El sacerdocio, regalo a Dios y a los otros.

Benedicto XVI: “El sacerdocio, regalo a Dios y a los otros”

El sacerdocio es un paso de propiedad, un ser sacado del mundo y entregado a Dios, pero "no es una segregación", el sacerdote está "disponible para los otros, para todos”. Lo dijo el Papa el jueves por la mañana, celebrando en la basílica de San Pedro la misa crismal con más de 1.600 sacerdotes de la diócesis de Roma.
El sacerdocio es un paso de propiedad, un ser sacado del mundo y entregado a Dios, pero "no es una segregación", el sacerdote está "disponible para los otros, para todos”. Lo dijo el Papa el jueves por la mañana, celebrando en la basílica de San Pedro la misa crismal con más de 1.600 sacerdotes de la diócesis de Roma.
Antes de los ritos de la renovación de los votos sacerdotales y de la bendición de los óleos -que hacen única esta celebración- Benedicto XVI habló durante la homilía de la institución del sacerdocio por parte de Cristo en el Cenáculo. "Conságralos en la verdad, tu palabra es verdad", Jesús ora por sus discípulos, y esta palabra, fue leída incluso por Joseph Ratzinger cuando era joven, en la víspera de su ordenación, hace 58 años."El Señor está hablando de mí, y está hablándome a mí. Y lo mismo me ocurrirá mañana".Ordenación sacerdotal, dijo el Papa, significa entonces estar inmersos en el Señor, en la verdad. Pidió incluso a los sacerdotes si la palabra de Dios “ realmente da un sello a nuestra vida y forma nuestro pensamiento” o si “acaso no son con frecuencia las opiniones predominantes los criterios que marcan nuestros pasos".Benedicto XVI envió una parte de los óleos bendecidos al arzobispo de Aquila, que debido al terremoto no pudo celebrar la misa del crisma, y rezó para que estos aceites "puedan acompañar el tiempo del renacimiento, de la reconstrucción, sanando las heridas y manteniendo la esperanza".