiento del apetito racional hacia el bien, que es el objeto de la voluntad. (Por Jesús Martí Ballester)

3) LA ESPERANZA NOS INVITA, NO SÓLO A ESCUCHAR A JESÚS

La esperanza nos invita, no sólo a escuchar a Jesús, sino a ver desde el interior. La esperanza nos anima, mirando al que ha muerto y ha resucitado y a descubrir los cielos abiertos. Algo de la luz de Dios penetra en nuestra vida. Y surge en nosotros la alegría. Cada persona en la que ha penetrado algo de esta alegría puede ser una apertura por la que el cielo mira a la tierra y nos alcanza. Es lo que prevé la revelación de Juan: todas las criaturas del cielo y de la tierra, bajo la tierra y en el mar, están colmadas de la alegría de los salvados. Y se cumple la palabra que Jesús dirige en la despedida: -- Vuestra aflicción se convertirá en alegría--. Y, como Sara, los hombres que creen, dicen: --¡Dios me ha dado motivo de alegre sonrisa. Quien lo sepa, sonreirá conmigo!--, escribe el Cardenal Ratzinger en Imágenes de esperanza.

4) EL EJEMPLO DE SANTA JOSEFINA BAKHITA

Y no deja de llamar la atención como el Papa Benedicto toma el ejemplo de Santa Josefina Bakhita para su última Carta Encíclica, mostrándonos que es un hombre sensible a los sufrimientos humanos, “Nunca es demasiado tarde para tocar el corazón del otro y nunca es inútil”, escribe al final de le Encíclica.

En esta carta, el Papa Benedicto, nos muestra su deseo de que muchos tengan esperanza en la salvación. En el capitulo 48 de la Encíclica escribe: “y Nadie vive solo. Ninguno peca solo. Nadie se salva solo. En mi vida entra continuamente la de los otros: en lo que pienso, digo, me ocupo o hago. Y viceversa, mi vida entra en la vida de los demás, tanto en el bien como en el mal……. Nuestra esperanza es siempre y esencialmente también esperanza para los otros; sólo así es realmente esperanza también para mí. Como cristianos, nunca deberíamos preguntarnos solamente: ¿Cómo puedo salvarme yo mismo? Deberíamos preguntarnos también: ¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también para ellos la estrella de la esperanza? Entonces habré hecho el máximo también por mi salvación personal.”


5) BAKHITA FUÉ CANONIZADA POR S.S. JUAN PABLO II EL 1 DE OCTUBRE DEL 2000.
La historia de Bakhita es la de un continente. Ella sufrió graves males en manos de algunos cristianos pero su corazón no se cerró. Supo perdonar a los que la ultrajaron y descubrir que aquellos agravios, aunque cometidos por cristianos, son contrarios al camino de Jesús. Gracias a las religiosas encontró el verdadero rostro de Cristo y entró en Su Iglesia. Nada, ni los malos ejemplos, nos pueden apartar del amor de Dios cuando le permitimos reinar en nuestro corazón. Bakhita nos deja este maravilloso testamento de perdón por amor a Cristo: "Si volviese a encontrar a aquellos negreros que me raptaron y torturaron, me arrodillaría para besar sus manos porque, si no hubiese sucedido esto, ahora no sería cristiana y religiosa". El Papa la llamó "Nuestra Hermana Universal".

6) PARTE DEL TEXTO DE LA CARTA ENCÍCLICA, SPE SALVI, DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI, SOBRE LA ESPERANZA CRISTIANA EN LA QUE SE REFIERE A JOSEFINA BAKHITA

