Thursday, March 22, 2012

itinerario de la vsita del Papa a Mexico

Conoce el itinerario de la visita del Papa: arranca con mariachis
Benedicto XVI permanecerá en México desde el 23 de marzo hasta el 26 del mismo mes, cuando se desplazará hasta Santiago de Cuba

Un grupo de mariachis y un ballet folclórico recibirán al sumo pontífice Benedicto XVI el próximo 23 de marzo a su llegada a México, según el programa oficial de la visita al estado mexicano de Guanajuato publicado hoy.

Según el programa, que apareció en los principales diarios de León, la recepción oficial al papa se efectuará a las 16:30 horas del viernes 23 en el Aeropuerto Internacional de Guanajuato, en el municipio de Silao.

En la recepción están previstos saludos, honores militares, himnos, unas palabras del presidente mexicano, Felipe Calderón, un mensaje del Papa, así como la presentación del Ballet Folclórico de la Universidad de Guanajuato y de un grupo de mariachis.

La jornada concluirá con un recorrido en el papamóvil desde el aeropuerto al Colegio Miraflores, donde pernoctará las tres noches de la visita.

El sábado 24 a las 17:30 horas, Benedicto XVI recibirá las llaves de la ciudad de Guanajuato en la Glorieta Santa Fe, donde comienza la ciudad, con la participación del gobernador del estado, Juan Manuel Oliva, y el alcalde de la urbe, Edgar Castro.

La alcaldía de Guanajuato dio a conocer hoy en un comunicado la llave oficial que será entregada al papa, una obra diseñada por el artista Jesús Hernández y que está elaborada en níquel con figuras doradas incrustadas.

En la manija está tallada una Virgen de Guadalupe y la palabra " México", mientras que del otro lado se aprecia un águila.

Después de recibir la llave, Benedicto XVI hará un recorrido en el papamóvil de la Glorieta Santa Fe a la Casa del Conde Rul.

Esa tarde habrá un encuentro oficial entre el Papa y el presidente Calderón y unos minutos después desde el balcón, Benedicto XVI dirigirá un mensaje a los niños que se congreguen en la Plaza de la Paz.

En esta actividad al Papa lo acompañarán el presidente Calderón, el gobernador Oliva, el arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago, y del nuncio apostólico Christophe Pierre.

De acuerdo con esta agenda, esa noche se trasladará en vehículo cerrado a León, donde será recibido en la Puerta del Milenio, monumento que marca el comienzo de la ciudad.

En este punto le serán entregadas las llaves de la ciudad por parte de las autoridades del estado y la alcaldía, jornada que concluirá con un recorrido en papamóvil desde la Puerta del Milenio hasta el Colegio Miraflores.

Durante la mañana del domingo 25, Benedicto XVI será trasladado al Parque Guanajuato Bicentenario en Silao, donde también se le entregarán las llaves de la ciudad y donde ofrecerá la misa masiva.
El Papa Benedicto XVI permanecerá en México desde el 23 de marzo hasta el 26 del mismo mes, cuando se desplazará hasta Santiago

el Papa Benedicto en Mexico

El papa Benedicto XVI, guardián de la doctrina de la fe
Identificado con el ala conservadora de la Iglesia, el Pontífice ha generado polémica por sus posturas; mañana llega a México, en su primera visita

