Monday, March 31, 2014

El Señor nos espera siempre para darnos su luz y para perdonarnos, dice el Papa

El Señor nos espera siempre para darnos su luz y para perdonarnos, dice el Papa


Papa Francisco. Foto: ACI Prensa
Papa Francisco. Foto: ACI Prensa
VATICANO, 30 Mar.- Al presidir hoy en rezo del Ángelus dominical ante los fieles congregados en la Plaza de San Pedro, recordando el Evangelio de hoy, en que un ciego es curado por Jesús, el Papa Francisco aseguró que el Señor nos espera siempre, para hacernos ver mejor y darnos más luz, y perdonar nuestros pecados.

El Santo Padre indicó que “el Evangelio de hoy nos presenta el episodio del hombre ciego de nacimiento, a quien Jesús dona la vista. El largo relato- ¡es largo!- inicia con un ciego que comienza a ver y si concluye -esto es curioso- con los presuntos videntes que continúan permaneciendo ciegos en el alma”.

“El milagro es narrado por Juan en apenas dos versículos, porque el evangelista quiere atraer la atención no sobre el milagro en sí, sino sobre aquello que ocurre después, sobre las discusiones que origina. También sobre las habladurías, ¿no? Tantas veces una buena acción, una obra de caridad origina habladurías, discusiones porque hay algunos que no quieren ver la verdad”.

Francisco señaló que “el evangelista Juan quiere atraer la atención sobre esto que también ocurre en nuestros días, cuando se cumple una acción buena. El ciego curado es en primer lugar interrogado por la multitud sorprendida- han visto el milagro y lo interrogan; luego por los doctores de la ley; y éstos interrogan también a sus padres”.

“Al final el ciego curado llega a la fe, y ésta es la gracia más grande que le viene dada por Jesús: no sólo poder ver, sino conocer a Él, ver a Él, como ‘la luz del mundo’”.

El Papa apuntó que al mismo tiempo que “el ciego se acerca gradualmente a la luz, los doctores de la ley al contrario se hunden cada vez más en su ceguera interior. Encerrados en su presunción, creen tener ya la luz; por esto no se abren a la verdad de Jesús”.

“Ellos hacen todo lo posible por negar la evidencia. Ponen en duda la identidad del hombre curado; después niegan la acción de Dios en la curación, tomando como pretexto que Dios no obra el sábado; llegan incluso a dudar que aquel hombre hubiese nacido ciego. Su cerrazón a la luz se vuelve agresiva y desemboca en la expulsión del hombre curado del templo. Expulsado del templo”.

El Santo Padre señaló que “el camino del ciego en cambio es un camino por etapas, que parte del conocimiento del nombre de Jesús. No conoce a otro que a Él; de hecho dice: ‘Ese hombre que se llama Jesús hizo barro, lo puso sobre mis ojos’. Como consecuencia de las insistentes preguntas de los doctores, primero lo considera un profeta y después un hombre cercano a Dios”.

“Luego que ha sido alejado del templo, excluido de la sociedad, Jesús lo vuelve a encontrar y le ‘abre los ojos’ por segunda vez, revelándole la propia identidad: ‘Yo soy el Mesías’, le dice. A este punto aquel que había sido ciego exclama: ‘¡Creo, Señor!’, y se inclina ante Jesús . Este es un relato del Evangelio que hace ver el drama de la ceguera interior de tanta gente: también nuestra gente ¿eh?, porque nosotros tenemos, algunas veces, momentos de ceguera interior”.

Nuestra vida, dijo el Papa, “es parecida a aquella del ciego que se ha abierto a la luz, que se ha abierto a Dios y a la gracia. A veces, lamentablemente, es un poco como aquella de los doctores de la ley: desde lo alto de nuestro orgullo juzgamos a los demás, y ¡hasta al Señor! Hoy, estamos invitados a abrirnos a la luz de Cristo para llevar fruto a nuestra vida, para eliminar los comportamientos que no son cristianos: todos somos cristianos, pero todos nosotros, todos ¿eh?, tenemos algunas veces comportamientos no cristianos; comportamientos que son pecados ¿no?”.

“Y debemos arrepentirnos de esto y eliminar este comportamiento para caminar decididamente sobre el camino de la santidad, que tiene su inicio en el Bautismo, y en el Bautismo hemos sido iluminados, para que, como nos recuerda san Pablo, podamos comportarnos como ‘hijos de la luz’, con humildad, paciencia, misericordia. Estos doctores de la ley no tenían ni humildad ni paciencia ni misericordia”.

“Hoy les sugiero, cuando regresen a casa, tomen el Evangelio de Juan y lean aquel pasaje del capítulo 9: y esto les hará bien, porque así verán este camino de la ceguera a la luz y aquel otro camino malo hacia una ceguera más profunda”.

Francisco alentó además a preguntarnos a nosotros mismos “¿cómo es nuestro corazón? ¿Cómo es mi corazón?, ¿Cómo es tu corazón? ¿Cómo es nuestro corazón? ¿Tengo un corazón abierto o cerrado hacia el prójimo? Tenemos siempre en nosotros alguna cerrazón nacida del pecado, nacida de los errores: no tengamos miedo, ¡no tengamos miedo!”.

“Abrámonos a la luz del Señor: Él nos espera siempre. Él nos espera siempre. Para hacernos ver mejor. Para darnos más luz, para perdonarnos. No se olviden de esto: Él nos espera siempre”.

“Confiemos a la Virgen María el camino cuaresmal, para que también nosotros, como el ciego curado, podamos con la gracia de Cristo “venir a la luz”, ir más adelante en la luz y renacer a la vida nueva”, concluyó.

Un “Papa digital”: Francisco habla en tuits y es natural con las tecnologías

Un “Papa digital”: Francisco habla en tuits y es natural con las tecnologías, asegura jefe de Internet del Vaticano


Mons. Lucio Ruiz junto al Papa Francisco. Foto: centroguadalupe.org
Mons. Lucio Ruiz junto al Papa Francisco. Foto: centroguadalupe.org
ROMA, 30 Mar. 14 / 03:36 pm (ACI/EWTN Noticias).- Mons. Lucio Ruiz, jefe del Servicio de Internet del Vaticano, y viejo amigo del Papa Francisco, explicó a ACI Prensa que el éxito del Pontífice en las redes sociales descansa tanto en sus mensajes sencillos y directos, como la naturalidad con la que se aproxima a las nuevas tecnologías.
El sacerdote aseguró que nos encontramos ante un “Papa digital” por “su forma de ser, su ternura, su ejemplo”.
Explicó que cuando la gente lo ve o se encuentra con él, “inmediatamente le toma una foto “con el celular y la envía. Instantáneamente está en las redes sociales, antes de que uno quiera oficialmente ponerlo en una red social”.
El Papa Francisco “se mueve perfectamente con las tecnologías, habla el lenguaje de las tecnologías, tiene un lenguaje digital, más allá de que use o no un aparato que es totalmente intrascendente ”.
Por ejemplo, “él tuitea en una homilía. Es decir, tiene esa frase fuerte, de contenido concreto, una frase pequeñita, que ya es un tuit antes de que se piense en convertirlo tuit. Antes de hacerlo tecnología, ya salió en formato tecnológico”.
Junto a Mons. Ruiz en la oficina de Internet del Vaticano, situada en la Via della Conciliazione de Roma, hay un equipo de 30 personas que colaboran con toda la Santa Sede para aprovechar las tecnologías de manera que los mensajes sobre el magisterio del Santo Padre, trabajos, realidades, e iniciativas de evangelización puedan llegar a todo el mundo.
Mons. Ruiz se empeña en que los trabajadores de la oficina sean conscientes de que el acceso a las tecnologías no es el mismo en todos los países del mundo, de modo que su trabajo, explica, es adaptarse permanentemente a todas las realidades tecnológicas.
“No podemos solamente crear un hermoso vídeo que lo pueden ver solo los que tienen Internet, hay que crear tecnologías para países pobres, para los más necesitados para que ellos también reciban al Santo Padre y también tengan toda la riqueza del magisterio, de la presencia, de la ternura del Papa, en las posibilidades tecnológicas que tienen”.
El Papa Francisco fue el primer Papa en dejarse fotografiar al estilo “selfie” y también fue el primer Pontífice en grabarse a sí mismo en vídeo-mensajes para comunicarse con el mundo, como es el caso de su mensaje ecuménico de unidad a los cristianos pentecostales y a los cartoneros y recicladores del mundo.
“La espontaneidad natural de un hombre que vive la cultura contemporánea se muestra en este tipo de cosas. La relación del Papa Francisco con la tecnología es como la de cualquiera: normal. Las tecnologías están y él las usa. Si quiere mandar un mensaje, usa su teléfono y lo hace. No hay una estrategia”, afirmó Mons. Ruiz.
Mons. Ruiz estudió informática durante sus años de seminario. Su Obispo lo invitó a trabajar en el proyecto de la Red Informática de la Iglesia en América Latina (RIIAL), en 1994 participó en el primer encuentro continental de la RIIAL, donde los representantes de la Santa Sede lo conocieron, y años más tarde lo llamaron para servir en el Servicio de internet del Vaticano, de la que hoy es su principal responsable.

