Thursday, May 09, 2013

Por que es bueno trabajar en equipo?








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Hay un dicho que dice, “la fuerza de la cadena depende del eslabón más débil”. Otro dicho dice: “La unidad hace la fuerza”. En un ejército, los soldados buscan el punto más débil para atacar, y así vencer. Una de las estrategias principales que el diablo utiliza para destruir es, la división. Mientras que, la naturaleza de nuestro Dios Trino es la unidad y el amor. El Padre ama al hijo, el Hijo ama al Padre, y el Espíritu Santo es el vínculo de amor entre Padre e Hijo.







En toda circunstancia de la vida, para tener éxito, es indispensable aprender a trabajar en colaboración con otros, con armonía y unidad. Este concepto se puede aplicar a toda área de interacción humana. Para tener éxito, es necesario que haya unidad en los propósitos y las metas! Esto se puede aplicar a distintos círculos: a una comunidad parroquial, un grupo parroquial, una comunidad religiosa de las monjas, sacerdotes o hermanos, un coro, un equipo de béisbol, una empresa o corporación con su director ejecutivo, su presidente y el personal y por último, a la familia y quienes la integran. Todos estos círculos, si pretenden tener éxito en sus iniciativas, deben lograr la unidad en sus objetivos y propósitos, e igual deben saber colaborar juntos con orden y armonía.





El Diablo – ¡La estrategia principal que utiliza el diablo para destruir es la división, la separación! ¿Cómo? El diablo, que es muy astuto, mañoso, tramposo y malicioso, sabe cómo sembrar discordia. Dios permite que el diablo presente pensamientos e imágenes en nuestra imaginación que son contrarios a la voluntad de Dios Todopoderoso.





Envidia y celos, sospechas, desconfianzas y rivalidades — ¿Cuáles son algunas de las armas más comunes que utiliza el diablo? A través de los tiempos, vemos las huellas feas del enemigo, vemos como causa destrucción! En una comunidad o círculo, el diablo tienta a uno de ellos, lo tienta a que se centre o fije en otro miembro del grupo, y la persona empieza a hacer comparaciones – puede suceder en cualquier grupo o en los grupos mencionados anteriormente. El fruto feo de compararse con los demás es la envidia, ¡porque de los celos nace la envidia! Una vez que se le da paso a la envidia, ¡el diablo ha ganado la batalla!





La persona envidiosa es capaz de actos atroces. Mencionemos algunos: habladurías negativas, maledicencia, chismes que llevan a la calumnia, dar la espalda, amargura, odio e incluso asesinato. A menudo se difama o se mata la reputación de otro, y a veces incluso la violencia y el asesinato como con Caín a Abel!





Ejemplo de deportes: ¡Béisbol! Imagínense un equipo de béisbol, están en un empate con el equipo contrario, y están en la 9a entrada; van 5 a 5. Miguel, el bateador pasa al plato, el lanzador lanza una bola rápida a 95 millas por hora.





Miguel fija sus ojos en la bola, y con todas sus fuerzas le tira con el bate, le pega, y la bola como un cohete, ¡navega hacia las gradas! ¿Quién ganó el partido? ¿Fue sólo Miguel o el equipo de Miguel? Cierto es, que fue Miguel quien hizo el jonrón, ¡pero todo el equipo gana el partido! En términos deportivos, a esto se le llama “Trabajar en equipo”.





Observación de baloncesto – Cabe mencionar uno de los más destacados jugadores del baloncesto que por muchos años jugó para los Chicago Bulls, Michael Jordan.





Cuando Michael Jordan tiraba entre 50 o 60 puntos, y su equipo ganaba, sucedía que ese no había sido su mejor partido. Al contrario, fue cuando Jordan pasaba la bola, y animaba a otros jugadores a que tiraran la bola e hicieran un punto, que el equipo estaba verdaderamente jugando bien!





Ejemplo familiar – La familia es el cimiento principales de la sociedad. El beato Papa Juan Pablo II, le llama “la Iglesia Doméstica”, ”la célula básica de la sociedad”, y como va la familia, va la sociedad y el mundo en general. La familia debe esforzarse por “trabajar en equipo”, y en imitación de la Santísima Trinidad, aspirar a la unidad entre sus miembros en donde el amor es la fuerza vinculante. La familia debe tener unidad de meta y propósito. Por supuesto, esta meta debe ser amar a Dios en esta vida, para que esta familia temporal, esté siempre unida en el cielo con la familia eterna!





El secreto del éxito familiar “Un equipo de sus sueños!” – Cuando oficio la Misa de una boda, en mi homilía hago esta pregunta a la novia y el novio: ¿Qué es lo mejor que ella puede hacer por él en su matrimonio, y que es lo mejor que él puede hacer por ella? Tomados completamente por sorpresa, se me quedan viendo con una mirada de ”¿Yo no se?” ¡Entonces les doy yo la respuesta! Lo mejor que Juan puede hacer por María, es enamorarse con Jesús cada día; y lo mejor que María puede hacer por Juan es enamorarse con Jesús cada día! Si ambos tienen una constante “relación de amor” con el mejor de los amantes, Jesucristo nuestro Señor y Salvador, entonces podrán dar y compartir su amor de la manera más completa, entre ellos mismos y con los hijos que Dios les ha dado! En otras palabras, la transformación de la familia como un equipo exitoso depende en que Jesús sea Gerente del equipo — no como ayudante o en segundo plano, sino Jesús como “administrador”. ¡Jesús es el que debe organizar, formar, educar, animar e incluso a veces corregir a los miembros del equipo!





¡El ejemplo de un santo! — San Juan Berchmans murió joven, cuando aún era seminarista jesuita en camino al sacerdocio. Un acontecimiento el la vida de este santo podría ser de mucho valor, para edificar familias llenas de armonía, unidad y amor. Juan vivía en comunidad con otros jesuitas, algunos hermanos, otros seminaristas y otros sacerdotes. Por inspiración del Espíritu Santo, Juan escribe una lista de todos los nombres de su comunidad. Al lado del nombre de cada persona, Juan anotó una virtud específica (cualidad loable de esa persona), y en oración le daba gracias a Dios por él y su virtud. Por ejemplo: Por el P. Juan un gran predicador, gracias a Dios; Por el P. Andrés, un excelente catequista, gracias a Dios; Hermano Pedro, el mejor cocinero, gracias a Dios; El P. Mateo, quien tiene el mejor sentido de humor, gracias a Dios. Y para concluir, una nota interesante: en la lista faltaba solamente un nombre. ¿De Quién? Era el nombre del único miembro en esa comunidad que fue canonizado santo- san Juan Berchmans, S.J.





Amigos y hermanos en Jesús – Jesus, nuestro Hermano mayor y nuestro ejemplo – esforcémonos con todas nuestra fuerzas y nuestra voluntad, para formar buenos equipos, especialmente en nuestras familias, imitando a la Sagrada familia y la Santísima Trinidad. Con san Pablo, vivamos las palabras del pasaje bíblico – edifiquemos y no derrumbemos: “Alegraos con los que se alegran; llorar con los que lloran!” Unidos con el mismo objetivo y propósito, unidos en el amor del Espíritu Santo, bajemos las redes para una gran pesca, todos unidos en el amor Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María

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