Custodio de la fe, sucesor del apóstol Pedro, escritor, filósofo, humanista y teólogo. Es el papa alemán Benedicto XVI, actual líder de la Iglesia católica, quien, a partir de este viernes y hasta el lunes 26, realizará su primera visita pastoral a nuestro país.
A decir de Saulo Hernández, especialista en temas religiosos y catolicismo, Benedicto XVI es una de las figuras más importantes para el mundo católico y el cristianismo. Se trata del antiguo encargado de la Congregación vaticana para la Doctrina de la Fe durante el pontificado de Juan Pablo II y también uno de los personajes más conservadores del clero.
Es un religioso que, desde su época de obispo cuando participó en el Concilio Vaticano II, ha combatido constantemente las ideas “modernistas” dentro de la Iglesia católica, como la llamada teología de la liberación.
Sin embargo, a pesar de las “enormes” diferencias entre Karol Wojtyla y Joseph Ratzinger, el pontificado de Benedicto XVI representa continuidad en el fondo en lo realizado por su antecesor y diversidad en la forma en que ha sido conducida la Iglesia en los últimos seis años, según Hernández.
Acusado injustamente: experto
Joseph Ratzinger nació el 16 de abril de 1927 en Marktl am Inn, Alemania. Cuando cumplió 12 años sintió la vocación de ser sacerdote y decidió ingresar al seminario de Traunstein, donde realizó sus estudios eclesiásticos. Cuatro años más tarde, en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, él y sus compañeros seminaristas, como miles de jóvenes alemanes, fueron reclutados al denominado Flak, un escuadrón antiaéreo del ejército alemán.
En 1945, cuando las fuerzas aliadas se acercaban a Alemania, Ratzinger dejó el ejército y volvió a casa para continuar sus estudios religiosos y ser ordenado sacerdote seis años después, el 29 de junio de 1952, junto con su hermano Georg.
Que en su juventud haya militado en las milicias alemanas le ha traído a Ratzinger numerosas críticas de diversos sectores; sin embargo, para Andrés Balmori, historiador de la Iglesia, el que se hable constantemente sobre este episodio de la vida del Papa tiene por único objetivo perjudicar su imagen con mentiras y sin argumentos sustentados.
“No es que Benedicto XVI haya deseado formar parte de las Juventudes de Hitler, sino que en esa época pertenecer a éstas era una obligación para todo joven alemán, era como el Servicio Militar en México.
“Sin lugar a duda son unos ignorantes quienes toman como supuesto argumento el que el Papa perteneció a las Juventudes (Hitlerianas) para atacarlo e intentar dañar con ello su imagen y a la Iglesia”, explicó el experto a Excélsior.
Posteriormente, las labores pastorales de Joseph rindieron frutos: participó como consultor teológico en el Concilio Vaticano II convocado por el entonces papa Juan XXIII y en marzo de 1977 fue consagrado, por el entonces pontífice Pablo VI, arzobispo de Münich y Freising, Alemania, para luego ser nombrado cardenal, eligiendo “cooperador de la verdad”, como su lema episcopal.
“Durante 1978, en el verano conocido como el de los tres papas, el ya cardenal Ratzinger participó en las exequias de Pablo VI, en el cónclave que eligió a Juan Pablo I y, posteriormente, en el que resultó electo su gran amigo y predecesor Juan Pablo II”, resumió el especialista.
En 1981, Joseph Ratzinger aceptó la invitación de Juan Pablo II para asumir el cargo, dentro de la curia vaticana, de prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Desde esa posición asumió la responsabilidad de custodiar la pureza de la fe católica de ideologías contrarias a la doctrina plasmada en el Evangelio, como la llamada teología de la liberación, entonces de moda.
Presidió también la Comisión para la preparación del nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, el cual fue presentado en 1992.
Años después y poco antes de buscar el retiro “para dedicarse a escribir e impartir clases en su natal Alemania”, Juan Pablo II falleció y en el cónclave de cardenales de abril de 2005 para elegir al futuro líder de la Iglesia, Joseph Ratzinger fue designado como el Papa número 265 de la historia, bajo el nombre de Benedicto XVI.
Durante casi siete años de pontificado, Benedicto XVI ha efectuado 23 viajes apostólicos internacionales, ninguno de ellos a México, hasta el de este viernes, y ha publicado tres encíclicas.
Los temas controversiales
El discurso de Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona, en el cual hizo alusión al Islam; sus declaraciones con respecto del condón, en su viaje a África; la solicitud de mayor apertura religiosa; sus constantes mensajes en contra del aborto y el matrimonio homosexual; los casos de abuso sexual contra niños por parte de sacerdotes de la Iglesia católica; sus escritos sobre temas económicos en su encíclica La caridad en la verdad, son sólo algunos de los temas abordados por el Papa que han causado polémica internacional.
A esto se suman los denominados VatiLeaks, informaciones surgidas del interior de la Santa Sede, en las que se auguraba una futura dimisión de Benedicto XVI, un posible complot para asesinarlo y acusaciones de desvío de recursos de organizaciones del Vaticano.
“Todo Papa, cuando se pronuncia sobre temas delicados, genera controversias, y Benedicto XVI no es la excepción, pues no todos están de acuerdo con lo que dice la Iglesia católica (...) como el matrimonio gay o el aborto”, dijo Rivera Díaz.
Para Balmori Laguna, uno de los mayores retos para el pontificado de Ratzinger, y que ha sido enfrentado con “total valor y determinación”, son los abusos sexuales cometidos contra niños por sacerdotes.
Un vicario bien informado
Especialistas consideran que si bien el papa Benedicto XVI no había visitado anteriormente nuestro país, el máximo pontífice está muy al pendiente de lo que sucede en México:
De acuerdo con el religioso Pedro Agustín Rivera Díaz, rector de la Antigua Basílica de Guadalupe, a pesar de que el Papa Benedicto XVI no ha visitado México como máximo jerarca de la Iglesia católica, Joseph Ratzinger está muy bien informado sobre la realidad que se vive en el país.
De acuerdo con su perspectiva, el sumo Pontífice alemán está muy consciente de lo que actualmente vive el pueblo mexicano y “conoce profundamente los problemas, dolores y las penas que nuestra nación sufre día a día.
“El Vicario de Cristo viene para alentarnos”, consideró Rivera Díaz.
A lo largo de su pontificado, iniciado el 19 de abril de 2005, el sumo Pontífice se ha referido en numerosas ocasiones a nuestro país.
El tema del narcotráfico y la violencia provocados por el crimen organizado ha sido referido por el jefe de la Iglesia católica; también ha pronunciado discursos refiriéndose a la necesidad de libertad religiosa, el laicismo, el aborto, la familia, los procesos democraticos.

Viaje de Benedicto XVI a Mexico y Cuba 2012

Esos polémicos viajes del Papa






Benedicto XVI ha hecho un estilo propio de pontificado y esa huella ha quedado reflejada también en sus viajes internacionales. En todos los casos han estado acompañados de una polémica previa a su llegada y México y Cuba no son excepción. En los dos casos algunos los han querido presentar como visitas con tintes políticos.



México tiene elecciones presidenciales a mitad de 2012 y no faltan quienes, aduciendo la laicidad del Estado, cavilan sobre la intromisión que el Papa pudiera hacer en la vida política del país a través de sus homilías y discursos. Hay quienes también se oponen a la visita rechazando que con sus impuestos se subvencione cualquier forma de ayuda a la buena marcha del encuentro de Benedicto XVI con los católicos mexicanos (que, por cierto, son mayoría en ese país). No faltan, por último, los que repiten los eslóganes de panfleto que presentan al Santo Padre como «nazi», intolerante, apoyo de los pederastas e intransigente.



Cuba sigue siendo un país polarizado por quienes siguen soportando una forma de dictadura comunista y los que apoyan ese régimen todavía vigente. En unos y otros hay quienes contestan la llegada del Papa: algunos de los primeros porque quieren ser recibidos a toda costa en audiencias especiales por Benedicto XVI; los segundos, porque no logran concebir que un sistema ateo facilite la realización de la visita misma. Entre ambos, grupos de exiliados cubanos, sobre todo de los Estados Unidos, contestan la visita del Papa a la que llegan a calificar de «ratificación» del sistema castrista.



Los pequeños grupos de personas opuestas a la llegada del Papa, tanto en Cuba como en México, han tomado como altavoz inicial las redes sociales. Desde ellas, no pocas veces incluso de forma anónima y con mensajes más bien violentos, hacen sentir sus opiniones. Llama la atención el hecho de que, siendo numéricamente minoritarias, encuentren amplio eco en la gran prensa. Ciertamente no falta el columnista o presentador de ocasión que abandera la «lucha» contra la Iglesia y su pastor universal.



