El sitio: THe Huffington Post. al principio de este mes publicó un artículo del P.John Edmunds, ST. Se titula: "Leyes Injustas de Inmigración llaman para un Acercamiento Familiar". En la parte inferior de la página encontrará la traducción al Español.
Las Leyes Injustas de Inmigración
Llamado a un Enfoque Humano, la Familia es Primero Reverendísimo John Edmunds, ST: Presidente de la Conferencia de Superiores Mayores de Hombres
Como sacerdote católico y presidente de la conferencia nacional, en representación de los líderes de todos los institutos católicos de hombres religiosos a través del país, he conocido de primera mano la realidad de los inmigrantes. A diario miles y miles de deportaciones rompen familias e inducen temor en las comunidades. Hace poco, un niño de siete años viendo que su mamá tenía un dispositivo electrónico en su tobillo, cuando escuchó sobre el proceso de deportación al que ella estaba siendo sometida, preguntó: "¿por qué el país en donde yo crecí le hace esto a mi mamá?". Hace varios años conocí a una madre de dos niñas de 12 y 14 años deportada a Ghana. Ella entró al país como estudiante 17 años antes y permaneció en los Estados Unidos en donde nacieron sus hijas. Luego de que su mamá fue expulsada del país, estas jovencitas, ciudadanas americanas, se convirtieron en personas custodiadas por el estado.
Algunos líderes de la Cámara de Representantes todavía tienen la ilusión de que arreglar nuestro quebrantado sistema de inmigración requiere sólo que seamos "más duros". La suposición más común es que nuestras leyes son en lo básico justas, pero nuestro sistema migratorio está roto porque no hacemos cumplir nuestras leyes. Es por ello que la vigilancia fronteriza es una palabra de moda. Los que se oponen, denuncian el enfoque comprensivo para la reforma como "amnistía". Los activistas que están en contra de una reforma comprensiva y sus apoyos en la Cámara, reclaman vallas más altas y más deportaciones como respuesta. Este argumento único de aplicación de la ley está moldeado por el miedo y muy a menudo por una ignorancia deliberada de los hechos. Se ignora la realidad de un estimado de 12 millones de inmigrantes indocumentados ya en los Estados Unidos, muchos de los cuales pagan impuestos, contribuyen a nuestra sociedad y harán a América aún más fuerte, si son sacados de las sombras e integrados al común a través de un ganado camino a la ciudadanía.
En muchas ocasiones durante la historia de nuestro país los inmigrantes han sido estigmatizados como un problema. Y la historia prueba lo contrario: los inmigrantes nos han hecho mejores americanos una y otra vez. Además, el año pasado la administración Obama gastó cerca de $18 billones en hacer cumplir las leyes de inmigración - bastante más de lo que gastó en hacer cumplir todas las otras leyes mayores federales por todas las agencias juntas, de acuerdo con un informe del Instituto no-partidista de Política Migratoria. Los Estados Unidos en el presente, deportan a 400,000 personas al año, quienes no han pasado por el excesivo proceso de 10 a 20 años de solicitud de estatus legal como inmigrantes.
El mantra de la seguridad fronteriza que se escucha con tanta frecuencia en el Capitolio y por parte de ciertos medios claves, anteponen la retórica "dura" de un sheriff a las soluciones prácticas y compasivas. También ignoran cómo las políticas de los EEUU contribuyen a la inmigración. Desde que el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte fue convertido en ley en 1993, el número de inmigrantes no autorizados en los EEUU se incrementó de 3.9 millones a los 12 millones de ahora. Durante ese mismo período, 30,000 pequeños y medianos negocios cerraron sus puertas en México. Seis mil migrantes murieron cruzando la frontera de los EEUU. Unas políticas de sensibilidad económica y de comercio que contribuyan al florecimiento humano y a la prosperidad compartida a través de las fronteras nacionales, en lugar de los simplistas llamados por "seguridad fronteriza", ayudarán a rescatar nuestro actual debate, polarizado con consignas baratas. Los mejores valores de nuestra nación son deshonrados por un sistema inmigratorio que separa a los padres de sus hijos. Yo ruego a todos los miembros del Congreso, en especial a católicos como el Vocero John Boehner, a recordar que la reforma migratoria es ante todo acerca de personas reales y de dignidad humana.
Durante un reciente compromiso oratorio en Nashville, me di cuenta, como lo hago a menudo en mis viajes, que la mayoría de los trabajadores de la construcción y el personal en restaurantes y hoteles, eran inmigrantes. Los inmigrantes siempre han brindado un dinamismo y un compromiso a la fe y a la familia que fortalece a nuestra nación. Nashville es una próspera ciudad, en gran parte por el trabajo duro yla vitalidad de nuevos inmigrantes. La ciudad es también cede de las oficinas centrales de la Corporación de Correccionales de América (CCA por sus siglas en inglés), el sistema más grande de prisiones privadas de la nación. En sólo los últimos dos años, la CCA y el Grupo CEO han gastado al menos $4,350,000 en hacer lobby ante el gobierno federal, sobre todo para incrementar y ganar los contratos relacionados con las detenciones de inmigración, e influir de manera inevitable en la reforma a la legislación de inmigración para centrarla en los aumentos repentinos y en las detenciones. La financiación de miembros del congreso por parte de la CCA quienes tienen claros registros y públicas declaraciones sobre la reforma migratoria, también funciona para influir la legislación de inmigración en esta dirección de la vigilancia de las fronteras. La CCA proclama ser una "organización responsable en lo social" que cree en la "protección de la vida humana y de la dignidad", de acuerdo con su portal web.
Si la CCA y los miembros del Congreso que subestiman o rechazan una reforma migratoria comprensiva con un camino a la ciudadanía, en verdad quieren respetar la dignidad humana, deberían reconsiderar su papel en el rompimiento de las familias. Arrebatar hijas e hijos de los brazos de sus madres y padres no es un valor americano. Como nación estamos en nuestro mejor momento cuando exhibimos las virtudes de la humildad, la compasión y la hospitalidad en lugar de caer en los vicios de la arrogancia y la posesividad. Como americano, cristiano y presidente de la CMSM, rezo y ruego a nuestras comunidades y a nuestros políticos promulgar una comprensiva reforma migratoria, la cual incluya un camino a la ciudadanía.
Nota del autor: Este artículo ha sido actualizado para ampliar y aclarar la naturaleza de la financiación de la CCA a los candidatos y los esfuerzos de lobby en relación a la reforma a la legislación de inmigración.
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