Wednesday, July 31, 2013

Poner al centro a Cristo y a la Iglesia dijo el Papa Francisco

Poner al centro a Cristo y a la Iglesia



 En su homilía de hoy en la fiesta de San Ignacio, el Papa Francisco propuso una reflexión basada sobre tres conceptos: poner al centro a Cristo y a la Iglesia; dejarse conquistar por Él para servir y sentir la vergüenza de nuestros límites y pecados para ser humildes ante él y ante los hermanos.
“El lema de nosotros, los jesuitas, “Iesus Hominum Salvator” - dijo- nos recuerda constantemente una realidad que nunca debemos olvidar: la centralidad de Cristo para cada uno de nosotros y para toda la Compañía que precisamente San Ignacio quiso que se llamase “de Jesús” para indicar el punto de referencia... Y esto nos lleva a nosotros, los jesuitas y a toda la Compañía a ser “descentrados”, a tener siempre delante a “Cristo siempre mayor”... Cristo es nuestra vida. A la centralidad de Cristo corresponde también la centralidad de la Iglesia: son dos fuegos que no se pueden separar: yo no puedo seguir a Cristo si no en la Iglesia y con la Iglesia. Y también en este caso, nosotros los jesuitas y toda la Compañía, estamos por decirlo así “desplazados”, estamos al servicio de Cristo y de la Iglesia... Ser hombres radicados y fundados en la Iglesia: así nos quiere Jesús. No puede haber caminos paralelos o aislados. Sí, caminos de búsqueda, caminos creativos, sí, es importante; ir hacia las periferias... pero siempre en comunidad con la Iglesia, con esta pertenencia que nos da el valor para ir hacia adelante”.
El Pontífice continuó subrayando que el camino para vivir esta centralidad doble es “dejarse conquistar por Cristo. Yo busco a Jesús y lo sirvo porque Él me ha buscado en primer lugar... En español - precisó- hay una palabra que es muy descriptiva: “Él nos primerea”. Es siempre el primero... Ser conquistado por Dios para ofrecer a este Rey toda nuestra persona y nuestra fatiga... imitarlo en el soportar incluso injurias, desprecio, pobreza”. “Dejarse conquistar por Cristo significa estar siempre tendidos hacia quién tengo enfrente, hacia la meta de Cristo”.
El Papa evocó además las palabras de Jesús en el Evangelio: "quien quiera salvar la propia vida la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la salvará... quién se avergüence de mi..." y las comparó con la "vergüenza" de los Jesuitas. "La invitación que hace Jesús es la de no avergonzarse nunca de Él, sino de seguirle siempre con total dedicación, fiándose y confiando en Él".
"Mirando a Jesús, como San Ignacio nos enseña en la Primera Semana, -dijo el Obispo de Roma- sobre todo mirando a Cristo crucificado, sentimos esa sensación tan humana y tan noble que es la vergüenza de no estar a la altura... Y esto nos lleva siempre, a cada uno por separado y como compañía, a la humildad, a vivir esta gran virtud. Humildad que nos hace conscientes todos los días de que no somos nosotros los que tenemos que construir el Reino de Dios, sino que es siempre la gracia del Señor la que obra en nosotros; la humildad que nos lleva a ponernos a nosotros mismos no a nuestro servicio personal o al servicio de nuestras ideas, sino al servicio de Cristo y de la Iglesia, como vasijas de barro, frágiles, inadecuadas, insuficientes, pero con un inmenso tesoro que llevamos y comunicamos".
El Santo Padre señaló luego cómo siempre en el ocaso de su existencia, "cuando un jesuita termina su vida" le vienen a la mente dos imágenes; la de san Francisco Javier, mirando a China, y la del padre Arrupe, en su última conversación en el campo de refugiados. "Dos imágenes -aseguró- que a todos nos hará bien observar y recordar. Pedir la gracia que nuestro ocaso sea como el de ellos".
Finalizando su homilía en la Iglesia romana del Gesù, el Papa Francisco animó a los congregados a pedir a la Virgen que "nos haga sentir vergüenza por ser inadecuados para el tesoro que nos ha sido confiado, para vivir la humildad ante Dios. Que acompañe nuestro camino la intercesión paternal de San Ignacio y de todos los santos jesuitas, que siguen enseñándonos cómo hacer todo, con humildad, ad maiorem Dei gloriam"