Es natural que haya objeciones condicionas por prejuicios, por experiencias negativas luego universalizadas; por pareceres que difieren de la posición de la Iglesia propagada por el Papa y también por ignorancia. El problema no es eso. El problema es que se caricaturice y quiera asfixiar la voz de quien habiendo razonado su postura la presenta con la fuerza de la verdad que cautiva.



La experiencia de viajes internacionales precedentes ha evidenciado que los resultados de impacto positivo en torno a la figura del Papa son completamente distintos. La posibilidad de ver en primera persona quién es y cómo es Benedicto XVI difumina preconcepciones. Pero, ¿cómo toma esas reacciones contrarias Benedicto XVI? «Ante todo diría que es algo normal que en una sociedad libre y en un tiempo secularizado existan oposiciones a una visita del Papa. Es justo que se exprese —respeto a todos—, que expresen esta contrariedad suya: forma parte de nuestra libertad y debemos tomar nota de que el secularismo y también la oposición precisamente al catolicismo en nuestras sociedades es fuerte. Cuando estas oposiciones se manifiestan de modo civil, no hay nada que objetar. Por otro lado, es igualmente cierto que existe mucha expectativa y mucho amor por el Papa», respondía el Santo Padre a los periodistas en el vuelo rumbo a Alemania, el pasado mes de septiembre de 2011.



Leer un poco ayudaría a enterarse quién es y cómo piensa realmente Joseph Ratzinger; escucharlo y verlo, desde luego también. Los típicos tópicos recurrentes en torno a personalidades de la Iglesia y a la Iglesia misma suelen ser generalizaciones de los errores puntuales de algunos y repeticiones de pretéritas leyendas urbanas difícilmente aplicables, de modo arbitrario, a cualquiera (cuando no incluso raramente comprobables en sí mismas).



Una persona cuerda estará de acuerdo en que con intolerancia no se «combate» la supuesta «intolerancia» de la Iglesia, ni alguno se va a molestar porque con los impuestos que también pagan los ciudadanos de naciones con elevado número de católicos como Cuba y, sobre todo, México se ayude a que la seguridad de un evento de esta magnitud sea la que precisan las personas presentes.



Habrá que escuchar al Papa antes de juzgar lo que se cree que va a decir. El director del conocido periódico español El Mundo, incluso no siendo católico, confesó que seguía lo que Benedicto XVI decía. No fuera a ser que el Papa tuviera razón. Por lo demás, no habría que espantarse o hacer aspavientos por lo que el Papa refiera. Ya lo recordó hace algunos años Pilar Rahola, otra periodista española –también no católica–: «¿Qué nos esperábamos? ¿Un papa hippy? Escandalizarse porque el líder de una gran religión preserva su ortodoxia más allá de los tiempos es no entender nada de su papel».



Más bien quizá debamos preguntarnos si lo que realmente temen algunos, sobre todo los líderes de algunos partidos anti cristianos, es que los votantes conozcan la verdad y les suceda lo que san Juan dice que les pasa a los que la verdad conocen: que se vuelven libres… Una pregunta y una respuesta que tal vez sea la base de muchos miedos a veces maquillados con polémicas.

Friday, March 09, 2012

la nueva evangelizacion inicia en el confesionario

NUEVA EVANGELIZACIÓN COMIENZA TAMBIÉN EN EL CONFESIONARIO

El Santo Padre ha recibido esta mañana a los 1.300 sacerdotes y diáconos que participan en el “Curso sobre el fuero interno” que organiza anualmente la Penitenciaría Apostólica.

En su discurso, Benedicto XVI ha subrayado la importancia de una adecuada preparación teológica, espiritual y canónica para ser confesor, dado que el sacramento de la Reconciliación es esencial para la vida de fe y está estrechamente ligado al anuncio del Evangelio. “Los sacramentos y el anuncio de la Palabra -ha dicho el Papa- no deben concebirse como separados, sino todo lo contrario (…) El sacerdote representa a Cristo, el enviado del Padre, y continúa su misión mediante la 'palabra' y el 'sacramento' en una totalidad de cuerpo y alma, de signo y palabra”.

La confesión sacramental es así un camino privilegiado para la nueva evangelización: “La conversión real de los corazones, que significa abrirse a la acción transformadora y renovadora de Dios, es el 'motor' de toda reforma, y se traduce en una verdadera fuerza evangelizadora. En la confesión, el pecador arrepentido es justificado, perdonado y santificado por la acción gratuita de la misericordia divina (…). Sólo quien se deja renovar profundamente por la Gracia divina puede llevar en sí mismo la novedad del Evangelio y, por tanto, anunciarla”. Todos los santos de la historia testimonian esta estrecha relación entre la santidad y el sacramento de la reconciliación. Y la nueva evangelización “extrae la linfa vital de la santidad de los hijos de la Iglesia, del camino cotidiano de conversión personal y comunitaria para conformarse cada vez más profundamente con Cristo”.

El Papa ha recordado que, cuando administran el sacramento de la reconciliación, los sacerdotes son instrumentos para el encuentro de los hombres con Dios. El pecador arrepentido siente un profundo deseo de cambio y de misericordia, de volver a experimentar, mediante el Sacramento, “el encuentro y el abrazo con Cristo”.

“Por ello -ha dicho el Pontífice a los sacerdotes presentes- sois colaboradores y protagonistas de numerosos 'nuevos comienzos', tantos cuantos sean los penitentes que se os acerquen. (…) La nueva evangelización, entonces, comienza también en el confesionario; parte del misterioso encuentro entre la inagotable pregunta del hombre (…) y la misericordia de Dios, única respuesta adecuada a la necesidad humana de infinito”. Si los fieles experimentan realmente la misericordia de Cristo en el sacramento, “se convertirán en testigos creíbles de esa santidad que es la finalidad de la nueva evangelización”.

