Thursday, March 29, 2007

"LA FORTALEZA DEL HOMBRE"


La fortaleza de un hombre no esta en el ancho de sus hombros... Esta en el tamaño de sus brazos cuando abrazan.

La fortaleza de un hombre no esta en lo profundo del tono de su voz... Esta en la gentileza que usa en sus palabras.

La fortaleza de un hombre no esta en la cantidad de amigos que tiene... Esta en lo buen amigo que se vuelve de sus hijos.

La fortaleza de un hombre no esta en su cabello o su pecho...Esta en su corazón.

La fortaleza de un hombre no esta en lo duro que puede golpear... está en lo cuidadoso de sus caricias.

La fortaleza de un hombre no esta en el peso que pueda levantar... Esta en las cargas que pueda llevar a cuestas.

La fortaleza de un hombre no esta en las mujeres que ha amado...Esta en poder ser verdaderamente de una sola mujer.

La fortaleza de un hombre no está en creer que todo lo puede… Esta en reconocer que sin Dios, nada sería posible.

En la Santísima Trinidad,
Padre Roberto Mena, S.T.

"Existencias equivocadas?"


de P. Fernando Pascual

La frase es tan repetida que merece un momento de reflexión: “existen hijos que no deberían haber nacido?” O, lo que es lo mismo, “hay existencias equivocadas”.

¿Qué se quiere decir con frases como estas? Que algunos hijos no deberían existir, que su vida es tan miserable o tan triste que hubiera sido mejor que no hubiesen nacidos.

Los motivos que llevan a este tipo de afirmaciones son de diferente orden. Unos dicen que no deberían nacer hijos en familias con escasos recursos económicos. A veces son los mismos esposos quienes piensan: no podemos llevar adelante, de modo decoroso, más de uno o dos hijos. Creen que el cariño les obliga a ofrecer un nivel de vida aceptable, a veces incluso cómodo, a los hijos. Sospechan, además, que si nacen más hijos verían reducidas sus posibilidades económicas. Tener más hijos sería, entonces, una “irresponsabilidad”.

Otras veces los esposos querrían tener más hijos, pero los familiares, los amigos, los jefes de trabajo, les presionan continuamente para que no hagan una “locura”, para que sean realistas, para que se den cuenta de que tienen el dinero muy justo como para acoger a nuevos hijos en una casa que ya resulta muy pequeña y, en muchos casos, mal acondicionada.

Junto a los motivos económicos, se unen motivos que podríamos llamar “educativos” o pedagógicos. Algunos padres piensan que si tienen los hijos muy seguidos, o si tienen “muchos” hijos, no podrían darles el cariño que merecerían, o tal vez verían, con una pena inmensa, que los hijos inician pronto el camino de la delincuencia o de los vicios. Deciden, entonces, espaciar la llegada de los hijos. Otras veces se preguntan si los que ya tienen (dos, tres, “incluso” cuatro, como si ese número fuese elevadísimo) serían “demasiados” para un sano equilibrio familiar y para una educación personalizada, capaz de dar como resultado hombres y mujeres maduros y socialmente sanos.

Existen motivos que podríamos llamar de tipo médico, que se refieren a las madres o a los hijos. A las madres, si el inicio de un nuevo embarazo podría significar un peligro para su salud, incluso la posibilidad de perder la vida. A los hijos, si el nuevo hijo podría nacer con graves deformaciones o con enfermedades hereditarias.

Nos detenemos ante estos tres argumentos (económicos, pedagógicos, médicos). Es cierto que afectan de modo distinto, según circunstancias muy variables, a los esposos, y que ofrecer una reflexión más concreta sería sumamente largo. Creemos, sin embargo, que es oportuno recordar una dimensión en la vida humana que ayuda no poco a abrirse con más esperanza a la llegada de los hijos.

Cada existencia humana implica un juego muy rico de relaciones. Vemos cómo la llegada de cada hijo enriquece y “sella” la vida conyugal. Además, el surgir de cada vida humana implica el cariño eterno e infinito de Dios, que acompaña en sus distintas etapas la existencia de cada uno de los seres humanos. La sociedad entera también es enriquecida: no podemos verla como un simple conjunto de reglas políticas y de factores económicos, sino como el ámbito en el que todos los hombres y las mujeres pueden nacer, crecer, desarrollarse, aportar y recibir, hasta el momento en el que termine el tiempo terreno y partamos hacia el encuentro definitivo con Dios.

Todas estas relaciones ponen en evidencia que el hijo, cada hijo, es un tesoro, es un don, es una riqueza, es una maravilla. Lo sabemos “desde abajo”, desde el cariño que hemos recibido millones y millones de seres humanos, cuando llegamos a un hogar y fuimos acogidos, cuidados, amados, vestidos, curados, educados e iniciados en el camino de la vida. Lo saben “desde arriba” los padres, cuando viven el amor de esposos abiertos a cada hijo que acoge y enriquece ese amor, que pide un “rincón” en la casa (grande o chica, pobre o lujosa) y, sobre todo, un espacio de cariño en los corazones.

Ningún hijo puede ser considerado como “existencia equivocada”. Aplicarle esa etiqueta implica tener una visión errada de lo que es la vida. Porque vivir no es conservar ansiosamente un conjunto de parámetros preestablecidos y deseados por los adultos, sino abrirse a la experiencia del amor, en el que cada día “perdemos” partes físicas o mentales de egoísmo para “ganar” y avanzar hacia la belleza del desgastarse y del morir un poco por el bien de otros. Especialmente si esos otros son hijos que nacen desde el amor y que aprenden, así, que están llamados a vivir para el amor.

Hay que recordar, en justicia, que no sólo es plenamente legítimo, sino que es incluso para integrante del mismo amor, el querer dar lo mejor a los propios hijos, desear que sean sanos y fuertes, buscar la educación más completa que los lleve a ser buenos, instruidos y enamorados de Dios y del prójimo. Estos deseos, si son auténticos, no pueden ir en contra de la llegada del hijo. Porque si queremos el bien de alguien es porque estamos dispuestos a que ese alguien exista.

En otras palabras, desear lo mejor para el hijo se compagina perfectamente con la apertura generosa a la llegada de ese hijo. Porque si inicia una vida es porque Dios bendice de un modo inmensamente magnífico el amor entre los esposos. Si la fe reina en la familia, si existe esa mirada profunda que reconoce que no cae ni una hoja de árbol sin que Dios lo permita, entonces los padres vivirán la llegada del hijo llenos de alegría y de esperanza.

Por eso, nunca será correcto hablar de “existencias equivocadas”. Porque Dios nunca se equivoca, porque el camino del amor nos permite descubrir en cada vida humana, aunque sea pobre, aunque esté enferma, aunque caiga en el camino resbaladizo del pecado, un destello maravilloso de un designio divino.

El amor sabe acoger a todos. Porque el amor es eso: perder un poco para “ganar” mucho, muchísimo. Ganar tanto que existen hogares, testimonios vivos de esperanza, que celebran la llegada de cada hijo como un acontecimiento, una fiesta, una participación en el sueño de amor que arranca del corazón mismo del Padre de los cielos.

En la Santísima Trinidad,
Padre Roberto Mena, S.T.

"Fama y Fe"


de Jorge Enrique Mújica

Pocos eran los testimonios públicos de famosos que estaban dispuestos a manifestar su fe cristiana, a defenderla y hablar de la grande importancia que ha jugado en sus vidas. De un tiempo para acá hemos sido testigos de declaraciones ejemplares, de palabras que dan esperanza, de conversiones edificantes, de proyectos de tv, radio, Internet y producciones cinematográficas que ponen los medios tecnológicos a disposición de la evangelización con temas abiertamente cristianos o que promueven los valores humanos y las virtudes que el cristianismo defiende; son pocas voces, pero cada vez hacen más ruido.

A mediados del año pasado Nicole Kidman sorprendió al mundo hollywodense con su vuelta al catolicismo, su matrimonio y las palabras de feliz recuerdo en el aprendizaje de la fe en el seno de su familia. Juliette Binoche, la actriz preferida de Kieslowski y Goddard, ganadora de un Óscar por “El paciente inglés”, nominada a otro por su interpretación en “Chocolat” y quien hace apenas un año volvió a sorprender con su interpretación en “Mary”, ha expresado siempre públicamente la importancia de aquello en lo que cree. En recientes declaraciones sobre su fe católica ha subrayado: “El primer ejemplo cristiano que recuerdo es el de mi madre, de origen polaco. De mis colegios católicos guardo un buen recuerdo”. Obviamente ha atravesado por dudas, momentos de vacío y rabia, pero, como ella misma ha dicho: “Desde muy pequeña me he sentido acompañada. En el silencio y la soledad me siento raramente sola”. Además ha mencionado que en el evangelio de San Juan ha descubierto “Una mina, sobre todo en el prólogo, un abismo que exprime el misterio del Verbo hecho carne. El hecho de que Cristo sea divino y humano, que sea el puente, que tome todos los colores de lo humano para llevarnos a lo divino, ¡es algo tan grande!”