Tuesday, July 30, 2013

la reforma interna del Papa Francisco

La reforma interna del Papa Francisco 

Ya se sabe. Son esas cosas que no necesitan demostración. Hartitos estamos de leer y escuchar eso de que la curia vaticana es un antro de perdición donde los curiales son gente que vive en la opulencia mientras se apuñalan por la espalda en siniestros manejos de lujuria y poder. Se sabe. No hay que demostrar nada.
El papa Francisco acaba casi de llegar a Roma procedente de Rio de Janeiro. Pues durante el vuelo ha ofrecido una rueda de prensa de las de verdad, atendiendo cada pregunta y respondiendo a cada cuestión sin ningún tipo de problema. Mucho más timoratos los periodistas que el papa. Solo por esa rueda de prensa hubiera merecido la pena el viaje. Yo invito a leer preguntas y respuestas porque no tienen desperdicio.
El papa habla de todo lo que se le pone por delante sin temor ni temblor. Los medios, como es natural, arrimando el ascua a su sardina dependiendo de la sardina que vendan. Yo quería comentar especialmente lo que dice el papa de la curia, porque echa por tierra algunos mitos. Vamos a ello.
El Vaticano es el paraíso del lujo y el buen vivir. Francisco no parece sospechoso de justificar lujos y excesos. Pues bien, el papa afirma tajantemente sobre los apartamentos pontificios: “El apartamento pontificio no es tan lujoso, es amplio y grande, pero no lujoso”. Y sobre el supuesto lujo de los cardenales: “Los cardenales que trabajan en la Curia no viven como ricos o fastuosos. Viven en apartamentitos, son austeros los que conozco”. Vaya, pues parece que según el papa Francisco, lo de los lujos asiáticos es, nunca mejor dicho, un cuento chino. Pues venga, escriban cincuenta veces: “en el Vaticano se vive con austeridad”. Con buena letra.
La curia vaticana es un nido de corrupción e inmoralidad. Pues sigue diciendo Francisco: “hay santos en la curia. Cardenales, sacerdotes, obispos, monjas, laicos… Esgente que reza, que trabaja mucho y que también va al encuentro de los pobres. A escondidas. Yo sé de algunos que dan de comer a los pobres o que en su tiempo libre acuden a hacer ministerio en una iglesia o en otra. Hay santos en la curia. Aunque también hay alguno que no es tan santo”. Vamos, que en su mayoría son gente más que respetable, que reza, ayuda, colabora. Lo dice el papa Francisco. Pues me alegro, ya está bien de dar por bueno el principio según el cual todo es podredumbre y miseria humana. En la curia hay mucha santidad. Pues era hora de que alguien lo dijera. Otras cincuenta veces: “en el Vaticano hay mucha santidad”.
Hay que modernizar la curia. Pues parece que el problema es justo lo contrario: “la curia ha caído de nivel respecto al que tenía en los tiempos de los viejos curiales, fiel, que hacía su trabajo. Necesitamos esas personas. Creo que hay, pero no tantas como en una época. El perfil del viejo curial, yo lo llamo así; tenemos que tener más de esos”. Vaya, vaya… así que resulta que la curia lo que necesita es de alguna manera “profesionalizarse”, apoyarse en el viejo estilo. Lo dice el papa Francisco, el primaveral papa Francisco. Por favor, cincuenta veces más: “necesitamos curiales como los de antes”.
Es inútil porque no hay más ciego que el que no quiere ver, y seguiremos escuchando por los siglos de los siglos las historias de lujo, inmoralidad y desenfreno de la curia romana. Cuidado papa Francisco, que mucho papa primaveral pero seguirán diciendo estos disparates por mucho que vuestra santidad afirme lo contrario. Maquiavelo no ha muerto.