Redes sociales e internet se preparan para canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII

Redes sociales e internet se preparan para canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII


Captura de pantalla de sitio web www.2papisanti.org
Captura de pantalla de sitio web www.2papisanti.org
  El Vaticano presentó hoy diversas iniciativas en redes sociales, como Facebook, Twitter, Instagram y Google+, así como sitios web, que preparan el camino para la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII, que se celebrará el 27 de abril de este año.

El vicario del Papa para la Diócesis de Roma, Cardenal Agostino Vallini, el responsable de la Oficina de las Comunicaciones Sociales del Vicariato de Roma, Mons. Walter Insero, y el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, presentaron hoy estos proyectos, que buscan ofrecer a los fieles y peregrinos las noticias e informaciones relativas a las ceremonias así como una serie de reflexiones espirituales sobre la vida y la enseñanza de ambos Papas.

El sitio web oficial de la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII eswww.2papisanti.org, a punto de completarse, en el que se han incluido videos, imágenes y documentos biográficos, entre otros importantes materiales, y estará disponible próximamente en cinco idiomas: italiano, inglés, francés, español y polaco.

También se presentó la aplicación “Santo Subito”, que estará disponible para descarga gratuita tando en dispositivos con sistema operativo Android como iOS, en italiano, inglés, español y polaco.

Esta aplicación se centra en la fama de santidad que rodeó a Juan Pablo II y Juan XXIII ya en vida, y proveerá información logística y acceso a noticias y descargas sobre la canonización de abril.

Ya existen además una página en Facebook sobre la postulación de Juan Pablo II, https://www.facebook.com/PapaGiovanniPaoloII, una cuenta en Twitter,https://twitter.com/santowojtyla, un canal en YouTube,https://www.youtube.com/user/adminkarol, y el sitio web www.karol-wojtyla.org.

Además, en colaboración con los estudiantes de Ciencias de la Comunicación de la universidad italiana LUMSA, se ha creado el Proyecto #2popesaints, que tendrá una página en Facebook titulada 2popesaints, en Twitter@2popesaints, en Instagram @2popesaints y en YouTube.

A través de estas cuentas, desde el 6 de abril hasta la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII, se propondrá cada día un tema relativo a ambos Papas en los medios de comunicación; además cada acontecimiento se verá en directo en cada una de las redes.

En la red social Google+ se brindará la posibilidad de seguir a través de “Hangout” (videoconferencia), las informaciones diarias en la semana previa a la canonización.

Quien tiene fe camina hacia las promesas de Dios, de lo contrario, es un “turista existencial”, dijo el Papa en su homilía

Quien tiene fe camina hacia las promesas de Dios, de lo contrario, es un “turista existencial”, dijo el Papa en su homilía



 No vagabundear por la vida, incluida la del espíritu, sino ir derechos hacia la meta que para un cristiano quiere decir seguir las promesas de Dios, que jamás decepcionan. Es la enseñanza del Papa Francisco según las lecturas del día, y que explicó en su homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.

Hay cristianos que se fían de las promesas de Dios y las siguen a lo largo de la vida. Hay otros cuya vida de fe se estanca y hay otros aún convencidos de progresar y que, en cambio, hacen sólo “turismo existencial”. El Papa hizo una distinción acerca de tres tipos de creyentes, que tienen el común denominador de saber que la vida cristiana es un itinerario, pero que son divergentes en el modo de recorrerlo o no recorrerlo de ninguna manera.

Ante todo, inspirándose en el pasaje de Isaías de la primera Lectura, Francisco explicó que Dios siempre “antes de pedir algo, promete”. Y añadió que su promesa es la de una vida nueva y la de una vida de “alegría”. Aquí, dijo, está “el fundamento principal de la virtud de la esperanza: confiar en las promesas de Dios” – sabiendo que Él jamás “decepciona” – puesto que la esencia de la vida cristiana es “caminar hacia las promesas”. Mientras después también están los cristianos que tienen “la tentación de detenerse”:

“¡Tantos cristianos detenidos! Tenemos tantos detrás que tienen una esperanza débil. Sí creen que existe el Cielo y que todo irá bien. Está bien que lo crean, ¡pero no lo buscan! Cumplen los mandamientos, los preceptos: todo, todo… Pero están detenidos. El Señor no puede hacer de ellos levadura en su pueblo, porque no caminan. Y esto es un problema: los detenidos. Después hay otros entre ellos y nosotros, que se equivocan de camino: todos nosotros algunas veces nos hemos equivocado de camino, esto lo sabemos. El problema no es equivocarse de camino; el problema es no regresar cuando uno se da cuenta de haberse equivocado”.
El modelo de quien cree y sigue lo que la fe le indica es el funcionario del rey descrito en el Evangelio, que pide a Jesús la curación de un hijo enfermo y no duda un instante en ponerse en camino hacia casa cuando el Maestro le asegura que la ha obtenido. Opuesto a este hombre, afirmó el Papa, es quizás, el grupo “más peligroso”, en el que están aquellos que “se engañan a sí mismos: los que caminan pero no hacen camino”:

“Son los cristianos errantes: giran, giran como si la vida fuera un turismo existencial, sin meta, sin tomar las promesas en serio. Aquellos que giran y se engañan, porque dicen: ‘¡Yo camino!’. No, tú no caminas: tú giras. Los errantes… En cambio, el Señor nos pide que no nos detengamos, que no nos equivoquemos de camino y que no giremos por la vida. Girar por la vida... Nos pide que miremos las promesas, que vayamos adelante con las promesas como ese hombre, como ese hombre: ¡ese hombre creyó en la palabra de Jesús! La fe nos pone en camino hacia las promesas. La fe en las promesas de Dios”.
“Nuestra condición de pecadores hace que nos equivoquemos de camino”, reconoció el Papa Francisco, si bien aseguró que: “El Señor nos da siempre la gracia de volver”:

“La Cuaresma es un tiempo hermoso para pensar si estoy en camino o si estoy demasiado quieto: conviértete. O si me he equivocado de camino: pero ve a confesarte y retoma el camino. O si soy un turista teologal, uno de estos que hacen el giro de la vida pero jamás dan un paso hacia adelante. Y pido al Señor la gracia de retomar el camino, de ponerme en camino, pero hacia las promesas”.

