Para ayudarnos a evitar el infierno y el purgatorio, Ntra. Sra. del Carmen nos ofrece su Escapulario, como ya hemos visto. Y considerando lo que son ambos castigos, sería locura no aprovechases semejante ofrecimiento, efecto del más ardiente y preocupado amor maternal hacia ti, y extraordinaria gracia alcanzada por su intercesión dolorosa en el Calvario.
Será oportuno recordar aquí, reforzando las razones del Escapulario, la doctrina tradicional de la Iglesia, desde los SS. Padres, según la cual: todo el que tiene devoción a la Virgen se salva. Algunos testigos de esta tradición:
—S. Germán, Patriarca de Constantinopla (P G. 98,379) “Tú liberas a tus devotos de toda necesidad y tentación”.
—S. Juan Damasceno (P 0. 95,680): “Acepta la plegaria de uno de tus siervos, es pecador, pero te mira como la prenda segura de su salvación”.
—En los Menci, doce gruesos códices griegos con textos de santos y teólogos que diariamente se cantaban en las funciones sagradas, se lee: “Vuestro Hijo adopta manifiestamente a los que os alaban como Hija del Padre Celestial”. “De Vos ha nacido el Dios revestido de carne, el cual levanta a vuestros devotos y siervos hasta la luz de su Divinidad”. “A todos los que celebran vuestras alabanzas les concedéis la salvación”. “Os saludamos como introductora de vuestros devotos, que les evitará la confusión de ser rechazados”. Etc.
—S. Pedro Damiano (PL. 145,563): “No podrá perecer ante el eterno Juez quien se haya asegurado la ayuda de su Madre”.
—S. Anselmo (PL. 158,956j: “Es imposible que se pierda quien se dirige con confianza a María”.
—S. Bernardo (PL. 183,442): “Recurre a María. Te doy garantía segura. El Hijo oirá a la Madre como el Padre oye al Hijo... María encuentra siempre la gracia que necesitamos, la gracia por la cual nos hemos de salvar”.
—S. Lorenzo Justiniano, Patriarca de Venecia(+ 1455): Jesús dice a María: “Ninguno de tus siervos quedará definitivamente excluido de mi presencia” (De triumph. Christi agone c. 18).
A partir del s. XVI la formulación se hace más clara en los autores espirituales: Pelbarto de Temesvar: “Servir a María es señal certísima y segurísima de salvación”, lo que explica y prueba; hace suya esta tesis Pedro Antonio Spinelli (Pietas... María colenda. 1. 19). Ángel Paciuchelli OP.: “No puede perecer quien la venera e invoca con devoción y perseverancia” (Excit. in Salve R. 6). Lo explican: S. Alfonso María de Ligorio (Las glorias de María). S. Luis María Grignión de Montfort (La verdadera devoción 1, 1,2), los PP. Juan Crasset (+ 1602), Pablo Ségneri (+1694), en el s. XX Terrien S.J. etc, etc. S. Felipe Neri decía: “Si queréis la perseverancia sed devotos de María”; S. Juan Berchmans: “Amando a María estoy seguro de mi salvación y de mi vocación”; S. José Caffaso: “Si queréis estar seguros de vuestra salvación eterna, si aspiráis a una gran corona, amad y honrad a María”.
Mons. Millot. testifica: (Connaítre, aimer, servir la trs Sainte Vierge. París, 1923 pg. 195): “La salvación de los siervos de María ha llegado a ser una de esas verdades prácticas que se demuestran por la persuasión misma de los fieles y de la predicación cotidiana. Dios no permite el error universal del pueblo cristiano; —esta verdad pertenece al dogma—. Desde hace siglos se inculca al pueblo la convicción que un hijo de María no puede perecer, y la Jerarquía impulsa esta doctrina. Así ha nacido una confianza universal que no puede quedar defraudada”.
La Liturgia aplica a la Virgen las palabras de la Sagrada Escritura: “Quien me encuentra, encuentra la vida y alcanza la salvación de Dios” (Prov. 8,34). Y: “Los que me honran obtendrán la vida eterna” (Eclc. 24, 30).
Los Papas han dicho: “Es opinión constante entre los fieles, comprobada por una larga experiencia, que todos los que toman a la Virgen como patrona no perecerán eternamente”. Benedicto XV (22-3-1918;AAS.10,(1918)182).
“El culto a la Virgen Madre de Dios según sentencia de los Santos, es señal de predestinación, particularmente en la edad juvenil” (Pío XII, encíclica Mediator Dei).
El devoto de María se salvará, pero ¿qué es ser devoto de Maria?. Si decimos que lo son quienes viven en gracia y con fervor, claro que esos se salvarán. Yendo al extremo contrario también es claro que no lo son quienes se limiten, por ejemplo, a poner un cuadro de la Virgen en su casa y luego despreocupados vivan en pecado habitual. Siempre es seguro que el acudir a nuestra Madre nos atraerá cantidad de gracias, y aunque sería imposible y necio pretender determinar el mínimo de devoción a Ella que se requiere para salvarse, vemos en muchos casos que por una pequeña devoción se han conseguido gracias extraordinarias para ello, lo que prueba su gran valor, y que no han de menospreciarse y abandonarse prácticas tan sencillas como llevar el Escapulario, o rezar tres avemarías diariamente. Sería, sin embargo, además de temerario ofensivo para Sta. María, limitar, a propio intento; su devoción de manera que fuese sólo algo insignificante en el conjunto de una vida de pecado. ¿No merece la pena que planifiques con generosidad tu devoción a la Stma. Virgen? A generosidad no le vas a ganar; más de lo que le des te devolverá, y multiplicado.
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