Todo ello adquiere una relevancia aún mayor cuando se refiere a los propios sacerdotes, que, para colaborar en la nueva evangelización, han de ser los primeros en renovar la conciencia de ser ellos mismos penitentes, y de la necesidad de acercarse al perdón sacramental para renovar el encuentro con Cristo.

Para concluir, Benedicto XVI exhortó a los sacerdotes: “Que la novedad de Cristo sea siempre el centro y la razón de vuestra existencia sacerdotal, para que quien os encuentra pueda, mediante vuestro ministerio, proclamar como Andrés y Juan: 'Hemos encontrado al Mesías' (Jn, 1, 41). De este modo, cada confesión, de la que cada cristiano saldrá renovado, representará un paso adelante en la nueva evangelización”.

crisis del matrimonio y de la familia

PAPA HABLA A LOS OBISPOS AMERICANOS DE LA CRISIS DEL MATRIMONIO Y DE LA FAMILIA

Benedicto XVI recibió esta mañana a un grupo de prelados de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (regiones VII-IX) al final de su visita “ad limina”. Siguen extractos del discurso que les dirigió:

“Me gustaría hablar (…) de la crisis contemporánea del matrimonio y la familia, y, en general, de la visión cristiana de la sexualidad humana. De hecho, es cada vez más evidente que el deprecio de la indisolubilidad de la alianza matrimonial, y el rechazo generalizado de una ética sexual responsable y madura basada en la práctica de la castidad, han dado lugar a graves problemas sociales que acarrean un inmenso costo humano y económico”.

“En este sentido, mención especial debe hacerse de las poderosas corrientes políticas y culturales que buscan modificar la definición legal del matrimonio. Los concienzudos esfuerzos de la Iglesia para resistir esta presión requieren una defensa razonada del matrimonio como institución natural, que consiste en la comunión específica de personas, esencialmente enraizada en la complementariedad de los sexos y orientada a la procreación. Las diferencias sexuales no pueden descartarse como irrelevantes para la definición de matrimonio. La defensa de la institución del matrimonio como una realidad social es, en última instancia, una cuestión de justicia, ya que implica salvaguardar el bien de toda la comunidad humana y los derechos de los padres y niños por igual”.

“En nuestras conversaciones, habéis señalado con preocupación las dificultades crecientes en la comunicación de la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia en su integridad, y la disminución en el número de jóvenes que se acercan al sacramento del matrimonio. Ciertamente, debemos reconocer las deficiencias en la catequesis de las últimas décadas, que en algunas ocasiones no han logrado comunicar el rico patrimonio de la doctrina católica sobre el matrimonio como institución natural, elevada por Cristo a la dignidad de sacramento, la vocación de los esposos cristianos en la sociedad y en la Iglesia, y la práctica de la castidad conyugal”.

“A nivel práctico, los programas de preparación para el matrimonio deben ser revisados cuidadosamente para asegurar más énfasis en su componente catequética y en la presentación de las responsabilidades sociales y eclesiales que conlleva el matrimonio cristiano. En este contexto no podemos olvidar el grave problema pastoral que presenta la práctica generalizada de la convivencia, a menudo por parejas que parecen no darse cuenta de que es un pecado grave, por no hablar de sus perjuicios para la estabilidad de la sociedad. Aliento vuestros esfuerzos para establecer normas claras, pastorales y litúrgicas, para la celebración digna del matrimonio, que encarnen un testimonio inequívoco de las exigencias objetivas de la moral cristiana, demostrando al mismo tiempo sensibilidad y preocupación por las parejas jóvenes”.

“En este gran esfuerzo pastoral hay una necesidad urgente de que toda la comunidad cristiana recupere el aprecio de la virtud de la castidad. (...) No es simplemente una cuestión de presentar argumentos, sino de apelar a una visión integral, coherente y estimulante de la sexualidad humana. La riqueza de esta visión es más sólida y atractiva que la de las ideologías permisivas exaltadas en algunos sectores que, de hecho, constituye una forma poderosa y destructiva de anti-catequesis para los jóvenes (...) La castidad, como enseña el Catecismo: 'Implica un aprendizaje del dominio de sí, que es una pedagogía de la libertad humana'. En una sociedad que cada vez mas tiende a malinterpretar e incluso ridiculizar esta dimensión esencial de la doctrina cristiana, los jóvenes necesitan estar seguros de que 'si dejamos entrar a Cristo en nuestras vidas no perdemos nada, absolutamente nada, de lo que hace la vida libre, bella y grande'”.

“Para concluir, quisiera recordar que todos nuestros esfuerzos en este sector apuntan, en última instancia al bien de los niños, que tienen un derecho fundamental a crecer con una sana comprensión de la sexualidad y de su lugar apropiado en las relaciones humanas. Los niños son el tesoro más grande y el futuro de toda sociedad: preocuparse por ellos significa reconocer nuestra responsabilidad de enseñar, defender y vivir las virtudes morales que son la clave de la realización humana. Espero que la Iglesia en los Estados Unidos, no obstante su pesadumbre por los acontecimientos de la última década, persevere en su misión histórica de educar a los jóvenes contribuyendo así a la consolidación de esa sana vida familiar, que representa la garantía más segura de la solidaridad inter-generacional y de la salud de la sociedad en su conjunto”.

Wednesday, March 07, 2012

Tres errores modernos

Tres obstáculos a superar

Raniero Cantalamessa, en su calidad de predicador pontificio, ha tratado recientemente sobre algunos de los obstáculos que se oponen a la evangelización en no pocos países de vieja tradición cristiana. Los obstáculos por él considerados son el cientificismo, el secularismo y el racionalismo. En este artículo se reflexiona sobre estos obstáculos y el modo de superarlos.