Thursday, March 27, 2014

Encuentro en el Vaticano entre el Papa Francisco y el presidente Obama


Encuentro en el Vaticano entre el Papa Francisco y el presidente Obama


- El Papa Francisco recibió esta mañana en la Ciudad del Vaticano al presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama. Se trata del primer encuentro entre ambos, puesto que Obama había sido recibido por Benedicto XVI en julio de 2009. Sobre la conversación mantenida se espera el comunicado de prensa de la Santa Sede.

“Welcome”, “Bienvenido”. El Papa Francisco recibió con la sencillez que lo caracteriza al presidente Barack Obama quien, por su parte, respondió: “Gracias. Es maravilloso encontrarme con usted”. Después, en el momento del coloquio privado entre ambos sólo estuvieron presentes los intérpretes. La conversación duró alrededor de 50 minutos. Posteriormente tuvo lugar la ceremonia de intercambio de dones y la presentación al Pontífice de los miembros de la delegación estadounidense.

El presidente llegó al Vaticano alrededor de las 10.15, acompañado por un gran cortejo de automóviles. En el Patio de San Dámaso lo recibió Monseñor Gaenswein, Prefecto de la Casa Pontificia. Junto a Obama también estuvo presente el Jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, quien en enero pasado mantuvo un encuentro con el Cardenal Pietro Parolin. Y precisamente con el Cardenal Secretario de Estado Obama mantuvo una conversación tras el encuentro con el Papa Francisco.





Comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede

Esta mañana, jueves 27 de marzo de 2014, S.E. el Señor Barack H. Obama, Presidente de los Estados Unidos de América, ha sido recibido en Audiencia por el Santo Padre Francisco y, sucesivamente, se ha encontrado con Su Eminencia el Card. Pietro Parolin, Secretario de Estado, acompañado por S.E. el Mons. Dominique Mamberti, Secretario para las Relaciones con los Estados. Los cordiales coloquios han permitido un intercambio de puntos de vista sobre algunos temas concernientes a la actualidad internacional, auspiciando para las áreas en conflicto el respeto del derecho humanitario y del derecho internacional y una solución negociable entre las partes involucradas. En el contexto de las relaciones bilaterales y de la colaboración entre la Iglesia y el Estado se ha hablado sobre asuntos de especial relevancia para la Iglesia en el País, como el ejercicio de los derechos a la libertad religiosa, a la vida y a la objeción de conciencia, así como el tema de la reforma migratoria. Finalmente, se ha expresado el compromiso común en la erradicación de la trata de seres humanos en el mundo.
Vaticano, 27 de marzo de 2014



Wednesday, March 26, 2014

San Juan XXIII,“patrón” de la unidad de los cristianos"

San Juan XXIII, ¿“patrón” de la unidad de los cristianos?
Desde la época del Concilio, varios exponentes de las Iglesias ortodoxas veían en Roncalli al protector del ecumenismo. Una intuición, desmenuzada en el libro de Falasca, de enorme actualidad
ANDREA TORNIELLI
CIUDAD DEL VATICANO
Durante los años del Concilio Vaticano II, entre los primeros que reconocieron la santidad de Juan XXIII había algunos de los más autorizados representantes de las Iglesias cristianas y ortodoxas, que, incluso, querían proclamarlo Santo “patrón” del camino ecuménico. Lo atestigua, con base en los documentos procesuales recopilados durante la causa de canonización, el volumen que acaba de publicar en Italia la estudiosa y periodista Stefania Falasca (“Juan XXIII, la revolución en una caricia”), en el que se recorre la historia de la canonización de Papa Roncalli, indicando los motivos y las oportunidades pastorales que hicieron posible en el presente la proclamación “pro gratia” de la plena santidad del “Papa bueno”.

Juan XXIII, al convocar el Concilio Vaticano, asumió, como sucesor de Pedro, la tarea de indicar a todas las Iglesias lo que se había convertido en una necesidad improrrogable: emprender el camino para volver a encontrar la unidad plena entre todos los bautizados. No se trataba, escribe Falasca, «de un ecumenismo ideológico, que quiere sobrevolar todas las diferencias heredadas del pasado, sino de un ecumenismo en la verdad y en la caridad». La preocupación por el regreso a la unidad no se configuraba como una homologación forzada, sino como el trabajo «del futuro de la Iglesia». No era «algo emotivo y sentimental», sino una perspectiva basada «en el único Bautismo común y en la misma fe en Cristo».

Entre los primeros que identificaron en esta pasión por la unidad de los cristianos un reflejo de la santidad personal del “Papa bueno”, según documenta Falasca, hubo justamente algunos de los más lúcidos exponentes de las Iglesias ortodoxas, interlocutores privilegiados en la incipiente nueva estación ecuménica que llegó tras el Concilio.

Uno de los que cuentan la sensibilidad precoz que floreció en el mundo ortodoxo con respecto al don de la santidad de Angelo Giuseppe Roncalli fue el cardenal holandés Johannes Willebrands (1909-2006), gran protagonista del ecumenismo católico en la época del Concilio. Desde 1960 trabajó, por voluntad del mismo Juan XXIII, en la recién nacida Secretaría para la unidad de los cristianos, presidida por el cardenal jesuita Augustin Bea. En su testimonio como parte del proceso de canonización de Papa Roncalli, citado por Falasca, Willebrands recuerda que el mismo Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Atenágoras, fue el primero que «aplicó a la persona de Juan XXIII el pasaje evangélico: “Fuit homo missus a Deo cui nomen erat Johannes”».
El cardenal también indicó «la respuesta de los hermanos separados a la misión, que Papa Juan extendió abriendo los brazos de la Iglesia, se había vuelto concreta en un sentimiento común, primero de estima y después de auténtica veneración por el Siervo de Dios». Además señalaba como expresión de gran veneración hacia Juan XXIII «la práctica consolidada de la visita de las delegaciones de las Iglesias ortodoxas a su tumba en el Vaticano». Tras la muerte de Juan XXIII, Atenágoras reconoció que «como líder de la Iglesia, animado por el amor de Cristo, el Papa difunto, a pesar de la breve duración de su encargo, trazó una nueva vía conduciendo al diálogo ecuménico que es, para la Iglesia, el prólogo de la realización de la oración sacerdotal de Cristo».
Willebrands, en su testimonio, también habló sobre el momento en el que los católicos y los hermanos separados hablaron sobre «escoger a un patrón para el movimiento hacia la unidad de los cristianos»; los católicos propusieron a San Josafat (el obispo greco-católico ucraniano recordado como mártir de la unidad con el sucesor de Pedro) y los «mismos observadores rusos pidieron que se considerara como patrón del movimiento ecuménico al mismo Papa Juan».

Algunos años después, el Metropolita de Leningrado Nikodim, figura profética de la Ortodoxia rusa, tradujo la doctrina y la obra de Roncalli para la unidad de los cristianos como parte de sus estudios de teología. Nikodim defendió el 15 de abril de 1970 su disertación final, titulada: “Juan XXIII Papa de Roma” en la Academia teológica de Moscú. En su tesis, el Metropolita ruso dijo que Juan XXIII era un “Prepadovine”, un santo, reconocible, según las categorías teológico-canónicas propias de la Iglesia ortodoxa, por su conformidad a Jesús, el Manso del Evangelio.