O qué decir de las palabras de la conocida lesbiana afroamericana fundadora y editora de la revista homosexual "Venus", Charlene Cothran, quien en el artículo "¡Redimida! 10 maneras de dejar 'la vida' homosexual si quieres salir de ella", comunicaba a los casi 40 mil suscriptores de la revista y a los cientos de lectores del sitio web, su decisión de cambiar el rumbo de la publicación para ayudar a la recuperación de homosexuales: “He decidido entregar todos mis dones de nuevo al Señor, incluyendo la revista “Venus”. El público será el mismo, pero la misión ha sido renovada: “Nuestra nueva misión es animar, educar y asistir a todos aquellos en la vida que quieren cambiar, pero no han encontrado una salida. Hermano mío, hermana mía, por favor, sígueme en el camino de salida a todo esto”. Y más impresionante aún: "Aunque he vivido como lesbiana a lo largo de toda mi vida adulta, no tengo duda alguna de que el propósito de mi alma es el de usar mis dones para AMOROSAMENTE compartir la verdad de cómo llegamos aquí: cómo nos convertimos en un gay o una lesbiana, cómo llegamos a disfrutar de nuestro 'estilo de vida' y cómo llegamos a creer –erróneamente- que esto estaba de acuerdo con Dios".

En reciente entrevista concedida al National Catholic Register, Sylvester Stallone ha manifestado su intención de, además del mensaje cristiano que ha mostrado en “Rocky Balboa”, hacer ahora lo mismo con su nueva producción "Rambo IV: Pearl of the Cobra". En el semanario, Stallone narra su historia de regreso a la fe católica y cómo el nacimiento de su hija a finales de los 90's jugó un papel determinante en él: "Cuando mi hija nació enferma y me di cuenta de que necesitaba ayuda, comencé a poner todo en las manos de Dios, su omnipotencia y su gran misericordia". La conversión del actor y cantante mexicano Eduardo Verásteguí (ver testimonio en siguiente enlace) ha sido muy conocida y sonada en Latinoamérica.

Pero no todo ha quedado en planos personales. Los distintos grupos, movimientos y laicos católicos y cristianos se han puesto las pilas dando vida a nuevas iniciativas en radio, cine, Internet y televisión que, en el último semestre, se han puesto en marcha (baste recordar Guadalupe radio, H2O.tv o el sitio web que el Vaticano destinará a los jóvenes, sobre todo a aquellos que han participado en las Jornadas Mundiales de la Juventud, anunciado en reciente entrevista a The Inquirer por la hermana Judith Zoebelein, responsable del departamento de Internet de la Santa Sede). En declaraciones recogidas por el diario italiano La stampa, el portavoz del Opus Dei, Pippo Corigliano, ha anunciado el proyecto de grabación de un film sobre la figura de san José María Escrivá de Balaguer. Nombres como el de Robert De Niro, Antonio Banderas o Nicolas Cage suenan entre los candidatos para representar al santo fundador en una producción no financiada pero sí orientada por la prelatura. Mas no todo queda ahí. Después de pascua “Mondo Tv” regalará al mundo un cartoon sobre la infancia de Escrivá que se proyectará en algunas salas y canales internacionales de televisión.

Otra mega producción, aunque ésta fonográfica y en inglés (colección de 20 CDs con 25 horas de sonido), se lanzará en octubre próximo. Ha sido elaborada por parte Thomas Nelson, Inc., la productora y vendedora de Biblias más grande del mundo con el objetivo de llevar a una peregrinación por la historia del Nuevo Testamento. En este proyecto han participado actores de la talla de Jim Caviezel (interpretando nuevamente a Jesús), Marisa Tomei, Stacy Keach, Terence Stamp y Kimberly Williams-Paisley.

Por su parte, grandes productoras no confesionales han apostado por los contenidos explícitamente religiosos o de virtudes y valores que llevan a Dios (véase nuestro artículo en el siguiente enlace). En esta línea, durante 2006 se estrenaron cintas como “Copying Beethoven”, una recreación autobiográfica del músico y compositor que va diseccionando el alma del músico y revelando tanto su profunda espiritualidad como su lucha interior. Juana Samanes, directora y presentadora de «Más cine, por favor», de Popular TV, subraya que “En ella el gran compositor manifiesta su certeza de que ningún don humano es posible sin la participación del Creador”. Otras buenas producciones han sido “Babel”, film basado en una trilogía sobre el hombre contemporáneo y su indigente situación. “El gran tema es la universalidad de la herida humana donde el abrazo expresa el perdón sanador ante un sentimiento de orfandad y abandono”. En “The Queen” (La Reina), otra cinta que merece mención, se aborda el valor de la familia (además de tener el plus de la puesta en celuloide de la vida de Diana de Gales y la familia real británica). Tres éxitos más fueron “El gran silencio”, tres horas en la vida cotidiana de los cartujos; “Natividad”, cinta que expone la vida de la Sagrada Familia, la relación humana entre María y José y el nacimiento de Jesús; y “Guadalupe”. Este año, la prensa mexicana, ha empezado a especular acerca del proyecto de grabación de la vida del Padre Kino por parte de Icon, la firma cinematográfica de Mel Gibson.

Pero ese interés por evangelizar, promover un humanismo cristiano y hacer pública la fe también ha calado en el mundo del deporte (ver testimonio en el siguiente enlace). En diciembre pasado el equipo de Estudiantes de La Plata, campeón del fútbol argentino, concurrió tras la victoria, con todo el plantel, a la catedral de la ciudad para presentar ante la imagen de la Inmaculada Concepción un emblemático arreglo floral con el rojiblanco del equipo y agradecer a Dios el campeonato.

Es obvio que no se precisa la fama para testimoniar la fe, pero tampoco vamos a echarla de menos cuando puede servirnos como interpelación para vivir aquello a lo que estamos llamados. Como decíamos, son pequeñas voces que se alzan, que salen a flote; pero bien podríamos transformarlas en un buen grito, unánime y firme, si todos nos sumamos a imitar el modo ejemplar de vivir de aquel que nos dio el mejor ejemplo, Cristo. No vale sólo creer, hay que llevar la fe a la acción. Bien lo decía San Pablo: “Muéstrame tu fe sin obras que yo con obras te mostraré mi fe”.

En la Santísima Trinidad,
Padre Roberto Mena, S.T.

Thursday, March 22, 2007

"¿Quién quiere ir a la playa?"

de P. Roberto Mena, ST

Miami -- Hace unos días salimos toda mi familia y yo de compras. Comenzamos mi esposo y yo a hablar del clima durante el fin de semana y lo que la subida de la temperatura significaba en términos de visitar la playa. Normalmente, alguno de mis hijos diría emocionado: "¡Vamos... quiero utilizar mi tabla!". Y el otro le haría segunda con algún comentario burlón y así, todos estaríamos conversando, riendo y hasta peleándonos la palabra.

Pero cual fue mi sorpresa cuando ninguno abrió la boca. Mi esposo preguntó: "¿Quién quiere ir a la playa?" y queriendo parecer entusiasmada, levanté la mano y dije "¡yoooo!". En el asiento trasero todos estaban mudos. Volteé mi cabeza sorprendida por el silencio y mi hijo pequeño me dijo mientras se quitaba los diminutos audífonos del iPod, "¿preguntaste algo?". Mi otro hijo hizo exactamente lo mismo y aseguró: "Perdón ma... no te escuché".

¡Que horror! ¡La tecnología me robó a mis hijos! Me sentí tan frustrada que sólo miré a mi esposo con una verdadera cara de desilusión. La misma que supongo mis padres alguna vez pusieron cuando absortas mis hermanas y yo en el televisor, ni siquiera contestábamos a un simple saludo. Y eso sigue pasando en muchos hogares considerando que, según estadísticas, los niños ven televisión de 3 a 4 horas diarias y para cuando se gradúan de la secundaria pasaron más tiempo frente al televisor que lo que estuvieron dentro de un aula escolar.

