Thursday, December 28, 2006

CERRANDO PARA ABRIR

de P. Roberto Mena, S.T.

Al llegar estas fechas hacemos balance de lo transcurrido.
Al llegar estas fechas comenzamos a hacer proyectos para lo que vendrá.
No podemos limitarnos a cerrar el tiempo porque el mismo siempre está abierto.
No podemos limitarnos a comenzar puesto que siempre somos la resultante de una mezcla de pasado, futuro y hoy.
Por más que existan quienes actúen como si todo comenzase con ellos tal realidad no es cierta. La historia relata de un mandarín que hizo quemar todos los libros para que no quedasen vestigios del pasado y todo comenzase con él. ¡Cuántos mandarines siguen habiendo en la historia!
Debemos saber hacia donde vamos sin poder dejar de reconocer que somos quienes somos.
Así es como vamos construyendo nuestra historia personal.
Cerramos el año para abrir uno distinto.
Al mirar hacia atrás encontramos muchos acontecimientos que nos han ido marcando.
Acontecimientos extraordinarios, los menos, acontecimientos cotidianos, los más, que nos han hecho ser lo que hoy somos.
Generalmente tales acontecimientos están ligados a rostros puesto que en nuestra esencia está el que somos seres en relación.
Rostros que se agigantan, rostros que irrumpen y rostros que se derrumban o resquebrajan.
Rostros que nos acercan situaciones, vivencias, colores y palabras.
Rostros que continúan estando en nuestra vida para ayudarnos a crecer como personas y a cuestionar nuestra coherencia.
Rostros que siempre serán presencia aunque, tal vez, físicamente ya no estén o medie la realidad de la distancia.
Ellos quedarán en el año cerrado pero pasarán al tiempo abierto y así nos sucede con todo lo que hace a nuestra vida.
Por más que pretendamos dejar algo en el pasado ello se habrá de “colar” en ese tiempo que estaremos abriendo.
Algunas realidades estarán para animarnos haciéndonos saber que se puede y otras estarán para ayudarnos a no reiterar situaciones similares.
Los rostros no irrumpen en nuestra vida gratuitamente sino que son parte de ese “Para qué” de Dios que debemos hurgar sin permanecer indiferentes ante ellos.
Si uno se limitase a cerrar el año teniendo en cuenta, únicamente, los acontecimientos extraordinarios se descubrirían que los muchos no son muchos más que diez.
¿Puede realizarse un balance anual en base a no mucho más de diez situaciones?
Por más importantes que los mismos hayan sido no dejan de ser extraordinarios. ¿No son demasiado pocos para todo un año?
Por más que cada acontecimiento llegue con su carga de causas y consecuencias. ¿No son demasiado pocos para todo un año?
Sin duda que el año es mucho más que lo extraordinario.
Son mil momentos cotidianos.
Son cien mil situaciones diarias.
Es allí donde debemos profundizar nuestro balance.
Sin duda que el tiempo por venir nos acercará situaciones extraordinarias que no serán iguales a las pasadas y deberemos aprender a vivirlas sobre la marcha misma.
Pero nos ofrecerá momentos tan cotidianos como los pasados.
Nos acercará situaciones tan diarias como las ya transcurridas.
Ambas realidades no podemos vivirlas de la misma manera que las anteriores.
De intentar hacerlo debemos concluir que estamos repitiéndonos y ello debe ser un sobrado motivo para estar alarmados.
Dejar nuestra huella en la historia es mucho más que limitarnos a ser imitadores de los animales que viven la preocupación de marcar territorio.
Dejar nuestra huella es mucho más que una tarea para algunos prohombres. Debería ser la tarea de todos.
Es saber quienes somos e intentar ser coherentes con nosotros mismos y, para ello, debemos cerrar los tiempos aprendiendo de ellos para abrir tiempos nuevos con madurez.
FELIZ AÑO NUEVO.

En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T.

Saturday, December 23, 2006

Dejame ser tu Navidad. Mi tarjeta para ustedes


DEJAME SER TU NAVIDAD
de P. Roberto Mena, S.T.

Mirame como si yo fuera aquel árbol navideño
que quiere darte los colores de la esperanza,
y en sus coloridas esferas , lo que siento...
En la roja el calor del cariño que siento por ti!!!
En la azul, la protección de los Ángeles,
a los cuales pido por tu seguridad.
En la amarilla, color del oro,
toda la prosperidad que te deseo.
En la morada, toda la tristeza que siento
cuando estas triste!!!
En la blanca, la Luz de la Paz
que quiero para tu vida.
¡Quiero ser un poco tu navidad!!!
Sienteme en cada cajita de regalo!!!
Sonriendo con tu sonrisa.
En los moños de colores....
Mis buenos pensamientos adornando tu casa.
Siente en los niños que corren felices....
La energía positiva que te envío!!!
En los juguetes desparramados,
la inocencia que veo en tu corazón!!!
Siente en mis abrazos y en tu soledad....
Mi presencia de vibrante serenidad
En las campanas que suenan...
Escucha mi voz en oración;
Pidiéndole a Dios que te proteja
y te aparte de todo mal!!!
Estés donde estés....
Dejame ser un poco tu navidad.