El cientificismo ateo

Por cientificismo ateo entendemos aquella corriente de pensamiento que afirma que el único conocimiento válido es el de las ciencias positivas, excluyendo pues de dicha validez al pensamiento religioso, al teológico, al ético y al estético. Así, "2+2=4" es conocimiento válido, pero "Dios existe" y "no es lícito asesinar" no son conocimientos válidos. El cientificismo ateo presenta los rasgos siguientes: 1) únicamente la ciencia positiva es un conocimiento objetivo y serio de la realidad, 2) el conocimiento científico es incompatible con la fe, ya que ésta se basa en presupuestos indemostrables y no falsables (esto es, no susceptibles de ser demostrada su falsedad), 3) la ciencia ha demostrado que es innecesaria la hipótesis de la existencia de Dios y 4) la gran mayoría de los científicos son ateos.

El cientificismo ateo es insostenible. Al prejuicio cientificista objetamos su falta de memoria y de realismo, ya que muchísimos científicos de primera línea son creyentes. Además, no pertenece al objeto de la ciencia positiva afirmar ni negar la existencia de Dios, ni decir si se ha de asesinar o no. Es necio pues asentar que la ciencia positiva afirma que podemos prescindir de la existencia de Dios. A su vez, es de sentido común afirmar que e xiste algo más allá de la ciencia positiva. Así, por ejemplo, sabemos que "hemos de respetarnos", aunque al respecto nada pueda decirnos la ciencia positiva. Además, ¿por qué dicen que lo "serio·" es afirmar que "2=2" y que no lo es decir que "debemos respetarnos"? La inaceptabilidad del cientificismo ateo coexiste con la gran valía de la ciencia positiva, la cual es compatible con la fe católica, porque la verdad no puede contradecir a la verdad.

Propiedad importantísima del cientificismo ateo es su gran infravaloración de la persona humana. El hombre queda convertido en un mero punto inextenso que es engullido por un magnífico Cosmos "infinito". El hombre Cristo es entonces una insignificancia marginal en el impresionante mar de la historia. Así se llega a anteponer el gigantesco macrocosmos al infinitesimal ser humano. Así se desemboca en un océano sin fondo, cuya s aguas son las de un penoso anti-humanismo ateo.

La belleza, bondad y valor extraordinario de la verdad cristiana resulta mucho más importante que la refutación del cientificismo ateo. En efecto: Dios, -Bondad y Amor infinitos-, ha creado al hombre a imagen de un ser de Belleza infinita, Dios. El todopoderoso Hijo de Dios se abaja, encarna, nace, se hace niño que no habla... y muere, por el hombre, por su salvación. El Hijo de Dios se ha hecho hombre para que el hombre se haga "Dios". Esto es, el hombre, aunque infinitamente superado por Dios, por la gracia santificante participa de la naturaleza divina, habita en su alma la Trinidad, vive vida sobrenatural y es heredero de la vida de la gloria eterna. El ideal máximo es la santidad.

Se constata que la contraposición entre religión católica y cientificismo ateo es un shock o choque super-impactante. Por un lado, en el cientificismo ateo, el padre Cosmos devora a su diminuto hijo, ser humano. Por otro, en la religión católica, un Hombre, Cristo, es el centro del Cosmos y de la historia, Dios, Ser supremo e infinito, persona divina, Creador del cielo y de la tierra, redentor que deifica, alfa y omega, fin supremo. Así el super-vértigo mortecino del cientificismo ateo tiene ante sí al humanismo teocéntrico del cristianismo, canto a la vida, resplandor refulgente y amable afirmación super-sobrecogedora de la inmensa dignidad de la persona humana.


El secularismo

Distinguimos entre secularidad y secularismo. Una legítima secularidad sostiene equilibradamente una legítima autonomía del ámbito terreno. Esta justa mesura conlleva que la religión no se entremete en el ámbito terreno y que éste, a su vez, no se excede, respetando lo religioso. Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Distinción ésta que no olvida que también el César es de Dios. Por secularismo entenderemos aquí la afirmación del siglo temporal por oposición al siglo futuro o eternidad. El secularismo opone lo secular (mundo) a lo religioso o más allá. Las consecuencias del secularismo son dramáticas. El secularismo daña gravemente a la religión, pues sin el horizonte de la eternidad la fe se apaga. Sin la existencia del cielo los cristianos seríamos los más desgraciados de los hombres (cf. 1 Cor. 15, 19).

Por la fe poseemos un gran conocimiento del más allá. El proceso histórico de la revelación del más allá es progresivo, es decir, ascendente, alcanzando en el Nuevo Testamento la cumbre de su ascensión o plenitud de la revelación. En este itinerario histórico lo primero es la afirmación de la existencia de Dios, sólo después está la del más allá. Se cree en el más allá porque se cree en Dios, no viceversa. Así, pues, en este iter la creencia en Dios no surge como necesidad de creer en un premio ultraterreno, como afirmaban Marx, Feuerbach y Freud. A su vez, en la revelación neotestamentaria el cielo se funda en el poder divino y la resurrección de la carne en la de Cristo Dios. Consideraré ahora el encuentro entre las concepciones cristiana y pagana sobre el más allá. Pitágoras concebía la muerte como liberación de la cárcel del cuerpo. Platón heredó esta doctrina y la fundó en la espiritualidad e inmortalidad del alma. Pero esta filosofía platónica era únicamente patrimonio intelectual de una minoría. La concepción pagana generalizada era la de la vida mortal como vida verdadera, a la que sucedía una vida de sombras, oscura, no verdadera. El gozoso anuncio cristiano de la existencia de una vida eterna inmensamente superior impresionó a los paganos y triunfó.