Sunday, July 28, 2013

Cristo, La Iglesia y el Papa cuenta con ustedes les dijo a los jovenes el Papa Francisco

Una homilía con tres claves como siempre: "Vayan, sin miedo, para servir"

Francisco en la misa del envío: "Cristo cuenta con ustedes, la Iglesia cuenta con ustedes, el papa cuenta con ustedes"

"Cuando vuelvan a sus casas, no tengan miedo de ser generosos con Cristo"

José Manuel Vidal, 28 de julio de 2013 a las 14:53
 "El Evangelio es para todos. No tenga miedo de ir y llevar a Cristo a las periferias existenciales"
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Panorámica de la misa final

Sacerdotes en la misa final/>

Sacerdotes en la misa final

  • Panorámica de la misa final
  • Sacerdotes en la misa final
(José Manuel Vidal, Rio de Janeiro).- Traca final en Copacabana, bautizada ya como la playa de Dios. Ante una multitud, que los organizadores cifran en tres millones, el Papa Francisco celebra la misa de clausura y de envío de la JMJ Rio-2013. Y envía a sus "tropas" con sus habituales tres claves: "Vayan, sin miedo, para servir". Porque "Cristo cuenta con ustedes, la Iglesia cuenta con ustedes, el papa cuenta con ustedes".
En primera fila, las presidentas de Brasil,Dilma Rouseff, y la de Argentina, Cristina Fernández, acompañadas del presidente de Bolivia, Evo Morales y Surinam (Desire Bouterse)
Antes de comenzar la eucaristía,presentan el mayor flashmob del mundo, según los comentaristas.Todos los presentes levantan las manos. Hasta los curas y los obispos siguen el movimiento.
Concelebran con el papa 60 cardenales, 1.500 obispos y 11.000 sacerdotes.
El pontífice llegó a Copacabana en el papamóvil, en el que recorrió todo el paseo marítimo, de cuatro kilómetros de largo.
Al igual que los pasados días, decenas de miles de jóvenes le acompañaron durante el recorrido, corriendo por la arena y el paseo marítimo.
Francisco se detuvo en numerosas ocasiones, para saludar a los presentes, besar niños e incluso tomó mate que le ofrecieron unos jóvenes argentinos.
Esta misa, al igual que la vigilia de anoche, sábado, iba a celebrarse en Guaratiba, a las afueras de la ciudad, pero debido a las lluvias caídas en los últimos días en Río de Janeiro, convirtieron el lugar en un lodazal y se decidió cambiar por Copacabana.
Llega el papa y suena el himno de la JMJ: "Cristo nos invita, sean misioneros".
Tras el himno, la bienvenida del arzobispo Orani Tempesta: "No es una celebración de despedida, sino una celebración de envío. Queremos anunciar la Buena noticia de la salvacion".
"Quedará grabada su presencia y su primer retorno a Latinoamérica del primer Papa latinoamericano".
"180 nacione spresentes en una demostración de nueva evangelización práctica. HOy nos entrega la antorcha de la evangelización en este mundo tan desigual"
Anuncia que, en el Campus Fidei, se van a construir más de 20.000 viviendas.
"Frío y lluvia nos acompañaron, pero es alluvia se llama 'criadeira', que hace germinar la semilla. Que su presencia sea como esta lluvia que hace germinar la semilla del Evangelio"
"El hombre de lanco saludando a todos, dándose a todos es una imagen que llevaremos siempre en la memoria de esta ciudad"
"Ya sentimos nostalia por los momentos que ha pasado entre nosotros. Sentimos que le próximo lunes ya no estará alguien que nos ha hecho muy felices"