“3. Pero ahora se plantea la pregunta: ¿en qué consiste esta esperanza que, en cuanto esperanza, es -- redención --? Pues bien, el núcleo de la respuesta se da en el pasaje antes citado de la Carta a los Efesios: antes del encuentro con Cristo, los Efesios estaban sin esperanza, porque estaban en el mundo --- sin Dios --. Llegar a conocer a Dios, al Dios verdadero, eso es lo que significa recibir esperanza. Para nosotros, que vivimos desde siempre con el concepto cristiano de Dios y nos hemos acostumbrado a él, el tener esperanza, que proviene del encuentro real con este Dios, resulta ya casi imperceptible. El ejemplo de una santa de nuestro tiempo puede en cierta medida ayudarnos a entender lo que significa encontrar por primera vez y realmente a este Dios. Me refiero a la africana Josefina Bakhita, canonizada por el Papa Juan Pablo II. Nació aproximadamente en 1869 –ni ella misma sabía la fecha exacta– en Darfur, Sudán. Cuando tenía nueve años fue secuestrada por traficantes de esclavos, golpeada y vendida cinco veces en los mercados de Sudán. Terminó como esclava al servicio de la madre y la mujer de un general, donde cada día era azotada hasta sangrar; como consecuencia de ello le quedaron 144 cicatrices para el resto de su vida. Por fin, en 1882 fue comprada por un mercader italiano para el cónsul italiano Callisto Legnani que, ante el avance de los mahdistas, volvió a Italia. Aquí, después de los terribles -- dueños -- de los que había sido propiedad hasta aquel momento, Bakhita llegó a conocer un -- dueño -- totalmente diferente –que llamó -- paron -- en el dialecto veneciano que ahora había aprendido–, al Dios vivo, el Dios de Jesucristo. Hasta aquel momento sólo había conocido dueños que la despreciaban y maltrataban o, en el mejor de los casos, la consideraban una esclava útil. Ahora, por el contrario, oía decir que había un -- Paron -- por encima de todos los dueños, el Señor de todos los señores, y que este Señor es bueno, la bondad en persona. Se enteró de que este Señor también la conocía, que la había creado también a ella; más aún, que la quería. También ella era amada, y precisamente por el « Paron » supremo, ante el cual todos los demás no son más que míseros siervos. Ella era conocida y amada, y era esperada. Incluso más: este Dueño había afrontado personalmente el destino de ser maltratado y ahora la esperaba -- a la derecha de Dios Padre --. En este momento tuvo -- esperanza --; no sólo la pequeña esperanza de encontrar dueños menos crueles, sino la gran esperanza: yo soy definitivamente amada, suceda lo que suceda; este gran Amor me espera. Por eso mi vida es hermosa. A través del conocimiento de esta esperanza ella fue -- redimida », ya no se sentía esclava, sino hija libre de Dios. Entendió lo que Pablo quería decir cuando recordó a los Efesios que antes estaban en el mundo sin esperanza y sin Dios; sin esperanza porque estaban sin Dios. Así, cuando se quiso devolverla a Sudán, Bakhita se negó; no estaba dispuesta a que la separaran de nuevo de su -- Paron --. El 9 de enero de 1890 recibió el Bautismo, la Confirmación y la primera Comunión de manos del Patriarca de Venecia. El 8 de diciembre de 1896 hizo los votos en Verona, en la Congregación de las hermanas Canosianas, y desde entonces –junto con sus labores en la sacristía y en la portería del claustro– intentó sobre todo, en varios viajes por Italia, exhortar a la misión: sentía el deber de extender la liberación que había recibido mediante el encuentro con el Dios de Jesucristo; que la debían recibir otros, el mayor número posible de personas. La esperanza que en ella había nacido y la había -- redimido -- no podía guardársela para sí sola; esta esperanza debía llegar a muchos, llegar a todos.”

7) SANTA JOSEFINA BAKHITA

La verdadera fortuna es conocer, amar y servir a Dios. El nombre "Bakhita" significa "afortunada" y nuestra santa ciertamente lo es. Sin embargo, esa fortuna no le vino nada fácil. Bakhita es el nombre que recibió cuando fue secuestrada mientras que fue bautizada con el nombre de Josefina.

De su vida no se conocen datos exactos. Se cree que es de Olgossa en Darfur, y que nació en 1869. Vivió su infancia con sus padres, tres hermanos y dos hermanas, una de ellas su gemela.
Su vida fue profundamente marcada cuando unos negreros llegaron a Olgossa y capturaron a su hermana. En su biografía escribió: "Recuerdo cuánto lloró mamá y cuánto lloramos todos". También cuento su propia experiencia al encontrarse con los buscadores de esclavos.

Cuando aproximadamente tenía nueve años, paseaba con una amiga por el campo y vimos de pronto aparecer a dos extranjeros, de los cuales uno le dijo a mi amiga: 'Deja a la niña pequeña ir al bosque a buscarme alguna fruta. Mientras, tú puedes continuar tu camino, te alcanzaremos dentro de poco'. El objetivo de ellos era capturarme, por lo que tenían que alejar a mi amiga para que no pudiera dar la alarma.

