Wednesday, June 05, 2013

siendo responsables con lo creado evitamos entrar en la cultura de lo descartable

Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, patrocinado por las Naciones Unidas, el papa se refirió durante la catequesis semanal, al urgente tema del cuidado de todo lo creado, especialmente a la custodia del hombre como centro de la creación.
Recordó Francisco que las primeras alusiones se encuentran en la Biblia, en el libro del Génesis, donde se dice que “Dios puso al hombre y a la mujer en la tierra para que la cultiven y la custodien (cf. 2,15)”. Ante este ‘encargo’ de Dios, el papa se preguntó: “¿Realmente estamos cultivando y custodiando la creación? ¿O la estamos explotando y olvidando?”
Responsables con lo creado
El hecho de “cultivar y custodiar la creación” –dijo--, ha sido una indicación de Dios, “dada no solo al principio de la historia, sino a cada uno de nosotros; es parte de su proyecto”. Por lo tanto es tarea de todos hacer crecer el mundo con responsabilidad, “transformarlo para que sea un jardín, un lugar habitable para todos”.
Tomando en cuenta las enseñanzas del papa emérito Benedicto XVI, quien recordaba que “la tarea confiada por Dios Creador a nosotros requiere captar el ritmo y la lógica de la creación”, advirtió que a menudo el hombre se deja llevar “por la soberbia de la dominación, de las posesiones, del manipular, de aprovecharnos (y) no la ‘custodiamos’, no la respetamos, no la consideramos como un don gratuito al cual cuidar”.
A la vez explicó Francisco que este "cultivar y custodiar" no solo tiene relación entre la personas y el medio ambiente, sino tiene que ver también con las relaciones humanas, en la persona humana que “está en peligro”.
Por una “ecología humana”
Recordó cómo los papas han hecho llamados urgentes ante lo que se denominó “ecología humana”, que no es sólo cuestión de economía, “sino de ética y de antropología”. El santo padre se lamentó que hoy no es el hombre un punto de referencia para ciertas decisiones, sino el dinero. “La plata manda”, fue su análisis.
Sin embargo recordó que “Dios nuestro Padre ha dado el encargo de custodiar la tierra, y no el dinero, sino a nosotros: a los hombres y a las mujeres”, denunciando que muchas veces a los hombres y a las mujeres “se les sacrifica ante los ídolos del lucro y del consumo”, con lo que se va configurando una “cultura de lo descartable”.
“Si se rompe un ordenador es una tragedia, pero la pobreza, los necesitados, los dramas de tantas personas terminan siendo normales”, continuó con su enseñanza, asegurando que si “algunas personas sin hogar mueren de frío en la calle, no es una noticia (..) por el contrario, una reducción de diez puntos en las bolsas de algunas ciudades, es una tragedia”.
En referencia a la llamada "cultura de lo descartable", Francisco se lamentó que en esta “la vida humana, la persona ya no se le percibe como valor primordial a ser respetado y protegido, especialmente si son pobres o discapacitados, si todavía no sirve --como el niño por nacer--, o no sirve más, como los ancianos”.
Cuidar los alimentos
Por otra parte, y en sintonía con el tema del Día Mundial del Medio Ambiente para este año, el papa advirtió que esta cultura de los residuos “nos ha hecho insensibles incluso a los desechos alimentarios, que son aún más desechados, cuando en todas las partes del mundo, por desgracia, muchas personas y familias sufren hambre y desnutrición”.
Esto fue ocasión para que recordara “¡que la comida que se desecha es como si fuese robada de la mesa de los pobres, de los hambrientos!”, por lo que animó a todos a reflexionar “sobre el problema de la pérdida y el desecho de los alimentos, a fin de determinar los medios que aborden seriamente este problema, y sean un vehículo de la solidaridad y un compartir con los más necesitados”.
Trajo al recuerdo la reciente lectura del evangelio en la fiesta del Corpus Christi, que narra la historia del milagro de los panes, en la que Jesús alimenta a la multitud con cinco panes y dos peces. En esta escena –recalcó--, “Jesús les pide a sus discípulos que nada se pierda: ¡ningún desperdicio! (..) Y esto nos dice que cuando la comida se comparte de manera justa, con solidaridad, no se priva a nadie de lo necesario, cada comunidad puede ir al encuentro de los más pobres y necesitados”.
Invitó a los participantes a tomar en serio el compromiso de respetar y proteger la creación, y “a estar atentos a todas las personas, para contrarrestar la cultura de los desperdicios y desechos, a fin de promover una cultura de la solidaridad y del encuentro”.
Saludos en español
Al final de la catequesis, el papa saludó a los peregrinos de lengua española con las siguientes palabras:
“Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, Colombia, Uruguay, Argentina, México y los demás países latinoamericanos. Invito a todos a respetar y cuidar la creación, a prestar atención y cuidado a toda persona, a contrarrestar “la cultura del descarte” y del desecho para promover una cultura de la solidaridad y del encuentro”.

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