Monday, July 07, 2014

Niños centroamericanos huyendo de la violencia

Muchas personas se preguntan, tanto en México como en Estados Unidos, cuáles son las causas por las que los niños sin compañía de adultos están migrando, principalmente, del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala. El Salvador y Honduras).  Sin embargo, a esta pregunta no ha venido aparejada una investigación a fondo del fenómeno, mismo que involucra tanto a los países centroamericanos como a los norteamericanos (México y Estados Unidos).

A la pregunta fundamental sobre las causas de la crisis humanitaria de los niños solos viajando a Estados Unidos ha respondido, en un amplio informe intitulado “Niñez migrante no acompañada en la región Norte y Centroamérica”, el Instituto para las Mujeres en Migración Asociación Civil (www.imumi.org) avalado por numerosos foros sobre migraciones, grupos de trabajo sobre la política migratoria de la región, colectivos de migrantes y organizaciones de la sociedad civil.
Niños huyendo de la violencia
El informe que hemos venido analizando, destaca que la niñez centroamericana y mexicana está huyendo de la violencia en sus países, ejercida por grupos delictivos armados (cárteles de narcotráfico, pandillas, violencia institucionalizada), y en algunos casos, violencia en el hogar.

Los menores de edad, hombres y mujeres, sobre todo éstas últimas, han reportado cómo ha incrementado –drásticamente-- la violencia estructural, y el reclutamiento y amenazas por parte del crimen organizado en sus comunidades de origen.  El asunto de fondo es el de la impunidad con la que actúan estos grupos y la incapacidad de los gobiernos de procurar protección a sus ciudadanos, especialmente a las niñas y a los niños.

En este contexto, las niñas, los niños y los adolescentes, no sólo buscan llegar a Estados Unidos, también lo hacen a los países vecinos como lo muestra el reciente estudio del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR), oficina regional para Estados Unidos y el Caribe, “Niños en huida”, que señala cómo ha incrementado el número de solicitudes de asilo en México, Panamá, Nicaragua y Costa Rica.

En dicho estudio de la ACNUR, de la niñez mexicana entrevistada que huyó de México a Estados Unidos, 39 por ciento señaló como causa el reclutamiento y la explotación criminal. Mientras que el cambio en los flujos migratorios que ha incluido una mayor participación de niñas, en edades cada vez más pequeñas, puede ser el indicio de la desesperación y el grado de violencia que sufren, incluida la violencia sexual y los embarazos adolescentes.

La pobreza tiene rostro de niña o de niño

La segunda causa más importante por la que está aumentando considerablemente el flujo de menores viajando solos a los Estados Unidos o, en menor proporción, a los países vecinos más desarrollados, es la pobreza.  Según el informe del Instituto para las Mujeres en Migración, la economía regional se ha visto afectada, de forma negativa, desde el inicio del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (México, Estados Unidos y Canadá) en 1994 y el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana en 2005.

Estos tratados comerciales –dice el informe sobre niñez migrante—han dejado a los países de la región centroamericana y a México, sin posibilidades de crecimiento. La falta de infraestructura regional, de inversión y desarrollo afecta a comunidades de origen, situación que combinada con la violencia provoca la necesidad de salir del país en busca de mejores oportunidades de vida y protección.

La pobreza es lo que ha forzado directamente a la población adulta de la región a migrar.  Por ejemplo, en México, donde la tasa de desempleo abierto se mantiene por encima del 6 por ciento de la población económicamente activa, sin embargo, la economía subterránea alcanza a más de 60 por ciento de la población en posibilidad de tener un empleo estable.  Lo cual quiere decir que seis de cada diez mexicanos es potencialmente migrante.  La falta de oportunidades laborales ha forzando a la población adulta a migrar; ahora también se está llevando a las niñas y a los niños.
El Instituto para las Mujeres en Migración Asociación Civil (www.imumi.org), avalado por una gran cantidad de organizaciones que en México y Centroamérica dedican sus esfuerzos al problema migratorio, ha publicado un reporte exhaustivo sobre la niñez migrante no acompañada en la región norte y   centroamericana, concretamente  Honduras, Guatemala, El Salvador, México y Estados Unidos.

Violencia generalizada

La primera parte del informe se refiere a las características reales de la crisis humanitaria que, de pronto, ha saltado a los titulares de todos los medios en el mundo tanto por la envergadura del problema para Estados Unidos como por el hecho de que los migrantes sean ahora menores de edad viajando sin la compañía de una persona adulta.