"Su Santidad nos ha anunciado a Cristo,Él queda con nosotros"
"También nosotros saldremos con usted a las periferias, a los excluidos"
El Papa le regal un cáliz y comienza la eucaristía.
Los animadores piden, en varias lenguas, un clima de oración y de respeto y que bajen las banderas.
Ritos iniciales, con un bello Kyrie, interpretado por varios artistas. Y un Gloria realmente marchoso y bailable.
Un gloria acompañado de palmas y de movimiento de manos. Desde el altar, el Papa reza y, a su lado, el ceremoniero, Guido Marini, observa el espectáculo con cara de sorpresa. Ésta es una Iglesia que baila y canta con alegría.
Liturgia de la Palabra
Lectura del libro del profeta Jeremías: "Antes de formarte en el vientre de tu madre, te conocí, te consagré y te constituí en profeta de las naciones...Irás donde yo te diga...No les tengas miedo. Yo estaré contigo...Pongo mis palabras en tu boca..."
Se canta el salmo 95: "Contad a toda la tierra las maravillas del Señor".
Segunda lectura: De la primera carta de San Pablo a los Corintios: "Se me ha encargado el oficio de predicar. La paga es dar a conocer el Evangelio, anunciándolo debalde...Me he hecho todo en todos, para ganar, sea como sea, a algunos..."
Y tras el Aleluya, también muy gospel, el Evangelio de Mateo: "Id y haced discípulos atodos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo...Y yo estarñe con vosotros hasta el final de los tiempos"
Homilía del Papa
Toma, como siempre, un poco de agua y se prepara para la homilía, de pié detrás del altar.
"Qué bonito participar en la JMJ...Jesús te llama a ser discípulo en misión"
"El Señor nos dice hoy tres palabras: vayan sin miedo para servir"
Vayan
"Han sentido la alegría de la fe, pero la experiencia no puede quedar encerrada en su vida"
"La fe es una llama, que se hace más viva cuando más se comparte"
"El mandado de anunciar a Dios no nace de la voluntad de dominio o de poder"
"A donde nos envía, Jesús, no hay fronteras ni límites"
"El Evangelio es para todos. No tenga miedo de ir y llevar a Cristo a las periferias existenciales"
"El mundo tiene necesidad de Cristo"
"La Iglesia necesita el entusiasmo, la creatividad y la alegría que los caracteriza"
"El mejor medio para evangelziar a los jóvenes son otros jóvenes"
Sin miedo
"No les tengan miedo. El está con nosotros"
"Jesús no nos deja solos. Nunca deja solo a nadie.Nos acompaña siempre"
"Somos enviados juntos"
"El joven contagia juventud"
"Por favor, sigan acomopañándolos con generosidad y alegría: que nunca se sientan solos"
Para servir
"Es el canto de la vida"
"La vida de Jesús es una vida para los demás, una vida de servicio"
"Lavar los pies de nnuestros hermanos, como hizo Jesús"
"Vayan, sin miedo, para servir"
"Quien evangeliza es evangelizado, quien transmite la alegría dela fe recibe más alegría"
"Cuando vuelvan a sus casas, no tengan miedo de ser generosos con Cristo"
"Arrancar el mal y la violencia, destruir las barreras del egoísmo, la intolerancia y el odio y edificar un mundo nuevo"
"Cristo cuenta con ustedes, la Iglesia cuenta con ustedes, el papa cuenta con ustedes"
Ofertorio
En las preces, un recuerdo especial para "las víctimas del accidente de Compostela".