Y que me dicen de los benditos video juegos. Entre el PSP, el Game Boy, la Internet y ahora el Wii los niños ya no conversan; parecen atrapados por la vida tecnológica y virtual y se nos escabullen de las manos a cada segundo.

Reforzar los valores

Pero me rehúso a darme por vencida, me niego a perder la convivencia. Quiero conversar, quiero seguir conociéndolos, quiero aprender de ellos. Decidí que debo más que nunca reforzar aquellos valores que algún día aprendí en casa de mis padres, aplicándolos en esta época de manera menos estricta pero disciplinada.

Tampoco se vayan a pensar que mis papás eran dulces caramelos. Pobre de mis hermanas y de mí cuando las reglas se rompían en casa. Una simple miradita de mamá te hacia correr a tu cuarto castigada o cuando papá decía tu nombre en voz alta sabías que había que hacer fila en el paredón de los castigos.

Pero sí les puedo decir que no se me olvidan los domingos familiares cuando mis papás siempre hacían el esfuerzo de comprar comida fuera de casa y mamá nos obligaba a juntas poner la mesa. Recuerdo que a regañadientes nos sentábamos y poco a poco disfrutábamos del ritual. Todas teníamos derecho a replica. Mis papás escuchaban atentos. Ahí nos enterábamos si alguna de mis hermanas iba mal en la escuela o si papá había tenido una semana agotadora o mamá ya estaba cansada de recoger zapatos por toda la casa o de lo que yo quería ser cuando grande.

Me acuerdo de esos domingos donde sentarse a la mesa era un ritual de buena comida y buenos modales, donde mamá nunca dejaba de recordarnos pedir las cosas “por favor”. Era una convivencia total. Y aunque en su momento no lo sabía, hoy con toda certeza puedo decirles que eso me ayudó a amar y respetar mucho más a mis padres.

Si tú estas perdiendo a tus hijos con esta revolución tecnológica, utiliza tus mejores armas. Recuerda que un abrazo, un beso y un te quiero siempre hacen milagros.

RECUADRO

Para fomentar la convivencia:
– Limítales el tiempo para ver la tele y usar los video juegos.
– Escoge el programa que ven o el juego que utilizan; la violencia y los actos criminales que ven por televisión y en video tienen sus consecuencias.
– Señala la importancia de las acciones positivas.
– Háblales de los valores humanos importantes justo cuando no hay ni siquera un radio encendido.
– No aceptes un simple sí o no como respuesta. Es tu obligación indagar lo que les pasa
– Hazles saber las consecuencias de la violencia y las malas actitudes que se ven en el televisor y en los video juegos.
– No los dejes ver la tele o escuchar el Ipod a la hora de la comida.
– No los dejes llevar el Ipod a la escuela.
– Hazte valer como papá. No se trata de pegarles ni meterles cuatro gritos. Hazles saber tu cariño y tu deseo de convivir porque te importan y los amas.

En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T.

VETE Y NO PEQUES MAS

Homilia para Domingo, 25 de Marso, 2007
de P. Roberto Mena, ST


" Y JESUS se fué al monte de las Olivas. Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él: y sentado él, los enseñaba. Entonces los escribas y los Fariseos le traen una mujer tomada en adulterio; y poniéndola en medio, dícenle: «Maestro, esta mujer ha sido tomada en el mismo hecho, adulterando; Y en la ley Moisés nos mandó apedrear a las tales: tú pues, ¿qué dices?» Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. "

Jesús es el Hijo de Dios hecho Hombre. El es el "Verbo de Vida" (1 Jn. 1:1), la palabra viviente del Padre que ha enviado a su Hijo para anunciar a todos los hombres la Buena Nueva de Salvación. Jesús es "la Vida" (Jn. 14:6), ya que el Verbo del Padre - es decir, el hijo - expresa toda la Vida de Dios: ¡desde siempre y por siempre, el Padre da a su Hijo la Vida que conocemos como 'Palabra'! En la víspera de su Pasión, Jesús lo enseñó claramente cuando rezaba así a su Padre: "Esta empero es la vida eterna: que te conozcan el solo Dios verdadero, y a Jesucristo, al cual has enviado." (Jn. 17:3)

¡La vida eterna consiste en 'conocer a Dios'! Se trata de un conocimiento de amor, pero un conocimiento fundado en inteligencia, un conocimiento de razón: amamos a Dios y lo conocemos porque nosotros creemos en El. "Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que vive en amor, vive en Dios, y Dios en él." (1 Jn. 4:16) El fundamento de nuestro amor de Dios se encuentra en nuestro conocimiento de Dios. A este fin, Jesús pasó toda su vida pública educando al pueblo y preparando a sus discípulos para su futura misión de apóstoles. "Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él: y sentado él, los enseñaba." (Jn. 8:2)

Si entonces, el demonio y aquellos que están a su servicio, aquí los escribas y fariseos, quieren trabajar para hacer perder las almas; antes que nada atacan el programa del conocimiento y la enseñanza. "Mas esto decían tentándole, para poder acusarle." (Jn. 8:6) Los escribas y fariseos quieren tratar de perturbar la enseñanza del Maestro poniéndolo contra la ley de Moisés: "Maestro, esta mujer ha sido tomada en el mismo hecho, adulterando; Y en la ley Moisés nos mandó apedrear a las tales." (Jn. 8:5)

Los escribas y fariseos, y el diablo detrás de ellos, llegan muy lejos en su tentativa de oposición a Jesús. Ellos mismos le dicen: "Tu pues, ¿qué dices?" De este modo, quieren obligar a Jesús a desviarse de su propia misión. Porque Jesús está ahí, entre ellos, no para juzgar las palabras del hombre, sino para rendir testimonio: "Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo: mas el Padre que está en mí, él hace las obras." (Jn. 14:10)

" Empero Jesús, inclinado hacia abajo, escribía en tierra con el dedo. Y como perseverasen preguntándole, enderezóse, y díjoles: «El que de vosotros esté sin pecado, arroje contra ella la piedra el primero.» Y volviéndose a inclinar hacia abajo, escribía en tierra. Oyendo, pues, ellos, redargüidos de la conciencia, salíanse uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros: y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. "

Sin el Espíritu que le da la vida, una palabra escrita es una palabra de muerte, no de vida. Al no haber escrito nunca, Jesús mismo es la Palabra Viviente. Lo que escribía en la arena no era su propia Palabra, porque en la arena no se puede establecer nada permanente, nada sólido, lo que es contrario a la Palabra de Dios, inmutable y eterna. Si Jesús escribió algo en la arena, no fueron más que palabras de hombre, y las palabras de hombre son palabras de muerte, que no expresan más que los pecados de los que estaban allí presentes, intentando de hacer caer en la trampa a Aquél que quiere a toda costa salvarlos de la muerte eterna... Avergonzados de ver sus pecados revelados de tal forma, aquellos hombres frente a las palabras de muerte se retiraron, dejando solo a Jesús con la mujer que había sido sorprendida adulterando. "Oyendo, pues, ellos, redargüidos de la conciencia, salíanse uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros: y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio."

" Y enderezándose Jesús, y no viendo a nadie más que a la mujer, díjole: «¿Mujer, dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te ha condenado?» Y ella dijo: «Señor, ninguno.» Entonces Jesús le dijo: «Ni yo te condeno: vete, y no peques más.» "

Aquellos que gritaban justicia y demandaban un castigo ejemplar para aquella mujer adúltera estaban ellos mismos llenos de injusticia y de pecado. Este no es un caso raro... ¿Cuántas veces hemos actuado así? ¿Cuántos demandas judiciales y procesos comienzan cada año par castigar aquellos y aquellas que, por ejemplo, se han enriquecido en detrimento de los fondos públicos? ¿Cuán puros son los jueces mismos y todo el aparato judicial? La justicia, ¿se suministra con misericordia? Por cierto, la justicia humana es necesaria, por imperfecta que sea. ¡Pero que escándalo ver que un Estado, cualquiera que sea, pretenda suministrar una justicia equitativa aun cuando no respeta ni la ley natural ni los derechos de Dios! ¡Esto es un hecho! Es un mal que debemos tolerar para someternos a las leyes del Estado, en caso contrario la injusticia será aun más grande por nuestra propia falta...

¡Que el Señor Jesús nos de testimonio de su tierna compasión y de su inmensa misericordia, como lo hizo con la mujer adúltera! ¡Roguemos a María, la Santísima Madre de Dios, de enseñarnos el camino de la verdadera justicia y de la misericordia sin límites! ¡Que, por María, el Pan de Vida, sea nuestra fuerza y nuestra luz para alcanzar el Reino de la Paz, del Amor y de la Justicia eterna!