El informe destaca que miles de niñas, niños y adolescentes de Centroamérica y México están huyendo de sus países debido a que su integridad y seguridad están en riesgo y requieren protección internacional, así como la implementación de protección integral y acorde a las necesidades específicas de los diferentes grupos de edad, sexo, etnia y nacionalidad.

La violencia generalizada, la pobreza y la falta de protección gubernamental que padecen, los obligan a migrar, situación que ha incrementado en los últimos cuatro años.  Cabe resaltar que de octubre de 2013 hasta junio de 2014, más de 51,000 menores de edad han sido detenidos por la Patrulla Fronteriza, de los cuales 12,146 eran de nacionalidad mexicana. La respuesta del gobierno estadounidense ha sido incrementar los espacios destinados a su detención, disminuyendo su capacidad para identificar potenciales necesidades de protección especial.

Según dice el informe, las estadísticas oficiales mexicanas muestran que en el primer trimestre de 2014 devolvieron a casi 1,600 niñas y niños centroamericanos no acompañados, y recibieron 3,724 niñas y niños mexicanos no acompañados repatriados por Estados Unidos. Se estima que de continuar este comportamiento, al finalizar el año, el número de niñez migrante no acompañada o separada ascendería a 6,400 que serían devueltos a Centroamérica, es decir, un incremento mayor al 50 por ciento comparada con el año 2012, que en total fue de 4,009 niñas y niños devueltos a sus países de origen.

La respuesta gubernamental, especialmente de México y Estados Unidos, ha sido la detención y activación de un proceso expedito para su devolución o repatriación, omitiendo su obligación de velar por el interés superior de la niñez e identificar y brindar la protección internacional que las y los niños necesitan, termina diciendo la primera parte del informe.

Características especiales de la niñez migrante centroamericana

El informe en cuestión afirma que la niñez no acompañada centroamericana que llega a Estados Unidos es puesta bajo custodia de Protección de Aduanas y Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) en tanto les es asignado alojamiento mediante la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR, por sus siglas en inglés) tiempo que no debería exceder las 72 horas.

Sin embargo, confirma el texto, debido al vertiginoso aumento las niñas y los niños no acompañados, éstos quedan bajo custodia de la Patrulla Fronteriza por tiempos extendidos, en lugares provisionales y bajo condiciones que afectan su desarrollo y salud emocional.

Confirmando lo que ha sido ya denunciado por la prensa, el informe dice que una vez en la custodia de la ORR, las autoridades realizan entrevistas para determinar la situación de las y los menores de edad para identificar si tienen familiares o posibles tutores con autorización de la familia que vivan en el territorio de la Unión Americana. Si se identifican familias o tutores, son puestos bajo su custodia mientras esperan su audiencia migratoria ante un juez.


humanitaria, pero también una gran oportunidad para encontrar soluciones multilaterales –no solamente de un país expulsor o del país receptor de niñas, niños y adolescentes migrantes—que garanticen mínimamente el respeto fundamental que se le debe al derecho de los niños a ser, justamente, niños. 
Buscando a los familiares

La causa menos publicitada de migración para la niñez de México y de Centroamérica es el intento desesperado en muchas ocasiones de la reunificación Familiar. No solamente éste sino varios informes sobre migración en la región han señalado que la niñez y juventud que llega a Estados Unidos está buscando reunificarse con algún familiar que ya se encuentra allá, incluso con un trabajo estable.

Madres, padres y tutores quienes migraron como única alternativa ante la falta de condiciones dignas en sus lugares de origen, se vieron obligados a dejar a sus hijas e hijos con familiares en sus países. Por lo que la necesidad de las niñas, los niños y los adolescentes de reunirse con su familia, especialmente con su madre y/o padre, quienes por no contar con documentación migratoria en Estados Unidos, no pueden viajar periódicamente a visitarles, les orilla a migrar hacia los países de destino de sus padres.

Ciertamente, éste ha sido el punto frontal de la embestida de la Iglesia católica de Estados Unidos con respecto a la (estancada) reforma migratoria en el país del Norte: el tema de la reunificación familiar. Son varios cientos de casos de menores de edad que mueren en el intento de llegar a donde están sus familiares, que desaparecen sin dejar rastro (muchos para explotación sexual o trata de órganos) o que son dados en adopción a familias estadounidenses.  Sin embargo, la reforma migratoria integral, anunciada desde hace cinco años, simplemente no acaba de llegar.  

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