Durante el ofertorio, el papa acogerá a una niña muy pequeña que nació sin cerebro y que aún vive, cuando normalmente estos niños fallecen casi inmediatamente.
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, informó que los padres de la niña la llevaron a la misa que ayer ofició Francisco en la catedral de Río de Janeiro y la presentaron al Papa y éste pidió que hoy fuera llevada en el ofertorio, como señal de la ofrenda a Dios de la vida.
Al final de la misa, el Papa entregará a cinco pareja de jóvenes, representantes de los cinco continentes, una pequeña reproducción del Cristo Redentor, símbolo de Río de Janeiro, y un libro de plegarias.
El pontífice llegó a Copacabana en el papamóvil, en el que recorrió todo el paseo marítimo, de cuatro kilómetros de largo.
Al igual que los pasados días, decenas de miles de jóvenes le acompañaron durante el recorrido, corriendo por la arena y el paseo marítimo.
Francisco se detuvo en numerosas ocasiones, para saludar a los presentes, besar niños e incluso tomó mate que le ofrecieron unos jóvenes argentinos.
Esta misa, al igual que la vigilia de anoche, sábado, iba a celebrarse en Guaratiba, a las afueras de la ciudad, pero debido a las lluvias caídas en los últimos días en Río de Janeiro, convirtieron el lugar en un lodazal y se decidió cambiar por Copacabana.
Texto íntegro de la homilía del Papa