Sin sospechar nada obedecí, como siempre hacia. Cuando estaba en el bosque, me percaté que las dos personas estaban detrás de mí, y fue cuando uno de ellos me agarró fuertemente y el otro sacó un cuchillo con el cual me amenazó diciéndome: 'Si gritas, morirás! Síguenos!'".
Fueron esos hombres quienes le pusieron el nombre Bakhita sin comprender a donde ella llegaría. Llevaron a Bakhita a El Obeid donde fue vendida a cinco distintos amos en el mercado de esclavos. Intentó escapar, pero sin éxito. Su cuarto amo fue el peor en sus humillaciones y torturas. Cuando tenía unos 13 años fue tatuada, le realizaron 114 incisiones y para evitar infecciones le colocaron sal durante un mes. Ella cuenta en su biografía: "Sentía que iba a morir en cualquier momento, en especial cuando me colocaban la sal".

El comerciante italiano Calixto Leganini compró a Bakhita en 1882. Era el quinto amo. Ella escribe: "Esta vez fui realmente afortunada porque el nuevo patrón era un hombre bueno y me gustaba. No fui maltratada ni humillada, algo que me parecía completamente irreal, pudiendo llegar incluso a sentirme en paz y tranquilidad".

En 1884 Leganini se vio en la obligación de dejar Jartum, tras la llegada de tropas Mahdis. Bakhita quiso seguir con su amo cuando este se fue a Italia con su amigo Augusto Michieli. La esposa de Michieli los esperaba en Italia y quiso quedarse con uno de los esclavos que traían por lo que se le dió a Bakhita. Con su nueva familia, Bakhita trabajo de niñera y amiga de Minnina, hija de los Michieli.

En 1888 la familia Michieli compró un hotel y se trasladaron a Suakin pero Bakhita decidió quedarse en Italia. Bakhita y Minnina ingresaron al noviciado del Instituto de las Hermanas de la Caridad en Venecia. Esta congregación, fundada en 1808, es mas conocida como Hermanas de Canossa.

Fue en el Instituto que Bakhita conoció de verdad a Cristo y que "Dios había permanecido en su corazón", por lo que le había dado fuerzas para poder soportar la esclavitud, "pero recién en ese momento sabía quien era". Recibió al mismo tiempo el bautismo, la primera comunión y la confirmación, el 9 de enero de 1890, por manos del Cardenal de Venecia. Tomó el nombre cristiano de Josefina Margarita Afortunada.

Al ser bautizada expresó: "¡Aquí llegué a convertirme en una de las hijas de Dios!". Se dice que no sabía como expresar su gozo y en su biografía cuenta que en el Instituto conoció cada día más a Dios, "que me ha traído hasta aquí de esta extraña forma".
La Señora de Michieli volvió del Sudán a llevarse a su hija y a Bakhita, pero con gran valentía Bakhita se negó a ir y prefirió quedarse con las Hermanas de Canossa. Bakhita pudo prevalecer porque la esclavitud era ilegal en Italia. El 7 de diciembre de 1893, a los 38 años de edad profesó en la vida religiosa.

Bakhita fue trasladada a Venecia en 1902, donde trabajó limpiando, cocinando y cuidando a los más pobres. Nunca realizó milagros ni fenómenos sobrenaturales, pero tenía fama de santidad. Siempre fue modesta y humilde, mantuvo una fe firme en su interior y cumplió siempre sus obligaciones diarias.

Mucho le costó escribir su autobiografía en 1910, la cual fue publicada en 1930. En 1929 se le ordena ir a Venecia a contar la historia de su vida. Luego de la publicación de sus memorias, se hizo muy conocida y viajaba por toda Italia dando conferencias y recogiendo fondos para su congregación.

Aunque la salud de Bakhita se fue debilitando hacia sus últimos años y quedó con mucho dolor en silla de ruedas, no dejó de viajar. Se dice que le decía la enfermera: "¡Por favor, desatadme las cadenas… es demasiado!". Falleció el 8 de febrero de 1947 en Schio, siendo sus últimas palabras: "Madonna! Madonna!"