En la Santísima Trinidad:Padre Roberto Mena, S.T.

Friday, December 15, 2006

Ángel del Faro


Origen des conocido

Ahora que eres guardián del faro, escucha la metáfora del faro: El faro está afianzado en la roca, no importa dónde se lo construya. A veces el faro es reconstruido, en otras zonas mientras cambian el clima y las condiciones. El mismo faro, el mismo guardián del faro, siempre afianzados en la roca.

El faro está ahí para hacer una cosa: hacer brillar la luz.

El propósito de la luz a menudo es cambiado.

A veces es un aviso, a veces está allí, para atraer la atención y a veces está ahí para guiar. Cualquiera sea el propósito, siempre está anclado en la roca.

Tú sabes algo que los otros no saben.

Sabes dónde están las rocas, dónde está el problema, y estás allí para guiar a los otros, respecto de estas cosas. ¡Cuando la luz, es capaz de ayudar a conducir a los barcos a salvo a la bahía, en el faro se regocijan!

Cuando esto sucede, sin embargo, el guardián del faro no se va al barco y hace una fiesta con el capitán. En vez de eso, el guardián se regocija silenciosamente y continúa haciendo brillar la luz.

Los capitanes que llegan al puerto, a salvo, gracias a la luz del faro, nunca conocen al guardián del faro.

¡El guardián del faro, no publica una declaración, para decirles a otros que salvó un barco! Se queda en silencio y continúa, generalmente a solas, enclavado en la roca.

Algunas personas pasan por la vida de los demás, intentando ayudar, guiar, tender la mano; pero todo se derrumba cuando dejan el faro y suben al barco para festejar...

Otras en cambio ayudan en silencio, tocan e iluminan las vidas de muchos a su paso, no buscan ningún reconocimiento, dan porque sienten algo maravilloso al hacerlo y sienten paz, cuando han logrado salvar o hacer sentir mejor al otro... Esas personas son verdaderos faros, no necesitan figurar, no necesitan ser aplaudidos, no necesitan que los adulen, ni que los hagan sentir importantes...

No, siguen firmes en la roca y saben que su luz siempre será de ayuda para quien la necesite...
Pensemos...

¿Cómo queremos ser?

Thursday, December 07, 2006

El celibato de los sacerdotes, un ejemplo para los jovenes

AMERICA/HONDURAS - Los Obispos de Centroamérica piden a sus sacerdotes que valoren cada día más el don del celibato que han recibido, signo de la radicalidad de su entrega libre a Cristo y un ejemplo para los jóvenes del valor de la castidad

Tegucigalpa - Los Obispos de Centroamérica reunidos en Asamblea Plenaria Anual del SEDAC del 27 de noviembre al 1 de diciembre, han dirigido al final de la misma un Mensaje fraterno a todas las iglesias particulares en la que ejercen su ministerio episcopal y a todos los pueblos centroamericanos, titulado “Para que nuestros pueblos, en El, tengan vida”.

La Asamblea se sitúa dentro del camino de preparación a la V Conferencia General del Episcopal Latinoamericano y del Caribe que se realizará en mayo del 2007 y que los Obispos de Centroamérica consideran como “un momento de plenitud de comunión y de gracia, cuya acogida redundará en la revitalización de nuestro seguimiento de Jesucristo en comunidades de fe, y un relanzamiento de la vida misionera de la Iglesia en América Latina y el Caribe, aportando las luces del Reino de Dios a las situaciones y grandes cambios que están sufriendo nuestros pueblos”.

Comienzan los Obispos recordando algunos de los principales problemas que continúan afectando a los pueblos de Centroamérica y que son “motivo de gran preocupación por el daño que hacen a nuestras naciones, especialmente a las personas más pobres”. Entre ellos destacan la corrupción, que acentúa la crisis de las instituciones sociales, el narcotráfico y el crimen organizado que provoca un clima de violencia y la sensación de impotencia por parte de los gobiernos, las pandillas juveniles a causa de estos males y de la crisis familiar, las numerosas presiones a las que se ven sometidas las familias, la explotación minera de metales, que no sólo está contaminando los mantos acuíferos sino que deja muy poco de sus ganancias en nuestros países, la migración debido a la mala distribución de la riqueza, la corrupción, la falta de auténticas políticas de desarrollo integral y el clima de violencia en algunas regiones.

En la segunda parte del Mensaje los Obispos tiene una palabra para sus principales colaboradores los sacerdotes “quienes diariamente entregan su vida al servicio de las comunidades con el corazón de Cristo”, recordándoles que son su esperanza y agradeciéndoles por su servicio y dedicación. Muestran a continuación su preocupación porque muchas veces deben realizar su labor en un contexto cultural difícil, en una cultura de violencia y de muerte y un ambiente pansexualista. Por ello, se muestran cercanos a sus sacerdotes pidiéndoles que “valoren cada día más el don del celibato que han recibido, a través de una formación permanente en todas las dimensiones de su vida: la espiritual, la pastoral, la afectiva y la intelectual”. Precisamente el “celibato sacerdotal vivido en madurez afectiva - continua el Mensaje - , es signo de la radicalidad de su entrega libre a Cristo y a su Evangelio, es un precioso ejemplo para todo joven del valor de la castidad y para aquellos llamados por el Señor a la vida consagrada y al sacerdocio ministerial, un acicate a no dejarse vencer por el temor”. Así mismo invitan a los sacerdotes que trabajan en la pastoral vocacional que “cuiden la debida selección y acompañamiento, en particular de la madurez de la persona y favorezcan la atención y formación espiritual


En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T.