La concepción del más allá que triunfó sobre el paganismo, ha conocido un retroceso en la mentalidad actual. ¿Qué ha ocurrido? Los ateísmos decimonónicos, particularmente el marxista, afirmaron que la creencia en el más allá aliena al hombre de ocuparse en lo terreno. La eternidad se hizo sospechosa. De la sospecha, por el materialismo y el consumismo, se pasó al olvido y al silencio de la eternidad. Incluso se menospreciará que un hombre culto considere la eternidad. La fe en la eternidad devendrá tímida y reticente. No pocos creyentes dejarán de tomarse en serio la eternidad. ¡Trágico! Suprimido el horizonte de la eternidad, el deseo natural de vivir siempr e, ya distorsionado, se convierte en el deseo de vivir bien, aún a costa de los demás y, entonces, el sufrimiento se hace más doloroso (cf. 1 Cor. 15, 32).

Más importante que la refutación del secularismo es el resplandor de la creencia en la eternidad, especialmente cuando ésta va acompañada del testimonio de vida. Todo hombre posee un deseo natural de felicidad. "Nos hiciste, Señor, para Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti", escribió San Agustín. Este deseo de Dios, del más allá, es el deseo del hombre. Este deseo es un correlato del más allá. Este deseo no aliena, sino al revés. Pues no desprecia el mundo quién desea la eternidad, sino que no desea la vida quién no quiere vivir siempre. Pero, ¿cómo a una vida temporal puede corresponder una remuneración eterna? Ante esta objeción afirm amos que Cristo, Dios eterno y hombre temporal, Verbo encarnado, es lo eterno en lo temporal y ante Él cabe tomar una decisión de alcance eterno. Además, lo eterno no se limita a lo lejano, lo eterno no es sólo esperanza, es también presencia. Los creyentes, aunque inmersos en la temporalidad, poseemos ya la vida eterna, porque ésta consiste en conocer a Jesucristo. En el cielo se goza, ama y contempla a Dios, simultánea, eterna e intensamente. La gracia es ya el inicio de la gloria, su semilla, poseemos ya incoada la vida eterna, aunque aún no su plenitud. La presencia de la eternidad en el tiempo se llama Espíritu, Dios. Y el Espíritu habita en nosotros por la gracia santificante.

La fe en el más allá es muy importante para la evangelización. Sólo el cristianismo da respuesta a las grandes preguntas, particularmente a la siguiente: "¿A dónde vamos?". Porque el cristianismo dio una respuesta más plena a esta pregunta pudo interesar e introducirse en Inglaterra. Tal vez de manera análoga podrá reintroducirse en Europa. A este respecto los funerales suponen una ocasión de oro para la evangelización. Pero, la fe en la eternidad, no sólo es importante para la evangelización, importa también mucho para la propia vida como acicate o empujón hacia la santidad. Desde el horizonte de la eternidad, el peso de la tribulación es pequeño porque es pasajero, el peso de la eternidad es desmesurado, porque es eterno. La esperanza nos dice que la muerte es paso de las sombras a la realidad y no viceversa. ¡Vamos a la casa del Padre! Por el contrario, el debilitamiento de la idea de la eternidad nos debilita ante las pruebas de la vida y ante el sufrimiento. Sin creer en la eternidad incluso resulta duro cerrar los ojos ante un espectáculo inmoral.


El racionalismo

El racionalismo es una corriente de pensamiento que acentúa de tal modo el papel de la razón que llega a ser usurpadora, erigiéndose incluso en el juez último en materia de fe. Pero, la razón no es juez de la fe, sino que hay armonía entre ambas. La fe, como la conciencia moral, es racional sin necesidad de ser demostrada por la razón. Es una cerrazón dictatorial pensar que no ha de aceptarse otra cosa que lo que diga la razón. Es mucho más sensato afirmar que hay algo más que lo que ve la razón.

El racionalismo es inaceptable, pues el entendimiento finito y puramente humano, que no es otra cosa que la mente de un ser que es siempre niño, no es juez del entendimiento divino, infinito, omnisciente. Dios sabe más que el hombre. El hombre no vence a Dios. La balanza siempre se inclina del lado de Dios, el saber divino siempre pesa más que el saber humano. La fe católica es enseñanza verdadera. Afirmado de manera más breve: La fe es la verdad. La razón no es juez de la Verdad, sino que la verdadera razón es la que se somete a la verdad, la verdadera razón es razón verdadera, pero Cristo es la Verdad. La razón verdadera es la que se somete a la Verdad, la que se subordina a Dios, la que está rendida a los pies de Cristo Dios. Más es la Palabra que el hombre, más es la palabra divina e infalible que la palabra humana. En otras palabras, el fulgor y el esplendor de Cristo, brilla inmensamente por encima de la tenue luz encendida en la diminuta caña pensante.

Para convencer de la fe conviene no reducirse a un puro intelectualismo; mucho convendrá acompañar el argumento racional con la experiencia y el testimonio de vida. Experiencia de vida que comunicada es también camino hacia la fe. La sorpresa y lo numinoso son vías hacia la fe. El sentimiento de lo numinoso acompaña a todo hombre: hay un estremecimiento que embarga al encontrarse ante la revelación del misterio (tremendo y fascinante) de lo sobrenatural. También la misma creación, al ser signo divino, al ser contemplada puede provocar la experiencia de lo numinoso y de lo divino. Análogamente, consideraciones como el enamoramiento, una gran alegría y el nacimiento del primer hijo, pueden levantarnos a una nueva dimensión. Si recuperásemos la capacidad de sorprendernos ante estas realidades, estaríamos mejor dispuestos para recuperar el sentido de lo sagrado.

La experiencia de la irrupción repentina e inesperada de lo sagrado si es acogida como vivencia profunda dará lugar a los testigos de Dios. Entre los santos testigos de Dios merecen particular atención los místicos. Estos son los que han padeci do a Dios, es decir, han tenido una experiencia especialísima de Dios Amor. Los místicos se han encontrado con el Dios vivo, han experimentado al Dios real, realísimo, y son testimonios de habérselo encontrado, pruebas vivas de Dios, gracias a ellos recibimos fulgores de la vida eterna. El hombre contemporáneo escucha con mayor gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan. Así, a Edith Stein, atea, la lectura de una obra de un testimonio místico la llevó al inmediato descubrimiento del Dios vivo.