Queridos hermanos en el episcopado y en el sacerdocio,
Queridos jóvenes
«Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Con estas palabras, Jesús se dirige a cada uno de ustedes diciendo: «Qué bonito ha sido participar en la Jornada Mundial de la Juventud, vivir la fe junto a jóvenes venidos de los cuatro ángulos de la tierra, pero ahora tú debes ir y transmitir esta experiencia a los demás». Jesús te llama a ser discípulo en misión. A la luz de la palabra de Dios que hemos escuchado, ¿qué nos dice hoy el Señor? Tres palabras: Vayan, sin miedo, para servir.
1. Vayan. En estos días aquí en Río, han podido experimentar la belleza de encontrar a Jesús y de encontrarlo juntos, han sentido la alegría de la fe. Pero la experiencia de este encuentro no puede quedar encerrada en su vida o en el pequeño grupo de la parroquia, del movimiento o de su comunidad. Sería como quitarle el oxígeno a una llama que arde. La fe es una llama que se hace más viva cuanto más se comparte, se transmite, para que todos conozcan, amen y profesen a Jesucristo, que es el Señor de la vida y de la historia (cf. Rm 10,9). Pero ¡cuidado! Jesús no ha dicho: si quieren, si tienen tiempo, sino: «Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Compartir la experiencia de la fe, dar testimonio de la fe, anunciar el evangelio es el mandato que el Señor confía a toda la Iglesia, también a ti; es un mandato que no nace de la voluntad de dominio o de poder, sino de la fuerza del amor, del hecho que Jesús ha venido antes a nosotros y nos ha dado, no algo de sí, sino todo él, ha dado su vida para salvarnos y mostrarnos el amor y la misericordia de Dios. Jesús no nos trata como a esclavos, sino como a hombres libres, amigos, hermanos; y no sólo nos envía, sino que nos acompaña, está siempre a nuestro lado en esta misión de amor.
¿Adónde nos envía Jesús? No hay fronteras, no hay límites: nos envía a todos. El evangelio no es para algunos sino para todos. No es sólo para los que nos parecen más cercanos, más receptivos, más acogedores. Es para todos. No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente. El Señor busca a todos, quiere que todos sientan el calor de su misericordia y de su amor. En particular, quisiera que este mandato de Cristo: «Vayan», resonara en ustedes jóvenes de la Iglesia en América Latina, comprometidos en la misión continental promovida por los obispos. Brasil, América Latina, el mundo tiene necesidad de Cristo. San Pablo dice: «¡Ay de mí si no anuncio el evangelio!» (1 Co 9,16). Este continente ha recibido el anuncio del evangelio, que ha marcado su camino y ha dado mucho fruto. Ahora este anuncio se os ha confiado también a ustedes, para que resuene con renovada fuerza. La Iglesia necesita de ustedes, del entusiasmo, la creatividad y la alegría que les caracteriza. Un gran apóstol de Brasil, el beato José de Anchieta, se marchó a misionar cuando tenía sólo diecinueve años. ¿Saben cuál es el mejor medio para evangelizar a los jóvenes? Otro joven. Éste es el camino que hay que recorrer.
2. Sin miedo. Puede que alguno piense: «No tengo ninguna preparación especial, ¿cómo puedo ir y anunciar el evangelio?». Querido amigo, tu miedo no se diferencia mucho del de Jeremías, un joven como ustedes, cuando fue llamado por Dios para ser profeta. Recién hemos escuchado sus palabras: «¡Ay, Señor, Dios mío! Mira que no sé hablar, que sólo soy un niño». También Dios dice a ustedes lo que dijo a Jeremías: «No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte» (Jr 1,6.8). Él está con nosotros.
«No tengan miedo». Cuando vamos a anunciar a Cristo, es él mismo el que va por delante y nos guía. Al enviar a sus discípulos en misión, ha prometido: «Yo estoy con ustedes todos los días» (Mt 28,20). Y esto es verdad también para nosotros. Jesús no nos deja solos, nunca les deja solos. Les acompaña siempre.
Además Jesús no ha dicho: «Ve», sino «Vayan»: somos enviados juntos. Queridos jóvenes, sientan la compañía de toda la Iglesia, y también la comunión de los santos, en esta misión. Cuando juntos hacemos frente a los desafíos, entonces somos fuertes, descubrimos recursos que pensábamos que no teníamos. Jesús no ha llamado a los apóstoles a vivir aislados, los ha llamado a formar un grupo, una comunidad. Quisiera dirigirme también a ustedes, queridos sacerdotes que concelebran conmigo en esta eucaristía: han venido para acompañar a sus jóvenes, y es bonito compartir esta experiencia de fe. Pero es una etapa en el camino. Sigan acompañándolos con generosidad y alegría, ayúdenlos a comprometerse activamente en la Iglesia; que nunca se sientan solos.
3. La última palabra: para servir. Al comienzo del salmo que hemos proclamado están estas palabras: «Canten al Señor un cántico nuevo» (95,1). ¿Cuál es este cántico nuevo? No son palabras, no es una melodía, sino que es el canto de su vida, es dejar que nuestra vida se identifique con la de Jesús, es tener sus sentimientos, sus pensamientos, sus acciones. Y la vida de Jesús es una vida para los demás. Es una vida de servicio.
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San Pablo, en la lectura que hemos escuchado hace poco, decía: «Me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles» (1 Co 9,19). Para anunciar a Jesús, Pablo se ha hecho «esclavo de todos». Evangelizar es dar testimonio en primera persona del amor de Dios, es superar nuestros egoísmos, es servir inclinándose a lavar los pies de nuestros hermanos como hizo Jesús.
Vayan, sin miedo, para servir. Siguiendo estas tres palabras experimentarán que quien evangeliza es evangelizado, quien transmite la alegría de la fe, recibe alegría. Queridos jóvenes, cuando vuelvan a sus casas, no tengan miedo de ser generosos con Cristo, de dar testimonio del evangelio. En la primera lectura, cuando Dios envía al profeta Jeremías, le da el poder para «arrancar y arrasar, para destruir y demoler, para reedificar y plantar» (Jr 1,10). También es así para ustedes. Llevar el evangelio es llevar la fuerza de Dios para arrancar y arrasar el mal y la violencia; para destruir y demoler las barreras del egoísmo, la intolerancia y el odio; para edificar un mundo nuevo. Jesucristo cuenta con ustedes. La Iglesia cuenta con ustedes. El Papa cuenta con ustedes. Que María, Madre de Jesús y Madre nuestra, les acompañe siempre con su ternura:
«Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Amén.

