Las vocaciones existen. Debemos rezar para que crezcan, el Papa el lunes en Santa Marta
“Su corazón inquieto, precisamente por el Espíritu Santo que lo empujaba a acercarse a Jesús y a seguirlo, era un corazón lleno, y él no tuvo el coraje de vaciarlo. E hizo su elección: el dinero. El corazón lleno de dinero… Pero no era un ladrón, un reo: ¡no, no, no! Era un hombre bueno: jamás había robado, ¡jamás! Jamás había estafado: era dinero honesto. Pero su corazón estaba aprisionado allí, estaba ligado al dinero y no tenía la libertad de elegir. El dinero eligió por él”.
“Tantos jóvenes - prosiguió el Santo Padre - sienten en su corazón
“Debemos rezar para que el corazón de estos jóvenes pueda vaciarse, vaciarse de otros intereses, de otros amores, para que el corazón se vuelva libre. Y ésta es la oración por las vocaciones: ‘Señor, envíanos, envíanos religiosas, envíanos sacerdotes, defiéndelos de la idolatría, de la idolatría de la vanidad, de la idolatría de la soberbia, de la idolatría del poder, de la idolatría del dinero’. Y nuestra oración es para preparar estos corazones para que puedan seguir de cerca a Jesús”.
El hombre de este Evangelio - afirmó Francisco- es “tan bueno y después tan infeliz”. Hoy en día hay muchos jóvenes así. Por esto es necesario elevar a Dios una oración intensa:
“La oración: ‘Ayuda, Señor, a estos jóvenes, para que sean libres y no sean esclavos, para que tengan el corazón sólo para ti’, y de esta forma la llamada del Señor puede dar fruto. Esta es la oración por las vocaciones. Debemos rezar mucho: rezar. Pero, estar siempre atentos: las vocaciones existen. Debemos ayudar a que crezcan, a que el Señor pueda entrar en aquellos corazones y darles esta alegría indecible y gloriosa que tiene toda persona que sigue de cerca a Jesús”.
No comments:
Post a Comment