A modo de conclusión: el esplendor de la fe

Hemos visto como brilla la fe sobre tres obstáculos: cientificismo, secularismo y racionalismo. En estos tiempos apasionantes en los que vivimos la existencia de estos grandes obstáculos no ha de ser un motivo de pesimismo, sino de optimismo. En el atletismo cristiano los obstáculos son medios para sup erarse, las cumbres son para conquistarlas; cuanto más altas sean, más esplendorosa será la victoria. La historia de la Iglesia nos muestra como no hay reto en el que Dios pierda. Un pequeño puñado de hombres, que en comparación con el inmenso mundo, eran como un reducido grupo de enanos o de hormigas bajo los pies de un gigante, lograron cambiarlo. No lo cambiaron ellos, sino el Espíritu Santo, el poder infinito de Dios, su energía incomparable. La Iglesia ha vencido frente a innumerables ideologías, herejías, sufrimientos y martirios. De aquel pequeño puñado de hombres, empapados en la herida ensangrentada de la mano de Cristo, se ha llegado a que en la actualidad hay mil doscientos millones de católicos, la cifra más grande de católicos desde la Creación del mundo. Los católicos estamos en compañía del Invencible, del Todopoderoso. Para vencer los obstáculos mencionados lo que necesitamos es dejar hacer a Dios, ser otros Cristos, estar muy unidos a Dios, ser santos. El mundo lo que necesita son santos. Unidos a Dios por el fervor de la oración. Unidos a Dios por la frecuencia de los santos sacramentos, Eucaristía y Penitencia. Unidos a Dios, siendo instrumentos de Dios y apóstoles de Cristo, lograremos grandes maravillas. Unidos a Cristo por el amor a Dios, un amor dispuesto a darlo todo por Él, dispuesto a alcanzar la plenitud. Entonces no sólo se superarán estos obstáculos, sino que el fruto será inmensamente superior. Brillará entonces la maravillosa, dichosa, cálida e incomparable antorcha de la fe amorosa, la fe que hace santos, apóstoles, hombres piadosos, enamorados, ¡Luz de Cristo, luz de Dios!

El vicepresidente de EEUU visita Basilica de Guadalupe

El vicepresidente de Estados Unidos, el católico Joseph Biden, visitó ayer a la Virgen de Guadalupe en su Basílica en el Distrito Federal, en donde rezó ante la imagen y recordó que su madre era una ferviente devota de la Patrona de América.

El vicepresidente, que llegó aproximadamente a las 6:45 p.m. acompañado del embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne, depositó un ramo de flores ante la Virgen y rezó de rodillas durante unos minutos, tras lo cual sacó un pañuelo para secarse las lágrimas.

En declaraciones a la prensa, un emocionado Biden señaló que "mi madre es muy devota de la Santísima Madre; ella le inculcó a sus hijos, nietos y bisnietos que hay que buscar la intercesión con la santísima Madre. Lamento que no esté aquí con nosotros".

Biden dijo además que fue "preferiría no hablar de los candidatos. Tuve un día grandioso con los candidatos, pero tuve un día mejor aquí. Hubiera venido sólo por ver esto. Es un gran tesoro".

El funcionario acababa de sostener encuentros privados y por separado con los tres principales candidatos a la presidencia para las elecciones de julio: Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota. También tuvo un encuentro con el presidente de México, Felipe Calderón.

El recorrido por la Basílica fue encabezado por Eugenio Glennier, rector de la Basílica, que estuvo acompañado por Monseñor Eduardo Chávez y Monseñor Pedro Tapia.

Biden realiza una gira por México y Honduras para impulsar la cooperación regional con el fin de reforzar la seguridad y combatir al crimen organizado.

Aumenta el intereses por el sacramento de reconciliacion

El oficial de la Penitenciaría Apostólica, Mons. Gianfranco Girotti, aseguró que el Sacramento de la Confesión vive un nuevo resurgir y cada día aumenta el número de fieles que decide reconciliarse con Dios.

Con ocasión de la XXIII edición del "Curso sobre el Fuero Interno", que se celebra del 5 al 9 de marzo en el Palacio de la Cancillería de Roma, Mons. Girotti , junto al Penitenciario Mayor, Cardenal Manuel Monteiro de Castro, intervienen en un seminario de especialización en la confesión donde participan más de 700 sacerdotes llegados desde 84 países.

En una entrevista concedida a Radio Vaticana, Mons. Girotti afirmó que cada vez más aumenta el número de fieles que deciden reconciliarse con el Señor y recorrer "nuevos caminos penitenciales que evidencian su voluntad de caminar, acercarse al Sacramento de la reconciliación como al final de un camino en el que deben escuchar sus actos no como declaraciones de buena voluntad, sino como la presencia de la Gracia en sus vidas".

Según el Prelado, a pesar de que la sociedad experimenta un persistente debilitamiento del sentido del pecado, "en los últimos tiempos muchos fieles viven el sacramento dentro de una nueva dimensión".

En el curso vaticano se ofrece a los sacerdotes la posibilidad de reforzar su labor en este Sacramento, se procura que no haya disparidades de juicio en las confesiones, y se apliquen correctamente los principios del Magisterio de la Iglesia.

"Un buen confesor debe mostrarse siempre hospitalario, tranquilo, sin prisa ante todo; debe tener siempre la máxima cortesía posible y no olvidar que desarrolla una tarea paterna, porque revela a los hombre el corazón del Padre: representa justamente la imagen del Cristo Buen Pastor", explicó.

Mons. Girotti consideró que el tiempo de Cuaresma es ideal para acercarse a la Iglesia y pedir la confesión.

Recordó que el Beato Papa Juan Pablo II decía que los sacerdotes "al impartir a los fieles la Gracia del perdón con los Sacramentos de la Penitencia, cumplen el acto más alto de su sacerdocio después de la celebración eucarística".

el poder de tus palabras o acciones

Nunca subestimes el poder de tus palabras o acciones
Hoy puedes dar una palabra de ánimo, de consuelo y de apoyo, no pierdas la oportunidad de hacerlo, puede marcar la vida de otros.