Nikodim falleció por un infarto el 5 de septiembre de 1978 en Roma, en donde se encontraba para visitar a Juan Pablo I. Tenía solamente 49 años y estaba representando al Patriarcado de Moscú en las ceremonias y en los encuentros protocolarios para el inicio del ministerio de Papa Luciani. Antes de morir, dijo al nuevo obispo de Roma algunas palabras sobre la Iglesia que el mismo Juan Pablo I habría recordado durante una audiencia al clero romano: «Les aseguro», dijo Luciani, «que nunca en mi vida había escuchado cosas tan hermosas...». El intérprete de aquel encuentro, el jesuita Miguel Arranz, en una entrevista de 2006, definió aquel encuentro como «un momento de gracia que pasó, un momento que perdió la Iglesia». En ese entonces, sin proclamaciones (como explicó el mismo Arranz), «el papel del sucesor de Pedro era reconocido en los hechos por los obispos de Oriente. Sus viajes a Roma eran visitas “ad limina Petri”. Los regímenes los oprimían y venían a ver al Papa con la confianza de los hijos, hijos de una Iglesia hermana. Tal vez el vínculo del sucesor de Pedro con los cristianos de esas tierras habría podido encontrado un camino para afirmarse. Tal vez era una ilusión, pero el regreso a la unidad en ciertos momentos parecía tan fácil...».
Ahora, Papa Francisco quiso que Juan XXIII fuera proclamado santo “pro gratia”, con base en elementos y motivos que sustituyen un milagro científica y teológicamente comprobado. Entre las consideraciones de carácter pastoral con las que el Papa argentino eleva a los altares a su predecesor destaca el reconocimiento de la actualidad de la perspectiva ecuménica sugerida y puesta en marcha por Roncalli. Papa Francisco, de cuya afinidad con Juan XXIII se ocupa un libro editado por Ezio Bolis, en varias intervenciones ha manifestado una opción preferencial que lo impulsa hacia los hermanos ortodoxos.

En la entrevista a “La Stampa”, refiriéndose a los encuentros que ha tenido con muchos exponentes de las Iglesias de Oriente, Francisco confesó: «Me sentí su hermano. Tienen la sucesión apostólica, los recibí como hermanos obispos. Es un dolor no poder celebrar juntos todavía la eucaristía, pero la amistad existe. Creo que el camino es este: la amistad, el trabajo en común y rezar por la unidad. Nos bendijimos los unos a los otros; un hermano bendice al otro, un hermano se llama Pedro y el otro se llama Andrés, Marco, Tomás…». En la exhortación apostólica “Evangelii gaudium”, Papa Bergoglio incluso llega a sugerir la oportunidad de «recoger lo que el Espíritu ha sembrado en ellos como un don también para nosotros», subrayando que de los hermanos ortodoxos « los católicos tenemos la posibilidad de aprender algo más sobre el sentido de la colegialidad episcopal y sobre su experiencia de la sinodalidad» (246).

El próximo viaje a la Tierra Santa (durante el que el Papa se reunirá con el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo I, rememorando el abrazo entre Pablo VI y el Patriarca Atenágoras de hace 50 años), según Falasca no fue concebido como una visita apostólica que llevará a cabo Bergoglio “solitariamente”, sino como «un peregrinaje emprendido, desde el inicio, por dos, entre hermanos, que marca un paso decisivo hacia el reconocimiento común para “seguir los pasos de Cristo en la santa y gloriosa Sion, madre de todas las Iglesias”». Un peregrinaje que permitirá invocar el “patrocinio” de San Juan XXIII, canonizado un mes antes, con la esperanza de ver florecer en el horizonte la plena unidad eclesial y sacramental que los ortodoxos y los católicos pueden encontras solamente dejando a un lado las estrategias de política eclesiástica y volviendo, como sugería Papa Roncalli, a la fuente común del Evangelio.

Algunas reflexiones sobre Sor Cristina y The Voice

Algunas reflexiones sobre Sor Cristina y The Voice

Foto: Captura de YouTube
Foto: Captura de YouTube
He visto varias veces el video completo de la presentación de la joven Sor Cristina Scuccia, una religiosa de las Ursulinas de la Sagrada Familia, en el programa concurso de canto The Voice (La Voz) Italia y aún hay varias cosas que me dan vueltas en la cabeza.
¿Está bien lo que ha hecho? ¿Es el lugar adecuado para que una religiosa aparezca y haga lo que ha hecho? ¿Es un ejemplo a seguir? Podría seguir con los cuestionamientos y con una serie de críticas que podrían hacerse al respecto. Pero no es esa la idea de esta reflexión.
Lo que sí puedo decir es que la aparición de esta joven religiosa en televisión, en un ambiente en el que por lo general no se ve a miembros del clero, no ha pasado desapercibido. El video de su presentación en Youtube ya lleva más de 31 millones de vistas.
Más de 31 millones de personas en todo el mundo han escuchado a esta religiosa decir que está participando en The Voice Italia para evangelizar y para mostrar que “Dios no quita nada”.
Esa frase me recordó inmediatamente a nuestro Sumo Pontífice Emérito, que nos legó una frase aún más profunda “Cristo no quita nada sino que lo da todo”. Fue el 18 de agosto de 2005, ante la multitud de jóvenes reunidos en Colonia, Alemania, en la Jornada Mundial de la Juventud.
Sor Cristina ha dicho también que está en The Voice porque tiene un don y quiere compartirlo. ¡Y vaya que lo ha compartido! El rostro de J-Ax, el cantante de ti amo e ti amazzo (te amo y te mato), era una revolución de emociones. Conmovido hasta lo más hondo, suplicaba a Rafaella Carrá y al otro cantante que voltearan para poder ver a la religiosa cantando “No one” de Alicia Keys que también se animó a felicitarla a través de Twitter.
Lo que ha hecho Sor Cristina, en opinión de algunos, ha sido responder al llamado del Papa Francisco de llegar hasta las periferias, de salir a buscar a los que no van más a la iglesia los domingos, como reconoce el mismo J-Ax, que tendrá a su cargo y en su equipo a la joven.
La religiosa caló hondo en este cantante, tatuado por todos lados, tal vez escéptico ante la fe, que se desmoronó emocionalmente al verla cantando, con esa “energía” que creo es esa fuerza y vitalidad de los que están y viven cerca de Dios.
Pese a todo lo positivo de esta presentación, no dejan de resonar las preguntas sobre si esta joven hizo lo correcto. El ambiente de estos programas no suele ser de los mejores y, sin duda, ha sido una decisión arriesgada.
Ha sido resultado, tal vez, de “pensar fuera de la caja”, pero asumiendo una serie de auténticos riesgos en un ambiente que suele ser hostil a la fe.
No estoy ni a favor ni en contra de Sor Cristina, que quede claro. Sin embargo, y ya que está ahí, les quiero pedir a todos que nos unamos para rezar por esta joven que se ha “metido en la boca del lobo” para anunciar al Señor, para que se mantenga fiel y firme a su identidad de religiosa.