En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T.

Descubre el principio 90/10

Fr. Nelson M.

El 10% de la vida está relacionado con lo que te pasa, el 90% de la vida está relacionado por lo forma en como reaccionas. ¿Qué quiere decir esto?

Nosotros realmente no tenemos control sobre el 10% de lo que nos sucede. No podemos evitar que el carro se descomponga, que el avión llegue tarde, lo cual tirará por la borda todo nuestro plan. Un automovilista puede obstaculizarnos en el tráfico. No tenemos control de este 10%. El otro 90% es diferente. Tú determinas el otro 90%. ¿Cómo?... Con tu reacción. Tú no puedes controlar el semáforo en rojo, pero puedes controlar tu reacción. No dejes que la gente se aproveche de ti. Tú puedes controlar como reaccionas.

Usemos un ejemplo. Estás desayunando con tu familia. Tu hija tira una taza de café y chispea tu camisa de trabajo. Tú no tienes control sobre lo que acaba de pasar. Lo siguiente que suceda será determinado por tu reacción. Tu maldices. Regañas severamente a tu hija por que te tiró la taza encima. Ella rompe a llorar.

Después de regañarla, te volteas a tu esposa y la criticas por colocar la taza demasiado cerca de la orilla de la mesa. Y sigue una batalla verbal. Tú vociferando subes arriba a cambiarte la camisa. Cuando bajas de regreso, encuentras a tu hija demasiado ocupada llorando terminándose el desayuno y estar lista para la escuela. Ella pierde el autobús.

Tu esposa debe irse inmediatamente para el trabajo. Tu te apresuras al carro y llevas a tu hija a la escuela. Debido a que tú ya estas atrasado, manejas 40 millas por hora en una velocidad máxima de 30 millas por hora. Después de 15 minutos de retraso y obtener una multa de tráfico por $60.00, llegas a la escuela.

Tu hija corre a la escuela sin decirte adios. Después de llegar a la oficina 20 minutos tarde, te das cuenta que se te olvidó el maletín. Tu día empezó terrible. Y parece que se pondrá cada vez peor. Ansias llegar a tu casa. Cuando llegas a tu casa, encuentras un pequeño distanciamiento en tu relación con tu esposa y tu hija. ¿Porqué? Debido a como reaccionaste en la mañana.
¿Porqué tuviste un mal día?

a) ¿el café lo causó?
b) ¿tu hija lo causó?
c) ¿el policia lo causó?
d) ¿tú lo causaste?

La respuesta es la “d”

Tú no tenias control sobre lo que pasó con el café. La forma en como reaccionaste esos 5 segundos fue lo que causó tu mal día. Te presento lo que debió haber sucedido. El café te chispea. Tú hija está a punto de llorar. Tú gentilmente le dices, “esta bien cariño, solo necesitas tener más cuidado la próxima vez. Después de agarrar una camisa nueva y tu maletín, regresas abajo y miras a través de la ventana y vez a tu hija tomando el autobús. Ella voltea y te dice adios con la mano. ¿Notas la diferencia? Dos escenarios diferentes. Ambos empezaron igual. Ambos terminaron diferente. ¿Por qué? Tú realmente no tienes control sobre el 10% de lo que sucede. El otro 90% se determinó por tu reacción.

Aquí están algunas formas de aplicar el principio 90/10:
Si alguien te dice algo negativo acerca de ti. No lo tomes muy a pecho. Deja que el ataque caiga como el agua sobre el aceite. No dejes que los comentarios negativos te afecten. Reacciona apropiadamente y no arruinará tu día. Una reacción equivocada podría resultar en la pérdida de un amigo, ser despedido, te puedes estresar, etc.

¿Cómo reaccionar si alguien te interrumpe en el tráfico? ¿pierdes tu carácter? ¿golpeas sobre el volante? (a un amigo mío se le desprendió el volante) ¿maldices? ¿te sube la presión? ¿A quien le preocupa que llegues 10 segundos tarde al trabajo? ¿por qué dejar que los carros te arruinen el viaje? Recuerda el principio 90/10 y no te preocupes de eso. Tú has dicho que perdiste el empleo. ¿Porque perder el sueño y ponerte enojado? No funcionara. Usa la energía de preocupación y el tiempo para encontrar otro trabajo. El avión está atrasado. Va a arruinar la programación de tu día. Por que manifestar frustración con el encargado de la aerolínea? Ella no tiene control de lo que está pasando. Usa tu tiempo para estudiar, conocer a otros pasajeros, ¿por qué estresarse? Eso hará que las cosas se pongan peor.

Ahora ya conoces el principio 90/10. Aplícalo y quedarás maravillado con los resultados. No perderás nada si lo intentas. El principio 90/10 es increíble. Muy pocos lo conocen y aplican este principio. ¿El resultado? Millones de gente están sufriendo de un estrés que no vale la pena, sufrimientos, problemas y dolores de cabeza. Todos debemos entender y aplicar el principio 90/10. ¡Puede cambiar tu vida!

En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T.

Wednesday, March 14, 2007

Publicarán primera Exhortasión Apostólica de Benedicto XVI «Sacramentum Caritatis»


El Vaticano presentará el próximo martes, día 13, la Exhortación Apostólica Post-Sinodal 'Sacramentum Caritatis' del Papa Benedicto XVI sobre la Eucaristía "fuente y culmen de la vida y de la misión de la Iglesia".
Ciudad del Vaticano, 07 de marzo de 2007.- Según precisó hoy la Santa Sede, el cardenal Angelo Scola, Patriarca de Venecia y relator general de la 11º Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, celebrado en octubre de 2005 en el Vaticano, y el Arzobispo Nikola Eterovic, secretario general del Sínodo de los Obispos, presentarán el documento pontificio en una conferencia de prensa que tendrá lugar en la Sala Stampa.

El texto reafirma "el don inestimable del celibato eclesiástico" e impulsa el uso del latín en las celebraciones litúrgicas "excepto en las lecturas, la homilía y la oración de los fieles". También alienta a la recuperación del canto gregoriano y la música polifónica sacra en reemplazo de la música moderna.

El documento se publica después del Sínodo de Obispos celebrado en el Vaticano del 2 al 23 de octubre de 2005 bajo el título 'La Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia'. Tras el mismo, el Papa Benedicto XVI dio su permiso para que se publicasen las 50 'proposiciones' (indicaciones realizadas por los participantes en la reunión).

Entre ellas, destacan la petición a cada obispo de juzgar con "fortaleza y prudencia" a la hora de dar la comunión a los políticos y legisladores que apoyen leyes "inicuas", que van "contra el bien integral del ser humano, contra la justicia y el derecho natural". También resalta la prohibición de dar la Comunión a los divorciados que se vuelvan a casar aunque subraya la necesidad de desarrollar acciones pastorales de atención y acogida a estos fieles.

Estas 'proposiciones', que se entregan al Papa después de cada Sínodo y mediante las que se piden modificaciones o se proponen cambios en el mundo de la Iglesia católica, sirven al Santo Padre para la redacción de la exhortación apostólica y sólo en 2005 y en 1985 se decidió su publicación. El texto de la exhortación estará disponible desde el martes en lengua española y portuguesa, así como en italiano, alemán, inglés y francés.

En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T.

Podrían haber modificaciones a la misa con la Exhortación Sacramentum Caritatis


Este importante documento, primera exhortación apostólica de Ratzinger, toca los temas cruciales de la Eucaristía y la liturgia.

Como es tradición, sintetiza las propuestas nacidas de la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obisos, que se reunió en octubre de 2005 para reflexionar sobre "La Eucaristía: fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia". Presentarán la exhortación dos de los jerarcas de la cumbre episcopal: el cardenal Angelo Scola, patriarca de Venecia y relator general del Sínodo, y el arzobispo Nikola Eterovic, secretario general del mismo.

Benedicto XVI redactó el documento considerando las 50 proposiciones sinodales que ya se publicaron. El Vaticano anunció que el martes próximo sólo se presentará la exhortación apostólica, pero los conocedores no descartan sorpresas, pues el Motu proprio papal que liberaliza la misa también ya está listo.

Pero los expertos en el saber vaticano tampoco descartan que el documento pontificio pueda tener cambios respecto a lo que plantearon los obispos.

