Diez
Consejos Para Evangelizar en la Blogósfera
La
revolución mediática, especialmente la difusión de las redes sociales y los
blogs han creado confusión entre muchos laicos y una sensación de torpeza,
cuando se trata de compartir la fe en estos medios. En esta entrada, les
ofrecemos diez consejos que bien pudieran servir también para evangelizar en
vivo. En el espacio de comentarios, podemos compartir aún más.
(1) Se tú mismo. No des la impresión de estar posando o
tratando de personificar a alguien más. Es cierto que no somos perfectos, pero
eso no es ninguna desventaja, sino lo contrario. La mejor forma de apelar el
interés de los demás es ser plenamente tú mismo. Recuerda que cada uno de
nosotros es original y no existe ninguna copia de nuestra persona en ninguna
parte del mundo. Ni nuestro ADN puede ser clonado con perfección. Confía en tu
propia originalidad. El derecho de autor por tu creación corresponde
exclusivamente a Dios.
(2)
No juzgues a la gente. Primero,
hazles sentir que los amas. Puede ser que las acciones de ciertas
personas te parezcan reprobables y de hecho lo sean. Sin embargo, es difícil
determinar qué está sucediendo en sus vidas. Pueden estar pasando por
situaciones muy difíciles, o también puede influir el factor cultura y el
entorno que rodea a esa persona. San Efraín solía decir: “Seamos generosos
con cada persona que nos encontremos porque está librando una gran batalla”.
Primero, brindémosles el beneficio de la duda, con un corazón abierto, con un
trato dulce y dejemos que esa persona se acerque a nosotros y nos confíe sus
problemas o dolor. Esa es la mejor manera para que confíen en nosotros. Como
decía San Francisco de Sales, el Doctor de la Amabilidad: “Una gota de miel
atrae más moscas que un barril de hiel”.
(3) Evangeliza con tus acciones, más que con tus
palabras. Puede que las palabras convenzan, pero el buen ejemplo
arrastra. Más que usar los medios para promover tu fe, úsalos para ejercerla.
Busca al hermano afligido, ofrece consuelo, ayuda, proponle concretamente algo
que le ayude y lo motive.
(4) No trates de ganar argumentos, a menos que se trate
de un foro con debate específico. Más bien, gana los
corazones y la buena voluntad de la gente. Tampoco busques pleitos ni
confrontaciones, evita personas que promuevan estas conductas. Trata de detectar
cuál es la necesidad o la inquietud de tus interlocutores, escuchando
cuidadosamente. Evangelizar no equivale a proselitismo político. También
evitemos el estilo de las sectas, que enfocan su proselitismo a atacar nuestra
fe. La Apologética nos enseña a defender nuestra fe educando y formando.
(5) No olvides que la Evangelización más efectiva empieza con
las personas con quienes nos relacionamos. No necesitamos que nos envíen
a un lugar lejano. Los mejores testimonios de fe están a nuestro alrededor, con
nuestros seres queridos, aunque no nos gusten, pero ellos forman parte de
nuestro campo de misión.
(6) Enfócate en lo positivo de los demás. Aunque a veces
tengamos que mencionar aspectos patéticos, enfaticemos lo positivo, aún cuando
se trate de normas y prohibiciones. Consideremos que detrás de cada ‘NO’de los Mandamientos, hay un inmenso ‘SI’ de bendiciones y oportunidades. Trata de
compartir lo bueno. Una tía en nuestra familia, tenía la virtud de la
benedicencia muy arraigada. Para ella no había muchachos malos y jamás hablaba
mal, ni de los peores. Cierta vez comentaba acerca de un sobrino con serios
problemas de conducta. Decía: “tiene buen corazón, es alegre, pero está
confundido. Si le ayudamos, va a salir adelante’. En sus palabras siempre había
esperanza, que atraía como un imán a quienes necesitaban el buen consejo.
Nosotros también podemos hacer la diferencia haciendo brillar la luz de esta
esperanza en nuestro horizonte.
(7) No pretendas tener la razón siempre. Admite tus errores. Eso contribuye a proyectar
humildad, a la vez que fortalece tus relaciones con los demás. Recuerda que la
Iglesia no es un museo de santos, más bien es como un hospital para sanar a los
pecadores. No tienes que tener la respuesta para todo, sino más bien unámonos al
camino junto con otros para encontrarla y compartirla. ¿Recuerdan a los
discípulos de Emaús?
(8) No digas las cosas como te salgan. Observa quién ‘está
presente’ y edita. Las palabras pueden ser muy poderosas y tienen el
potencial de herir a otras personas y puede haber ramificaciones. Contesta los
comentarios con sensibilidad y cortesía. Mide tu audiencia, pesa tus palabras,
evita la vulgaridad y trata de usar un lenguaje que denote empatía. Recuerda que
aunque no haya contacto personal en vivo, de todas maneras comunicas tus
valores.
(9) Mantén el balance. No seas unidimensional. Trata de
inferir historias, anécdotas de experiencias y vivencias que no sean religiosas.
No hables sólo de Dios todo el tiempo. Relata experiencias de música, películas,
algún evento político o histórico, deportes, arte, ciencia o una broma breve.
Esto ayuda a que las personas que aún no conocen nuestra fe con profundidad se
vayan asimilando, a la vez que relacionan actos de su vida ordinaria con la fe.
También nosotros estamos en formación continua y ese balance es propicio para la
Comunión.
(10) Trata de proyectar alegría. Santa Teresa de Ávila
decía que “un santo triste es un mal santo”, mientras que San Juan Bosco
no se cansaba de proclamar ‘santidad es alegría’. La fe es portadora de
paz y una alegría que se contagia.
No olvides
que Dios te ha seleccionado. Acéptalo con un corazón lleno de gratitud por haber
confiado en ti. Él nos hizo sus discípulos y ahora nos envía como misioneros a
la blogósfera y a las redes sociales.
-Yvette Camou-
Referencias Bibliográficas: Aldrich, R.F.; Johnson, Ben. "15 Online Evangelization Priorities". Catholic Dossier. March 2011. Bonacci, Mary Beth. "Catholic Daughters of America in Campus". Opinion Page. 'The Chicago Tribune'. February 22nd, 2010. Bosco, Teresio, "Biografía de Don Bosco". EE Shalit Wendy, "The end of Discretion". June 2009. Commentary Magazine. Fitzpatrick, J. Edward, "The Social Media Horizon on our Faith". The Wanderer. January 3, 2012. St. Francis de Sales, "Spiritual Readings'. St. Ignatius Press. |
P. Roberto Mena S.T. es un Siervo Misionero de la Santisima Trinidad, originario de Guatemala, Centroamérica. Es el Director Hispano de Comunicaciones de los Siervos Misioneros en Silver Spring, Maryland. Ayuda los fines de semana como Pastor Asistente en la Parroquia San Bernardo de Riverdale Park, Maryland. Tiene programas radiales en www.esneradio.com y ewtn radio www.ewtn.com
Sunday, July 22, 2012
consejos para blogs
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