“Los ordenados son puestos a la cabeza de la comunidad como servidores, como lo hizo y lo enseñó Jesús”: el Papa en la catequesis






“Los ordenados son puestos a la cabeza de la comunidad como servidores, como lo hizo y lo enseñó Jesús”: el Papa en la catequesis



(RV).- (Con audio) El sacramento del Orden fue el tema de la catequesis del Papa Francisco este miércoles. Ante una Plaza de San Pedro repleta de fieles y peregrinos, el Obispo de Roma recordó que aquellos que son ordenados son puestos a la cabeza de la comunidad como servidores, como lo hizo y lo enseñó Jesús. “Hemos tenido ya oportunidad de remarcar que los tres Sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y de la Eucaristía constituyen juntos el misterio de la ‘iniciación cristiana’, un único grande evento de gracia que nos regenera en Cristo y nos abre a su salvación. Es esta la vocación fundamental que acomuna a todos en la Iglesia, como discípulos del Señor Jesús. Hay después dos Sacramentos que corresponden a dos vocaciones específicas: se trata del Orden y del Matrimonio. Ellos constituyen dos grandes caminos a través de los cuales el cristiano puede hacer de la propia vida un don de amor, sobre el ejemplo y en el nombre de Cristo, y así cooperar a la edificación de la Iglesia.” Refiriéndose al sacramento del Orden, el Santo Padre precisó que ayuda a los ministros ordenados a amar apasionadamente a la Iglesia, dedicando todo su ser y su amor a la comunidad, que no han de considerarla de su propiedad, sino del Señor. Cuando no se alimenta el ministerio ordenado con la oración, la escucha de la Palabra, la celebración cotidiana de la Eucaristía y la recepción frecuente del sacramento de la Penitencia se termina perdiendo el sentido auténtico del propio servicio y la alegría que deriva de una profunda comunión con el Señor. Terminando su catequesis el Papa pidió a todos rezar por los ministros ordenados de su Iglesia, “en particular por aquellos que se encuentran en dificultad o que necesitan recuperar el valor y la frescura de su vocación.”


Queridos hermanos y hermanas:
La catequesis de hoy está centrada en el sacramento del Orden, que comprende tres grados: el episcopado, el presbiterado y el diaconado. El que recibe este sacramento ejerce la misión confiada por Jesús a sus Apóstoles y prolonga en el tiempo su presencia y su acción como único y verdadero Maestro y Pastor. ¿Qué significa esto concretamente en las vidas de aquellos que son ordenados? Quienes son ordenados son puestos a la cabeza de la comunidad como servidores, como lo hizo y lo enseñó Jesús. El sacramento les ayuda también a amar apasionadamente a la Iglesia, dedicando todo su ser y su amor a la comunidad, que no han de considerarla de su propiedad, sino del Señor. Por último, han de procurar reavivar el don recibido en el sacramento, concedido por la Oración y la imposición de manos. Cuando no se alimenta el ministerio ordenado con la oración, la escucha de la Palabra, la celebración cotidiana de la Eucaristía y la recepción frecuente del sacramento de la Penitencia se termina perdiendo el sentido auténtico del propio servicio y la alegría que deriva de una profunda comunión con el Señor. Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México, Argentina y otros países latinoamericanos. Invito a todos a rezar al Señor por los ministros ordenados de su Iglesia, en particular por aquellos que se encuentran en dificultad o que necesitan recuperar el valor y la frescura de su vocación. Pidamos también para que no falten nunca en nuestras comunidades pastores auténticos, según el Corazón de Cristo. Muchas gracias.

Apacentar el rebaño del Señor con amor: invitación del Papa durante la audiencia, dedicada al sacramento del Orden

Apacentar el rebaño del Señor con amor: invitación del Papa durante la audiencia, dedicada al sacramento del Orden



 La lluvia de estas horas sobre Roma no arruinó el ambiente de alegría de los miles de fieles y peregrinos que colmaron la Plaza de San Pedro para participar en la audiencia general del Papa. Este miércoles Francisco se refirió al sacramento del Orden, que recordó, “marcado en tres grados de episcopado, presbiterado y diaconado, es el Sacramento que permite el ejercicio del ministerio, confiado del Señor Jesús a los Apóstoles, para apacentar su rebaño en el poder de su Espíritu, de acuerdo a su corazón”. “Apacentar el rebaño de Jesús con la potencia no de fuerza humana o la propia potencia sino del espíritu y según su corazón, el corazón de Jesús que es un corazón de amor.” “El sacerdote, el obispo y el diacono deben apacentar el rebaño del Señor con amor. Si no lo hacen con amor no sirve. Y en este sentido, los ministros que son elegidos y consagrados para este servicio prolongan en el tiempo la presencia de Jesús.” "No se venden entradas para ser sacerdote, la vocación es un don y una llamada de Dios», señaló el Papa. Tras poner de relieve que un obispo y todo ordenado que están en la mediocridad espiritual hacen mucho daño a la Iglesia, el Obispo de Roma invitó a rezar por "los obispos, los sacerdotes y los diáconos, para que vivan fielmente en la Iglesia del Señor, su llamada al servicio de la humanidad, siguiendo el ejemplo del Buen Pastor, que lavó los pies a los discípulos y ofreció su vida en la cruz, por la salvación del mundo".

Texto completo de la catequesis del Papa

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Ya hemos tenido ocasión de señalar que los tres sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y de la Eucaristía forman juntos el misterio de la "iniciación cristiana", un único gran evento de gracia que nos regenera en Cristo. Esta es la vocación fundamental que nos aúna a todos en la Iglesia, como discípulos del Señor Jesús. Hay dos Sacramentos que corresponden a dos vocaciones específicas: el Orden y el Matrimonio. Constituyen dos grandes vías a través de las cuales, el cristiano puede hacer de su vida un don de amor, siguiendo el ejemplo y en nombre de Cristo. Y así colaborar en la edificación de la Iglesia.

El Orden, de tres grados: episcopado, presbiterado y diaconado, es el Sacramento que permite el ejercicio del ministerio, confiado por el Señor Jesús a los Apóstoles, para apacentar su rebaño con el poder de su Espíritu, de acuerdo a su corazón. Apacentar el rebaño de Jesús con la potencia no de la fuerza humana o la propia potencia, sino del Espíritu y según su corazón; el corazón de Jesús, que es un corazón de amor. El sacerdote, el obispo y el diácono deben apacentar el rebaño del Señor con amor. Si no lo hacen con amor, no sirve. Y, en este sentido, los ministros que son elegidos y consagrados para este servicio prolongan en el tiempo la presencia de Jesús, si lo hacen con el poder del Espíritu Santo, en el nombre de Dios y con amor.

1. Un primer aspecto. Los ordenados son colocados a la cabeza de la comunidad.
¡Ah¡ están “a la cabeza”.
¡Sí! Sin embargo, para Jesús significa poner la propia autoridad al servicio, como Él mismo lo ha demostrado y enseñado a sus discípulos con estas palabras: "Saben que los gobernantes de las naciones dominan sobre ellas, y sus líderes los oprimen. No será así entre ustedes. El que quiera hacerse grande entre ustedes que se haga servidor de todos. Y el que quiera ser el primero entre ustedes que se haga esclavo de todos. Como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos "(Mt 20:25-28 / / Mc 10,42-45). Un obispo que no está al servicio de la comunidad, no hace bien, un sacerdote, un cura, que no está al servicio de la comunidad, no hace bien. Está equivocado.

2. Otra característica que deriva siempre de esta unión sacramental con Cristo es el amor apasionado por la Iglesia. Pensemos en el pasaje de la Carta a los Efesios, en la que San Pablo dice que Cristo "amó a la Iglesia y se entregó por ella para hacerla santa, purificándola con el lavado del agua mediante la Palabra y para presentarsela a sí mismo a la Iglesia toda gloriosa, sin mancha ni arruga. (5:25-27). En virtud del Orden, el ministro dedica todo su ser a su comunidad y la ama con todo su corazón: es su familia. El obispo, el sacerdote aman a la Iglesia en su comunidad, y la aman fuertemente, ¿cómo? Como Cristo ama a la Iglesia. Lo mismo dirá San Pablo del Matrimonio: el esposo ama a su esposa como Cristo ama a la Iglesia. Es un misterio grande de amor este del Ministerio ordenado y aquel del Matrimonio. Los dos Sacramentos, que son el camino por el cual las personas habitualmente van al Señor.