Friday, July 26, 2013

Papa Francisco: Quiero lío, quiero que la Iglesia salga a la calle



Papa Francisco: Quiero lío, quiero que la Iglesia salga a la calle

 Fue un encuentro como le gustan al nuevo Papa: sin protocolos, sin corrección política, sin papeles, hablando directamente desde su corazón al corazón de la audiencia. Una audiencia entregada a su mensaje: más de 10.000 jóvenes argentinos, de los más de 50.000 que se estima cruzaron la frontera para seguir a "su Papa" en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro.
Y Francisco "armó un buen lío" pronunciando quizás uno de los discursos más militantes y contundentes que se le han escuchado hasta la fecha y que seguramente se grabó a fuego en los corazones de los que llenaban la Catedral de San Sebastián al mediodía de este jueves.
"¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud?", se preguntó el Papa.
Y su respuesta, un llamado a la acción, una sacudida a lo más profundo de la Iglesia Católica de hoy día para que salga a los caminos en busca de los necesitados.
"Espero lío. Que acá dentro va a haber lío va a haber, que acá en Río va a haber lío va a haber, pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos, las parroquias, los colegios, las instituciones son para salir, sino salen se convierten en una ONG".
"¡y la Iglesia no puede ser una ONG!", exclamó, en medio de aplausos.
Luego dirigió su mensaje a dos grupos que el Pontífice considera "excluidos".
"Pienso que en este momento esta civilización mundial se pasó de ‘rosca’, se pasó de ‘rosca’, porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vidaque son las promesas de los pueblos".
"Exclusión de los ancianos, por supuesto, porque uno podría pensar que podría haber una especie de eutanasia escondida es decir, no se cuida a los ancianos pero también está una eutanasia cultural. No se los deja hablar, no se los deja actuar. Exclusión de los jóvenes, el porcentaje que hay de jóvenes sin trabajo y sin empleo es muy alto y es una generación que no tiene la experiencia de la dignidad ganada por el trabajo, o sea esta civilización nos ha llevado a excluir dos puntas que son el futuro nuestro", dijo.
"Los jóvenes tienen que salir, tienen que hacerse valer, los jóvenes tienen que salir a luchar por los valores, a luchar por esos valores, y los viejos abran la boca, los ancianos abran la boca y enséñennos, transmítannos la sabiduría de los pueblos", afirmó..
El Papa también llamó a vivir la fe con seriedad porque "la fe en Jesucristo no es broma, es algo muy serio. Es un escándalo que Dios haya venido a hacerse uno de nosotros, es un escándalo, y que haya muerto en la cruz".
"Por favor, ¡no licúen la fe en Jesucristo!, hay licuado de naranja, hay licuado de manzana, hay licuado de banana pero, por favor, ¡no tomen licuado de fe! ¡La fe es entera, no se licúa, es la fe en Jesús!, es la fe en el hijo de Dios hecho hombre que me amó y murió por mí", dijo el Pontífice.
Por último, Francisco dio lo que para él sería el programa de acción de los católicos de hoy.
"¿Qué tenemos que hacer padre?, Mira lee las bienaventuranzas que te van a venir bien y si querés saber qué cosa práctica tienes que hacer, lee Mateo 25que es el protocolo con el cual nos van juzgar. Con esas dos cosas tienen el programa de acción: las bienaventuranzas y Mateo 25 no necesitan leer otra cosa", concluyó.

el Papa Francisco es el Papa de los Pobres y del Pueblo

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Bienaventurados los pobres…porque de ellos es el Reino de los Cielos”.