Michael Smitz, provincial superior del Instituto Cristo Rey, señaló que "el Papa quiere en su exhortación impulsar la misa ad orientem, es decir, hacia oriente, según el rito anteconciliar, el canto gregoriano, y no descartó que en el ofertorio habrá una oración nueva tomada del misal tradicional en latín". Siempre según fuentes vaticanas, en la introducción al documento el Papa hablará de la necesidad de reformar la liturgia para abrir paso a una misa más espiritual, más vinculada a la idea de sacrificio que a "un espectáculo para nosotros".

¿Cómo podría ser la misa? No cambiará mucho la estructura general, pero será mucho más sobria, para evitar lo que muchos consideran abusos y libertinaje pos-conciliar, abusos que para expertos en liturgia han hecho de la misa una "ensalada rusa".

La misa del Novus ordo, posconciliar, se inclinó demasiado por el racionalismo. La idea del Papa es que "la misa es sacrificio; no importa entenderla toda: lo que sí importa es el misterio". Muchas personas mayores que recuerdan la misa previa al Concilio Vaticano II no saben latín, y sin embargo iban a misa y seguían con fe las palabras del oficiante, porque disfrutaban del misterio, de la belleza.

Benedicto XVI quiere impulsar más latín en la misa "porque es un instrumento que unifica y confiere la solemnidad". Quiere también fomentar el canto gregoriano y también impulsar la polifonía clásica. Más aún, desea evitar los cantos demasiado modernos a favor de una liturgia más sobria; quiere que las misas internacionales se realicen todas en latín, devolver el tabernáculo a su lugar central.

En su exhortación apostólica, el Papa habla también de la adoración eucarística, aludiendo a la postura más conveniente para la comunión, que es en la boca o de rodillas.

En la parte dedicada a la moral, reitera el rechazo a dar la comunión a los divorciados, "aunque la Iglesia debe tener un trato de delicadeza y amor", dicen fuentes cercanas al Papa. También se ratifica el principio del celibato sacerdotal.

En pocas palabras, la misa recobrará la solemnidad, la sobriedad, sin cantos, bailes o aplausos que se apartan del espíritu sagrado del rito. El teólogo Ratzinger ya había dicho que urgía reformar la liturgia para evitar que ésta cayera en lo banal y lo barato.

En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T.

“Cuestión de vida o muerte”


“La oración no es algo accesorio u opcional, sino una cuestión de vida o muerte”, dice el Papa Benedicto XVI.

Escuchar y aprender -y agradecerlo- son las recientes lecciones que brotan veladamente del papa Benedicto XVI. No es fácil imaginarlo ocupando un asiento más en la Capilla del Vaticano para escuchar día a día, durante una semana, los ejercicios espirituales que predicó al Papa y a sus colaboradores más cercanos el afortunado cardenal Giacomo Biffi, arzobispo emérito de Bolonia. Ocurrió durante esta primera semana de marzo.

“Aprender a hacer el bien” nos está aconsejando Isaías en la liturgia de Cuaresma. Es grande la capacidad de aprender del que se hace voluntariamente pequeño. ¡Gran cosa es saber escuchar y aprender a hacer el bien! A servir como el otro desea ser servido; a poner en el centro a Dios y comprender y ayudar a los demás, sin límites, en lo que cada uno necesita.

Menos imaginable aún fue escuchar el agradecimiento del Papa al predicador en nombre de todos, al final de aquellos días de silenciosa oración. Agradeció que en esa semana les había enseñado "a elevar nuestro corazón -le dijo- (…), a subir hacia la verdadera realidad. Y nos ha dado también la clave para responder cada día a los desafíos de esta realidad". Los propósitos son los frutos sazonados de unos días de retiro.Benedicto XVI agradeció al cardenal Biffi "el diagnóstico tan agudo y preciso -son sus palabras- sobre nuestra situación actual, y sobre todo el haber mostrado cómo detrás de tantos fenómenos de nuestro tiempo, aparentemente muy lejanos de la religión y de Cristo, existe una esperanza, un deseo; y que la única verdadera respuesta a este deseo, omnipresente en nuestro tiempo, es Cristo. De este modo, nos ha ayudado a seguir con mayor valentía a Cristo y a amar más a la Iglesia".

"Finalmente -terminó el Papa- quisiera darle gracias por su realismo, por su humor y por su concisión. (...) En definitiva, hemos aprendido y sus ideas nos acompañarán no sólo en las próximas semanas".

***

Terminaron sus días de retiro en los que el Papa suspendió los despachos de trabajo y la audiencia de los miércoles. Al dirigirse de nuevo el domingo pasado a los miles de peregrinos de todo el mundo, congregados durante una estupenda mañana romana en la plaza de San Pedro con motivo de la oración mariana del Ángelus, el Papa sacó esta lección del pasaje evangélico de la liturgia del día, en el que se revive el misterio de la Transfiguración de Jesús: “La oración no es algo accesorio u opcional, sino una cuestión de vida o muerte”. Traduciendo su idea, la oración del cristiano es un problema de “supervivencia”. Todo lo noble se apoya en nuestra vida de oración. El Papa lo sabe muy buen.

Fue por cierto un alemán, Federico Nietzsche, quien exclamó con enojo: “¡Es vergonzoso orar!”. Y así le fue a Nietzsche... En realidad, es necesario orar como es necesario respirar, le contestó el premio Nóbel francés Alexis Carrel. Orar y respirar son necesidades de supervivencia vital. Igual que las formaciones en cuña de las aves migratorias, donde el ave más fuerte ocupa la punta, y las más jóvenes y débiles los últimos lugares. Así es como los pequeños francolines -según refiere Dröschner en “Sobrevivir”- recorren los cuatro mil kilómetros que separan Alaska de Hawai, en un vuelo directo de ochenta y ocho horas. La sociedad se despliega en un inmenso y creciente vuelo. En nuestro viaje terreno la fortaleza se mide en la oración, porque nuestro viaje -el de todos y el de cada uno- debe culminar sin falla en la vida eterna o se frustró. “Sólo quien reza, es decir, quien se encomienda a Dios con amor filial, puede entrar en la vida eterna, que es Dios mismo”, la felicidad definitiva, explica el obispo de Roma al revivir los momentos en que Jesús subió al monte “a orar” con Pedro, Santiago y Juan; “mientras oraba” tuvo lugar su luminosa transfiguración.

“Subir al monte para los tres apóstoles supuso quedar involucrados en la oración de Jesús, que se retiraba con frecuencia para orar, especialmente al amanecer o después del atardecer, y en ocasiones durante toda la noche”, recordó Benedicto XVI.

“En esa ocasión, en el monte, quiso manifestar a sus amigos la luz interior que le invadía cuando rezaba”, añadió, explicando el sentido del fenómeno narrado por el evangelista: “su rostro se iluminó y sus vestidos dejaron traslucir el esplendor de la Persona divina del Verbo encarnado”.
“En su diálogo íntimo con el Padre”, consideró el pontífice, Cristo “no se sale de la historia, no huye de la misión para la que vino al mundo, a pesar de que sabe que para llegar a la gloria tendrá que pasar a través de la Cruz”. Y es fuerte para nosotros la tentación de huir de la realidad de nuestro compromiso.

“Es más -recalcó-, Cristo entra más profundamente en esta misión, adhiriéndose con todo su ser a la voluntad del Padre, y nos demuestra que la verdadera oración consiste precisamente en unir nuestra voluntad con la de Dios”. Es el único cimiento válido de esa obra bella y grande que es nuestra vida.

“Para un cristiano, por tanto, rezar no es evadirse de la realidad y de las responsabilidades que ésta comporta, sino asumirlas hasta el fondo, confiando en el amor fiel e inagotable del Señor”, concluyó. Nos invitó con sencillez a pedir a María en este tiempo de Cuaresma “que nos enseñe a rezar como hacía su Hijo para que nuestra existencia quede transformada por la luz de su presencia”.

En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T.

Arzobispo salvadoreño confirma sanción del Vaticano a teólogo jesuita


de P. Jon Sobrino © elsalvador.com


SAN SALVADOR, 12 Mar. 07 (ACI).- El Arzobispo de San Salvador, Mons. Fernando Sáenz Lacalle, confirmó este domingo que la Congregación para la Doctrina de la Fe dará a conocer el jueves una sanción canónica al teólogo liberacionista jesuita Jon Sobrino.


Sobrino, un jesuita vasco, reside en El Salvador desde la década de los sesenta, donde se desempeña como profesor de teología en la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas", que él fundó junto con a otros miembros de su congregación.