3. Un último aspecto. El apóstol Pablo le aconseja a su discípulo Timoteo que no abandone, es más, que reavive el don que hay siempre en él, el don que le ha sido conferido a través de la imposición de las manos. (cf. 1 Tim 4:14, 2 Tim 1 6 ). Cuando no se alimenta el ministerio -el ministerio del obispo, el ministerio del sacerdote-, con la oración, con la escucha de la Palabra de Dios y con la celebración diaria de la Eucaristía y también con un interés cuidadoso y constante del Sacramento de la Penitencia, se pierde inevitablemente de vista el verdadero significado del propio servicio y la alegría que nace de una profunda comunión con el Señor Jesús.
El obispo que no reza, el obispo que no siente y escucha la Palabra de Dios, que no celebra todos los días, que no va a confesarse regularmente, y lo mismo el sacerdote que no hace estas cosas, al final pierden esta unión con Jesús y ellos se hacen mediocres y esto no hace bien a la Iglesia. Por esto debemos ayudar a los obispos, a los sacerdotes a rezar, a escuchar la Palabra de Dios que es el alimento cotidiano, a celebrar cada día la Eucaristía y a ir a confesarse habitualmente. Y esto es tan importante para la santificación de los obispos y de los sacerdotes.

Yo quisiera terminar también con una cosa que me viene a la mente:
¿cómo se debe hacer para transformarse en sacerdote, dónde se venden las entradas?
No, no se venden, ¿eh?
Ésta es una iniciativa que toma el Señor. El Señor llama, llama a cada uno que él quiere que se haga sacerdote. Y, a lo mejor hay algunos jóvenes aquí que han sentido esta llamada. Las ganas de hacerse sacerdotes, las ganas de servir a los otros en las cosas de Dios, las ganas de estar toda la vida al servicio para catequizar, bautizar, perdonar, celebrar la Eucaristía, sanar a los enfermos, toda la vida así.
Si alguno de ustedes ha escuchado esto en el corazón, es Jesús que lo ha puesto allí, ¿eh? Cuiden esta invitación y recen para que esto crezca y dé frutos en toda la Iglesia. Gracias.

Monday, March 24, 2014

El Papa pide a medios de comunicación huir del camino de la mentira y la falsedad

El Papa pide a medios de comunicación huir del camino de la mentira y la falsedad


Papa Francisco. Foto: ACI Prensa
Papa Francisco. Foto: ACI Prensa
- El Papa Francisco se reunió ayer con cerca de 400 miembros de la Asociación Coral, que reúne a empresas de medios de comunicación, en la Sala Clementina, a quienes pidió huir del camino de la mentira y la falsedad y de tres pecados: la desinformación, la calumnia y la difamación.
El Santo Padre señaló que “me permito hablar un poco de esto, ¿no? Para mí, los pecados de los medios de comunicación, los más grandes, son los que van por el camino de la mentira, de la falsedad, y son tres: la desinformación, la calumnia y la difamación”.
“Estas dos últimas son graves, ¿eh? pero no tan peligrosas como la primera. ¿Por qué? Les explico. La calumnia es pecado mortal, pero se puede aclarar y llegar a conocer que aquella es una calumnia. La difamación es pecado mortal, pero se puede llegar a decir: ‘pero esta es una injusticia porque esta persona ha hecho aquello en aquel tiempo, después se ha arrepentido, ha cambiado de vida’”.
“Pero la desinformación es decir la mitad de las cosas, las que son para mí más convenientes y no decir la otra mitad. Es así, de lo que se ve en la televisión o aquello que se escucha en la radio no se puede dar un juicio perfecto, porque no se tiene los elementos y no se los dan. De estos tres pecados, por favor, huyan. Desinformación, calumnia y difamación”.
El Santo Padre agradeció el trabajo realizado por quienes conforman la Asociación Coral, y recordó que se debe “buscar la verdad con los medios. Pero no sólo la verdad, ¿eh? Verdad, bondad y belleza, las tres juntas”.
“Vuestro trabajo debe desarrollarse en estas tres vías: la vía de la verdad, la vía de la bondad y la vía de la belleza. Pero, aquella verdad, bondad y belleza que son consistentes, ¿eh? Que vienen de dentro, que son humanas. Y, en el camino de la verdad, en las tres vías podemos encontrar fallos, también trampas”.
“‘Pero, yo pienso, busco la verdad…': pero estate atento, ¿eh? No te conviertas en un intelectual sin inteligencia. ‘Pero, yo voy, busco la bondad…': pero estate atento, no te conviertas en un fanático de la ética sin bondad. ‘A mí me gusta la belleza’: sí, pero está atento, no hagas eso que se hace tanto, ¿no? Maquillar la belleza, buscar los cosméticos para hacer una belleza artificial que no existe”.
Francisco subrayó que “la verdad, la bondad, y la belleza como vienen de Dios, y están en el hombre. Y esto es el trabajo de los medios, el suyo”.
El Santo Padre también recordó que el clericalismo “es uno de los males de laIglesia”, pues “impide el crecimiento del laico”.
El mal del clericalismo “es un mal cómplice”, indicó, pues si bien “a los sacerdotes les gusta la tentación de clericalizar a los laicos. Pero, tantos laicos, de rodillas, piden ser clericalizados, porque es más cómodo: es más cómodo ¿eh? y esto es un pecado a dos manos, ¡eh! Y tenemos que vencer esta tentación”.
“El laico tiene que ser laico, bautizado; tiene la fuerza que viene de su bautismo. Servidor, pero con su vocación laica, y aquello no se vende, no se negocia, no se es cómplice con el otro porque…¡No! ¡Yo soy así! Porque allí está la identidad”.
El Papa recordó que “tantas veces he escuchado esto, ¿eh? en mi tierra: ‘pero yo, en mi parroquia, ¿sabe?, tengo un laico buenísimo: este hombre sabe organizar…Eminencia, ¿por qué no lo hacemos diácono?’ y la propuesta del cura inmediatamente es: clericalizar. Este laico…hagámoslo. Y ¿por qué? Porque ¿es más importante el diácono, el cura, del laico?”.
“¡No! ¡Esto es un error! Ah, ¿es un buen laico? Que continúe así y que crezca así. Porque está la identidad de la pertenencia cristiana allí. Para mí, el clericalismo impide el crecimiento del laico”.
“Es una tentación cómplice entre los dos, ¿eh? Porque no habría clericalismo si no existieran laicos que quieren ser clericalizados. ¿Es claro esto?”.
“Armonía: también esta es otra armonía, porque la función del laico no puede ejercerla el sacerdote y el Espíritu Santo está libre: algunas veces inspira al cura a hacer una cosa, otras veces inspira al laico”.
Indicando que si bien hay medios de comunicación grandes y otros más pequeños, y recordando el capítulo 12 de la Carta de San Pablo a los Corintios, el Santo Padre indicó que “en la Iglesia no hay ni grande ni pequeño: cada uno tiene su función, su ayuda al otro, la mano no puede existir sin la cabeza”.
“Todos somos miembros, y también vuestros medios, que sean más grandes o más pequeños, son miembros y armonizan la vocación del servicio en la Iglesia. Ninguno debe sentirse pequeño, muy pequeño respecto a otro más grande. Todos pequeños delante de Dios, en la humildad cristiana, pero todos tenemos una función”.
“Yo haría esta pregunta: ¿Quién es más importante en la Iglesia: El Papa o aquella viejecita que todos los días reza el Rosario por la Iglesia?. Que lo diga Dios: Yo no puedo decirlo. La importancia de cada uno es esta armonía, porque la Iglesia es la armonía de la diversidad”.
El Papa señaló que “el cuerpo de Cristo es esta armonía de la diversidad, y aquello que hace la armonía es el Espíritu Santo: eso es lo más importante de todo. Esto y lo otro que usted ha dicho: yo lo quiero subrayar. Es importante: buscar la unidad, y no seguir la lógica que el pez grande se come al pequeño”

Dios nos salva en nuestras equivocaciones, no en nuestras seguridades, dice el Papa en su homilía

 



Dios nos salva en nuestras equivocaciones, no en nuestras seguridades, dice el Papa en su homilía



 No nos salva nuestra seguridad de observar los mandamientos, sino la humildad de tener siempre necesidad de ser curados por Dios: es cuanto, en síntesis, afirmó esta mañana el Papa Francisco en su homilía de la Misa presidida en la Capilla de la Casa de Santa Marta.

