La Iglesia, comunidad creyente y viva
15/10/2008
El apóstol Pablo nos ayuda a comprender siempre más profundamente el misterio de la Iglesia, y sobretodo a amarla y a colaborar responsablemente a su edificación.
El apóstol Pablo nos ayuda a comprender siempre más profundamente el misterio de la Iglesia, y sobretodo a amarla y a colaborar responsablemente a su edificación. Benedicto XVI, en la audiencia general, subrayó que en las Cartas, el apóstol se refiere a la Iglesia no como resultado arquitectónico, a pesar de su carácter metafórico, de una iniciativa divina, sino como estructura comunitaria de cálidas relaciones interpersonales de carácter familiar.Benedicto XVI: "La obra evangelizadora de Pablo tiene como objetivo plantar la comunidad de creyentes en Cristo. Esta idea está implícita en la etimología misma del vocablo ekklēsía. No sabemos por qué precisamente esta nueva corriente ha escogido en lugar de la palabra sinagoga, la palabra ekklēsía. Ciertamente la continuidad con el Antiguo Testamento era decisiva. Quizá un momento importante fue el deseo de expresar explícitamente con esta palabra, ekklēsía, convocatoria, una llamada ad extra, no sólo la idea de reunirse sino de ser llamados por Dios porque es Él que forma con estas llamadas su comunidad, su Iglesia".La Iglesia, comunidad creyente y viva
15/10/2008
El apóstol Pablo nos ayuda a comprender siempre más profundamente el misterio de la Iglesia, y sobretodo a amarla y a colaborar responsablemente a su edificación.
El apóstol Pablo nos ayuda a comprender siempre más profundamente el misterio de la Iglesia, y sobretodo a amarla y a colaborar responsablemente a su edificación. Benedicto XVI, en la audiencia general, subrayó que en las Cartas, el apóstol se refiere a la Iglesia no como resultado arquitectónico, a pesar de su carácter metafórico, de una iniciativa divina, sino como estructura comunitaria de cálidas relaciones interpersonales de carácter familiar.Benedicto XVI: "La obra evangelizadora de Pablo tiene como objetivo plantar la comunidad de creyentes en Cristo. Esta idea está implícita en la etimología misma del vocablo ekklēsía. No sabemos por qué precisamente esta nueva corriente ha escogido en lugar de la palabra sinagoga, la palabra ekklēsía. Ciertamente la continuidad con el Antiguo Testamento era decisiva. Quizá un momento importante fue el deseo de expresar explícitamente con esta palabra, ekklēsía, convocatoria, una llamada ad extra, no sólo la idea de reunirse sino de ser llamados por Dios porque es Él que forma con estas llamadas su comunidad, su Iglesia".
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