Friday, August 09, 2013

No Teman. Tengan Fe. Esten Vigilantes


Homilia de Domingo, 11 de Agosto de 2013 (19C)
de P. Roberto Mena, ST


Lecturas de Domingo
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1. Los miedos están a la orden del día. Miedos de todas clases: miedo a la vida, miedo a la enfermedad, miedo a la muerte, miedo a quedarse solo después de un largo matrimonio, miedo al fracaso, miedo a que los hijos no lleven el camino que uno les ha ido marcando, miedo a no poder pagar las deudas que uno contrae, miedo a que te echen del trabajo, miedo a la oscuridad, miedo a la insolidaridad, miedo debido a tanta inseguridad que hay en nuestras ciudades grandes, y a veces también en las pequeñas....Quizá también miedo a no ser fiel a Dios, miedo a Dios....Son miedos o desasosiegos o preocupaciones reales, de nuestra vida diaria, de las cuales no podemos huir. Es más, vivimos cada día en medio de ellas, que son ya el producto y resultado de la sociedad civilizada ( o quizá sea mejor decir sin civilizar ), en que vivimos.

Las familias de hoy día pudieran hablarnos todas ellas de los sinsabores que la vida les ha traído, de las alegrías también, pero todos aquellos que han tenido el don y la alegría de ser Padres, se han dado cuenta de que lo más dificil no es tener un hijo o una hija. Lo más difícil es criarlos y educarlos y tratar de que lleven una vida sana y que puedan ser ciudadanos responsables el día de mañana. Con independencia propia y madurez, psicológica y espiritual, para comenzar la misma tarea familiar, y transmitir la Fe de Dios. Y muchas veces Dios bendice a tantas familias con la satisfacción de ver el resultado de tantos desvelos. A veces, para otros, la historia de sus vidas está llena de trabajos y de insatisfacciones, y el ver que a pesar de todos los sufrimientos y esfuerzos, los hijos siguen sus caminos o el sufrimiento físico o moral llega a sus vidas por distintos cauces. Hay sueños que nunca se cumplen. Es toda una vida de cruces, sufrimientos, preocupaciones, miedos.

2. En medio de todo este vendaval de emociones, oímos la voz de Jesús en las Lecturas de hoy, nos dice: " NO TENGAN MIEDO ". Es difícil desligarse de todo ese sinnúmero de problemas de los cuales las vida de la mayoría de nosotros están llenas. Y ahí está probablemente, la razón de venir a oir la Palabra de Dios. Es una Palabra que nos debe decir algo, hoy día, en medio de las vicisitudes y de los problemas de hoy día. Es una Palabra, que por ser Palabra de Dios, tienen fuerza y poder para dar LUZ, para dar INSPIRACIÓN, para dar FORTALEZA, cuando las personas quedan sumidas en medio de las tinieblas de la vida provocadas por la crueldad, o el desamor, o simplemente porque la vida está llena de tristezas y de obstáculos. Todo ello es parte de la naturaleza humana. Pero en medio de todas estas tinieblas, la Voz de Dios puede ser escuchada y aquellas personas que pueden oir esta voz, pueden testificar sobre el cambio que se produce en la persona. Ya no hay tantos miedos, ya no hay tantas tinieblas, ya no hay tantas flaquezas. La GRACIA de DIOS ha hecho su función, y la persona ha sido renovada de nuevo. Es como un milagro de esta Palabra que penetra en nuestras vidas, precisamente cuando tenemos mayor necesidad. " NO TEMAN ", dice Jesús. Y ya con el eco de Su voz, la jornada, el camino se hace más llevadero.

3. Si alguien llegara a nuestra vida y nos dijera que nos quedan tantos y tantos días, o meses de vida, ¿ Cuál sería nuestra reacción más normal ?. Es una pregunta que cada uno de nosotros se puede hacer perfectamente cada día, ya que nuestros días, cada día, es un regalo de Dios, y al acostarnos cada noche no sabemos si vamos a despertar para esta vida terrena y vamos a despertar en la eternidad. Es una pregunta y una respuesta que nos hace ser muy realistas. Vivimos en este mundo pero sabemos que todos estamos de paso. Y lo sabemos y creemos desde el punto de vista ideal, o doctrinal. A veces, en la manera como vivimos los detalles de la vida, nos hace ver que estamos un poco desconectados de las realidades grandes, de la vida, de la muerte, de la eternidad, del cielo, y hasta del infierno. No es que uno deba echar agua a toda la fiesta de la vida diaria, pero una dosis aunque fuera pequeña de consideración de estas realidades, probablemente nos pondría más en contacto con aquellas realidades que yacen muy dentro de nuestra alma, y de las cuales depende nuestro existir, aquí y en la eternidad. Por eso, no nos sorprende que Jesús en el Evangelio de hoy nos imparta este aviso, por nuestro propio bien: " Estén preparados. Estén vigilantes. No saben cuando va a llegar el día o la hora del Hijo del Hombre" ( v. 40 ). Son avisos escatológicos que de ordinario leemos y meditamos al final del Año Litúrgico. Pero ahora también, casi al comienzo del verano. Estas pequeñas dosis de meditación escatólgica sobre lo que antes se llamaba en el Catecismo " los Novísimos ", no le hace daño a nadie. Nos hace a todos bien. Estamos de paso. Aunque a vece nos enamoramos de esta ciudad terrena. Pero sabemos donde está nuestra morada eterna.

En la Santisima Trinidad
P. Roberto Mena, ST

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