Dickens fue un gran observador de la naturaleza humana, y me atrevo a decir, que un gran amante del hombre, por ello desvela con tanta precisión sentimientos y pensamientos ocultos, con los que de alguna manera uno acaba encontrándose e identificándose.

Es un hecho maravilloso y digno de reflexionar sobre él, que cada uno de los seres humanos es un profundo secreto para los demás. A veces, cuando entro de noche en una ciudad, no puedo menos que pensar que cada una de aquellas casas envueltas en la sombra, guarda su propio secreto; que cada una de las habitaciones de cada una de ellas encierra, también, su secreto; que cada corazón que late en los centenares de millares de pechos que allí hay, es, en ciertas cosas, un secreto para el corazón que más cerca de él late.

Hoy podemos constatar, que en el corazón de nosotros se almacenan muchos secretos y muchos sentimientos, tal vez hoy te toque dar una palabra de ánimo, de consuelo y de apoyo, no pierdas la oportunidad de hacerlo, este pequeño acto de amor y de respeto puede marcar la vida de los otros y tu propia vida.

Un día me contaron una historia: cuando era estudiante de secundaria, vieron a un muchacho caminando de regreso a su casa, se llamaba Kyle. Iba cargando todos sus libros y pensé: ¿Por qué se estará llevando a su casa todos los libros el viernes? Debe ser un "empollón". Yo ya tenía planes para todo el fin de semana, fiestas y un partido de futbol con mis amigos el sábado por la tarde, así que me encogí de hombros y seguí mi camino.

Mientras caminaba, vio a un montón de chicos corriendo hacia él. Cuando lo alcanzaron le tiraron todos sus libros y le hicieron una zancadilla que lo tiró al suelo. Vio que sus gafas volaron y cayeron al suelo como a tres metros de él. Miró hacia arriba y pude ver una tremenda tristeza en sus ojos. Mi corazón se estremeció, así que corrí hacia él mientras gateaba buscando sus gafas. Un anciano vio sus lágrimas correr por el rostro, le acerqué a sus manos sus gafas y le dije: "Esos chicos son unos tarados, no deberían hacer esto". Me miró y me dijo: "¡Gracias!". Había una gran sonrisa en su cara; una de esas sonrisas que mostraban verdadera gratitud.

Le ayudé con sus libros, vivía cerca de mi casa. Le pregunté por qué no lo había visto antes y me contó que se acababa de cambiar de una escuela privada. Yo nunca había conocido a alguien que fuera a una escuela privada. Caminamos hasta casa. Le ayudé con sus libros; parecía un buen chico. Le pregunté si quería jugar al futbol el sábado conmigo y mis amigos, y aceptó.

Estuvimos juntos todo el fin de semana. Mientras más conocía a Kyle, mejor nos caía, tanto a mí como a mis amigos.
Llegó el lunes por la mañana y ahí estaba Kyle, con aquella enorme pila de libros de nuevo. Me paré y le dije: "Hola, vas a sacar buenos músculos si cargas todos esos libros todos los días", se rió y me dio la mitad para que le ayudara.

Durante los siguientes cuatro años, nos convertimos en los mejores amigos. Cuando ya estábamos por terminar la secundaria, Kyle decidió ir a la Universidad de Georgetown y yo a la de Duke. Sabía que siempre seríamos amigos, que la distancia no sería un problema. Él estudiaría medicina y yo administración, con una beca de futbol.

Llegó el gran día de la Graduación, él preparó el discurso; yo estaba feliz de no ser el que tenía que hablar y Kyle se veía realmente bien. Era uno de esas personas que se había encontrado a sí mismo durante la secundaria, había mejorado en todos los aspectos, se veía bien con sus gafas; tenía más citas con chicas que yo, y todas lo adoraban. ¡Caramba! Algunas veces hasta me sentía celoso... hoy era uno de esos días.

Pude ver que él estaba nervioso por el discurso, así que le di una palmadita en la espalda y le dije: "Vas a estar genial, amigo". Me miró con una de esas miradas (realmente de agradecimiento) y me sonrió: "Gracias", me dijo. Limpió su garganta y comenzó su discurso:

"La graduación es un buen momento para dar gracias a todos aquellos que nos han ayudado a través de estos años difíciles: tus padres, tus maestros, tus hermanos, quizá algún entrenador..., pero principalmente, a tus amigos. Yo estoy aquí para decirles que ser amigo de alguien es el mejor regalo que podemos dar y recibir y, a este propósito, les voy a contar una historia". Yo miraba a mi amigo incrédulo cuando comenzó a contar la historia del primer día que nos conocimos.

Aquel fin de semana él tenía planeado suicidarse. Habló de cómo limpió su armario y por qué llevaba todos sus libros con él: para que su madre no tuviera que ir después a recogerlos a la escuela. Me miraba fijamente y me sonreía. "Afortunadamente fui salvado. Mi amigo me salvó de hacer algo irremediable". Yo escuchaba con asombro cómo este apuesto y popular chico contaba a todos ese momento de debilidad.

Sus padres también me miraban y me sonreían con esa misma sonrisa de gratitud. En ese momento, me di cuenta de lo profundo de sus palabras: "Nunca subestimes el poder de tus acciones: con un pequeño gesto, puedes cambiar la vida de otra persona, para bien o para mal. Dios nos pone a cada uno frente a la vida de otros para impactarlos de alguna manera".


"Los amigos son ángeles que nos llevan en sus brazos cuando nuestras alas tienen problemas para recordar cómo volar". Hay personas que se dedican a iluminar las vidas de otros con su alegría y su cariño, y eso a veces vale mucho.

Muchas veces omitimos hacer el bien, porque nos da pena, nos asusta el qué dirán; y esa acción y omisión, puede determinar el futuro de una persona, no pierdas la oportunidad...

Padre Roberto Mena ST