Aunque la sanción se conocerá oficialmente el jueves, Mons. Sáenz declaró durante una conferencia de prensa que “nos dice la Santa Sede que las conclusiones de sus estudios teológicos no son concordes con la doctrina de la Iglesia”.


La sanción incluye que Jon Sobrino no pueda impartir clases en ningún centro católico, ni tampoco publicar algún tipo de estudio como autor católico.


“Hace tiempo que se estudian sus escritos, y ya hace años se le hicieron advertencias”, dijo Mons. Lacalle, al explicar que Sobrino, uno de los promotores de la teología de la liberación, como muchos de sus congéneres liberacionistas, destaca la naturaleza humana de Jesucristo hasta el punto de poner en duda su divinidad.


Sobrino, que junto con otros autores como Gustavo Gutiérrez, Juan Luis Segundo y Pablo Richard contribuyeron a crear una profunda división al interior de la Iglesia en América Latina al promover una interpretación marxista de la teología, declinó hacer comentarios hasta no conocer el pronunciamiento oficial del Vaticano.


Mons. Lacalle, sin embargo, le pidió que, para evitar las controversias que aún genera la actividad de los teólogos liberacionistas, especialmente en vistas a la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano de Aparecida, “se adose a las enseñanzas de la Iglesia”.
Entre los libros de Sobrino analizados por la Santa Sede se encuentran “Jesucristo liberador. Lectura histórico-teológica de Jesús de Nazaret” y “Jesús en América Latina. Su significado para la fe y la cristología”.


“Yo le pido al Señor por el padre Jon Sobrino para que sea dócil a las enseñanzas de la Iglesia y que revise sus conclusiones”, concluyó el Prelado.


En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T.

Homilia para Domingo, 18 de Marso 2007 - P. Roberto Mena, ST

Y se llegaban a él todos los publicanos y pecadores a oirle
Comentarios de P. Roberto Mena, S.T.Para Domingo, 18 de Marso, 2007
LECTURAS Lucas 15:1-3 & 11-32


Homilía para el cuarto Domingo de Cuaresma " Y SE llegaban a él todos los publicanos y pecadores a oirle. Y murmuraban los Fariseos y los escribas, diciendo: «Este a los pecadores recibe, y con ellos come.» Y él les propuso esta parábola.

" Y dijo: «Un hombre tenía dos hijos; Y el menor de ellos dijo a su padre: 'Padre, dame la parte de la hacienda que me pertenece': y les repartió la hacienda. Y no muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, partió lejos a una provincia apartada; y allí desperdició su hacienda viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una grande hambre en aquella provincia, y comenzóle a faltar. Y fué y se llegó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase los puercos. Y deseaba henchir su vientre de las algarrobas que comían los puercos; mas nadie se las daba.»

" «Y volviendo en sí, dijo: 'Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré, é iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.' Y levantándose, vino a su padre. Y como aun estuviese lejos, viólo su padre, y fué movido a misericordia, y corrió, y echóse sobre su cuello, y besóle. Y el hijo le dijo: 'Padre, he pecado contra el cielo, y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.' Mas el padre dijo a sus siervos: 'Sacad el principal vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y zapatos en sus pies.' Y traed el becerro grueso, y matadlo, y comamos, y hagamos fiesta: 'Porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; habíase perdido, y es hallado.' Y comenzaron a regocijarse.»

" «Y su hijo el mayor estaba en el campo; el cual como vino, y llegó cerca de casa, oyó la sinfonía y las danzas; Y llamando a uno de los criados, preguntóle qué era aquello. Y él le dijo: 'Tu hermano ha venido; y tu padre ha muerto el becerro grueso, por haberle recibido salvo.' Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. Mas él respondiendo, dijo al padre: 'He aquí tantos años te sirvo, no habiendo traspasado jamás tu mandamiento, y nunca me has dado un cabrito para gozarme con mis amigos: Mas cuando vino éste tu hijo, que ha consumido tu hacienda con rameras, has matado para él el becerro grueso.' El entonces le dijo: 'Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas era menester hacer fiesta y holgar nos, porque este tu hermano muerto era, y ha revivido; habíase perdido, y es hallado.'» "

Homilía:

" Y SE llegaban a él todos los publicanos y pecadores a oirle. Y murmuraban los Fariseos y los escribas, diciendo: «Este a los pecadores recibe, y con ellos come.» Y él les propuso esta parábola. "

En este cuarto domingo de Cuaresma, ahora que la Iglesia comienza a regocijarse de la fiesta cercana de la Pascua cantando "Laetare Jerusalem", 'Regocíjate Jerusalén', se propone el evangelio del retorno del hijo pródigo como lectura. Y se trata bien de un evangelio de alegría y de paz, ya que se trata de una conversión verdaderamente profunda y perdurable: la del hijo que regresa a su padre para tirarse a sus pies y pedir perdón de haber malgastado toda su herencia.

Todos nosotros tenemos un padre, quizás esté vivo o quizás haya partido de este mundo: tenemos cierta idea de lo que es un padre. Es cierto que algunos de nosotros no hemos podido conocer a nuestro padre, por diversos motivos. Que esas personas, y toda persona, vuelvan sus ojos a este padre lleno de ternura que intenta, pese a su fragilidad humana, inherente a toda criatura, de representar en la tierra la bondad de nuestro Padre celestial: hablo del Papa, ¡aquél que llamamos el Santo Padre!

Gracias a Dios que, en Cristo, no somos huérfanos (cf. Jn. 14:18): todos nosotros tenemos un padre en la tierra, para ayudarnos a pensar en aquél celestial. ¿No existe allí otra parábola? ¿Acaso no es esta una imagen tanto o más conmovedora que la parábola del evangelio de hoy? Quizás... ¿Acaso no hay hoy en día en la Iglesia y en el mundo tantos hombres y mujeres, como usted y yo, que se sustrajeron, aunque parcialmente, de la autoridad y al amor de este padre venerado?

¿Quién está sin pecado? ¿Quién no ha jamás fallado en su deber de hijo o de hija hacia su padre espiritual, el Papa? Nadie es perfecto. Ni siquiera el Papa es perfecto: ¡él es tan solo la imagen, una semejanza al único Padre perfecto, que reina en los Cielos! Pero debemos tan solo proclamar nuestra fe en Dios Trino para ser sus hijos e hijas. Jesús mismo lo ha dicho: el Espíritu del Padre estaba en Simón Pedro, el primer Papa. "Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi Padre que está en los cielos." (Mt. 16:17) En la persona del Papa se ejerce la misma autoridad de Simón Pedro, y todos nosotros somos llamados a reconocerla...

Ciertamente, el regreso del hijo pródigo no está siempre bien visto por aquellos y aquellas que siempre permanecieron en la casa del padre... ¿Acaso no se ha constatado tal cosa en ciertas Iglesias cuyos miembros están unidos a la Santa Sede mientras que otros se encuentran separados? El diálogo ecuménico no siempre encuentra buena recepción entre los que permanecieron unidos al Papa - ¿Es esto justo, o equivocado? (nadie es perfecto...) ¡Estos están en cierta medida un poco celosos de que el padre ha matado el becerro grueso por el hijo pródigo!
" Y dijo: «Un hombre tenía dos hijos; Y el menor de ellos dijo a su padre: 'Padre, dame la parte de la hacienda que me pertenece': y les repartió la hacienda. Y no muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, partió lejos a una provincia apartada; y allí desperdició su hacienda viviendo perdidamente.» "

Si en esta parábola el hijo menor ha podido pedir su parte de la herencia al padre, ¿podemos nosotros también pedir a Dios nuestra parte de la herencia? ¡No, para nada! La herencia que nos ha sido prometida en la vida eterna, y cuya primicia gozamos aquí en la tierra, no es un bien que se puede demandar. ¡Al contrario, se trata de un bien que se recibe, y que se recibe gratuitamente, por gracia! Dios es un Padre pleno de ternura que quiere salvar a todo hombre y toda mujer que El ha creado en su Amor. Pero esta gracia de Salvación la da Dios a buen tiempo, y en Su tiempo. Confiemos en El: ¡El no esperará hasta que hayamos muerto para darnos esta gracia! El nos la dará cuando querrá: y quedará a cargo nuestro de recibirla con fe y amor en el tiempo oportuno...