Friday, December 01, 2006

“La Iglesia no impone a nadie,” dice el Papa en Turquía

de Padre Roberto Mena, S.T.

El Papa reitera que “la misión de la Iglesia no consiste en defender poderes ni obtener riquezas. Su misión es la de donar a Cristo, sin querer imponer nada a nadie”

Viernes, 1 dic- “Permaneced siempre abiertos al Espíritu de Cristo y, por tanto, permaneced atentos a aquellos que tienen sed de justicia, de paz, de dignidad, de consideración para ellos mismos y para los hermanos. Vivid entre vosotros según la palabra del Señor: ‘En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros” (Jn 13,35)

Es la consigna que ha dejado Benedicto XVI a la comunidad católica en Turquía, en la Catedral del Espíritu Santo de Estambul, al terminar esta mañana el quinto Viaje Apostólico de su pontificado. El Papa ha reiterado que “la misión de la Iglesia no consiste en defender poderes ni obtener riquezas. Su misión es la de donar a Cristo... sin querer imponer nada a nadie...”

.En la celebración de la Eucaristía, en acción de gracias al Señor por todos sus dones, el Papa ha expresado también su alegría y su profunda gratitud al Patriarca de Constantinopla, Bartolomé I y al Patriarca armenio, Mesrob II, que se quisieron unir a esta celebración. “Gesto fraterno”, ha destacado el Santo Padre, que “honra a toda la comunidad católica”.

Tras agradecer y saludar también a las autoridades civiles “por su amable acogida” y, en particular a “todos aquellos que han permitido que pudiera realizar este viaje”, Benedicto XVI ha dirigido asimismo unas palabras de reconocimiento a los representantes de las otras comunidades eclesiales y religiones, presentes también en la misma celebración.

En su homilía, tras reiterar su anhelo de dar gracias a Dios por todo lo que ha cumplido en la historia de los hombres y de invocar sobe todos los dones del Espíritu de santidad, Benedicto XVI ha hecho hincapié en que esta misma catedral del Espíritu Santo, hace veintisiete años, su predecesor, el Siervo de Dios Juan Pablo II, auspiciaba que “el alba del nuevo milenio pudiera surgir sobre una Iglesia que ha encontrado su unidad plena, para testimoniar, en medio de las exacerbadas tensiones del mundo, el trascendente amor de Dios, manifestado en su Hijo Jesucristo”. A pesar de que este gran anhelo ecuménico no se haya cumplido aún - ha enfatizado Benedicto XVI – “el Papa sigue deseando que se cumpla”.

Evocando luego la promesa de vida que Dios dirige a su pueblo y que Jesús ha venido a cumplir, el Santo Padre ha recordado la misión de la Iglesia de anunciar a Cristo, “Agua viva”: “En un mundo donde los hombres tienen tanta dificultad para dividir entre ellos los bienes de la tierra y en el que nos empezamos a preocupar, justamente, por la escasez de agua, bien precioso para la vida del cuerpo, la Iglesia descubre su riqueza en un bien aún más grande. Como cuerpo de Cristo ella ha recibido la misión de anunciar su Evangelio hasta los confines de la tierra. Es decir de transmitir a los hombres y a las mujeres de este tiempo una buena nueva que no sólo ilumina, sino que cambia sus vidas, hasta superar y vencer la muerte misma. Esta Buena Nueva no es sólo una Palabra. Es una Persona, Cristo mismo, resucitado y vivo!”.

Tesoro y riqueza que los cristianos anhelan compartir testimoniando el amor de Dios a los hombres. La Iglesia no defiende poderes.

Su misión es la de donar a Cristo y no quiere imponer nada a nadie: “La misión de la Iglesia no consiste en defender poderes ni obtener riquezas. Su misión es la de donar a Cristo, participando la Vida de Cristo, el bien más precioso del hombre que Dios mismo nos da en su Hijo. Hermanos y hermanas, vuestras comunidades conocen el humilde camino de acompañamiento de cada día con aquellos que no comparten nuestra fe, pero que ‘confesando profesar la fe de Abraham adoran con nosotros a un solo Dios, misericordioso’ (Lumen Gentium, n. 16). Bien sabéis que la Iglesia no quiere imponer nada a nadie, que pide simplemente poder vivir libremente para revelar a Aquel que nos ha amado hasta morir en la Cruz y que nos ha dado su Espíritu, presencia viva de Dios en medio de nosotros y en lo más profundo de nosotros mismos”.

Padre Roberto Mena, S.T.