“Ningún profeta es bien aceptado en su patria”: la homilía del Papa comenzó con estas palabras de Jesús dirigidas a sus coterráneos, los habitantes de Nazaret, ante los cuales no pudo hacer milagros, porque “no tenían fe”. Jesús les recuerda dos episodios bíblicos: el milagro de la curación de la lepra de Naamán el Sirio, en tiempos del profeta Eliseo, y el encuentro del profeta Elías con la viuda de Sarepta de Sidón, quien fue salvada de la carestía.

“Los leprosos y las viudas – explicó el Papa Francisco – en aquel tiempo eran marginados”. Y sin embargo, estos dos marginados, acogiendo a los profetas, fueron salvados. En cambio, los nazarenos no aceptan a Jesús porque “estaban tan seguros en su ‘fe’, tan seguros en su observancia de los mandamientos, que no tenían necesidad de otra salvación”:

“Es el drama de la observancia de los mandamientos sin fe: ‘Yo me salvo solo, porque voy a la sinagoga todos los sábados, trato de obedecer a los mandamientos, ¡pero que éste no venga a decirme que eran mejor que yo aquel leproso y aquella viuda!’. ¡Esos eran marginados! Y Jesús nos dice: ‘Pero, mira, si tú no te marginas, no te sientes en el margen, no tendrás salvación’. Ésta es la humildad, el camino de la humildad: sentirse tan marginados que tenemos necesidad de la salvación del Señor. Sólo Él salva, no nuestra observancia de los preceptos. Y esto no gustó, se enojaron y querían matarlo”. 
La misma rabia – comentó el Papa – afecta, inicialmente, también a Naamán, porque considera ridículo y humillante la invitación de Eliseo de bañarse siete veces en el río Jordán para quedar curado de la lepra. “El Señor le pide un gesto de humildad, que obedezca como un niño, que haga el ridículo”. Se va desdeñado, pero después, convencido por sus siervos, vuelve y hace cuanto le dijo el profeta. Aquel acto de humildad lo cura. “Es éste el mensaje de hoy, en esta tercera semana de Cuaresma” – afirmó el Papa – y señaló que si queremos ser salvados, “debemos elegir el camino de la humildad”:

“María en su Cántico no dice que está contenta porque Dios ha mirado su virginidad, su bondad y su dulzura, tantas virtudes que ella tenía. No. Sino porque el Señor ha mirado la humildad de su sierva, su pequeñez, su humildad. Es lo que mira el Señor. Y debemos aprender esta sabiduría de marginarnos, para que el Señor nos encuentre. No nos encontrará en el centro de nuestras seguridades, no, no. Allí no va el Señor. Nos encontrará en la marginación, en nuestros pecados, en nuestras equivocaciones, en nuestras necesidades de ser curados espiritualmente, de ser salvados; allí nos encontrará el Señor”. 
“Es éste – reafirmó Francisco – el camino de la humildad”:

“La humildad cristiana no es la virtud de decir: ‘Pero, yo no sirvo para nada’ y esconder la soberbia allí, ¡no, no! La humildad cristiana es decir la verdad: ‘Soy pecador, soy pecadora’. Decir la verdad: es ésta nuestra verdad. Pero hay otra: Dios nos salva. Pero nos salva allá, cuando nosotros somos marginados; no nos salva en nuestra seguridad. Pidamos la gracia de tener esta sabiduría de marginarnos, la gracia de la humildad para recibir la salvación del Señor”.

Friday, March 21, 2014

Humildad y oración para no “adueñarse” de la Palabra de Dios, pide el Papa en su homilía

Humildad y oración para no “adueñarse” de la Palabra de Dios, pide el Papa en su homilía



 Para no “matar” en el corazón la Palabra de Dios, es necesario ser humildes y capaces de rezar. Dos actitudes que el Papa Francisco indicó esta mañana al comentar el Evangelio en su homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.

Es posible adueñarse de la Palabra de Dios y disponer de ella según el propio gusto, si un cristiano no es humilde y no reza. Para poner en guardia ante esta insidia el Papa desarrolló esta idea basándose en el Evangelio del día, en el que Jesús relata la parábola de los viñaderos homicidas que primero asesinan a los siervos y, por último, al hijo del dueño de la viña, con la intención de adueñarse de su herencia. Parábola que escucharon los fariseos, los ancianos y los sacerdotes, a los cuales – explicó Francisco – Jesús se dirige para hacerles comprender “dónde han caído” por no tener “el corazón abierto a la Palabra de Dios”:

“Éste es el drama de esta gente, ¡y también nuestro drama! Se adueñaron de la Palabra de Dios. Y la Palabra de Dios se vuelve palabra de ellos, una palabra según su interés, sus ideologías, sus teologías… pero a su servicio. Y cada uno la interpreta según su propia voluntad, según su propio interés. Éste es el drama de este pueblo. Y para conservar esto, asesinan. Esto sucedió a Jesús”.
“Los jefes de los sacerdotes y de los fariseos – prosiguió diciendo el Papa – comprendieron que hablaba de ellos cuando escucharon esta palabra de Jesús. Trataron de capturarlo y hacerlo morir”. De este modo – afirmó Francisco – “la Palabra de Dios se vuelve muerta, se vuelve prisionera, el Espíritu Santo está enjaulado en los deseos de cada uno de ellos”. Y es exactamente lo que nos sucede a nosotros, observó el Papa, “cuando no estamos abiertos a la novedad de la Palabra de Dios, cuando no somos obedientes a la Palabra de Dios”:

“Pero hay una frase que nos da esperanza. La Palabra de Dios está muerta en el corazón de esta gente; ¡también puede morir en nuestro corazón! Pero no termina, porque está viva en el corazón de los sencillos, de los humildes, del pueblo de Dios. Trataban de capturarlo, pero tuvieron miedo de la muchedumbre del pueblo de Dios, porque lo consideraba un profeta. Esa muchedumbre sencilla – que iba detrás de Jesús, porque lo que Jesús decía les hacía bien al corazón, daba calor al corazón – esta gente no se había equivocado: non usaba la Palabra de Dios para su propio interés. Sentía y trataba de ser un poco más buena”.
Al concluir su homilía Francisco se preguntó: ¿“Y nosotros, qué podemos hacer para no matar la Palabra de Dios”, para “ser dóciles”, “para no enjaular al Espíritu Santo”? Su respuesta fue: “Dos cosas sencillas”:

“Ésta es la actitud de quien quiere escuchar la Palabra de Dios: primero, humildad; segundo, oración. Esta gente no rezaba. No tenía necesidad de rezar. Se sentían seguros, se sentían fuertes, se sentían ‘dioses’. Humildad y oración: con la humildad y la oración vamos adelante para escuchar la Palabra de Dios y obedecerle. En la Iglesia. Humildad y oración en la Iglesia. Y así, no nos sucederá a nosotros lo que le pasó a esta gente: no mataremos para defender la Palabra de Dios, esa palabra que nosotros creemos que es la Palabra de Dios, pero que es una palabra totalmente alterada por nosotros”.