" «Y volviendo en sí, dijo: 'Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré, é iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.'» "
El tiempo de la gracia por fin ha arribado: "volviendo en sí..." Esta gracia de conversión le permite comprender a este joven lo que es en verdad la condición de hijo, y consecuentemente, comprende también la condición de padre; porque no hay hijo sin padre, y no hay padre sin hijo... "Ya no soy digno de ser llamado tu hijo..." Bien podríamos nosotros decirlo, con la gracia de Dios: nosotros ya no merecemos ser llamados hijos tuyos... porque la gracia de Dios es una luz interior que nos alumbra y nos permite ver, por un lado, la fealdad de nuestro pecado y, por el otro, la belleza de Aquél que es el Bien supremo: ¡Dios, la Belleza por excelencia!

" «Y levantándose, vino a su padre. Y como aun estuviese lejos, viólo su padre, y fué movido a misericordia, y corrió, y echóse sobre su cuello, y besóle. Y el hijo le dijo: 'Padre, he pecado contra el cielo, y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.' Mas el padre dijo a sus siervos: 'Sacad el principal vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y zapatos en sus pies.' Y traed el becerro grueso, y matadlo, y comamos, y hagamos fiesta: 'Porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; habíase perdido, y es hallado.'» "

El camino de regreso a Dios es a veces largo, y muchas veces difícil. Pero cuando nosotros estamos todavía lejos de Dios, si ya una pequeña centella surge en nuestra alma para alumbrar, por gracia, el amor de Dios, nuestro Padre celestial la ve inmediatamente y nos ayuda con su mirada llena de bondad a retornar al justo camino que conduce a El: "Y como aun estuviese lejos, viólo su padre, y fué movido a misericordia, y corrió, y echóse sobre su cuello, y besóle." No, aquél que vuelve hacia Dios no será desilusionado: ¡Dios es más grande que nuestro corazón!
En toda esta bella historia, no hemos dicho una palabra de la madre de estos dos hijos... ¿Cómo habrán venido al mundo sin una madre? Es justamente porque se trata de una bella historia, una parábola, una imagen para hacernos comprender la realidad de las cosas.
En la Iglesia, nosotros tenemos un padre en común: El Papa. Pero todos nosotros también tenemos una madre en común: la Santísima Virgen María. Sin embargo, María es la Esposa del Espíritu Santo: en este sentido, María es en cierta medida "espíritu", como su esposo, y por lo tanto invisible...

La Santísima Virgen María vela sobre nosotros, sobre la Iglesia, y sobre el mundo entero: confiémosle la conversión de todos los hombres, por la gracia de Jesús-Eucaristía!

En la Santisima Trinidad

Padre Roberto Mena, S.T.
Pastor Asociado
Nuestra Señora de la Victoria
Compton, California

Thursday, March 08, 2007

Mons. Foley pide espacio en los medios para buenas obras de la Iglesia


VATICANO, 06 Mar. 07 / 06:04 pm (ACI).- El Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Mons. John P. Foley, pidió que en los medios de comunicación haya un espacio para las numerosas obras de ayuda que la Iglesia Católica despliega "sin desmayo" en todo el mundo.

Según informó Radio Vaticano, al inaugurar la Asamblea Plenaria del dicasterio que preside, Mons. Foley subrayó la importancia de dar espacio al bien, propagando por medio de los instrumentos de comunicación, todo lo bueno que se cumple en el mundo, gracias al "amor misericordioso de Jesucristo" y en "su nombre".

Ciertamente es necesario identificar los males que aquejan a la sociedad, poniendo en guardia a las personas contra estos males y difundiendo la doctrina de la Iglesia Católica, que refleja las enseñanzas de Cristo, indicó el Arzobispo y aludió a temas urgentes como el matrimonio y la sexualidad.

Asimismo, destacó la escasa cobertura de las importantes actividades de la Iglesia al servicio de los necesitados como las numerosas residencias que acogen a madres solteras, huérfanos y enfermos de SIDA.

Mons. Foley también explicó que se conoce la firme condena de numerosos líderes católicos contra la violencia y la guerra, pero al mismo tiempo, no se da a conocer la importante actividad de las organizaciones de la Iglesia Católica que trabajan sin desmayo, en todo el mundo al servicio de las víctimas del hambre, de los más pobres y de los marginados, informó Radio Vaticano.

El Prelado pidió utilizar los medios de comunicación para "dar a conocer el mensaje misericordioso y lleno de Amor de nuestro Salvador".

El Presidente recordó la exhortación del Papa Benedicto XVI para que también los medios de comunicación estén al servicio del amor, de la misericordia y de la compasión de Jesucristo.

Los trabajos de la Asamblea Plenaria versan sobre el tema "Las prioridades en las comunicaciones sociales, para la Iglesia y para nuestro Consejo" y se desarrollarán hasta el próximo viernes en el Aula Vieja del Sínodo, en el Vaticano.

En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T.

La ausencia de Dios


de Jader Vanegas (www.arcol.org)

Titulares: una bomba mata 30 civiles y 15 soldados en Irak, la hambruna diezma una población en África, miles de abortos en los países desarrollados, tráfico de mujeres en Europa del Este, etc.

¿Existe el mal? La respuesta parecería obvia. Bastaría media hora de telediario para contestarla. Y en la marea de este mal que nos oprime el corazón ¿dónde quedó Dios? Si contestamos con una lógica miope y sin trascendencia, surge la incertidumbre y la angustia. Nos rebelamos y, argumentando como hombres, pretendemos concluir como dioses: “Si Dios lo creó todo, entonces Dios creó el mal, pues el mal existe”. Y una de dos: “o Dios es malo, pues las obras reflejan a su autor; o Dios no existe, su presencia y acción se reducen a un mito”.

Antes de abordar la ausencia de Dios, ejemplifiquemos otros tipos de ausencias. Alguna vez te han cuestionado sobre la existencia del frío. “¿Pero qué pregunta es esa? –replicarás- Sal a la calle en traje de baño una noche de invierno y después hablamos”. Suena extraño pero, de hecho, el frío no existe. Este término describe cómo nos sentimos si carecemos de energía calorífica. Según las leyes de la física, lo que se suele llamar “frío”, corresponde en la realidad a la ausencia de calor.

Otro ejemplo: la oscuridad, ¿existe? Cierra herméticamente tus persianas en la noche. Apaga la bombilla de tu lámpara. Ponte una venda en los ojos. Junta todo lo anterior ¿No es acaso esto encontrarse en plena oscuridad? Sin embargo, al igual que el frío, la oscuridad no existe por sí misma. Con ese término describimos la ausencia de luz. La oscuridad no se presenta como objeto de estudio, la luz sí: analizamos con un prisma la luz blanca y su gama de colores, la física nos ayuda a medir sus longitudes de onda, etc. Además, si entras en un cuarto y exclamas: ¡cuánta oscuridad hay aquí! ¿Cómo calculas cuán oscuro está ese recinto? Te basas en la mayor o menor ausencia de luz.

Retomemos la pregunta inicial ¿Existe el mal? Ya consideramos cómo el frío no lo concebiríamos si primero no hubiéramos experimentamos la energía calorífica, y luego su ausencia. También ilustramos cómo la oscuridad es la ausencia de la luz. Ahora, concluimos: el mal es también una ausencia. Sí, una ausencia, la de Dios. Y si Dios es amor, aludimos a la ausencia del amor. Sin embargo, distingamos. No todo lo que llamamos “mal” es ausencia del amor de Dios.

Aquí nos referimos más bien a los frutos del egoísmo y de la soberbia humana con sus múltiples caretas. El factor común de muchas desgracias radica en el rechazo de Dios y consecuentemente en su ausencia. Así pues, porque existe la energía calorífica captamos su ausencia, el frío; porque existe la luz hablamos de la oscuridad; y porque existe Dios, percibimos también su ausencia, el mal del egoísmo y la soberbia. ¡Atención! Dios no abandona por propia iniciativa, no. Nosotros le abandonamos a Él. La luz no huye de mi oscura habitación. Soy yo quien no abro mi persiana.

Las infamias sufridas, el abandono y el desprecio de los hombres, a veces de los seres más queridos ¿son una ausencia de Dios? La persecución, la tortura, el atropello de la propia dignidad humana ¿son una ausencia de Dios? Sí, ellos manifiestan esa ausencia del amor de Dios. Pero antes, retiremos a Dios del banquillo de los acusados. Defendamos su inocencia. No es su culpa.