Miles de personas fueron a darle el último adiós, expresando así el respeto y admiración que sentían hacia ella. Fue velada por tres días, durante los cuales, cuenta la gente, sus articulaciones aún permanecían calientes y las madres cogían su mano para colocarla sobre la cabeza de sus hijos para que les otorgase la salvación. Josefina se recuerda con veneración en Schio como Nostra Madre Moretta.

A LOS ALTARES

En 1959 la diócesis local comenzó las investigaciones sobre su santidad. El 1 de diciembre de 1978 fue declarada Venerable. El 17 de mayo de 1992 fue beatificada por Juan Pablo II, declarándose su fiesta el 8 de febrero. En esa ocasión el Papa reconoció que ella transmitió el mensaje de reconciliación y misericordia.

Monday, January 07, 2008

Que la luz de tu estrella me lleve

Que la luz de tu estrella me lleve, Señor, a tu Palabra,
Encarnada en un portal, en el rostro de un niño,
En la mirada de una madre, en la protección de un Padre…
Que tu estrella me guíe para descubrir a quienes te buscan,
A quienes caminan en la esperanza de encontrarte,
Y compartir la experiencia de contemplarte como un pastor, como un mago…
Hoy es día de adorarte, de buscarte, y sobre todo de sentir la grandeza de dar y de darse,
Y de interiorizar el regalo de recibir tu presencia, tu compañía…
Gracias, Padre porque hoy, en el día de los regalos,
nos muestras la alegría que viene del “ser” y del dar,
y que un niño rodeado de amor, enviado en amor, y entregado en amor…
mueve el mundo y nos da motivos de esperanza…
Que seamos como niños: alegres hoy, ilusionados con mañana, dispuestos a aprender, a crecer,
reconociendo a quien nos ama, a quien nos cuida, a quien nos enseña…
Y que recibamos el regalo de ser tus Hijos y nos abramos al amor de quien lo dio todo por nosotros.
Padre, ayúdanos a no cesar de buscar como los magos de oriente,
Que no dejemos de mirar al cielo para encontrar la luz que guíe nuestros pasos,
Y que mantengamos la esperanza de encontrarte desde el afán de buscar con fe.

Thursday, January 03, 2008

LA TRISTEZA Y LA FURIA

LA TRISTEZA Y LA FURIA
En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas.
Había una vez... un estanque maravilloso.
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre esta la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y más rápidamente aún, salió del agua...
Pero la furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...
Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristezaterminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.
En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible yenfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza.

Decalogo de la Ternura

Todos tenemos necesidad de dar y recibir amor. Si no hacemos así, la vida se oscurece.
Para vivir la ternura no se necesitan grandes cualidades. Basta expresar con espontaneidad el amor, sin avergonzarse.
La verdadera ternura se conjuga en voz activa y voz pasiva. No sólo hay que darla sino recibirla con espontaneidad y alegría.
La ternura debe expresarse con naturalidad y en todo momento, pero sobre todo, en los momentos tensos y difíciles.
La ternura no es amanerada ni trivial y no se compagina con la agresividad.
Vivir la ternura no significa ser débil y manejable, sino generoso y acogedor. La ternura no se riñe con la energía.
La ternura no es exclusiva de la relación madre hijo. La familia, los hermanos y compañeros agradecen también este sentimiento. La ternura se aprende cada día dando amor. Nunca es tarde para empezar a practicarla.
Si bien es dificil entender la verdadera sexualidad sin ternura. No confundas nunca la sexualidad con la ternura. Dar, expresar, acoger y recibir ternura, es siempre muestra evidente de madurez.

Dios se ha hecho hombre, hermanos!