1.    EL PAPA FRANCISCO VISITA LAS FAVELAS
Nuevamente, el Papa Francisco con su sola actitud, no invita a reflexionar sobre la pobreza, y siguiendo con fidelidad las enseñanzas del Señor sin temor y lleno de gozo, va a bendecir y saludar a los más pobres del Brasil, recorriendo una conocida favela. Esta visita, nos invita a reflexionar desde el mismo Evangelio, que la visita papal no hace otra misión, que imitar a Cristo que privilegió la amistad con los más necesitados.
Nuestro Señor Jesucristo nos ha dicho. “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos”. (Mateo 5,3),
Santiago, en su discurso sobre que no hay que hacer diferencia entre los hombres por su condición económica, expone: “¿Acaso no ha escogido Dios a los pobres según el mundo como ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que le aman?. ¡En cambio vosotros habéis menospreciado al pobre!” (Santiago  2,5), luego agrega; “Si cumplís plenamente la Ley regia según la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, obráis bien; pero si tenéis acepción de personas, cometéis pecado y quedáis convictos de transgresión por la Ley. (Santiago 2, 8-9)
2.    VIVIA POBREMENTE JESUS?
Identificamos a un Pobre, como alguien necesitado, menesteroso o un pordiosero, un ser que además no tiene donde vivir, esto es no tiene donde vivir, en el caso de Jesús,  vivió con sus padres, “Jose se retiró a la región de Galilea, y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret”  (Mateo (SBJ) 2, 2-23). También lo habitual es que un pobre, este representado por alguien que no tiene como ganarse la vida, y de Jesús se dice que él era carpintero;  “¿No es éste el carpintero, el hijo de María”  (Marcos 6,3), es decir tenía un oficio que podría ser remunerado. Por otra parte, Jesús convivió con hombres y mujeres, las cuales tenían trabajo, Pedro y Andrés eran pescadores, Mateo (Levi) era cobrador de impuestos y le ofreció en su casa un gran banquete.  (Lucas 5,28) y le acompañaba mujeres que compartían sus bienes; “algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les servían con sus bienes”. (Lucas 8 1-3), y también Jesús vestía respetablemente; “Los soldados, después que crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos, con los que hicieron cuatro lotes, un lote para cada soldado, y la túnica. La túnica era sin costura, tejida de una pieza de arriba abajo”  (Juan 19, 23)
3.    PORQUE JESUS ES POBRE
Jesús es pobre, porque se entrega al servicio de los pobres; “Pues conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de que os enriquecierais con su pobreza”. (2 Corintios 8,9), y a los pobres les trae alivio y consuelo en su pobreza, y los más importante, les trae la Buena Nueva para evangelizarlos desde el corazón; “los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva” (Mateo 11,5), a los que anuncia la salvación, los colma de esperanza y les trae liberación de sus penas; “El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos” (Lucas 4,18). Los que conocían a Jesús, reconocían esta labor de Jesús y se lo daban a conocer; “Maestro, sabemos que hablas y enseñas con rectitud, y que no tienes en cuenta la condición de las personas, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios” (Lucas 20,21). En efecto, Jesús, dedicó su paso por la tierra a los pecadores, a los enfermos, comió con ricos y compartió con los hambrientos, a todos les dirigió palabras de salvación, a todos les habló con la verdad y cuando fue necesario, les enrostró su hipocresía “como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan”; (Mateo 6,16). San Pablo, le pide a los Filipense, como si también hoy nos pidiera a nosotros; “Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo: El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz” (Filipenses 2 6-8)
4.    JESUS SE PONE DE PARTE DE LOS POBRES
Jesús se pone de parte de los pobres; “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos”. (Mateo  5,3) y los pone como ejemplo ante todos cuando miraba cómo echaba la gente monedas en el arca del Tesoro: “muchos ricos echaban mucho. Llegó también una viuda pobre y echó dos moneditas…Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: “Os digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que todos los que echan en el arca del Tesoro. Pues todos han echado de los que les sobraba, ésta, en cambio, ha echado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir” (Marcos 12, 41-44). Jesús, invita a todos los pobres a que participen de su banquete: “el dueño de la casa, dijo a su siervo: "Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, y ciegos y cojos." Dijo el siervo: "Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio." Dijo el señor al siervo: "Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa."  (Lucas 14, 21-23). Jesús nos invita a compartir los bienes con los necesitados: “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme.”  (Mateo 19, 21). Jesús, nos pide que no nos preocupemos por las riquezas; “No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban. Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben”. (Mateo 6, 19-20), al que es capaz de ser desprendido con los pobres, el Señor les promete: “tendrás un tesoro en el cielo”; (Marcos 10,21), por cuanto, todos los que desean seguir a Jesús, la condición es renunciar a la riqueza, compartiendo los que Dios nos ha dado con los que no tienen y hacerse pobre.
5.    EL DESEO DE JESUS, ES QUE TODOS NOS ESFORCEMOS POR LOS POBRES
El deseo de Jesús, es que todos nos esforcemos por los pobres, y nos pide “no descuidar lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe!”  (Mateo 23,23). Pero también nos invita a no hacer alarde de nuestra generosidad; “Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres...en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará”. (Mateo 6, 2-4). Todo esto también tiene sentido de apelar a nuestra conciencia, por eso el también no expresa que; “todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa”. (Mateo 10,42), haciéndonos ver que el mismo Cristo, se oculta en los pobres, por tanto, si a un pobre despreciamos, al mismo Señor le hacemos un desprecio; “Pero todos a una empezaron a excusarse”.  (Lucas 14,16). El gran mensaje, que trae la Palabra del Señor, está dirigido a los pobres, y Jesús les promete el reino de los cielos y al mismo tiempo saciar su hambre y de su sed: “Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: “Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios., Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis. Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre.  Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo”.  (Lucas 6, 20-23)
Gracias Papa Francisco, por hacernos reflexionar sobre lo necesario que estar solidarizando con la pobreza, y que esto nos anime, a vivir con intensidad el Evangelio.