Nadie culparía a un rayo de luz por no iluminar su habitación si primero no abre su ventana.
En nuestro caso, los agresores carecen de la luz divina en sus mentes, del calor de su amor en sus corazones. Tristemente algunos han traducido esa ausencia en la cólera divina desatada sobre ellos. Para otros se ha convertido en un sinsentido, un callejón sin salida donde colisionan con el desprecio de Dios o con su negación. Ellos repudian a ese Dios malvado, quien actúa por medio de sus agresores. Rechazan a ese Dios lejano que se queda cruzado de brazos.

No todo pinta negro en este panorama. Esta ausencia para muchas personas, iluminada por una gran paradoja, se ha transformado en ocasión de la presencia de Dios. ¿Dónde estriba esa paradoja? Dios mismo, hecho hombre, cargó con el resultado de su propia ausencia: el sufrimiento.

¿También se enmarcan en la ausencia de Dios las enfermedades de las cuales no somos la causa? Constituyen las secuelas del desprecio original de la amistad con Dios en el paraíso. Y aquí, nuevamente, reluce la paradoja del amor divino. Dios, con rostro humano, padeció no sólo los dolores morales: las infamias, el desprecio, el abandono de los suyos; sino también el dolor físico: el hambre, el cansancio, las torturas, los azotes, la corona de espinas, los clavos que destrozaban sus nervios, una muerte cruel y despiadada. Él, compartiendo nuestras miserias, llenó esa ausencia con su presencia; la colmó con el amor en quienes sufren

¡Cómo nos gustaría vernos libres de las penas físicas y morales que nos aquejan! Él contesta a nuestras protestas abrazando su cruz y la comparte como un don. Se fatigó, sudó, lloró, sangró. Desde entonces muchos hombres y mujeres han aprendido a descubrir en la enfermedad un camino para alcanzarlo. Otros, en la persecución o en el atropello de su dignidad, han aprendido a perdonar y a amar, han adquirido un corazón semejante al suyo. Y miles de personas han deplorado la ausencia de Dios en sus corazones como el auténtico mal.

Con Él presente, todos los demás “males”, el dolor físico y el moral, se convierten en bienes, en medios para unirse más a Él. Si con Él morimos, viviremos con Él. Si con Él sufrimos, reinaremos con Él.

En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T.

La tumba de Jesús, una falsa exclusiva, según el arzobispo Bruno Forte


Aclaración del miembro de la Comisión Teológica Internacional

ROMA, Jueves, 1 Marzo 2007 (www.ZENIT.org).- El anuncio del descubrimiento de la supuesta tumba de Jesús no sólo es contradicho por la arqueología, sino también por la historia, considera uno de los teólogos católicos de mayor prestigio actualmente en vida.

Monseñor Bruno Forte, arzobispo de Chieti-Vasto, miembro de la Comisión Teológica Internacional, ha analizado con Zenit las supuestas revelaciones que promete el documental «La tumba perdida de Jesús», realizado por los galardonados cineastas James Cameron y Simcha Jacobovici.

Para el presidente de la Comisión de la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Italiana, «el dato de hecho es que se habla de tumbas antiguas, algunas del siglo I, descubiertas en el barrio de Talpiot, a inicios de los años ochenta, en las que están grabados algunos nombres como los de Jesús, María, José, Mateo… Este es el dato de hecho».

«Pero tumbas como ésas hay muchas en el territorio de Tierra Santa. Por tanto, no hay nada nuevo en esta revelación», constata el prelado, miembro de varios dicasterios de la Santa Sede.

«¿Por qué, entonces, tanto ruido?», se pregunta y responde: «Porque Hollywood ha querido lanzar una exclusiva. Dado el éxito de operaciones como “El Código da Vinci”, se ha tratado de provocar otro éxito análogo, jugando con la auténtica cuestión en juego, es decir, si Jesús verdaderamente ha resucitado».

«De hecho, la tesis lanzada es que si allí está sepultado Jesús con su familia, entonces la resurrección no sería más que una invención de sus discípulos», reconoce.

«Ahora bien, dejando a un lado la inconsistencia de la prueba arqueológica, que ha sido totalmente contestada por arqueólogos israelíes, el dato de hecho de la resurrección de Jesús es documentado rigurosamente en el Nuevo Testamento por las cinco narraciones de las apariciones: cuatro de los Evangelios y la de san Pablo».

«Sabemos que estas narraciones han sido interpretadas también en un sentido reductivo por la crítica liberal del siglo XIX. Incluso Renan llegó a decir que la resurrección se explicaba como la pasión de una alucinada, de una exaltada, que había resucitado a un Dios en el mundo, potencia divina del amor».

«Ahora bien, todos los estudios críticos en estos dos siglos han demostrado que en la verdad profunda de las narraciones de las apariciones se da una historicidad incontestable», añade.

Según Forte, «hay un vacío entre el Viernes Santo, cuando los discípulos abandonaron a Jesús, y el Domingo de Pascua, cuando se convirtieron en testigos de Él, resucitado, con un empuje y una valentía tales que llevaron ese anuncio a todos los confines de la tierra, hasta dar la vida por él».

«¿Que sucedió?» se pregunta el arzobispo. «El historiador profano no se lo explica. Los Evangelios nos lo dan a entender. Se dio un encuentro que cambió su vida».

«Y este encuentro, narrado en los pasajes de las apariciones, se caracteriza por un dato fundamental: la iniciativa no es de los discípulos, sino de él, el que esta vivo, como dice el libro de los Hechos de los Apóstoles (1, 3).

«Esto significa que no es algo que sucede en los discípulos sino algo que les sucede. A partir de este hecho, a lo largo de la historia, Cristo ha sido anunciado con un empuje que ha involucrado a genios del pensamiento, no visionarios, desde Agustín de Hipona y Tomás de Aquino, hasta Teresa de Calcuta, por poner tres ejemplos».

El prelado, por último, se pregunta: «¿Por qué tienen tanto interés los medios de comunicación por poner en su punto de mira a Jesús?»

«Evidentemente porque Jesús, en lo profundo de la cultura de Occidente y no sólo de occidente, constituye un punto de referencia tan decisivo e importante que todo lo que le afecta nos afecta». ZS07030103


En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T.

Thursday, March 01, 2007

Liga Católica: "Tumba de Jesús es un fraude titánico"

Bill Donohue, Presidente de la Liga Católica

NUEVA YORK, 27 Feb. 07 / 09:30 am (ACI).- La prestigiosa Liga Católica de Estados Unidos, que defiende los derechos de los católicos en Norteamérica, dio a conocer un enérgico comunicado en el que señala que el documental producido por el director de la película “Titanic” sobre el supuesto hallazgo de la tumba de Jesús es “un fraude titánico”.

Bill Donohue, Presidente de la Liga Católica, señaló tras la conferencia de prensa que presentó el documental que será emitido por el Discovery Channel, que “no hay tiempo de Cuaresma sin que un autor o un canal de televisión busquen lanzar dudas sobre la divinidad de Jesucristo o de su Resurrección.”

Donohue recordó que el año pasado en Estados Unidos, el programa “Dateline” de la Cadena NBC transmitió el desacreditado documental anti-cristiano de Michael Baigent, dos años atrás fue la cadena ABC con otro programa cuestionando la Resurrección de Jesús, y este año es el documental de Cameron.

El Presidente de la Liga recordó que “el arqueólogo israelí Amos Kloner estuvo a cargo en 1980 de las investigaciones de las tumbas que Cameron han capturado 27 años después para hacer sus afirmaciones".

Donohue reprodujo en su comunicado todas las afirmaciones de Amos Kloner que desacreditan completamente el documental; pero explicó además que otro experto, Joe Zias, un prestigioso arqueólogo de la Universidad Rockefeller en Jerusalén, señala que el co-director del documental, Simcha Jacobovici “carece de toda credibilidad”, pues el controvertido cineasta israelí-canadiense, sigue sosteniendo la historia que él mismo lanzó en 2002 respecto a un osario con la inscripción “Santiago, Hijo de José, Hermano de Jesús”.

Donohue recordó que el 18 de junio de 2003, los 15 miembros de la Autoridad de Antigüedades de Israel –conocida por sus siglas en inglés IAA– demostró por encima de toda duda que el osario “descubierto” por Jacobovici era una falsificación moderna.

Esta decisión fue respaldada por el arqueólogo de Harvard Frank Cross y por el profesor de la Universidad de Tel Aviv, Edward Greenstein. “El Discovery Channel difundió la farsa de 2002 y ahora vuelve con este fraude titánico. Es tiempo de que el Discovery Channel descubra la ética y deje de lado el sensacionalismo”, concluyó Donohue.


En la Santísima Trinidad:
Padre Roberto Mena, S.T