¡Dios es de nuestra familia!
¡No se avergüenza de llamarnos hermanos!
Echa una mirada por tu pueblo,
por tu barrio, por tu fábrica.
Dime donde hay un ser humano
y te diré que allí está Dios.
Gran misterio que Dios se guardaba para sí
desde siempre;
que luego deja barruntar en el relato del Génesis,
con un hombre criado especialmente a sus pechos,
a su imagen y semejanza,
y presente ya plenamente en su Hijo muy amado,
en su Jesús de su alma,
en este crío que es de todos y para todos,
en el que nacemos todos,
en el que nos reunimos todos como los pastores,
cantando a la vida,
cantando a la alegría,
vueltos a la esperanza. ¡Aleluya!
Hermanos:
¡Qué alegría de ver al Niño Jesús en Belén,
que viene a quedarse ya siempre entre nosotros,
para ser contemporáneo de todos, de todas las
épocas, de todas las tierras!
Siempre que nace un Niño, nace Jesús en él,
nace Dios en El.
Nació y sigue naciendo, creciendo, viviendo
hacia el futuro.
Belén está siempre dentro de nosotros,
siempre que estrechamos una mano con cariño,
siempre que escuchamos a un hermano con compasión,
siempre que esperamos el proceso y la evolución
de un mal carácter con paciencia,
siempre que trabajamos por los demás con desinterés,
siempre que luchamos por una sociedad mejor
sin partidismos,
siempre que compartimos,
siempre que alegramos,
siempre que levantamos a algún caído,
y después le acompañamos en el camino,
nace Jesús,
nace Dios,
es Navidad


En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T

Oracion para el fin de Año

En estos últimos momentos del año que hoy termina, heme aquí, Señor,
en el silencio y en recogimiento para decirte GRACIAS,
para solicitarte: AYUDA,
para implorarte: PERDÓN.

GRACIAS,Señor por la paz , por la alegría,
por la unión que los hombres,
mis hermanos, me han brindado,
por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron.
Por esa mano oportuna que me levantó,
por esos labios cuyas palabras y sonrisa me alentaron,por esos oídos
que me escucharon,
por ese corazón que amistad, cariño y amor me dieron.
Gracias, Señor por el éxito que me estimuló,
por la salud que me sostuvo,
por la comodidad y diversión que me descansaron.

Gracias, señor... me cuesta decírtelo...
por la enfermedad, por el fracaso, por la desilusión,por el insulto,
por el engaño, por la injusticia,por la soledad , por el
fallecimiento del ser querido.
Tu lo sabes, Señor, cuán difícil fue aceptarlo;
quizá estuve al punto de la desesperación,
pero ahora me doy cuenta
que todo esto me acercó más a Ti.
¡Tú sabes lo que hiciste!
Gracias, Señor, sobre todo por la fe
que me has dado en Ti y en los hombres.
Por esa fe que se tambaleó
pero que Tú nunca dejaste de fortalecer
cuando tantas veces encorvado bajo el peso del desánimo me hizo
caminar en el sendero de la verdad a pesar de la obscuridad.

AYUDA
Te he venido también a implorar para el año que muy pronto va a
comenzar. Lo que el futuro me deparará, lo desconozco Señor.
Vivir en la incertidumbre, en la duda,
no me gusta, me molesta, me hace sufrir.
Pero sé que Tú siempre me ayudarás.
Yo te puedo dar la espalda. Soy libre.
Tú nunca me la darás. Eres fiel.
Yo sé que me tenderás la mano.
Tu sabes que yo no siempre la tomaré.
Por eso, hoy te pido que me ayudes a ayudarte,
que llenes mi vida de esperanza y generosidad.
No abandones la obra de tus manos. Señor.

PERDÓN
No podría retirarme sin pronunciar
esa palabra que tantas veces,
te debí de haber dicho,
pero que por negligencia y orgullo he callado,
perdón, Señor, por mis negligencias,
descuidos y olvidos, por mi orgullo y vanidad,
por mi necedad y capricho,
por mi silencio y mi excesiva locuacidad.

Perdón, Señor, por prejuzgar a mis hermanos,
por mi falta de alegría y entusiasmo,
por mi falta de fe y confianza en Ti,
por mi cobardía y mi temor en mi compromiso.
Perdón, porque me han perdonado
y no he sabido perdonar.
Perdón por mi hipocresía y mi doblez,
por esa apariencia que con tanto esmero cuido
pero que en el fondo no es más que engaño a mi mismo.
Perdón por esos labios que no sonrieron,
por esa palabra que callé,
por esa mano que no tendí,
por esa mirada que desvié,
por esos oídos que no presté,
por esa verdad que omití,
por ese corazón que no amó
... por ese Yo que se prefirió.
Señor, no te he dicho todo.
Llena con tu amor mi silencio y cobardía.

GRACIAS por todos los que no te dan gracias.
AYUDA a todos los que imploran tu ayuda.
PERDÓN por todos los que no imploran perdón.

Me has escuchado...ahora, Señor, te escucho