Thursday, March 20, 2014

Tú ¿en quién confías? El Papa el jueves en Santa Marta

Tú ¿en quién confías? El Papa el jueves en Santa Marta



 El hombre que confía en sí mismo, en propias riquezas o en las ideologías está destinado a la infelicidad. Quien confía en el Señor, en cambio, da frutos también en el tiempo de la sequía: lo dijo el Papa Francisco la mañana del jueves, durante la Misa en la Casa de Santa Marta.
“¡Maldito el hombre que confía en el hombre y busca su apoyo en la carne, mientras su corazón se aparta del Señor!”, “el hombre que confía en sí mismo”: será como “un matorral en la estepa”, condenado por la aridez a quedarse sin frutos y a morir. El Papa partió de la primera lectura del día que define, en cambio, “¡Bendito el hombre que confía en el Señor!” “Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que extiende sus raíces hacia la corriente; no teme cuando llega el calor y su follaje se mantiene frondoso; no se inquieta en un año de sequía y nunca deja de dar fruto”. “Solamente en el Señor – afirmó Papa – nuestra confianza está segura. Otras confianzas no sirven, no nos salvan, no nos dan vida, no nos dan alegría”. Y también si lo sabemos, “nos gusta confiar en nosotros mismos, confiar en aquel amigo o confiar en aquella situación buena que tengo o en aquella ideología" y "el Señor se queda un poco de lado”. El hombre, de esta manera, se cierra en sí mismo, “sin horizontes, sin puertas abiertas, sin ventanas” y “no tendrá salvación, no puede salvarse a si mismo”. Y es lo que sucede al rico del Evangelio – explicó el Santo Padre – “tenía todo: vestía la púrpura, comía todos los días, espléndidos banquetes”. "Era tan feliz", pero "no se daba cuenta que en la puerta de su casa, cubierto de llegas”, yacía un pobre. El Pontífice subrayó que el Evangelio dice el nombre del pobre: se llamaba Lázaro. Mientras que el rico “no tiene nombre”:

“Y ésta es la maldición más fuerte de aquel que confía en sí mismo o en las fuerzas, en las posibilidades de los hombres y no en Dios: perder el nombre. ¿Cómo te llamas? Cuenta número tal, en el banco tal. ¿Cómo te llamas? Tantas propiedades, tantas casas, tantas... ¿Cómo te llamas? Las cosas que tenemos, los ídolos. Y tú confías en aquello. Este hombre es maldito”. 

“Todos nosotros tenemos esta debilidad, esta fragilidad – afirmó el Obispo de Roma - de poner nuestras esperanzas en nosotros mismos o en los amigos o sólo en las posibilidades humanas y nos olvidamos del Señor. Y esto nos conduce por el camino… de la infelicidad”:

“Hoy, en este día de Cuaresma, nos hará bien preguntarnos: ¿dónde está mi confianza? ¿En el Señor o soy un pagano, que confío en las cosas, en los ídolos que me he construido? ¿Tengo todavía un nombre o he comenzado a perder el nombre y me llamo ‘Yo’? Yo, mí, conmigo, para mí, ¿sólo yo? Para mí, para mí… siempre aquel egoísmo: ‘Yo’. Esto no nos trae salvación”.

Pero “al final – observó Francisco - hay una puerta de esperanza” para aquellos que confían en sí mismos y “han perdido el nombre”:

“Al final, al final, al final hay siempre una posibilidad. Y este hombre, cuando se dio cuenta que había perdido el nombre, había perdido todo, todo, levantó los ojos y dijo una sola palabra: ‘Padre’. Y la respuesta de Dios fue una sola palabra: ‘¡Hijo!’. Si alguno de nosotros en la vida, por solo confiarnos en el hombre y en nosotros mismos, terminamos por perder el nombre, por perder esta dignidad, ahora existe la posibilidad de decir esta palabra que es más que mágica, es más, es fuerte: ‘Padre’. Él nos espera siempre para abrir una puerta que nosotros no vemos y nos dirá: ‘Hijo’. Pidamos al Señor la gracia que nos dé a todos la sabiduría de tener confianza sólo en Él, no en las cosas, en las fuerzas humanas, sólo en Él”. 

Niña pedirá al Papa Francisco hablar con Obama para que no deporten de EE.UU. a sus padres indocumentados

Niña pedirá al Papa Francisco hablar con Obama para que no deporten de EE.UU. a sus padres indocumentados


Niños y jovenes hijos de inmigrantes indocumentados. Foto: Coalición de los Derechos Plenos Para los Inmigrantes
Niños y jovenes hijos de inmigrantes indocumentados. Foto: Coalición de los Derechos Plenos Para los Inmigrantes
 (ACI/EWTN Noticias).- El Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons. José Gómez, bendijo a una delegación de activistas en defensa del inmigrante que viajará a Roma (Italia), a pedirle al Papa Francisco que en su próximo encuentro con el Presidente estadounidense, Barack Obama, hable por las familias de padres indocumentados con hijos nacidos en el país y que viven la angustia y el miedo de ser separados por la deportación.
En la clausura del Congreso de Educación Religiosa de la Arquidiócesis de Los Ángeles, California (Estados Unidos), el Prelado bendijo al grupo y a los miles de participantes congregados en el Centro de Convenciones de Anaheim, pidiendo a Dios que “les de coraje... tal y como están con los pobres en su lucha por la dignidad y la justicia. ... Y nos guíe para reformar nuestras políticas de inmigración, para que nuestro país pueda cumplir con sus promesas espirituales de libertad y justicia para todos".
La delegación tendrá como portavoz a Jersey Vargas, una niña de 10 años cuyo padre indocumentado está detenido y corre el riesgo de ser deportado. La pequeña entregará al Santo Padre más de mil cartas de niños que al igual que ella viven con la tristeza de poder ser separados de sus padres por las leyes migratorias del país.
Para la niña “el Papa es la persona más cercana a Dios”, por tanto “quiero que oiga mi situación" señalando además que "no somos criminales. Mis padres vinieron a este país por una vida mejor, pero mi padre ha sido detenido por migraciones y temo que va a ser deportado. Voy a decirle al Papa que me siento muy triste".
El grupo conformado por unas 19 personas incluyendo otros dos niños de padres indocumentados, viajará este viernes para participar en la Audiencia General del miércoles 26 de marzo en la Plaza de San Pedro, esto será un día antes del encuentro del Papa con el Presidente Obama.
Además la delegación tiene la esperanza de poder tener una audiencia privada con el Santo Padre y pedirle su bendición "para que podamos continuar con esta batalla épica", señaló Gutiérrez.
El  coordinador de The Full Rights for Immigrants Coalition (Coalición de los Plenos Derechos para los Inmigrantes), Juan José Gutiérrez, señaló que "es muy agradable para el presidente Barack Obama decirnos a menudo que él apoya una reforma migratoria. Pero creemos que se ha llegado al punto en el que necesitamos más que un apoyo moral".
El portavoz del Consejo de Federaciones Mexicanas en Norteamérica, cuyo fin es promover el avance de la comunidad latina en Estados Unidos, Francisco Moreno, explicó que viajar a Roma para solicitar la ayuda del Pontífice, es una manera innovadora de llamar la atención  y presionar al Presidente Obama a que ponga fin a las deportaciones, recordando que "el Papa ha dicho que todos somos inmigrantes en este mundo".